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Francisco Sánchez Rumoroso

Por Felipe Fernández

Con solo ver este nombre, inmediatamente se nos viene a la cabeza el estadio de Coquimbo Unido, sobre todo para quienes, semana a semana, están pendientes del fútbol profesional chileno. En esta nota contamos los orígenes de este recinto, quién fue Francisco Sánchez Rumoroso, y por qué el principal recinto deportivo coquimbano lleva su nombre.

Desde fines del siglo XIX, este terreno ubicado en el sector El Llano y de propiedad de la familia del prestigioso comerciante y agente naviero Gales, Jhon J. Mac-Auliffe, fue el lugar ideal que encontraron marinos británicos y coquimbanos para desarrollar de buena manera la práctica del fútbol. La cancha Mac-Auliffe, o la cancha del Estanque, como se llamaba antiguamente, vivió momentos gloriosos con el fútbol amateur y con la selección de Coquimbo, quienes liderados por los hermanos Steel, se hicieron merecedores por parte de los marinos ingleses del Flora, de las casaquillas amarilla y negra obtenidas justamente en esa cancha en abril de 1903.

 Vista de norte a sur de la zona donde se emplaza el estadio. Con una incipiente Avenida Videla (en forma horizontal) y con la subida de calle Carmona (vertical). Es difícil precisar el año exacto de la imagen, aunque seguramente corresponde a la primera mitad del siglo XX.  (Crédito: Departamento de Turismo, Ilustre Municipalidad de Coquimbo).

La familia Mac-Auliffe transfirió los terrenos a la Ilustre Municipalidad de Coquimbo y, ya a mediados de los años 50, se puede leer en la prensa de la época nombrar al recinto como Estadio Municipal. En ese periodo se mejoraron las galerías, se empastó la cancha y se comenzaron a jugar partidos con equipos profesionales de gran prestigio a nivel nacional. A inicios de 1959, se instaló la luz artificial y el 19 de abril del mismo año, el Municipal es testigo del debut de Coquimbo Unido en el profesionalismo.

 Estadio Municipal colmado de público en partido frente a Colo Colo. (Crédito: Revista Estadio, Agosto de 1963).

Si bien al estadio se le habían realizado innumerables mejoras, sobre todo en la época del club en Primera División (1963-1965), el recinto seguía siendo más bien precario, con construcciones a medio terminar, y con instalaciones de camarines y prensa donde la comodidad y el diseño claramente no eran su fortaleza. Prácticamente todo se fue haciendo con el objetivo de cumplir con lo mínimo exigible para salir del paso. Un mínimo que, para la ciudad y para los dirigentes de aquellos años, era difícil de alcanzar y requería de grandes esfuerzos económicos y de tiempo para poder lograrlo.

En esta imagen del clásico de 1963 se puede observar cómo la tribuna preferencial conservaba zonas a medio terminar y que servían para que el público se instalara sobre ellas. (Crédito: Diario El Regional, Septiembre de 1963)

Don Francisco Sánchez Rumoroso

A mediados de 1970, cuando Coquimbo Unido navegaba en los turbulentos mares de la Segunda División, con serias dificultades económicas que hacían incluso peligrar la continuidad del club, la comunidad se enteró el día 2 de julio, del fallecimiento del querido y respetado empresario español, Francisco Sánchez Rumoroso, quien el día anterior, mientras disfrutaba un paseo familiar en Valparaíso, moría producto de un ataque cardiaco. 

Diario El Día, 2 de julio de 1970.

Sánchez Rumoroso, había nacido a las 3 de la tarde de un 12 de junio de 1899 en Novales, provincia de Cantabria, España. El nombre Francisco seguramente estuvo influenciado por el de sus abuelos, tanto paterno (Francisco Sánchez) como materno (Francisco Rumoroso). Hijo de don José Sánchez Mijares, nacido en Ciguenza, localidad ubicada a 2 kilómetros de Novales, lugar de donde su madre doña Claudia Rumoroso García, era originaria.  Según se indica en el certificado de nacimiento, al cual tuve acceso en el transcurso de esta investigación, don José se dedicaba al oficio de confitero, mientras que su hijo Francisco, a sus cortos 16 años, ejercía el oficio de zapatero. 


Certificado de Nacimiento y autorización notarial correspondiente a Francisco Sánchez Rumoroso (Crédito: Aporte de Francisco Sánchez Rivera).

El 30 de octubre de 1915, con la debida autorización notarial de sus padres, y actuando como testigo su tío, Miguel Rumoroso García, el juez municipal de Alfoz de Lloredo, Antonio Díaz Laguillo, facultó al joven Francisco para que pudiera emigrar del país. Se dice que en un primer momento su destino final era México. Sin embargo, su primo Genaro García, que ya vivía desde hace un tiempo en Valparaíso, terminó inclinando la balanza para que Sánchez Rumoroso recalara finalmente en ese puerto, ciudad donde ejerció múltiples oficios, entre ellos el de panadero y el de arrendador de sillas para el teatro, y donde además dio rienda suelta a su amor por el fútbol y el ciclismo. Pasiones que hasta el día de hoy, conservan sus descendientes.

Ocho años después de su arribo a Valparaíso emprendió rumbo a Coquimbo, para trabajar en la firma Martín Peña. Después de algunos años logró independizarse al emprender con Tiendas El Ferrocarril y posteriormente establecerse en calle Larrondo el año 1936, con la fábrica de colchones Celta, empresa que ha llegado a ser una de las más grandes del país al día de hoy.

En Coquimbo, contrajo matrimonio con Felisa Romero, con quien tuvo a sus hijas Josefina y Teresita. Luego de enviudar se casó  con Elena Alen, vínculo del que nacieron sus hijos Francisco, Jorge, Fernando, Eugenio y María Teresa.

Don Francisco se fue integrando a diversos círculos sociales de Coquimbo, siendo uno de los principales, el ingreso a la primera compañía del Cuerpo de Bomberos en 1950, institución en la que permaneció prácticamente toda su vida, siendo superintendente y director. Al retirarse de Bomberos por razones de salud fue designado superintendente honorario.

Don Francisco Sánchez Rumoroso con el uniforme de Bomberos de la Primera Compañía de Coquimbo (Crédito: Aporte Francisco Sánchez Rivera)

También en la década del 50, formó parte del Club Coquimbo Ferroviarios, institución que tenía como firme propósito ser el primer club de la ciudad en ingresar al fútbol profesional. Meta que finalmente no logró pero que, sin lugar a dudas, sirvió de base para que en los años siguientes Coquimbo Unido, con muchos dirigentes del Coquimbo Ferroviario, postulara, esta vez con éxito, su incorporación al profesionalismo.

Los primeros años del equipo pirata fueron sumamente complicados en términos económicos, razón por la cual, la sostenibilidad financiera del club recaía fundamentalmente en el aporte de hinchas y empresarios de la ciudad. Entre ellos, por cierto, Francisco Sánchez Rumoroso, quien aportaba constantemente al club, tal como quedó registrado en el Diario El Regional del 16 de mayo de 1959, donde se indica con nombre y apellido las donaciones que recibió en ese mes Coquimbo Unido. Al aporte de $24.000 de Sánchez Rumoroso, también se sumaron en esa oportunidad las donaciones de los señores Eugenio Medina; los hermanos Apey; Jorge Wilson; y los obreros y empleados de COPEC Coquimbo.

Su amor por Coquimbo Unido fue creciendo cada vez más, incluso, si era necesario, pagaba el sueldo de algunos jugadores, tal como lo cuenta su hijo Francisco Sánchez Alen, en su oficina de Tienda El Ferrocarril, para el libro Historia de Coquimbo Unido: “En 1963, Coquimbo hizo una gira en bus al norte y mi papá los acompañó a todos los partidos. Ahí se probó al arquero Juan Carlos Moreno, quien había sido seleccionado argentino solo hace algunos años atrás. Indudablemente Moreno era un arquerazo  pero imposible de pagar para las siempre alicaídas arcas de Coquimbo Unido en esos años. Así que mi papá, que no lo quería perder, lo contrató y le hizo un sueldo en Celta. Además, tenía buena pinta, así que nos acompañaba en las tardes a repartir los colchones de la empresa. Las dueñas de casa quedaban felices”, recuerda el “Tío Pancho” como cariñosamente es conocido Sánchez Alen, quien presidió la institución aurinegra en 1967.

Sánchez Rumoroso de bajo perfil y trato respetuoso buscó siempre la forma de devolver el cariño y las oportunidades que el puerto le dio a su llegada, por eso el impacto que causó su muerte en el puerto fue tremendo, provocando múltiples muestras de afecto y de dolor por su repentina e inesperada partida.

En la primera sesión ordinaria del mes de agosto de 1970, a un mes de su fallecimiento, el regidor Juan Lazzús, presentó una moción, aprobada de forma unánime por el Concejo, para que el Estadio Municipal lleve el nombre del comerciante español, destacando el valioso aporte que siempre realizó para la ciudad y Coquimbo Unido. El día 9 de agosto de 1970, en partido entre Coquimbo Unido vs Iberia de Los Ángeles, se disputó el primer encuentro en el “Francisco Sánchez Rumoroso”. Aquel día se les informó a los asistentes que desde ese momento el estadio tendría este nuevo nombre, aunque tuvieron que pasar muchos años, prácticamente hasta fines de la década del 80, para que la nueva denominación se popularizara entre la gente y los medios de comunicación. Al revisar la prensa deportiva de los años 70 y 80 no es fácil encontrar que al estadio se le llame de esta nueva forma. Se le seguía nombrando como Estadio Municipal o incluso Estadio Fiscal. 

 Diario El Día del 8 de agosto de 1970

 

El empresario heredó en sus hijos y nietos su amor por el fútbol y por Coquimbo Unido, a tal punto que dos de sus descendientes han sido presidentes del club. Es el caso de su hijo Francisco Sánchez Alen entre el 66 y 67, y su nieto Fernando Sánchez Acevedo presidente entre el 2009 y el 2016. En el puesto de director también han estado sus hijos Fernando y Eugenio, y sus nietos; Eugenio, Ricardo y Francisco.

Revisión a las instalaciones del estadio, previo a la Copa Libertadores de 1992.  (Crédito Alejandro Huerta)

 

El nuevo Sánchez Rumoroso

Proceso de construcción del moderno Estadio Francisco Sánchez Rumoroso. (Crédito: Facebook Fotos de Coquimbo Antiguo)

 

En la década del 90, con Coquimbo Unido en Primera División y en Copa Libertadores, el estadio tuvo significativas mejoras, las que se fueron consolidando con las inversiones para el campeonato Sudamericano Sub 20 y el torneo Preolímpico Sub 23. Sin embargo, aún no estaba apto para recibir partidos clase A de acuerdo a la normativa FIFA.

En el año 2007, bajo la presidencia de Harold Mayne-Nicholls en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y con Michelle Bachelet como presidenta de Chile, se iniciaron las gestiones para construir estadios totalmente nuevos y de primer nivel para el Mundial Femenino Sub 20. El proyecto consideraba la construcción de cuatro modernos coliseos, entre los cuales estaba el nuevo Francisco Sánchez Rumoroso. Atrás quedaba el viejo estadio con sus interminables historias y emotivos momentos, para dar paso a uno de los recintos más hermosos del país. Capacidad para 18.750 espectadores; amplios camarines; sala kinésica; sala de reuniones técnicas; cámaras de vigilancia; salón de eventos; casetas radiales y de televisión para eventos de alto nivel; y dos pantallas LED gigantes que se utilizan también como marcador de goles. La inversión financiada por el Estado de Chile superó los 21 mil millones de pesos y fue inaugurado oficialmente por la presidenta Michelle Bachelet y el presidente de FIFA, Joseph Blatter, el 19 de noviembre del 2008 con el partido entre las selecciones femeninas Sub 20 de Chile e Inglaterra, correspondiente a la primera fecha del mundial. No obstante, el primer partido con público se disputó el día 9 de noviembre, en un encuentro amistoso entre las selecciones femeninas Sub 20 de Chile y Brasil.

 Joseph Blatter, inaugura oficialmente el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. Sentados a la izquierda, la presidente de Chile, Michele Bachelet y el presidente de la ANFP Harold Mayne Nicholls. A la derecha, el presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz. (Crédito: Felipe Fernández)

 

Los primeros años en la división de honor, los goles del “Canilla” Díaz, los brasileños inolvidables, el ascenso del 90, el subcampeonato del 91, La Copa Libertadores del 92 y el subcampeonato del 2005, son momentos que vivió el antiguo estadio. Por su parte, en el nuevo Sánchez Rumoroso se han disfrutado los ascensos del 2018, 2021 y la participación del club en Copa Sudamericana.

Con seguridad, don Francisco Sánchez Rumoroso observa feliz y orgulloso desde su palco, cómo los coquimbanos siguen reencontrándose cada semana con su querido Coquimbo Unido en el estadio que lleva su nombre.

 

Fuentes:

  • Diario El Regional, Septiembre de 1963
  • Revista Estadio, Agosto de 1963
  • Diario El Día, 2 de julio de 1970
  • Libro Historia de Coquimbo Unido.
  • Certificado de nacimiento y emigración Francisco Sánchez Rumoroso
  • Entrevista Francisco Sánchez Rivera

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