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El equipo con 10 futbolistas peruanos de Everton 1936

Por Pablo Diez

Poco conocido, caso único en Chile y posiblemente en el mundo, en el año 1936 Everton conformó un plantel con diez futbolistas peruanos, disputando 16 partidos entre oficiales y amistosos. Los cotejos oficiales fueron por la Liga de Valparaíso y por el Campeonato Nacional de Fútbol del Cuarto Centenario de Valparaíso que organizó la Federación de Fútbol de Chile, mientras que los amistosos incluyen encuentros internacionales y contra reputados elencos chilenos.

Everton 1936, con sus futbolistas peruanos, saludando al público en el Estadio Municipal de Valparaíso antes de su debut frente al Montevideo Wanderers, portando una bandera de Chile (foto diario La Unión)

Alternando resultados deportivos buenos y de los otros, la experiencia consumió todos los recursos económicos de la institución oro y cielo, implicando su quiebra financiera en el año 1937, dejando varios meses sin pago de sueldo a sus futbolistas. La mayoría de los jugadores peruanos vivieron pellejerías para embarcarse de regreso a su patria. Everton resurgiría recién cinco años después, en el año 1942, manteniéndose desde ahí en constante actividad hasta la actualidad.

Las causas previas a este episodio explican que, hacia el último lustro de la década de 1920, Everton de Valparaíso (su traslado y asentamiento en Viña del Mar recién ocurre en 1944) inició un progresivo proceso de priorización en su rama de fútbol, con el consiguiente aumento en los costos. En 1927, Everton disponía de un terreno propio colindante a la estación de ferrocarriles de Valparaíso, y de $ 300.000 recaudados mediante la emisión de bonos, cifra suficiente para comenzar la construcción del estadio propio. No obstante, ansiosos por concretar el primer campeonato de la Liga de Valparaíso, tras una racha de tres torneos seguidos obteniendo el subcampeonato, los dirigentes destinaron los recursos económicos para refuerzos de primer nivel en esa época. Por ejemplo, Everton fue, junto con Audax Italiano y Unión Española, uno de los primeros elencos en reforzarse con un futbolista argentino[1], que en el caso de Everton fue José Luis Boffi. Si bien Everton se coronó campeón de la Liga de Valparaíso en 1928 y en 1931, dilapidó todo su patrimonio. Nunca se construyó el estadio y perdió su terreno. Aquello, más rencillas con las autoridades de la Liga de Valparaíso, desembocaron en que a mediados de 1933 Everton decidiera retirarse de ésta.

Hacia fines de 1935, y después de casi un año de receso en toda actividad deportiva, Everton se reorganiza en torno a ex dirigentes y antiguos socios ligados a Ives Beke, quienes deciden reconstruir el club basados en su equipo de fútbol. Para tal efecto deciden constituirse en accionistas del equipo recolectando un fondo total de $ 150.000[2]. En palabras de Ives Beke: “Es preferible tener un equipo caro en base a jugadores buenos, que un equipo barato en base a jugadores malos[3].

El día 17 de enero de 1936 se nombra a Luis Izarnótegui como presidente del club y, al día siguiente, se anuncia la contratación de diez jugadores peruanos.

Ives Beke y Luis Izarnótegui, dirigente propulsor del equipo con diez futbolistas peruanos y Presidente de Everton, respectivamente, en 1936 (fotos de 100 Años de Pasión Oro y Cielo)

Así, Everton presenta, el 11 de marzo de 1936, a sus refuerzos, diez jugadores y un masajista traídos desde Perú (no había restricciones por entonces al número de extranjeros por equipo). Los futbolistas y sus clubes de procedencia, que llegan desde el país del Rímac, son los siguientes: José Arana (Sporting Tabaco), Alfonso Saldarriaga (Atlético Chalaco), Gabino Balbuena (Atlético Chalaco), Manuel Pedreros (Alianza de Lima), Felipe Tenemas (Sucre), Samuel Sayez (Sporting Tabaco), Augusto Lizarbe (Sporting Tabaco), Fidel Ramírez (Buenos Aires del Callao), Isaac Arteaga (Frigorífico) y Antonio Rossi (Ciclista). Las gestiones del reclutamiento las llevó adelante el centro half José ‘Patuto’ Arana, de nacionalidad peruana al igual que todos los refuerzos recientemente descritos, y ex jugador de Everton en 1931, quien además asume como capitán y entrenador del nuevo equipo.

Arribo de los futbolistas peruanos a Valparaíso, al bajarse del barco que los trajo desde Perú (foto diario La Unión de Valparaíso)

 Para el estreno del equipo en público, la dirigencia contrata por $ 23.000, para el 29 de marzo de 1936, un partido amistoso con los uruguayos del Montevideo Wanderers, invicto en gira por el país. Los dirigentes, en una pasada, se gastaban la sexta parte de los fondos del club en un solo partido. El entusiasmo e hinchismo que tanto habían perjudicado al equipo en años anteriores, se volvían a hacer presente, lo cual nuevamente traería funestas consecuencias[4].

Ante cerca de expectantes 10.000 personas en las gradas del Estadio Municipal de Valparaíso, en Playa Ancha, la oncena oro y cielo forma en aquella oportunidad de la siguiente manera:

Pedreros

Tapia y Saldarriaga

Sayez, Arana y Tenemas

Jaramillo, Iturrieta, Rossi, Arteaga y Balbuena

Los capitanes de Montevideo Wanderers y Everton, Muñiz y Arana respectivamente, se saludan antes del partido (foto diario La Unión de Valparaíso)

En un cotejo “salpicado de incidentes desagradables, provocados por los visitantes, que hicieron gala de su espíritu discutidor, censurando con ademanes y actitudes rebeldes los fallos del juez” [5], Everton vence por 2-1, con goles de Arana (penal) y Rossi. La crónica deportiva lo comentó así: “Es conveniente recordar que el equipo que propinó a los uruguayos del Wanderers, su primera derrota en Chile, se formó hace sólo 20 días, y ayer fue su debut ante el público. Esto da mayor valor a su triunfo ya que con corazón y amor propio, suplieron la falta de trabazón y lograron hacer un juego efectivo que les dio un triunfo merecido” [6].

El portero de Everton, Manuel Pedreros, se luce en el triunfo de 2-1 sobre Montevideo Wanderers (fotos diario La Unión de Valparaíso)

Dos semanas después, en un encuentro amistoso, Everton derrota por la cuenta mínima a Santiago Wanderers, con gol de Felipe Tenemas.

El debut en la competencia de la Liga de Valparaíso no es auspicioso. Nuevamente frente a Santiago Wanderers, el equipo sucumbe categóricamente, por 1-4, resultado indiscutible que siembra las dudas sobre el potencial del equipo.

La confianza deportiva se recupera cuando el equipo deja una buena imagen en un par de partidos amistosos, necesarios para hacer caja, realizados ambos en el mes de mayo y en el Estadio Municipal de Valparaíso. Cabe consignar que para 1936, si al frente había un adversario de alcurnia, o era un desafío de honor, los encuentros amistosos se consideraban más importantes que los oficiales. El día tres, Everton se inclina agónicamente ante el equipo argentino Gimnasia y Esgrima de Santa Fé por 2-3, con un gol de Antonio Rossi y un autogol trasandino. La hinchada oro y cielo se lamenta por partida doble: por el gol del desequilibrio argentino conseguido a los 44 minutos del segundo tiempo, y por el penal fallado por ´Patuto´ Arana mientras el marcador estaba 1-0 en favor de Everton.

Luego, el día 17, con una espectacular remontada tras empezar cayendo por 0-3, se empata 3-3- con Magallanes, flamante tricampeón de la competencia de Primera División organizada por la Asociación Central de Fútbol (A.C.F.). Los tres goles los marca el wing izquierdo Fidel Ramírez. La prensa deportiva entrega la siguiente descripción: “Los evertonianos, a fuerza de empuje, amor propio y entusiasmo, lograron emparejar un partido que, en sus comienzos les era completamente adverso. El no haberse ´chupado´ cuando tenían tres goles ´al debe´ les permitió sacarse de encima una derrota que les habría sido dolorosa” [7].

A pesar de no obtener victorias en ambos amistosos, la calidad de los rivales y el nivel de juego desplegado auspician una mejoría en lo deportivo. Sin embargo, el panorama económico es complejo. Asisten 3.500 espectadores ante Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, mientras que 2.969 personas concurren ante los ´aguerridos´ de Magallanes. Claramente, las recaudaciones no alcanzan a cubrir los costos de operación de la institución.

Antonio Rossi, Felipe Tenemas y José Arana (fotos de Historia de Everton 1909-2009)

De regreso a la competencia, Everton está en ritmo, por lo que supera claramente al Deportivo Placeres, el 7 de junio, por 6-3. Los goles son marcados por Salazar (p), Arteaga, en dos ocasiones, Ramírez, Cabrera y Lizarbe. Un nuevo triunfo por la Liga, conseguido el 5 de julio, por 3-1, ante los ´azucareros´ del Deportivo Viña del Mar (elenco que posee el respaldo económico de la hoy en día extinta C.R.A.V., Compañía Refinadora de Azúcar de Viña del Mar), despierta la ilusión de la tradicional entidad que viste de azul y amarillo.

                El día 13 de julio se juega un nuevo partido amistoso, lo cual es una costumbre cada vez más necesaria mientras el capital inicial del club se va gastando y las recaudaciones no bastan para mantener una planilla cara, la que se incrementa con nuevas contrataciones. Ese día, se enfrenta al Bádminton de Santiago (participante en la Primera División de la A.C.F.), encuentro que sirve para el debut del jugador Pérez, recientemente contratado desde la Unión Española de Santiago. En un partidazo de los jugadores Tenemas, Alfaro y Pedreros, el arquero, Everton derrota 2-1 a los capitalinos, con goles de Arana y Rossi. El equipo de los peruanos empieza a gustar[8].

Una escena de Everton ante el ´rodillo aurinegro´ del Bádminton (foto diario La Unión de Valparaíso)

Un duro rival en el camino por la Liga de Valparaíso, el Valparaíso Ferroviarios, es sorteado con un empate 1-1, en un partido de trámite incierto donde ambos cuadros dispusieron de opciones para ganar. El Valparaíso Ferroviarios arribó invicto al compromiso y como líder del certamen.

Un receso en la Liga permite a Everton pactar nuevos amistosos, con el propósito de recolectar fondos para mantener el accionar del club. La serie de encuentros comienza con un empate 3-3 frente al Deportivo Viña del Mar, el 9 de agosto, con dos goles de Pérez y uno de Arana (p); luego una goleada por 6-1 sobre un disminuido Santiago Wanderers que toma sin seriedad alguna el lance, el 6 de septiembre; seguida de una interesante victoria de 2-1 sobre el linajudo Magallanes en el reestreno auriazul en el Estadio El Tranque de Viña del Mar (que posteriormente cambiaría su nombre a Estadio Sausalito), el 19 de septiembre.

Los cotejos amistosos terminan ante La Cruz, el 27 de septiembre, con una derrota por 1-2 en un partido jugado en el Estadio Municipal de Valparaíso, que sirve de preliminar del partido de rugby entre las selecciones de Chile y Argentina. Todo esto en el marco de la olimpiada organizada para celebrar el cuarto centenario de Valparaíso[9].

En octubre el equipo es invitado, junto a Santiago Wanderers, a participar, en representación de la Liga de Valparaíso, en el Campeonato Nacional de Fútbol del Cuarto Centenario de Valparaíso organizado por la Federación de Fútbol de Chile en conmemoración del aniversario n° 400 de Valparaíso, desarrollándose por primera vez una competencia para clubes de alcurnia y representativos de buena parte del país, además de diversas selecciones de distintas ciudades chilenas.

En primera ronda el rival es Magallanes, equipo con el que ha disputado dos partidos amistosos en el transcurso del año, pero con el que por primera vez se enfrentará por un torneo oficial. El cotejo se juega el 12 de octubre en el Estadio Municipal de Valparaíso, terminando tras 120 minutos de juego empatado 2-2. Ramírez logró el gol para el empate oro y cielo, 1-1, faltando apenas un minuto para el final del tiempo reglamentario, mientras que Arteaga anotó en el primer tiempo suplementario. La definitiva igualdad la concreta la escuadra albiceleste en el último suspiro de la prórroga.

El periodismo dejó el siguiente cometario ante esta reñida igualdad: “La jornada disputada ayer tarde en el Estadio Municipal de Playa Ancha brindó a la numerosa concurrencia la oportunidad de presenciar el mejor lance que se ha visto en el torneo. Ese match fue el que protagonizaron Everton de Valparaíso y Magallanes de la capital, conjuntos que hicieron una magnífica presentación y que no pudieron superarse, ni en los noventa minutos de reglamento ni tampoco en la media hora suplementaria“[10].

Manuel Pedreros, Isaac Arteaga y Augusto Lizarbe (fotos de Historia de Everton 1909-2009)

Seis días después, el 18 de octubre, nuevamente en el Estadio Municipal de Valparaíso y ante 7.500 asistentes, Everton derrota 3-1 a Magallanes, dando vuelta el marcador que tempranamente inauguró su adversario. “Los porteños siguieron actuando sin desorientarse pese a este primer contraste y con un juego en base a pases largos, lograron tomar el timón de la contienda” [11]. Fue la tarde del centrodelantero Antonio Rossi, quien en notable actuación personal marca los tres goles. Además, ‘Patuto’ Arana desperdició un penal con el tanteador parcial 2-1. “Este match gustó ampliamente a la concurrencia y cuyo resultado es el fiel reflejo de las acciones libradas en el campo” [12]. Para Everton, es meritorio que en un certamen oficial y en buena lid, venza y elimine al poderoso Magallanes, cuyo plantel consiguió el primer tricampeonato de la A.C.F. (1933-1934-1935). El equipo de Everton que alineó en ambos desafíos contra Magallanes fue:

Pedreros

Alfaro, Tapia

Sayez, Arana, Tenemas

Balbuena, Cabrera, Rossi, Arteaga, Ramírez

Una semana más tarde y ante 7.921 espectadores, el rival en cuartos de final es Colo Colo. A pesar de una digna actuación oro y cielo, que siempre estuvo abajo en el marcador, se recibe una estrecha derrota ante los albos, por 2-3, con descuentos convertidos por Ramírez y Arteaga. El periodismo acotó: “El cuadro evertoniano, que últimamente había logrado agrandarse triunfando netamente sobre Magallanes, estuvo ante Colo Colo, lejos de ser el peligroso team que arrasó con los del académico once ´aguerrido´. Su línea delantera no actuó con la cohesión de otras veces y su centro-delantero, siempre peligroso, no reeditó sus perfomances pasadas, lo que hizo perder en eficiencia a la ofensiva de los ´oro y cielo´”[13]. Con ello, Everton se despide del torneo, que a la postre sería ganado por su verdugo albo.

Finalizado este partido se empieza a saber de los problemas que ha tenido Everton para financiar a su equipo los últimos meses. La olla se destapa porque los jugadores peruanos, impagos desde hace meses, se niegan a seguir jugando mientras no se cancelen sus remuneraciones. El excesivo entusiasmo de los dirigentes evertonianos, nuevamente está arrastrándolo a una crisis de proporciones. La decisión de no jugar de los futbolistas peruanos es prontamente seguida por los profesionales del club, los cuales, en su mayoría, emigran en busca de nuevos horizontes[14].

El día seis de diciembre, para afrontar el compromiso por la Liga Valparaíso frente al Deportivo Las Zorras, Everton recurre a sus jugadores de casa. Es un partido importante donde, sin los futbolistas peruanos, debutan varios jugadores quienes solamente ponen entusiasmo, cayendo ante su rival por 3-6. Con este resultado, Everton pierde toda esperanza al título (que lo ganaría el Valparaíso Ferroviarios), lo que en realidad no es más que el menor de sus problemas.

Alfonso Saldarriaga, Samuel Sayez y Gabino Balbuena (fotos de Historia de Everton 1909-2009)

Los problemas continúan a comienzos del año 1937, Everton aquejado por las deudas impagas se enfrenta al fantasma de la quiebra. Mientras los jugadores peruanos impagos por meses, que cada día ven más complicado su futuro, deciden demandar al club, no con la intención de cobrar los dineros adeudados sino con el propósito de quedar en libertad de acción y retornar a su país. En medio de toda esta situación se encontraba el jugador José Arana, quien había sido el intermediario para traer a estos jugadores a Chile. Duramente criticado en Perú, Arana se radicaría algún tiempo en Valparaíso[15].

Por fin, el primero de abril, y mediante el concurso del cónsul de Perú en Valparaíso, se logra embarcar a los últimos jugadores peruanos a su país. Una vez llegados a su tierra, éstos criticaron duramente al club y recurrieron a la mediación de la Federación Peruana de Fútbol para cobrar los dineros adeudados[16].

Resultados del equipo con 10 futbolistas peruanos de Everton en 1936:

Fecha

Estadio

Competencia

Rival

Resultado

29/03/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Montevideo Wanderers

2-1

12/04/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Santiago Wanderers

1-0

26/04/1936

Municipal de Valparaíso

Liga de Valparaíso

Santiago Wanderers

1-4

3/05/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Gimnasia y Esgrima de Santa Fe

2-3

17/05/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Magallanes

3-3

7/06/1936

Municipal de Valparaíso

Liga de Valparaíso

Deportivo Placeres

6-3

5/07/1936

Municipal de Valparaíso

Liga de Valparaíso

Deportivo Viña del Mar

3-1

13/07/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Bádminton de Santiago

2-1

2/08/1936

Municipal de Valparaíso

Liga de Valparaíso

Valparaíso Ferroviarios

1-1

9/08/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Deportivo Viña del Mar

3.3

6/09/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

Santiago Wanderers

6-1

19/09/1936

El Tranque de Viña del Mar

Amistoso

Magallanes

2-1

27/09/1936

Municipal de Valparaíso

Amistoso

La Cruz

1-2

12/10/1936

Municipal de Valparaíso

4° Centenario de Valparaíso

Magallanes

2-2

18/10/1936

Municipal de Valparaíso

4° Centenario de Valparaíso

Magallanes

3-1

25/10/1936

Municipal de Valparaíso

4° Centenario de Valparaíso

Colo Colo

2-3

Fuente: Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).

Mientras tanto y con la competencia de 1937 a punto de empezar, Everton decide retirar a su equipo de la División de Honor de la Liga Valparaíso y participar en el ascenso con un plantel formado por valores jóvenes del club. Los resultados son desastrosos. El equipo, en una de las peores campañas de su historia, pierde todos sus partidos hasta abandonar definitivamente el certamen a falta de dos fechas para su cierre[17].

Presumiblemente, ante la imposibilidad de pagar sus deudas, sin dinero y sin jugadores, el club no tiene otra opción que bajar la cortina, entrando en receso, al igual que en 1935.

Entre los futbolistas peruanos, Antonio Rossi se quedará en Chile jugando en la Primera División de la A.C.F., para la Unión Española en 1937 y para la Universidad de Chile entre 1938 y 1942, siendo parte del plantel azul campeón de 1940, en donde jugó 12 veces y marcó 3 goles[18]. Por su parte, José ‘Patuto’ Arana, quien debutó como director técnico en Everton, proseguirá una prolífica carrera con el buzo de entrenador, llegando a dirigir a la selección nacional de Colombia en 1946 y a la selección nacional de Perú en 1947.

Para Everton el receso será prolongado, durando cinco años, hasta su renacer definitivo en 1942. Pero, esa es otra historia.

Fuentes:

  • Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • Centenario: Historia Total del Fútbol Chileno 1895-1995, Edgardo Marín (1995).
  • 100 Años de Pasión Oro y Cielo: Club Deportivo Everton de Viña del Mar S.A.D.P. (2009).
  • La Historia de los Campeones 1933-1991, Edgardo Marín (1991).
  • Diario La Unión de Valparaíso.
  • Diario La Nación.

Referencias:

  • [1] Centenario Historia Total del Fútbol Chileno 1895-1995, Edgardo Marín (1995).
  • [2] Diario La Unión de Valparaíso; 10 de enero de 1936.
  • [3] Diario La Unión de Valparaíso; 10 de enero de 1936.
  • [4] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [5] Diario La Nación; 30 de marzo de 1936.
  • [6] Diario La Nación; 30 de marzo de 1936.
  • [7] Diario La Nación; 18 de mayo de 1936.
  • [8] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [9] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [10] Diario La Nación; 13 de octubre de 1936.
  • [11] Diario La Nación; 19 de octubre de 1936.
  • [12] Diario La Nación; 19 de octubre de 1936.
  • [13] Diario La Nación; 26 de octubre de 1936.
  • [14] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [15] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [16] Diario La Unión de Valparaíso; 1 de abril de 1937.
  • [17] Historia de Everton 1909-2009, Ricardo Gatica (2009).
  • [18] La Historia de los Campeones 1933-1991, Edgardo Marín (1991).

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