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El desconocido debut de Francisco Nitsche

Por Heriberto Llanos Ibarra

EL DESCONOCIDO DEBUT DE FRANCISCO NITSCHE, UN OLVIDADO “QUIJOTE” CAMPEÓN CON UNIÓN ESPAÑOLA EN 1951.

Indudablemente la historia de los pueblos la hacen los hombres, y el fútbol no es una excepción, ya que las epopeyas del balompié se escudriñan en las legendarias proezas de sus actores, siendo los jugadores los protagonistas de enrevesadas y fervorosas contiendas. Sin embargo, no siempre el legado de algunos ha sido reconocido por la historia como se merece. He aquí parte del relato de un “Quijote” que, para alcanzar sus sueños, tuvo que derribar un sinnúmero de molinos de viento. Esta es la historia del debut de Francisco Carlos Nitsche Compán como guardameta de Unión Española una tarde de junio de 1951. 

   Francisco Nitsche Compán, portero de Unión Española 1952 (foto revista Estadio).

 

Velando las armas

En las polvorientas canchas de la Liga de Fútbol de Ñuñoa, en el equipo de Los Chumingos, -uno de esos típicos conjuntos con pintorescos nombres-, descollaba un joven de figura espigada, de tés clara y de cabellos dorados, que las hacía de comodín de su juvenil oncena, ya que,  según se requiriera, las oficiaba de centrodelantero, de wing, de half, de back centro o, incluso, de arquero. 

En las series adultas del mismo club jugaba el ex arquero argentino Valentín Erazo, ya retirado del profesionalismo, quién se había criado en Chile y, futbolísticamente, en el redil de Santa Laura, siendo el portero titular de los rojos en las temporadas de 1937 y 1938. Producto de la Guerra Civil Española el club hispano entró en receso, por lo que Erazo pasó a la Universidad de Chile, donde jugó solo tres partidos, para luego ser cedido el mismo año a Colo Colo, donde logró los campeonatos de 1939 y 1941. Erazo, que además trabajaba hacía años en las divisiones inferiores de Unión Española, vio en un joven Francisco Nitsche  condiciones sobresalientes en el manejo del balón, pero en especial cuando se desempeñaba bajo la portería. No pasó mucho tiempo antes de recomendarle ir a probarse a la tienda hispana:

“Mira cabro estás perdiendo el tiempo aquí, ándate a la Unión, puedes jugar en la cuarta y mañana quién sabe”. (revista Estadio).

Ese joven, un larguirucho muchacho ñuñoíno, había nacido en Santiago el 20 de febrero de 1930, de abuelo paterno alemán y madre andaluza, estudió en el Instituto Nacional hasta quinto humanidades, donde también fue seleccionado del equipo de fútbol, en el que el arquero titular era Sergio Litvak; otro flaco, incluso más alto que Nitsche,  que sería campeón con Universidad Católica en 1954. 

Haciendo caso a las recomendaciones de su amigo Valentín Erazo, un día cualquiera de 1948, Nitsche se dirigió al Estadio Santa Laura:

“Vengo a probarme como arquero. Me dijeron que viniera a esta hora y que me presentara aquí.
— Le digo que no puede entrar. Que sólo pasan los jugadores del club.
— Pero es que . . .
— Le he dicho que no puede.
—¡Qué divertido! agregó, se sonrió como de costumbre y se volvió a su casa con su maletín y sus zapatos endurecidos” (revista Estadio).

. Días después, y extrañado por la inasistencia de Nitsche a la prueba en los entrenamientos del equipo hispano, Erazo se enteró de lo que había ocurrido. Sin embargo, le insistió al joven en que debía perseverar:

— “Estás loco, le replicó Nitsche, no voy más, ¡Cómo se te ocurre! Además, ¿quién te ha dicho que yo soy arquero? Está bien que juegue de arquero aquí, porque no hay otro para ese puesto. Pero tú sabes que a mí me gusta más jugar de delantero o defensa” (revista Estadio).

En ese segundo acercamiento al recinto deportivo de Plaza Chacabuco fue acompañado por Erazo y, como era de esperar, esta vez no hubo rémora que impidiera el acceso de nuestro joven Quijote. Ese fue el primer paso en una senda que lo llevaría a recorrer los más variados escenarios del balompié nacional. Después de arduas pruebas, y con 18 años , Nitsche fue aceptado para integrar el equipo juvenil de Unión Española, siendo el cuarto portero en el club, después del mítico Hernán Fernández Vilaspaz, que era el titular, y de los suplentes Raúl Coloma Rivas, -formado en Santa Laura, y Alfredo Avilés Barahona, con pasado en  Santiago National.

En el torneo de 1950, y al no tener oportunidades en el once titular, Raúl Coloma emigró al fusionado Ferrobádminton. Como el suplente de Hernán el Nano Fernández era Alfredo Avilés, un Nitsche  de 20 años de edad tuvo la oportunidad de atajar en el equipo hispano de la cuarta especial.

Francisco Nitsche Compán, portero de Unión Española 1952 (foto revista Estadio).

 

El difícil debut, luchando contra los molinos de viento

En la primera fecha del torneo de 1951, el domingo 29 de abril, en el recinto de la plaza Chacabuco, Unión Española enfrentó al viejo Magallanes. Ya en el segundo tiempo, pasado los 66 minutos de juego, cuando el marcador estaba en favor de la academia por 3-1, el ‘Nano’ Fernández, portero del elenco rojo, dando evidentes señales de dolor y arrojándose al césped, solicitó ser sustituido, acusando una lesión en el hombro derecho. Raudo se dispuso el joven Alfredo Avilés para enrocar en el pórtico al magullado arquero. El marcador terminó lastimosamente para los rojos con una derrota de 2-4.

De ahí en tanto, y dado lo rebelde de la lesión del titular Hernán Fernández, en las siguientes tres fechas, el pórtico de Unión Española debió ser guarnecido por Avilés, con derrota ante Santiago Morning (2-4), triunfo ante Universidad de Chile (4-0) y caída en el Estadio El Tranque ante Everton (3-4). Por su puesto, el llamado a sentarse en la banca en esas jornadas futboleras, -secundando a Avilés-, fue el desconocido Francisco Nitsche, que solo había alcanzado a jugar en la primera fecha del campeonato con el equipo de la cuarta especial.

 En la tarde del domingo 3 de junio, ante cerca de 2.700 almas, el equipo de Unión dirigido por el vasco Isidro Lángara Galarraga, saltó al campo de juego del recinto santalaurino, para desafiar, por la quinta fecha del campeonato, al team de Green Cross. Los de la “Cruz de Malta” venían de un estrepitoso inicio de campeonato, registrando cuatro derrotas consecutivas, lo que los mantenía últimos en la ringlera del torneo nacional.

Los rojos formaron con Alfredo Avilés en los tres palos; en defensa Américo Azares, Isaac Fernández, que lució la jineta de capitán, y Valentín Beperet; Luis Urrea y Carlos Rodolfo Rojas cubrieron las acciones en la medianía de la cancha, y en el frente del ataque alinearon Claudio Río, Mario Lorca, Luis Bravo, Atilio Cremaschi y Pedro Hugo López.

Aún no dejaba de rechinar el eco del pitazo inicial, dado por el colegiado Sr. William Crawford, cuando, tras embolsar un centro de los albiverdes que buscaba a José Apiolaza, el portero Avilés  se lesiona su mano derecha. Fue un baldazo de agua fría, que hizo que todos, tanto el plantel como los aficionados de Unión, lamentarán el día en que  dejaron partir al canterano Raúl Coloma a Ferrobádminton. En efecto, producto de las lesiones y la marcha de Coloma, Unión Española pasó de tener tres arqueros consolidados a no tener a ninguno.

Isidro Lángara ordenó el ingreso de aquel joven que había divisado en el arco de las juveniles, y de la cuarta especial de la institución hispana, y que, por esas cosas del destino, esa tarde le había tocado sentarse en el banco suplente.

Francisco Nitsche no terminaba de salir de su incredulidad, y de ubicarse bajo su portería, -transcurridos recién los cuatro minutos de juego-, cuando un balonazo, enviado por el delantero Jaime Vásquez, lo superó y le permitió  abrir el marcador a los “pijes”. No obstante, rápidamente los jugadores rojos retomaron las acciones y el control del partido. Mediante un juego simple, pero efectivo, es que, a través de una acción del artillero Mario Lorca, los hispanos alcanzaron la paridad a los 17 minutos. Cinco minutos después, tras jugada de Luis Bravo, el equipo de Lángara se puso en ventaja de 2-1. Parecía una tarde apacible para los locales y camino al descanso del entretiempo, se veían hombres con una singular serenidad y plenamente confiados en alcanzar la victoria.

Sin embargo, en el segundo tiempo se invirtieron radicalmente los papeles ya que el conjunto “greencrosino” saltó a la cancha, como sostuvo el diario La Nación: “Más atrevido y dispuesto a jugarse el todo por el todo. Ante el asombro de los rojos, que no lograron reorganizar sus líneas, especialmente la defensiva, la oncena de Green Cross tomó la iniciativa. Aunque se esforzó por menguar la tromba adversaria, un desconcertado Nitsche  no pudo evitar los taponazos de Apiolaza, Navarro y Díaz. Si bien es cierto que tuvo algunas malas salidas, los goles no fueron responsabilidad exclusiva del imberbe portero, ya que también incurrieron en fallas defensivas algunos jugadores hispanos como Isaac Fernández. Mientras a Américo Azares el wing izquierdo verdiblanco, Pedro Navarro, lo superó todo el segundo tiempo,  Valentín Beperet no logró controlar a Jaime Vásquez, fallando, con su compañero Fernández, en las coberturas defensivas.

En este escenario, transcurridos recién los 51 minutos José Apiolaza niveló el tanteador, para, siete minutos después, repetir y poner en ventaja a “los pijes” por 3-2.

Pero, la avalancha continuaría con gol de Pedro Navarro a los 62 minutos y, posteriormente, con doblete de Félix Díaz a los 64 y 67 minutos. De esa manera, y en un lapso de 16 minutos, Green Cross sentenció la brega con un 6-2 a su favor. Cuando los jugadores hispanos reaccionaron  ya era demasiado tarde, y los descuentos de Luis Bravo y Mario Lorca a los 69 y 90 minutos, no alcanzaron para cambiar el epílogo del partido.Así fue el aciago debut del joven Francisco Nitsche, recibiendo seis goles en un fortuito y desafortunado estreno que ni él, ni nadie en Unión Española, habían contemplado.“Nitsche pagó el noviciado, fracasando en varios de los goles del triunfo del Green Crosstituló aquella vez La Nación.

 

UNIÓN ESPAÑOLA 4 – 6 GREEN CROSS

Domingo 3 de junio de 1951. Fechas 5 Primera División 1951. Estadio: Santa Laura. Público: 2.697. Árbitro: William Crawford. Recaudación: $49.660.

UNIÓN ESPAÑOLA: Alfredo Avilés (Francisco Nitsche 4′); Américo Azares, Isaac Fernández y Valentín Beperet; Luis Urrea y Carlos Rodolfo Rojas; Claudio Río, Mario Lorca, Luis Bravo, Atilio Cremaschi y Pedro Hugo López. DT Isidro Lángara Galarraga.

GREEN CROSS: Raimundo Lammel; Pablo Hormazábal, José Rodríguez y Osvaldo Serey; Emilio Convertí y Mario Ortiz; Jaime Vásquez, Félix Díaz, José Apiolaza, Juan Candía y Pedro Navarro.

GOLES: Vásquez 4′, Lorca 17′ y 90′, Bravo 22′ y 69′, Apiolaza 51′ y 58′, Navarro 62′ y Díaz 64′ y 67′.

El inexperto Francisco Nitsche, que suplió a Alfredo Avilés en el arco de la Unión, queda tendido en el césped junto a José Apiolaza. Ambos rodeados por Luis Urrea (N°4), Carlos Rodolfo Rojas e Isaac Fernández de los rojos, Pedro Navarro y Félix Díaz de Green Cross (foto diario La Nación, lunes 4 de junio de 1951).

En ese torneo de 1951, y después de un tortuoso inicio y de jugar 22 partidos, Unión Española terminó en el cuarto puesto en la fase inicial del campeonato con 27 puntos, lo que le permitió acceder a la liguilla final, que consagraría al monarca de ese año. En esa liguilla los hispanos terminaron primeros con 9 puntos en 5 partidos disputados. Pero, en la tabla acumulada, sumaron 36 puntos, los mismo que Audax Italiano, lo que obligó a determinar al campeón de ese año a través de un partido de definición a jugarse en el Estadio Nacional.

El jueves 13 de diciembre, ante la presencia de 48 mil fanáticos, con gol de penal convertido por Mario Lorca a los 74 minutos, Unión Española se consagró campeón de 1951 y alzó su segunda estrella ante un clásico rival.

 

LOS CAMPEONES DE 1951

ARQUEROS: Hernán Fernández (23), Alfredo Avilés (5) y Francisco Nitsche (1).

DEFENSAS: Américo Azares (26), Isaac Fernández (26), Valentín Beperet (27) y Jorge Ibáñez (23). 

MEDIOCAMPISTAS: Raúl Cárcamos (20), Carlos Rodolfo Rojas (22), Atilio Cremaschi (27), Luis Urrea (6), y Rosamel Miranda (7).

DELANTEROS: Claudio Río (25), Mario Lorca (26), Pedro Hugo López (27), Luis Bravo (3), Francisco Arbio (2), Mario Sierro (2) y Emilio Guzmán (1).

*Entre paréntesis, número de partidos jugados.

DT Isidro Lángara Galarraga.

 

El camino de un caballero hidalgo

De ahí, y por largos 15 años (1951-1965), Nitsche defendió los colores de su amada Unión Española, siendo titular indiscutido por varias temporadas y sucesor natural del histórico Hernán Fernández, destacando en 1952 como el arquero revelación de ese torneo.

“Nitsche, joven suplente de Hernán Fernández, realizó tapadas de mucho mérito…”

“Excelente actuación cumplió Nitsche, joven guardapalos de Unión Española.
Especialmente requerido en el segundo periodo, respondió con una soltura que
llamó la atención de los espectadores” (revista Estadio).

Sus destacadas participaciones en los torneos nacionales, le permitieron ser convocado a la selección chilena, siendo parte del plantel que disputó el Sudamericano de Santiago 1955 (vicecampeón), el Sudamericano de Lima de 1957, donde vio acción los 90 minutos frente a Uruguay en la derrota de 0-2. Fue campeón de la Copa Pacífico de 1965, luego de una gran actuación del propio Nitsche en Lima, la que permitió la victoria chilena de 1-0. En julio del mismo año, estuvo en la derrota frente a Argentina en Buenos Aires, por 0-1 y en el empate 1-1 en Santiago por la Copa Carlos Dittborn. Participó en los partidos eliminatorios para el Campeonato Mundial de Inglaterra de 1966, siendo titular en los triunfos chilenos ante Colombia en Santiago (7-2) y  Barranquilla (2-0).

En diciembre de 1960 y enero de 1961 fue parte de la delegación histórica que llevó a cabo la primera gira de un equipo de fútbol de Unión Española a España y, con ello, ayudó a cumplir el soterrado sueño que siempre atesoraron en sus vades los dirigentes del club hispano. En la península, como todo un caballero hidalgo, el espigado portero fue titular y capitán del equipo y, por cierto, actor relevante en el memorable triunfo de Unión Española sobre Barcelona por 2-1. En dicha oportunidad el técnico Enrique Orizaola hizo participar a nueve jugadores de su sideral plantel: Andrés Rodríguez Serrano (Rodri), Alfonso María Rodríguez Salas (Foncho), Joan Torrent Soler (Torrent), Enrique Gensana Merola (Gensana), Andrés Parada Alvite (Suco), Enrique Ribelles Seró (Ribelles), Luis Coll Hortal, los húngaros Sándor Peter Kocsis y Ladizlao Kubala Stecz. Digno de destacar es el hecho de que en esa oportunidad jugó un promisorio Manuel Sanchiz Martínez (Sanchiz), que triunfaría años más tarde en el Real Madrid, no habiendo debutado nunca oficialmente por los azulgrana.

 

BARCELONA 1 – 2 UNIÓN ESPAÑOLA

18/01/1961. Estadio de Las Corts. Público: 20.000. Árbitro: Diego Balaguer.

BARCELONA: Rodri II; Foncho, Torrent y Navarro; Gensana y Luna (Sanchiz); Suco (Navarro), Ribelles, Kocsis (Coll), Kubala y Molina (De la Fuente). DT Enrique Orizaola.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Nitsche (capitán); Manuel Rodríguez, Hugo Lepe y Óscar Otazo; Miguel Reveco y Humberto Cruz (Luis Alberto Vera); José Torres, Roberto Coll (Rodolfo Matti), Honorino Landa (Juan Martínez), José Fernández (Juan Body) y Félix Landa. DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Body 66’, F. Landa 85’ y De la Fuente 87’.

Defensa de Unión Española: Américo Azares, Mario Converti, Juan Beltrán, Francisco Nitsche, Valentín Beperet e Isaac Fernández (foto revista Estadio). 

En 1965 juega su último año en Santa Laura, para recalar en Audax Italiano en 1966, donde se retiró del fútbol profesional en 1968. 

 

Palmarés

  • Campeón de Primera División de Chile: Unión Española 1951.
  • Campeón con la Selección Chilena de la Copa Pacífico 1965.

 

Epílogo

En 1951 ningún periódico de la época mencionó a Francisco Nitsche como parte de ese plantel campeón. Tampoco los diferentes libros históricos que relatan los campeonatos de Unión Española, a lo largo de estos 71 años, han sido capaces de reconocer la figura de Nitsche como integrante del plantel campeón de ese año y, cuando precisan su palmarés, simplemente no lo consignan. De igual manera, al momento de su muerte, y recordando su carrera, los medios periodísticos ignoraron este hecho. Al parecer, el desconocimiento de varios, o la amnesia de muchos, borró de sus mentes esos 86 minutos jugados por Nitsche ese domingo 3 de junio de 1951, en el que, convocado como tercer arquero, terminó defendiendo el pórtico de su querida Unión Española.

La personalidad de Francisco Nitsche; sereno, tranquilo, humilde y caballeroso, tal vez fue un factor que influyó en no reconocerlo como el campeón que fue, situación que él tampoco nunca exigió.

Es momento de resarcir y reivindicar el legado del mítico Francisco Nitsche Compán para la Unión Española, un gran señor…, un gran campeón. 

El “Quijote de Santa Laura” falleció en Santiago el 23 de octubre de 2018.

 

Fuentes

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