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Alfredo Pugh: “el padre de Coquimbo Unido”

Por Felipe Fernández

Ernest William Pugh, padre de Alfredo Pugh, llegó a Valparaíso el año 1906 en el vapor “Victoria” de la Pacific Steam Navigation Company. Al poco tiempo de su arribo, se encontró con el terrible terremoto que azotó a la ciudad en aquel año. 3.000 fallecidos y más de 20.000 heridos fue el escalofriante saldo del movimiento telúrico. Don Ernest, de carácter decidido, no se amilanó y no echó por tierra sus proyectos. No volvería a Inglaterra.

Listado del barco “Victoria”

Armó una empresa que exportaba frutos a distintos países del mundo, se afianzó económicamente y se casó con Mabel Cook, descendiente de una familia inglesa de aquel puerto. Tuvieron cinco hijos, dos fallecieron a muy pocos días de nacer, y luego vinieron Norman, Alfredo, el protagonista de esta historia, y Daisy. Ernest, luego de enviudar se casó nuevamente y tuvo dos hijos: Ernest y Kenneth, este último, padre del actual Senador por la sexta circunscripción Kenneth Pugh.

Alfredo Pugh Cook nació en Valparaíso un 10/11/1915, estudió en el internado para la colonia anglicana Saint Peter’s School de Villa Alemana y luego, al empezar humanidades, entró a estudiar al colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso. El objetivo era que el aún pequeño Alfredo aprendiera a hablar fluidamente nuestra lengua castellana. Hasta ese momento, toda su vida era en inglés. Sus amigos, sus padres, el colegio, etc.

Su infancia y juventud estuvieron marcadas por la disciplina rigurosa de su padre, quien falleció en 1945, y por dos desgraciados sucesos: La muerte de su madre Mabel, cuando Alfredo solo tenía nueve años, y el trágico fallecimiento de su hermano mayor Norman, que en su condición de piloto segundo del Vapor Toltén de bandera chilena, fue sorpresivamente atacado frente a las costas de EE.UU. por el submarino alemán U-404 el 13/03/1942. Pese a ser Chile un país neutral en la Segunda Guerra Mundial, el ataque Nazi no tuvo piedad y hundió el barco nacional, muriendo 28 de los 29 ocupantes, entre ellos, el hermano de Alfredo.

A mediados de los años 30, una vez terminada su enseñanza escolar, ingresó a estudiar medicina a la Universidad Católica, donde cursa hasta segundo año, ya que antiguamente en esa casa de estudios no existían las condiciones para ejercitar los aspectos clínicos de la profesión, por lo tanto, los estudiantes eran enviados a la Universidad de Chile, donde finalmente obtiene su titulo de médico. En su calidad de médico, y gracias a la doble nacionalidad chileno/británica que poseía, no tuvo inconvenientes para continuar sus estudios de especialización en traumatología en la ciudad de Liverpool, Inglaterra, lugar de origen de su padre. Ya de vuelta en Chile, fue director del Hospital Británico de Valparaíso y, en el año 1949, llegó a vivir a Coquimbo para hacerse cargo del Hospital Traumatológico de la ciudad.

El arribo al puerto lo hace junto a su señora Silvia Martínez y sus hijos Silvia, Alfredo y Henry, quienes habían nacido en Valparaíso, mientras que Sarita y María Soledad nacieron el Hospital de Coquimbo. Se instalaron en pleno centro, muy cerca del Empalme, en los departamentos de Martín Peña, sin embargo, el rutinario paso del tren, el constante ruido y humo, los terminó por alejar de esa zona, emigrando al sector de El Llano, específicamente a Doctor Marín 305 y luego a su residencia definitiva, ubicada en Edwards 60, curiosamente, al lado de donde actualmente se encuentra la sede de Coquimbo Unido. La hija de don Alfredo, Silvia Pugh Martínez, recuerda: “Nuestra casa siempre estuvo llena de futbolistas, dirigentes, periodistas, etc. Recuerdo que nos visitó Julio Martínez, Alberto Buccicardi, el árbitro José Luis Silva y muchas otras personas destacadas del ámbito deportivo. En esa casa se respiraba fútbol”.

En la imagen el goleador de Colo Colo Atilio Cremaschi junto al Presidente de Coquimbo Unido Alfredo Pugh (foto cedida por Jorge Morales).

La disciplina, el temple de acero, la perseverancia y el trabajo en equipo en el cual había sido educado Alfredo Pugh, fueron decisivos para lograr cimentar los primeros años de Coquimbo Unido. Los aurinegros habían fracasado ya en dos ocasiones en sus intentos de ser aceptados en el fútbol profesional, pero con la llegada del doctor a la presidencia, se logró encauzar y reunir a los distintos estamentos de la ciudad. El 3/01/1958, ante un numeroso marco de público que llegó hasta el salón de reuniones de la Municipalidad coquimbana, se realizó la asamblea para formar el club. Así titulaba el diario El Regional del día siguiente: “Organizado Club de Deportes para el Ascenso, llevará el nombre de Coquimbo Unido”. Una vez instaurada las bases de la institución, se realizó el 11 de julio una asamblea de socios para aprobar los estatutos, los cuales, se reducen a escritura pública el 30/08/1958 en la notaria de Juan Watkins O’Neill. Esta fecha se considera actualmente como la fecha oficial de fundación del club.

Con el club ya formado legalmente, Pugh y el resto de los directores comenzaron a hacer las gestiones para que Coquimbo Unido fuera aceptado en la Asociación Central de Fútbol. En la votación de la madrugada del 7/02/1959, el equipo aurinegro, después de muchos intentos, pasó a formar parte del selecto grupo de equipos profesionales de Chile. “Ingresó Coquimbo”, titulaba aquella mañana de sábado el periódico El Regional, dejando para siempre retratado ese inolvidable momento.

El doctor Pugh se transformó en una persona muy querida y respetada en todos los círculos de la ciudad. Siguió en la presidencia del club hasta 1965, haciéndose cargo de un muy difícil comienzo, con escaso apoyo económico, pero con mucho apoyo de la hinchada.

Uno de sus principales logros, luego de conseguir el ingreso de Coquimbo Unido, fue el título de Segunda División 1962 y el respectivo ascenso a Primera División para 1963. “Este es el triunfo de todo un pueblo. Coquimbo entero está con nosotros. Sin distinción de clases ni de ideologías”, dijo el presidente Alfredo Pugh para el diario La Nación de Santiago luego de terminado el partido frente a la Universidad Técnica del Estado.

Las alegrías siguieron en 1963 y 1964 con imborrables jornadas en Primera División bajo el mando técnico del destacado Francisco ‘Paco’ Molina, quien había conocido a Alfredo Pugh cuando el jugador se iniciaba en el fútbol profesional en Santiago Wanderers el año 1948.

En 1965 la tarea de don Alfredo ya estaba largamente cumplida y decide dar un paso al costado, sin embargo, no se aleja completamente de la institución ya que sigue ligado a ella hasta 1971, año en que deja definitivamente la ciudad para partir a Río Blanco, en la comuna de Los Andes, donde fue director del Hospital de Codelco-Andina de aquella localidad.

 

La capacidad de aunar voluntades, liderar y gestionar de manera exitosa los aspectos legales, financieros y deportivos, y la pasión que generaba el club y su hinchada, fueron el principal legado que perpetuó el doctor Pugh en Coquimbo.

El gusto por el cigarrillo lo acompaño por largos años, causándole un enfisema pulmonar que le terminaría costando la vida. En Santiago, un miércoles 8/02/1989, don Alfredo dejó de existir, sin embargo, su figura y su legado se transformaron en leyenda, dejando una huella perenne en la memoria y en el corazón de los coquimbanos.

Fuentes:

Diario El Regional de Coquimbo, 4/01/ 1958

Diario El Regional de Coquimbo, 7/02/ 1959

Diario La Nación, 13/12/1962

Estatutos Club Deportes Coquimbo Unido, 30/08/1958

Entrevista exclusiva para este artículo a Silvia Pugh, hija de Alfredo Pugh Cook

Pugh, Kenneth, ¿Quién hundió al Toltén?, www.revistamarina.cl

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