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Los clubes de origen español en Chile hasta la fundación del Ibérico Balompié (1905-1918). Parte II

Por Heriberto Llanos Ibarra

 

Presa Lueje Football Club, precursor del Ibérico Balompié

 Como ya se mencionó en la primera parte de esta investigación, gran parte de los clubes de fútbol de raigambres hispanas se formaron en Chile a principios del siglo XX bajo el alero de empresas y casas comerciales, el Presa Lueje F.C. fue uno de los más importantes entre ellos.

José de la Presa Casanueva (foto: libro “Venida y Aporte de los Españoles a Chile Independiente”).

 

 

José de la Presa Casanueva fue un asturiano que había nacido en 1862 en el pueblo de Libardón, hijo de Manuel de la Presa y Josefa Casanueva. Fue traído a Chile, a la localidad de Melipilla, por su tío José de la Presa Lueje, comerciante dueño de la casa ‘Presa Hermanos’, con quien se hizo socio. De esta empresa surgirían sucursales y varias otras casas comerciales. El 21 de julio de 1892, José de la Presa se casó en Melipilla con la española Vicenta Sánchez Mingaranze. En 1893 sería elegido presidente del Círculo Español. Más adelante volvería a su natal Libardón, España, donde falleció en 1933.

 

Manuel Lueje Catrón (foto: Instagram labolera asturiana).

 

 

Manuel Lueje Catrón había nacido en Libardón, Asturias, en 1876, como hijo de Benito Lueje y de María Catrón. Manuel se casó con la chilena Isabel de la Presa García el 7 de diciembre de 1907. En Chile, junto a su hermano Bernardo Lueje Catrón, en 1902 fundaron la casa “Lueje Hermanos” en la calle Mac Clure 429, dedicada al rubro de los tejidos, vestimentas y accesorios para damas. Además, crearon otras sucursales: “Casa Lueje” ubicada en Mac Clure 481, “La Andaluza” y “El Siglo” en San Pablo esquina Puente. Todas estas tiendas eran dirigidas personalmente por los señores Lueje, siendo auxiliados por un importante cuerpo de empleados, jóvenes españoles o chilenos de ascendencia hispana.

Manuel Lueje sería además vicepresidente del Banco Español de Chile, presidente de la Sociedad Española de Beneficencia y vicecónsul honorario de España en Chile. Falleció en la Clínica Santa María de Santiago el 3 marzo de 1941, a consecuencia del ántrax.

 

Presa Lueje F.C. directorio conformado por dueños y empleados de la empresa (foto: facebook Comunidad de los Lueje).

 

 

José de la Presa y Manuel Lueje se asociaron para crear la empresa mayorista Presa Lueje y Cía., que fue una de las más grandes e importantes de Chile hasta su disolución en 1918.

La marcha floreciente de sus negocios, les permitió a ambos socios, dedicar su tiempo y recursos a impulsar la formación de entidades recreativas o de otro carácter al servicio de la hispanidad. Es en ese contexto en que, en 1910, fundaron el Presa Lueje F.C., con el firme propósito de dar esparcimiento a sus jóvenes y numerosos empleados, quedando constituida su primera directiva, como se detalla:

 

Presidentes Honorarios: José de la Presa Casanueva y Manuel Lueje Catrón

Presidente Efectivo: Aurelio Rivera

Vicepresidente: Rafael Lueje Catrón

Secretario: Luis Ríquez

Tesorero: Darío Peña

Vocales: Aníbal Aracena y Carlos Arias

 

 

Así relataba los primeros años del club, Rafael de la Presa Casanueva en su libro de 1978 ‘Venida y Aporte de los Españoles a Chile Independiente’: “El Presa Lueje Fútbol Club se destacó muy rápidamente y pudo así organizar en la temporada del año 1910 un torneo en el que compitieron los seis mejores equipos de la época: el propio Presa Lueje Fútbol Club, el Magallanes, el Santiago, el Gimnástico, el English y el Santiago National. Se disputaron como premios, medallas donadas por los presidentes honorarios del club patrocinador, José de la Presa y Manuel Lueje. Bellos tiempos del deporte por el deporte. Los ingresos se destinaron a una obra de beneficencia de la colectividad hispana”.

El naciente club de la casa comercial se integró en 1910 a la Asociación Nacional, participando en la primera división junto a los clubes Tucapel, Wellington, Loma Blanca, Santiago y Arco Iris.

Por otra parte, el Mercurio de Valparaíso del 15 de septiembre de 1910, en un párrafo de su SPORT publicaba: “Intercity club match. Mañana se dirigirán a Santiago los empleados de la casa Huth y Ca., con el objeto de jugar una partida de Football con la casa Presa Lueje, de la capital.

Los porteños partirán el 16 de septiembre en el rápido, debiendo hallarse los interesados reunidos a la 7:30 A.M. en la estación del Puerto.

Jugarán por Huth y Ca: J. From; L. Duus y A. Farías; A. García, C. Thomas y A. Cosignani; C. Delaney, J. Fell, H. Morris, H. Gallassi y R. Farías.

Jugarán por Presa Lueje: Rondanelli; J. Tapia y A. Varas; Alfonso Gres, Julio Alvarado y Alfonso Suárez; J. Quiroz, Enrique Caballero, Luis A. Balbontía, Ludovico Muzzio[1] y Óscar Mourás”.

El Presa Lueje F.C. se disolvió en 1918 como consecuencia del cierre de la empresa que lo auspiciaba.

 

Huth y Co. de Valparaíso, equipo que enfrentó al Presa Lueje F.C. en partido intercity del 16 de septiembre de 1910 (foto: revista Los Sports).

 

 

“Así, los empleados de la Casa Presa Lueje y Cía., tenían un buen elenco que, al disolverse en 1918, por término de giro de la firma, sirvió para que junto a los de otras empresas hispanas organizaran ese mismo año, el 12 de octubre, el Ibérico Balompié”, es como lo detalla el libro “Venida y Aporte de los Españoles a Chile Independiente”.

De esta forma, se documenta que el Presa Lueje F.C. fue el predecesor del Ibérico Balompié, convicción que se argumentará con más evidencias a presentar en esta misma investigación.

 

 

El nacimiento del Ibérico Balompié

 La génesis del Club Ibérico Balompié obedece a un conjunto de elementos y circunstancias socioculturales, y uno de los principales fue la disolución del equipo del Presa Lueje F.C. en 1918, cuando sus players quedan a la deriva sin obedecer a una organización a la cual ser parte, sin una identidad ni pertenencia a la herencia hispana. Hay que considerar que, ya antes de la desaparición del equipo de la citada casa comercial, existieron atisbos de generar una identidad hispana única del balompié de la capital, que fuera más allá de representar empresas, casas comerciales o instituciones españolas. Es así como se conformó en 1917, un equipo de la colectividad española de Santiago, tratando de emular el fenómeno que estaba ocurriendo en otras ciudades del país, en donde ya se habían congregado los españoles residentes en torno a la formación de clubes de fútbol, como había ocurrido con la fundación del Club Deportivo Español de Talcahuano, el Ibérico Balompié de Valdivia, el Ibérico F.C. de Chillán y el Club Deportivo Español de Concepción, entre otros.

 

Agustín Basañez (foto: libro “La apasionante vida de los rojos de Santa Laura, tomo I de Ignacio Maturana Gálvez).

 

 

Agustín Basañez, el padre fundador del Ibérico Balompié

 A principios del siglo XX en España, en la Iglesia de la Merced, el cura Don Manuel, apasionado por el balompié, solía regalar pelotas a los niños del ayuntamiento de Getxo, en Bilbao, costumbre que suscitó el entusiasmo de los chavales del pueblo por el balompié. Es posible que uno de esos niños que corría detrás de un balón por las calles de su barrio y en el patio de su colegio, haya sido el pequeño Agustín Basañez, que había nacido el año 1890 en Getxo, localidad situada en la ribera oriental de la desembocadura del río Nervión en el Mar Cantábrico, una comarca de la urbe de Bilbao. Estudió en el Colegio San Bernardo de ese ayuntamiento, donde junto a un grupo de niños y jóvenes, apoyados por otros mayores, quienes durante sus estudios y trabajos habían descubierto este deporte en Inglaterra, gestaron por allá por 1901 la creación del Arenas Football Club[2], actual Arenas Club de Getxo, que recién oficializó su fundación en 1909. De esta forma, el joven Basañez defendió la chamarra rojinegra como zaguero de ‘los areneros’ desde sus inicios.

Así se menciona en el blog ‘Memorias de Getxo’: “Uno de los Clubs de más solera de Getxo, el “Arenas Football Club”, equipo que nacería cuando en 1901, un grupo de amigos areneros comenzó a reunirse una vez por semana en los campos de Lamiako, en 1909 se creaba de forma oficial”.

 

Arenas Football Club, equipo a principios del siglo XX (foto: blogspot Memorias de Getxo).

 

 

Por motivos laborales, a los 19 años Agustín Basañez cruzó el océano Atlántico para afincarse en Santiago de Chile. En esta ciudad se casó con la chilena Esperanza Sánchez. Después de enviudar, en 1923 contrajo nupcias por segunda vez con Inalbia Vásquez Portas.

Como un entusiasta deportista, caracterizado por su laboriosidad y amor por el balompié, en 1909 se integró como player al club Wellington, en el cual, además, fue vicepresidente y secretario. En la temporada de 1910 defendió la tricota del club Lautaro, equipo en el que llegó a ser capitán.

Es probable que, a través de sus actividades comerciales (existen antecedentes de la familia Basañez como dueños de mercerías en Getxo), haya generado lazos con las empresas de los españoles José de la Presa y los hermanos Manuel y Rafael Lueje, dueños del Presa Lueje F.C., equipo en el que Agustín Basañez continuó su periplo deportivo defendiendo los colores del team de esa empresa comercial durante varias temporadas.

Al fundarse el Ibérico Balompié en 1818, Basañez fue elegido presidente de la naciente institución, cargo que ostentó por dos años. Como jugador fue parte del plantel ibérico hasta 1921, y al año siguiente pasó a vestir la camiseta del Santiago Fútbol Club, donde fue director. El Consejo de la Asociación Santiago lo nombró secretario de la organización, reemplazando a Carlos Fanta. En 1924 volvió a los hispanos, esa vez para vestir la chamarra carmesí de la Unión Deportiva Española.

Falleció en Santiago el 13 de mayo de 1940, a los 50 años de edad, debido a una insuficiencia cardíaca.

 

 

Alineaciones del duelo entre Unión Deportiva Española y el Santiago, con Agustín Basañez como zaguero de los hispanos en 1924 (foto: revista Los Sports).

 

 

Desde 1917, el bilbaíno Agustín Basañez fue uno de los artífices más relevantes en la idea de conformar un equipo de fútbol que representara a toda la colectividad española de Santiago. Convocaría a la juventud española de la capital para afrontar algunos desafíos de carácter amistoso. Varios de esos chavales, así como el propio Basañez, habían sido integrantes del Presa Lueje F.C., que finalmente en 1918 se había disuelto.

Uno de los primeros encuentros que sostuvo el combinado de la colectividad hispana de Santiago es el que se desarrolla a continuación.

 

 

Partido entre las colectividades españolas de Santiago y Concepción

En la calurosa tarde del 9 de diciembre de 1917, siendo las 17:00 horas, saltaron a la cancha del Gath y Chaves F.C. de la calle Independencia N° 1267, los equipos de la colonia española de Concepción y el combinado de la ‘nueva colonia hispana’ de Santiago. La organización de este compromiso sería a beneficio de la Liga de Damas de la Colonia Española, que con la recaudación fueron en ayuda de personas necesitadas. Las entradas costaron dos pesos en tribuna sombra, y un peso en la general. En lo futbolístico, el encuentro había desatado un gran interés de los aficionados, habiéndose pronosticado un entretenido partido, dada la calidad de los jugadores que integraban los citados combinados. Por su parte, los penquistas anunciaban al equipo del Club Deportivo Español reforzado con destacados jugadores de la zona: al player internacional Ramón Unzaga Asla[3]; el Club Royal de Talcahuano aportaría con la presencia de Echeverría y Molina, y del Royal de Concepción harían presencia Font, Sills, Guede y Villanueva. Cerraban este seleccionado, Echevarría, Boitía, Lozano y Uriarte. El combinado de la capital no se quedaba atrás, lo componían los internacionales Enrique Teutsch Solar[4] y Francisco Grau[5], los españoles Badal y Homero Vives, completando la oncena santiaguina Bilbao, Iturralde, Garat, Moreno, Guillermo Martínez, Alfredo Plá y José Luis Borlaf. Los últimos tres, junto a Homero Vives, serían luego algunos de los jóvenes fundadores del Ibérico Balompié.

Desde el pitazo inicial, dado por el prestigioso referee Carlos Fanta Tomaszewsky, el equipo visitante tomó la iniciativa de la brega, demostrando una gran preparación de sus integrantes. Fueron varías las llegadas que pusieron en riesgo el pórtico de Bilbao, quien con sus aciertos se transformó en la figura de los capitalinos, junto al half central Teutsch. De contrapartida, destacó en su accionar el centrodelantero de los sureños, Font. El cuadro local custodió su retaguardia en forma adecuada ante los embates del rival. De esta forma concluyó la primera parte del lance, sin que los equipos se hicieran daño.

Regresando del descanso, Iturralde cometió hand en su propia área, Unzaga convirtió con éxito el tiro desde las 12 yardas para abrir el tanteador. Momentos después, Font envió un furibundo tiro desde distancia que el portero Bilbao no pudo barajar, decretando de esta forma el 2 a 0 definitivo para el representativo hispano de Concepción.

Al final del encuentro se entregaron a los jugadores ganadores 11 medallas de oro y la copa en disputa. Como sorpresa, los dirigentes del Club Deportivo Español de Concepción galardonaron al referee Carlos Fanta con un hermoso pito de plata con boquilla de oro, que venía en una caja con la siguiente inscripción: “El Club Deportivo Español de Concepción al distinguido árbitro internacional don Carlos Fanta, 9/12/1917”.

La delegación de Concepción regresó esa misma tarde, en el tren nocturno con destino al sur, muy complacidos por las atenciones que recibieron de la colectividad española de Santiago.

 

Combinado de españoles de Santiago 2-0 Combinado de españoles de Concepción

9/12/1917, desafío amistoso. Cancha: Gath y Chaves F.C. Árbitro: Carlos Fanta.

Santiago: Bilbao; Alfredo Plá e Iturralde; Guillermo Martínez, Enrique Teutsch Solar y Francisco Grau; Moreno, José Luis Borlaf, Badal, Homero Vives y Garat.

Concepción: Boitía; Lozano y Echevarría; Uriarte, Ramón Unzaga y Guede; Sills, Echevarría, Font, Contreras y Villanueva.

GOLES: Unzaga (CON) y Font (CON).

 

Joan Francesc Grau (Francisco Grau) integrante del Combinado de los Españoles de Santiago (foto: players.fcbarcelona.com).

 

 

La revancha un año después

 Casi un año después, Agustín Basañez recibía desde el sur del país una invitación por parte de los dirigentes del Club Deportivo Español de la ciudad de Concepción, para conmemorar el día de la raza con un partido de revancha del que se había realizado en noviembre de 1917 en la capital. Entusiastas chavales se interesaron en viajar para sostener este nuevo lance entre los españoles penquistas y santiaguinos, inscribiéndose en la secretaría del Centro Español, en sus dependencias de la calle Ahumada N° 3, cancelando $ 29,5 el pasaje de ida y vuelta en primera clase del tren rápido al sur. Fue así como la delegación encabezada por Agustín Basañez, partió a las 19:30 horas del viernes 11 de octubre de 1918 desde la Estación Alameda.

El encuentro se llevó a cabo el domingo 13 de octubre, cuando los locales vencieron categóricamente a los santiaguinos por 4 a 0. El joven equipo de Basañez pagó el costo de ser un equipo novato e improvisado, ante un rival que participaba competitivamente, como lo hacía el Deportivo Español, en la Asociación de Fútbol de Concepción ante exigentes rivales como Arturo Fernández Vial, Liceo, Galvarino, Rangers, Esmeralda, Unión, América, Industrial y Lord Cochrane.

Pese a la nueva derrota, la comitiva de jóvenes regresó a Santiago ese mismo día a las 19:00 horas, trayendo consigo la firme convicción de que ese grupo humano debía organizarse en torno a su gran pasión que era el balompié.

Días después, cuando el grupo se volvió a reunir, alguien de ellos exclamó: “¿Por qué no formamos un club hispano que nos reúna a españoles e hijos de éstos en esta tierra chilena? A todos los reunidos nos gusta el fútbol y esta misma noche podemos hacerlo” (Génesis y Desarrollo de la Unión Española). De esa forma, el viernes 18 de octubre de 1918 se conformó el Club Ibérico Balompié, nombre aprobado por la concurrencia a la propuesta del joven Carlos Atienza (libro “Años del Centenario”, José Marino). Por otra parte, no hubo doble lectura, al momento de elegir al presidente el nombramiento recayó merecidamente en el Sr. Agustín Basañez (28 años). Dentro de los jóvenes más destacados se encontraban el ya mencionado Carlos Vicente Atienza Pedraza (22 años), Julio Castañer Gimeno (29 años), José Luis Borlaf Múrua (24 años), los hermanos Julio (21 años), Atanasio (18 años) y José Pardo Vega (16 años), Juan Bautista Lapiedra Cañizar (22 años), Enrique Seisdedos Ramos (15 años), Alfredo Plás y José Ruiz, entre una treintena de presentes.

 

Ibérico Balompié en una formación de 1920. Foto del libro Años de Unión.

 

 

Así lo anunciaban los periódicos de la época:

La Nación, sábado 19 de octubre de 1918: “IBÉRICO BALOMPIÉ: reunidos últimamente, varios jóvenes pertenecientes a la colonia española de esta capital, acordaron organizar un club de football y al cual denominaron “Ibérico Balompié”.

El Mercurio de Santiago, domingo 20 de octubre de 1918: “Nuevo club. Reunidos en los salones de la Imprenta “El Mercurio” una treintena de jóvenes perteneciente a la colonia española de esta capital, acordaron organizar un club de Football y al cual lo denominaron Ibérico Balompié”.

 

El directorio elegido fue el siguiente:

Presidente Honorario: Excelentísimo Señor Ministro de España, Manuel García Jove.

Directores Honorarios: Romualdo Cecilio Zulueta Aguirre, Zacarías Atienza San Martín, Francisco Echavarría, José Noriega, Cecilio Molleda Escandón y José Goñi.

Miembros Honorarios: Juan Pueyrredón y José Urteaga Altolaguirre.

Presidente: Agustín Basañez.

Vicepresidente: Carlos Vicente Atienza Pedraza.

Secretario: Enrique José Seisdedos.

Prosecretario: José Ruíz.

Tesorero: Dimas Muñoz.

Directores: José Luis Borlaf Múrua, A. Martínez, Juan Bautista Lapiedra y Julio Pardo Vega.

Primer Capitán: Alfredo Plá.

Segundo Capitán: José Ruíz.

 

“Fruto de esta noble iniciativa nació el Ibérico Balompié, cuyos colores originales eran camiseta blanca y pantalón negro, que pronto sería reemplazada por una remera listada vertical albiceleste” (pantaloneta de color negro o blanco), según menciona en el libro “La apasionante vida de los rojos de Santa Laura”, Tomo I, de Ignacio Maturana Gálvez.

 

Ibérico Balompié, campeón de la Copa Chile 1920. Sentados en la segunda fila, de derecha a izquierda, los dirigentes Agustín Basañez, Rosendo de Santiago y otra persona no identificada (foto: libro “Años del Centenario” de José Marino).

 

 

El primer partido del Ibérico Balompié frente al Marruecos F.C.

Fue tal el fervor en esos jóvenes que el mismo domingo 20 de octubre de 1918, a las 12 horas, salió una nutrida delegación desde la Estación Central, con dos equipos del naciente Ibérico con destino al fundo Marruecos (actual comuna de Padre Hurtado), para enfrentar en partidos amistosos al equipo local Marruecos F.C. A las 14:00 horas se presentó de preliminar la sección Ercilla, y dos horas después fue el turno del primer equipo, denominado sección Colón.

La comitiva estuvo formada por los siguientes jugadores: Jiménez, Miguel Méndez (defensa), García, Forgés, Alfredo Plá (delantero y capitán), Julio Castañer (defensa), Julio Pardo (delantero), Toribio Pozo, Carlos Atienza (medio), M. Muñoz, Atanasio Pardo (delantero), Agustín Basáñez (defensa), A. Martínez, Juan Bautista Lapiedra (arquero), F. Muñoz, Juan Planas, José Planas, José Pardo (delantero), Enrique Seisdedos, Amalio Fernández (arquero), Guillermo Martínez (defensa), José Ruíz (medio) y Luciano Basauri (defensa).

Este encuentro constituyó el primer partido jugado por el Ibérico Balompié, a sólo dos días de su fundación.

 

Marruecos F.C., primer rival en la historia del Ibérico Balompié, en partido amistoso disputado el 20 de octubre de 1918 (foto: revista Los Sports).

 

 

Ibérico Balompié v/s Morning Star F.C.

Como no había tiempo que perder, el domingo 27 de octubre a las 9:00 horas, en la cancha del Panteón, los hispanos se enfrentaron en su segundo partido amistoso al Morning Star F.C., con arbitraje del aficionado Sr. D. Muñoz.

Los ibéricos alinearon de la siguiente forma: Manuel Fuentes; Julio Castañer y José Ruíz; Forgés, Alfredo Plá (capitán) y Juan Lapiedra; Julio Pardo, Toribio Pozo, Carlos Atienza, Atanasio Pardo y M. Muñoz (nótese al portero Juan Lapiedra jugando ahora de half izquierdo).

 

 

Weir Scott de Graneros v/s Ibérico Balompié

Un tercer partido amistoso fue el que se realizó el 17 de noviembre de 1918,al que los muchachos del Ibérico Balompié viajaron a las 9:30 horas, en tren desde la Estación Alameda con destino a la localidad de Graneros, para medirse con el equipo local del Weir Scott.

 

Weir Scott de Graneros, rival del Ibérico Balompié en el amistoso del 17 de noviembre de 1918 (foto: revista Los Sports).

 

 

Algunos rostros en la fundación del Ibérico Balompié

 Cecilio Molleda Escandón, hijo de Eugenio Molleda y Concepción Escandón, nació en Siejo, Peñamellera Baja, Asturias, España, en 1880. El 5 de abril de 1907 se casó con su compatriota Matilde Pérez Cangas[6]. Comerciante dueño de una importante mercería ubicada en Las Delicias (Alameda) 1702. También fue presidente del Centro Español de Instrucción y Recreo desde 1914 a 1919. En la fundación del Ibérico Balompié fue nombrado director honorario. El 12 de octubre de 1943 recibió por el Gobierno de Juan Antonio Ríos, la ‘Orden al Mérito Bernardo O’Higgins en el grado de comendador.

 

Cecilio Molleda Escandón (foto: Instagram labolera asturiana).

 

 

Zacarías Atienza San Martín, padre del jugador del Ibérico Carlos Atienza, nació en 1868 en España. Comerciante, se casó con la modista chilena Ignacia Pedraza Salgado el 4 de noviembre de 1893. Fue director honorario del Ibérico Balompié. Falleció el 1 de febrero de 1936 en Santiago.

 

Romualdo Cecilio Zulueta Aguirre nació el 22 de noviembre de 1869 en Oñate, Guipúzcoa, País Vasco, España. Don Romualdo Zulueta asumió como subgerente del Banco Español de Chile y en 1918 fue nombrado director honorario del Ibérico Balompié. Falleció en Santiago el 9 de mayo de 1939.

 

Romualdo Zulueta Aguirre (foto: revista Salud Pública de la Cruz Roja Chilena).

 

 

José Urteaga Altolaguirre, comerciante y empresario español, nació en 1876 y se casó con la española María Unda. Fue uno de los fundadores y el primer director gerente de la Casa Gath y Chaves. En la fundación del Ibérico Balompié es nombrado miembro honorario. Falleció en Santiago el 25 de junio de 1959.

 

José Urteaga Altolaguirre (foto: libro “Las Plazas de Juegos Infantiles”).

 

 

Agustín Basañez nació en el ayuntamiento de Getxo, Bilbao, España, el año 1890. Fundador y primer presidente del Ibérico Balompié, como jugador se desempeñó como zaguero derecho en el Presa Lueje F.C., siendo parte del plantel ibérico campeón de la Copa Chile de 1920. Falleció en Santiago el 13 de mayo de 1940, a los 50 años edad[7].

 

Carlos Vicente Atienza Pedraza nació en Santiago el 19 de abril de 1896, hijo del comerciante español Zacarías Atienza y de la chilena Ignacia Pedraza. En la fundación del Ibérico Balompié fue nombrado vicepresidente, y quien propuso el nombre de la nueva institución. Como jugador se desempeñó como delantero.

 

Enrique José Seisdedos Ramos nació en Santiago el 21 de octubre de 1903, hijo del comerciante español Manuel Seisdedos y de su compatriota Concepción Ramos. Actuó como mediocampista en el Ibérico Balompié y fue también su secretario.

 

José Luis Borlaf Múrua nació el 21 de junio de 1894, hijo del comerciante español Diego Borlaf y de la española Concepción Múrua. Comerciante, socio y dueño de la mercería “Mondragón”. Ingresó como voluntario a la Décima Compañía de Bomberos de Santiago, donde llegó a ostentar el grado de capitán de la institución. En 1916 jugó como half izquierdo en el equipo del Club de la Bomba España, al igual que en el Ibérico Balompié, en el cual se desempeñó como delantero, siendo además director. Falleció en Santiago el 14 de noviembre de 1946.

 

Juan Bautista Lapiedra nació en Recoleta, Santiago de Chile, el 16 de septiembre de 1896. Fue hijo del agricultor Juan Bautista Lapiedra e Isabel Cañizar, una pareja española. El 24 de junio de 1920 se casó con Mariana Moya Cañizar. Fue integrante del directorio y portero indiscutido desde 1918 a 1929 en el Ibérico Balompié y en la Unión Deportiva Española. Figura histórica de los hispanos, fue campeón de la Copa Chile de 1920, 1924 y 1925. Falleció en Las Condes, Santiago, el 11 de septiembre de 1965.

 

Juan Bautista Lapiedra (foto: revista Los Sports).

 

 

Julio Castañer Gimeno nació en la ciudad de Sueca, Valencia, España, en 1889. Como futbolista actuó en el Ibérico Balompié como delantero entre 1918 y 1919.

 

Julio Pardo Vega nació en Santiago el 30 de noviembre de 1897, hijo de los españoles Atanasio Pardo y Amalia Vega. Fue director del recién fundado Ibérico Balompié, donde como jugador actuó de centrodelantero entre 1918 y 1921, siendo campeón de la Copa Chile en 1920.

 

Atanasio Pardo Vega nació en Santiago el 20 de mayo de 1900, hermano de Julio. En 1918, como wing izquierdo participó de algunos partidos amistosos del Ibérico Balompié, luego pasó a Magallanes, retornando a Santa Laura en 1923, siendo campeón con los hispanos en 1924 de la Copa Chile. En 1925 viajó a España para enrolarse en el Málaga, constituyéndose en el primer chileno en jugar en España. Como director técnico fue campeón con Unión Española en 1943. Falleció en Santiago el 30 de junio de 1994.

 

Atanasio Pardo Vega (foto: revista Estadio).

 

 

José Pardo Vega nació en Santiago el 20 de enero de 1902, como hermano menor de Julio y Atanasio. Fue uno de los fundadores más jóvenes del Ibérico Balompié con sólo 16 años. El wing derecho, pasó al primer equipo de los hispanos en 1920, siendo titular indiscutido hasta 1925, período en que fue campeón de la Copa Chile en 1920 y 1924. Cuando se proyectaba como uno de los mejores punteros derechos del fútbol chileno, el 21 de junio de 1925, en momentos en que se dirigía a jugar por la selección de la Asociación Santiago frente a la selección amateur de Argentina, sufrió un grave accidente en el tranvía en que viajaba, incidente aciago que lo alejó definitivamente de las canchas. Falleció de tuberculosis el 24 de marzo de 1941 en Santiago.

 

José Pardo Vega (foto: revista Los Sports).

 

 

Epílogo

Así relataba a la prensa de la época, Rosendo de Santiago, presidente que sucedió a Agustín Basañez en el Ibérico Balompié en 1920, al conmemorarse el segundo aniversario de la institución hispana: Hasta hace dos años el Ibérico Balompié contaba entre sus asociados a 70 españoles, y los que concurrían a las canchas podían contarse con los dedos de las manos, pero hoy en día el número de asociados es superior a 500 jóvenes y las canchas, cuando actúa el Ibérico Balompié las vemos, con gran satisfacción, repletas de juventud, sobresaliendo, para honra de nuestros esfuerzos, la concurrencia de numerosas señoras y señoritas”.

El Ibérico Balompié sobrevivió hasta 1922, año en que se fusionó con el club Ciclista Ibérico (fundado en 1909) y otras instituciones deportivas hispanas, para dar paso a la Unión Deportiva Española, vínculo que se legalizó el 26 de marzo de 1924. Finalmente, el 2 de mayo de 1934, el Centro Español de Instrucción y Recreación y la Unión Deportiva Española conformaron el actual club Unión Española, heredando éste la fecha de fundación del Centro Español, del 18 de mayo de 1897, la fecha más antigua de fundación entre sus instituciones formadoras.

El sueño de aquellos jóvenes visionarios españoles, sin lugar a dudas había tenido sabrosos frutos, en lo que sería el inició de una gloriosa y larga historia de esta gran institución deportiva hispana.

 

Fuentes:

Revistas: Chile Ilustrado, Imprenta Barcelona, Estadio (marzo 1948), El Sportman (mayo y junio 1907) y Los Sports (julio, septiembre y diciembre 1923; marzo, agosto, septiembre y noviembre 1924; junio y septiembre 1925; octubre 1926; marzo 1927; enero y junio 1928; enero 1931).

Diarios: El Mercurio de Valparaíso (septiembre 1910); El Mercurio de Santiago (octubre 1918); La Nación (mayo, noviembre y diciembre 1917, octubre 1918; abril 1922 y agosto 1928).

Libros: “Barrio Independencia: En la cuna del Fútbol Chileno” (Dante Figueroa); Tomo I de “La apasionante vida de los rojos de Santa Laura” (Ignacio Maturana); “Años del Centenario” (José Marino); “Centenario: Historia total del Fútbol Chileno” (Edgardo Marín); “Las plazas de juegos infantiles”; “Venida y aporte de los españoles a Chile Independiente” (Rafael de la Presa Casanueva);

Anuario Sportivo de Chile 1909.

https://players.fcbarcelona.com/ca

https://www.afaconcepcion.cl/historia.php

https://www.instagram.com/labolera_asturiana/?hl=es-la

https://www.facebook.com/OrtegaSom/?locale=es_LA

http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:127843

http://getxosarri.blogspot.com/2013/10/un-colegio-en-amesti-el-colegio-san.html 

https://www.cbs.cl/wp-content/uploads/2021/12/El-Bombero-Ilustrado-1923-No-1.pdf

http://bibliotecadigital.academia.cl/xmlui/bitstream/handle/123456789/707/tlhis45.pdf?sequence=1

https://www.elcorreo.com/vizcaya/20090330/deportes/mas-futbol/arenas-entra-leyenda-20090330.html 

https://docplayer.es/224301086-El-hogar-espanol-de-santiago-de-chile-cien-anos-de-historia.html

https://es.findagrave.com/memorial/217385468/ludovico-muzzio_mazzoni/photo#view-photo=228413565

Colaboración de Sebastián Núñez socio de ASIFUCH.

Colaboración en la imagen de portada, foto réplica de la camiseta del Ibérico Balompié, colección de José Marino.

 

[1] Ludovico Muzzio Mazzoni, fue un cantante y tenor chileno, nació en 1887, hijo de Luis Muzzio y de Amelia Mazzoni. Ingresó a estudiar al Conservatorio Nacional y Declamación en 1911. El 3 de enero de 1913 se casó con Margarita Poutays Dufour. Falleció por una insuficiencia cardíaca a los 49 años de edad, en Santiago (Providencia) el 14 de octubre de 1936.

 

[2] Los ‘Areneros’, como se les conocía a los integrantes del Arenas Football Club, tienen como gran presea el haberse titulado campeones de España en 1919, al ganar la Copa del Rey derrotando en la final 5 a 2 al Fútbol Club Barcelona.

 

[3] Ramón Ignacio Unzaga Asla, español nacido en Deusto, Bilbao. Llegó a Talcahuano a los 14 años. En Chile se nacionalizaría, siendo seleccionado chileno en los Campeonatos Sudamericanos de 1916 y 1920. El centro half es recordado por ser el primer jugador en realizar la jugada denominada ‘chilena’ en Talcahuano en 1914.

[4] Enrique Teutsch Solar centro half, seleccionado chileno que participó en el Campeonato Sudamericano de 1916 con 23 años de edad. Se había retirado temporalmente del fútbol, luego se reincorporó al Club Gath y Chaves.

[5] Joan Francesc Grau (Francisco Grau), catalán que jugó de half izquierdo en el Barcelona F.C. de España entre 1907 y 1912, fue campeón de la península al ganar la Copa del Rey en 1910. En Chile integró los seleccionados hispanos de la capital. Además, fue entrenador de la Unión Deportiva Española y del Morning Star, en 1933 y 1934 respectivamente. Comerciante, fue dueño de la Casa Grau en Santiago, en la esquina del Portal Fernández Concha.

 

[6] Uno de los testigos de este casamiento fue Bernardo Lueje Catrón, hermano de Manuel Lueje Catrón, ambos fundadores del Presa Lueje Football Club.

 

[7] Bibliografía de Agustín Basañez detallada de manera amplia anteriormente.

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