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La primera gira de Unión Española a España

Por Heriberto Llanos Ibarra

LA PRIMERA GIRA DE UNIÓN ESPAÑOLA A ESPAÑA  “LOS HIJOS VISITAN LA TIERRA DE SUS PADRES”

La tarde del 19 diciembre de 1960, cuando todavía el sur de Chile lucía las numerosas estrías y chirlos del cataclismo del 22 de mayo de 1960 y Chile aún lloraba a las casi 2.000 víctimas que perdieron la vida en ese devastador movimiento tectónico, la delegación de Unión Española emprendía vuelo hacia el viejo continente, consagrando así la primera visita de un equipo de fútbol de Santa Laura a España y con ello, cumpliendo el soterrado sueño que siempre habían atesorado en sus vades los dirigentes del club hispano.

El periodismo deportivo nacional de la época criticó vehemente el zarpar inoportuno de la delegación hispana, tanto por la situación de calamidad que vivía el país, como por la escasa planificación de este derrotero que tenía muy pocos partidos confirmados. Además, se sumaba la pobre campaña de Unión Española en las cinco últimas fechas del torneo nacional y la imposibilidad de incorporar refuerzos al equipo, ya que los jugadores más destacados del medio local se encontraban integrando las selecciones A y B chilenas que se preparaban con miras al Mundial de Fútbol del año 1962. Por lo anterior, el equipo rojo no estaba en condiciones para afrontar una gira internacional, ni menos para enfrentar a difíciles contrincantes europeos. Ante estas circunstancias, el destino no era halagüeño para los viajantes -que emprendieron el vuelo con sus elegantes chaquetas azules- y, más bien, estaba sujeto al albur de un recorrido que se preveía incierto y calamitoso en lo deportivo.

La comitiva de Unión Española -que antes de iniciar el viaje había sido recibida en el Círculo Español en Santiago- fue presidida por el Sr. Dionisio Cruz -aragonés afincado en Chile- junto al dirigente Sr. Ángel Gutiérrez, y estuvo conformada por:

– Francisco Nitsche Vilaspaz, portero.

– Manuel Rodríguez Araneda, defensa

– Hugo Mario Lepe Gajardo, defensa central, refuerzo de Santiago Morning.

– José Manuel Miranda Ibarra, defensa.

– Miguel Reveco, defensa.

– Hugo Rivera, mediocampista.

– José Roelindo Torres Silva ‘El Pernil’, delantero, refuerzo de Santiago Morning.

– Roberto Emilio Coll Marengo, argentino, entreala derecho y delantero, refuerzo de Palestino.

– Honorino Landa Vera, delantero.

– José Kurt Fernández Cisternas, ‘El Peta’, wing izquierdo, refuerzo de Palestino.

– Juan Santos Martínez Cámara, delantero, refuerzo de Rangers de Talca.

– Humberto Cruz Silva, ‘Chita’ Cruz, mediocampista, refuerzo de Santiago Morning.

– Juan Body, delantero.

– Francisco Fernández Barja, ‘Atila’, portero, refuerzo de Audax Italiano.

– Óscar Otazo, defensa.

– Luis Alberto Vera Avendaño, medio zaguero y back centro, refuerzo de Deportivo Universitario de Concepción.

– Rodolfo Gerónimo Matti Matti, ‘El Rolo’, delantero argentino.

– Félix Landa Vera, delantero.

– Franklin Aguilera, defensa.

– Francisco ‘Pancho’ Hormazábal Castillo, director técnico.

Agasajo a Unión Española en el Círculo Español antes del viaje

 

1.- El debut en tierras de Aragón

Después de haber realizado un sinuoso y retrasado vuelo entre Santiago y Madrid, la expedición chilena viajó hasta el noreste de la Península Ibérica, recorriendo por tierra los poco más de 300 kilómetros que distan entre la capital española y Zaragoza. En la ciudad zaragocí -enclavada en el valle del río Ebro- debutaría en Europa por primera vez el equipo de Unión Española y por consecuencia en España. Además, allí podrían admirar la majestuosa Basílica de Nuestra Señora del Pilar, la cual en sus naves da testimonio de los frescos de Francisco de Goya y Lucientes, hijo de estas tierras mañas.

A las siete y media de la tarde del viernes 23 de diciembre, patrocinado por la Asociación de la Prensa local y a beneficio de los miles de damnificados del terremoto que afectó al sur de Chile, en el campo del Estadio de la Romareda se dio inicio a la contienda, que mediría al equipo de la plaza Chacabuco frente al Real Zaragoza -que actuó con seis titulares- ante la presencia de 10.000 fanáticos de los “blanquillos”.

Con un clima frío y en un espeso gramado, desde el inicio de la brega el conjunto chileno demostró buen dominio del balón, avanzando desde el centro del campo hacia la portería antagonista con pases cortos y combinados. En el minuto 24, los rojos se pusieron en ventaja mediante gol del delantero argentino Roberto Coll, tras espléndida habilitación de José Fernández. Después de la apertura, los albos se abalanzaron en busca de la paridad, cuestión que lograron a los 43 minutos a través de un fuerte ballestazo del brasileño Duca (Adrualdo Barroso da Silva), que el quijotesco Francisco Nitsche, a urgencia del atirantamiento de su anatomía, solo pudo rozar con sus falanges.

En la segunda parte de la refriega, se impondría el fútbol pragmático de los zaragozanos sobre las conjugaciones estériles de los jugadores chilenos. A los 32 minutos, el interior izquierdo Duca marcaría su bis, al rematar tras combinación de toda la delantera. De esta forma, el partido terminaría con el triunfo local por 2-1.

Francisco Nitsche, capitán de Unión Española, saluda al capitán del Zaragoza previo al inicio del partido, observa el árbitro, Sr. Julián Rey.

Una vez concluido el partido, se celebró un banquete de agasajo y de despedida a la delegación chilena, donde Dionisio Cruz, presidente de la expedición, declaró a la prensa: “me siento satisfecho pese a la derrota, pues mis muchachos han estado cuatro noches sin dormir debido al viaje”.

Por su parte, los medios locales fueron bastante críticos con el equipo del Zaragoza y mucho más benevolentes con los chilenos: “Esta victoria no puede considerarse justa ya que los chilenos jugaron en todo momento un fútbol de mejor clase que sus contrarios, que tuvieron una pobre actuación. El partido, sin embargo, resultó entretenido y estuvo nivelado el tanteador hasta pasada la media hora del segundo tiempo, cuando el Zaragoza marcó el gol de la victoria”. (ZARAGOZA, 24. Agencia AP).

“El mejor elemento es el extremo izquierda Martínez, rápido inteligente, hábil y fino: en el regate y gran dominador del balón. Después el interior izquierda y el volante Vera” (Diario El Noticiero. 24 de diciembre de 1960). 

“Los chilenos demostraron buen dominio del balón y se combinaron bien a base a pases cortos, en el centro del terreno. El Zaragoza presionó más fuerte”. (Diario ABC Madrid, 23 de diciembre 1960).

Juan Martínez, jugador destacado por la prensa, posa junto a familiares al término del partido

 

ZARAGOZA 2-1 UNIÓN ESPAÑOLA

23/12/1960. Estadio de la Romareda (Zaragoza). Público: 10.000. Árbitro: Sr. Julián Rey Martínez. 19:30 hrs.

ZARAGOZA: Lasheras; Miguel (Isasi), Marcelino; Isasi (Violeta), Alustiza, José Luis; Chito, Nieto, Murillo, Duca y Lapetra II. DT César Rodríguez.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Nitsche; Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Manuel Miranda, Miguel Reveco; Luis Alberto Vera, José Torres; Roberto Coll, Honorino Landa, José Fernández y Juan Martínez. DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Roberto Coll 23’, Duca 43’ y 77’.

En la tarde del sábado 24 de diciembre, la comitiva de la escuadra de Santa Laura se subía al autocar abandonando Zaragoza, para proseguir su derrotero hacía la ciudad de Bilbao. 

“Los dirigentes contrataron un bus que nos llevó en la gira por toda la península, hasta amigos del chofer nos hicimos”. (Entrevista a Don Félix Landa Vera).

 

2.- El diluvio frente al Athletic de Bilbao

En la antesala a la nochebuena, la delegación chilena recaló en la ciudad de Bilbao, la tierra natal de Miguel de Unamuno y Jugo, uno de los más portentosos de las letras hispanas. La urbe, hendida por el estuario de la Ría de Bilbao, sería el escenario en donde se llevaría a cabo la segunda brega de la Unión Española en la península.

En la capital vizcaína había llovido tanto -como consecuencia de las sucesivas borrascas producidas por los vientos del noreste en el Mar Cantábrico-, que la cancha del Estadio San Mamés simulaba ser una verdadera laguna. En ese frío y lluvioso escenario, la tarde del lunes 26 de diciembre y ante la presencia de unos 25.000 fanáticos bilbaínos -muchos de los cuales habían comprado sus boletos con antelación-, en el intercambio de banderines y en el sorteo de rigor, se podía ver que a Francisco Nitsche -capitán del cuadro chileno- le costaba hacer pie en el jabonoso círculo central.

Efectivamente, las condiciones deplorables del campo de juego fueron factor determinante del poco fútbol que se observó, con escasa calidad técnica, condición que afectó en extremo a las huestes santa laurinas, equipo que se vio cauteloso, de juego lateral y muy ingenuo al momento de atacar. De esta forma, los “leones” de Bilbao -que contaban en su alineación con solo cinco titulares- sin esforzarse en demasía fueron amplios dominadores de las acciones. Los chilenos se atrincheraron del acoso, replegando a casi todos sus hombres, y a no mediar la impericia y desaciertos de los delanteros albirrojos Etura, Maguregui y Mauri, impidieron que la puerta de Nitsche se viera batida en más ocasiones. Al pitar el colegiado Sr. Manuel Gómez Arribas el final de la primera parte del lance, el público hizo patente su descontento con airadas rechiflas, las que se confundieron con la ventolera imperante, al evidenciarse un marcador literalmente congelado en ceros.

En el segundo tiempo, Francisco Hormazábal envió al “lodazal” al quilmeño Rodolfo Matti en reemplazo del delantero Juan Martínez. Por su parte, en el Athletic abandonó Mauri para dar paso a Latorre, realizando el técnico Ribeiro cambios en el dibujo táctico de su equipo, lo cual al mediar los 52 minutos de juego le dio prematuros frutos: “… un centro a media altura lanzado por Merodio, concedió a Arteche la oportunidad de lograr el primer gol. El mismo Arteche, dos minutos más tarde, recogió un balón disparado por Bilbao, que, batido el guardameta, parecía ir fuera, logró el segundo” (ABC, 27 de diciembre de 1960, edición Madrid).

A partir de ese instante, los bilbaínos tomaron los hilos del match creando variadas situaciones de zozobras para la alicaída defensa chilena, donde los rojos evidenciaron claros signos de agotamiento, sintiendo que sus chuteadores se quedaban incrustados en el lodo, sin capacidad de reaccionar. Fue así, como a los 67 minutos: “…Maguregui pasó a Merodio y este tiró cruzado, para que Arteche rematara junto a un poste el tercer tanto”. (ABC, 27 de diciembre de 1960, edición Madrid). De esta manera, el delantero Arteche (José Luis Artetxe Muguire) se convirtió en el héroe de la jornada, al anotar un triplete para el triunfo final de los dueños de casa.

Pocos días antes en Chile, Alejandro Scopelli -entrenador argentino que dirigía a Palestino, y con vasta experiencia en Europa, como jugador y entrenador- al enterarse que Unión Española jugaría contra el Athletic de Bilbao, había declarado premonitoriamente a la Revista Estadio: “¿En Bilbao?… Hum, malo, malo. Allá sólo se resiste un tiempo. En el segundo corren únicamente ellos”. Dicho y hecho.

 

ATHLETIC DE BILBAO 3-0 UNIÓN ESPAÑOLA

26/12/1960. Estadio San Mamés (Bilbao). Público: 25.000. Árbitro: Sr. Manuel Gómez Arribas. 15:30 hrs.

ATHLETIC DE BILBAO: Carmelo; Orúe, Etura, Canito; Mauri (Latorre), Maguregui; Arteche, Aguirre, Areta, Merodio y Bilbao. DT Martim Francisco Ribeir.

UNION ESPAÑOLA: Francisco Nitsche; Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Manuel Miranda, Miguel Reveco; Luis Alberto Vera, José Torres; Roberto Coll, Honorino Landa, José Fernández y Juan Martínez (Rodolfo Matti). DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Arteche 52’, 54´ y 67´.

Unión Española iba a proseguir su viaje por la costa norte de la península hasta Santander, con el fin de enfrentar el 28 de diciembre al Real Racing Club de esa ciudad, -equipo que participaba en el torneo de primera división- sin embargo, el encuentro fue suspendido a causa del anegamiento del campo de juego del Estadio El Sardinero, debido a las profusas lluvias que continuaban azotando esa zona del país. 

 

3.- En Granada, un triunfo frente al colista del torneo español

La delegación de Unión Española continuó su viaje en el consabido bus, con el chofer que ya se sentía parte de la comitiva. Ahora atravesaron la “Peñíscola” desde el norte al sur, hasta recalar en Granada, la “Ciudad de la Alhambra”, tierra que vio nacer al poeta y dramaturgo Federico García Lorca. Ese sería el escenario de la tercera confrontación del equipo chileno.

Bajo el alegre sol de Andalucía y ante una escasa asistencia -cerca de 2.000 aficionados granadís- provocada por la derrota de “El Grana” el domingo anterior en la Liga, frente al Atlético de Madrid por 3-0, que lo mantenía último en la clasificación en la ringlera de los equipos de la primera división española y, por el adelantamiento en la fecha de este partido amistoso, a consecuencia de la suspensión de la brega ante el Racing de Santander. 

El martes 3 de enero, el equipo de la Unión Española pisó el césped del Estadio Los Cármenes para enfrentar en su tercer desafío al Granada Club, que presentó a cuatro de sus jugadores titulares, sumado a los refuerzos de dos figuras del Real Madrid: Héctor Rial Laguia (1) y Pepillo (José García Castro).

Desde el inicio del encuentro, el conjunto de la plaza Chacabuco causó buena impresión, demostrando una notable trabazón en su juego en todas sus líneas. Con esta constancia en el traslado del balón, es que a los diez minutos los rojos abrieron el tanteador tras remate del wing derecho José ‘Pernil’ Torres. 16 minutos después, mediante gol de Juan Body el team de Unión se puso en ventaja por dos a cero. El resultado pudo verse abultado, a no mediar por las oportunidades que desaprovecharon los delanteros chilenos.

En la segunda parte del lance ambos equipos realizaron algunas modificaciones en sus formaciones, evidenciándose un mejor juego del Granada, que puso mayor presión a la retaguardia del componente de Francisco Hormazábal. No obstante, los defensores realizaron un atinado parapeto en su marco, resistencia que perduró hasta los 76 minutos, cuando Manuel Olalla conectó un centro de Chuli, enviando el esférico al fondo de las mallas, decretando el descuento de los granadinos para el 1-2, guarismo que se mantuvo hasta el pitazo final del referee Sr. Reinoso. 

La prensa local destacó el desempeño en la Unión Española, de Hugo Lepe, Miguel Reveco, José Torres, Juan Bodi y Honorino Landa, mientras que por el Granada los mejores fueron Vicente López, Arsenio Iglesias, Pepillo y Aurelio Requena, con un Héctor Rial desganado, sin chispa, jugando bien la pelota, pero sin ser gravitante en el juego.

(1) Héctor Rial Laguia, delantero y mediocampista ofensivo, bonaerense hijo de españoles, jugó en San Lorenzo, Independiente de Santa Fe y Nacional de Uruguay. En 1954 arribó al Real Madrid, donde junto a Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Paco Gento y Raymond Kopa conformaron el “equipo soñado”, que obtuvo cinco Copas de Campeones de Europa, y la Copa Intercontinental en 1960. En el segundo semestre de 1961 llega a Unión Española desde el Real Madrid en calidad de préstamo, escuchando los consejos de su amigo íntimo el locutor chileno Raúl Matas Esteban, que en ese tiempo trabajaba en Madrid. En Santa Laura jugó por cinco meses, para luego volver al Deportivo Español de Barcelona.

GRANADA CLUB DE FÚTBOL 1-2 UNIÓN ESPAÑOLA.

3/01/1961. Estadio Los Cármenes (Granada). Público: 2.000. Árbitro: Sr. Reinoso

Alineaciones: sin información.

GOLES: José Torres (UE) 10’, Juan Body (UE) 36’y Manuel Olalla (GRA) 76’.

 

4.- Un empate a orillas del Río Guadalquivir

Siempre dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía, la expedición encabezada por Dionisio Cruz se encaminó hacia el poniente de España, recorriendo los 248 kilómetros que unen a Granada con Sevilla. Esta última, capital de Andalucía, se enclava en el valle del río Guadalquivir, ciudad natal del pintor barroco Diego Velázquez.

El encuentro internacional de los sevillanos frente al conjunto chileno venía a llenar el vacío futbolístico de la afición hispalense, producto de las vacaciones de invierno post fiestas de fin de año. Además, por corresponder a las muchas demostraciones de afecto que la entidad de Santa Laura les había dispensado al primer equipo del Sevilla F.C. en su primera incursión por tierras americanas en 1952, pese a no haber sostenido ningún encuentro entre ambos, en esa ocasión. (2)

El técnico Luis Miró formó con un conjunto en el que figuraron jugadores del Sevilla Atlético (3) reforzados con cuatro jugadores del primer equipo del Sevilla F.C.: el portero María José Cobo y los delanteros Juan Bautista Agüero, Manuel Idígoras Aspiazu y Francisco Fábregas, toda vez que el próximo compromiso liguero no daba oportunidad para oponer el team estelar.

Durante la festividad de Epifanía, el 6 de enero el elenco chileno saltó a la carpeta del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán bajo la expectante mirada de 20.000 hinchas. Inmediatamente tras el pitazo inicial del colegiado andaluz Sr. Morrillos, el delantero paraguayo Juan Bautista Agüero se aproximó al área de Unión con un formidable tiro. En los minutos siguientes los chilenos se desenvolvieron con facilidad y dominio del balón, a base de pases cortos y precisos, pero sin intentar ni una sola vez un remate al marco defendido por Cobo. Avanzado el primer tiempo, un remate de cabeza de Manuel Idígoras, por milímetros no entró en la portería de Francisco Nitsche.

Durante los 45 minutos complementarios Francisco Hormazábal ordenó cambios en su alineación, ingresando el portero Francisco Fernández y Honorino Landa, período en el cual el Sevilla realizó constantes arremetidas. En una de ellas, con habilitación de Ángel Oliveros el delantero Fábregas envió un ponzoñoso remate, que el portero Francisco Fernández en espléndida interposición desvió la esfera al córner. Como contrapartida, un disparo de Humberto ‘Chita’ Cruz hizo intervenir a Cobo con acierto. El guardameta sevillista realizó la mejor parada de la tarde ante un rehilete de Honorino Landa, después de haber realizado varios vericuetos entre las piernas de los defensores nervionenses, que como palitroques quedaron tirados en el césped. Poco después, el referee marcó el círculo central, decretando para el desenlace un tanteador sin movimiento.

Por su desempeño, el portero Francisco Fernández, el delantero centro Juan Body y el extremo izquierdo Juan Martínez, fueron los más destacados del once chileno en los periódicos locales.

“Al Nino (Honorino Landa), que a la fecha tenía 18 años, Don Dionisio Cruz lo llevó a la gira con la clara intención de poder venderlo a algún equipo español, pero el Nino estuvo tan errático que se perdió muchos goles, no sé qué le pasó” (entrevista a Don Félix Landa Vera).

SEVILLA ATLÉTICO 0-0 UNIÓN ESPAÑOLA

6/01/1961.Estadio Sánchez Pizjuán (Sevilla). Público: 20.000. Árbitro: Sr. Morrillos

SEVILLA ATLÉTICO: Cobo; Romero, Herrera II, Axpe; Oliveros, Moya; Agüero, Fábregas, Idígoras, Ramoncito y Muñoz-Romero. DT Luis Miró.

UNION ESPAÑOLA: Francisco Nitsche (Francisco Fernández); Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Manuel Miranda, Miguel Reveco; Humberto Cruz, José Torres; Roberto Coll (Honorino Landa), Juan Body, José Fernández y Juan Martínez. DT Francisco Hormazábal.

(2) El Sevilla en 1952 enfrentó en gira por Sudamérica a Universidad Católica (3-2) y Colo Colo (2-1) en Santiago, y Wanderers (3-2), en Valparaíso.

(3) El Sevilla Atlético, filial del club sevillano, que era el líder del grupo undécimo de la Tercera División de la Liga Española.

Jugadores de Unión Española en Sevilla. De izquierda a derecha: Ángel Gutiérrez (dirigente), Francisco Fernández, Félix Landa, Rodolfo Matti, Honorino Landa y Humberto ‘Chita’ Cruz. Agachado posa Manuel Rodríguez Araneda

Jugadores de Unión Española en Sevilla. De izquierda a derecha: Félix Landa, Rodolfo Matti, Honorino Landa, Manuel Rodríguez, Humberto ‘Chita’ Cruz y Juan Body. Más atrás, Hugo Lepe.

 

5.- Nuevo empate en las tierras de Pablo Picasso

En las costas del sur de la península, donde los ríos Guadalmedina y Guadalhorce vierten sus aguas al Mar de Alborán, yace imponente la ciudad de Málaga, la cual ostenta las vanguardistas obras creadas por el pincel del malagueño Pablo Ruíz Picasso en el Palacio de los Condes de Buenavista de la Victoria. A este hermoso paraje llegó la delegación de Unión Española para sostener su quinto encuentro, ahora frente al Deportivo Málaga, equipo que militaba en el ascenso del balompié español.

Teniendo como teatro el Estadio La Rosaleda, en la soleada tarde del 8 de enero de 1961, los locales vistiendo sus camisolas blanquiazules, y bajo la batuta técnica del vizcaíno Juan Ochoantesana, reforzaron su alineación con cuatro jugadores del Club Granada: Emilio Ruiz Baena, José Torres, Arsenio Iglesias y el argentino Jorge Larraz.

En un encuentro muy entretenido, el team de Santa Laura mostró un juego más asociado y rápido que su contendor, en especial en la primera parte del lance. Cuando el cronómetro acusaba el minuto 22, Félix Landa puso en ventaja a los rojos. Apenas repuesto el juego en el círculo central por los delanteros malagueños, rápidamente los foráneos se apropiaron del balón y dos minutos más tarde, Honorino Landa tras serpenteante jugada, dio la segunda estocada ante la estéril resistencia del portero Américo (Américo Canas Martínez), para establecer el 0-2. Seguida la brega, los delanteros chilenos fallaron en varias ocasiones y la buena actuación del meta malagueño evitó un mayor tanteo. Pero inevitablemente, a los 42 minutos el Málaga marcó el descuento mediante un remate de Mendi (Rafael Flores Pérez).

En el cuadro local, el estratego Ochoantesana ordenó cinco sustituciones, que en el segundo tiempo dieron mayor equilibrio al juego. Sin embargo, el Málaga fue incapaz de franquear la certera defensa del equipo visitante. Y cuando parecía que el triunfo se consagraba para los chilenos, en un rápido avance Coco (Diego Rodríguez Sánchez) consiguió burlar a la defensa y al portero Francisco Fernández, marcando en el minuto 87 el gol del empate, paridad que se mantuvo hasta el momento en que los asistentes escucharon el pitazo final dado por el referee malacitano Sr. Pedro Antúnez Doblas.

Las agencias periodísticas destacaron por la Unión Española a sus defensas Manuel Rodríguez, Hugo Lepe y Óscar Otazo, junto a los hermanos Landa. Por el Málaga subrayaron la gran actuación del portero Américo.

DEPORTIVO MÁLAGA 2-2 UNIÓN ESPAÑOLA.

8/01/1961. Estadio La Rosaleda (Málaga). Público: sin información. Árbitro: Sr. Pedro Antúnez Doblas.

DEPORTIVO MÁLAGA: Américo; Torres (Barrena), Baena (Lorenzo), Ortale; Ramoni, Abdel-Lai Ben Bareck (Blas); Mendi, Pipi Suárez (Bruda), Juan Benavídez (Coco), Larraz y Arsenio. DT Juan Ochoantesana Melicua.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Nitsche (Francisco Fernández); Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Óscar Otazo; Luis Alberto Vera, Miguel Reveco (Humberto Cruz) Félix Landa, Roberto Coll, Honorino Landa, Rodolfo Matti (Juan Martínez) y Juan Bodi. DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Félix Landa 22’, Honorino Landa 24’, Mendi 42’ y Coco 87’.

NOTA: La agencia UPI el 9 de enero de 1961, indica que los goles de Félix Landa y Honorino Landa fueron a los 10 y 12 minutos respectivamente, mientras que el diario ABC Madrid del 10 de enero de 1961, indica que los mismos tantos se lograron a los 22 y 24 minutos.

 

6.- Una igualdad en las Islas Baleares

Para afrontar su sexto encuentro, la delegación del barrio Independencia tomó un vuelo local para viajar hasta el Archipiélago de las Islas Baleares, inmersas en el Mar Mediterráneo frente a la costa oriental de la Península Ibérica, conformado por las islas de Ibiza, Formentera, Mallorca (ínsula maior) y Menorca (ínsula minor), para recalar en Palmas de Mallorca, ciudad capital de la comunidad autónoma de estas islas.

La tarde del jueves 12 de enero y ante la presencia de 10.000 fervientes mallorquís, la oncena de Francisco Hormazábal pisó la yerba del campo del Estadio Luis Sitjar para enfrentar al Real Mallorca, que esa temporada se encontraba participando en la liga de la primera división del fútbol español.

El encuentro resultó mediocre y desabrido para las expectativas de la afición. La primera fracción de la brega favoreció ampliamente a la escuadra insular, con la apertura del marcador por parte del delantero Manu (Manuel Haro) a los 25 minutos.

El inicio de la segunda mitad prosiguió el control del juego por parte de los locales, consiguiendo el 2-0 a los 53 minutos mediante intervención del interior derecho José María Ruíz, que doblegó al portero Francisco Fernández. El equipo chileno reanudó presto el movimiento del balón, desde el círculo medianero, asestando un certero ataque a la desprevenida hueste adversaria, momento en que un defensor del Mallorca cometió infracción dentro de su área, pitando el colegiado sin dilación. El externo izquierdo José ‘Pernil’ Torres colocó la pelota en la marcación de cal de las doce yardas y mediante certero remate ajustició al goalkeeper español Ricardo Zamora de Grassa – hijo del ‘Divino’ Zamora- acortando la distancia en el tablero. Esto alentó a los chilenos a ir por el empate, y cuando la aguja marcaba los 77 minutos, en zigzagueante jugada personal, Félix Landa envió con certero chut la esfera al fondo del pórtico palmesano.

En los últimos 10 minutos la brega concitó la mayor animación, ya que los locales se fueron en busca de deshacer el empate, objetivo que no pudieron conseguir debido al cerrado sistema defensivo del equipo chileno, culminando el epílogo del lance en tablas tras el pitazo final.

Así rezaba la agencia AP, en la prensa local: 

“Por parte de los chilenos destacaron el defensa Rodríguez (Manuel), el medio volante Reveco (Miguel) y Landa (Félix)”.

 “El equipo chileno espera jugar otros dos partidos más en España antes de regresar a Santiago. Uno de esos partidos será posiblemente contra el Valencia la semana próxima” (no se concretó tal partido).

“El equipo chileno ha jugado con bastante dureza y han sido despedidos con muestras de desagrado”.

REAL MALLORCA 2-2 UNIÓN ESPAÑOLA

12/01/1961. Estadio Luis Sitjar (Mallorca). Público: 10.000. Árbitro: Sin información.

REAL MALLORCA: Ricardo Zamora de Grassa; Jaime Arqué, Ignacio Irusquieta, Fernando Guillamón, Pedro Laguardia, Francisco Glaría, Julián Mir, José María Ruíz, Lorenzo Pérez “Loren”, Manuel Haro “Manu” y Antonio Oviedo. DT José Luis del Saso.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Fernández; Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Óscar Otazo; Miguel Reveco; Luis Alberto Vera, José Torres, Roberto Coll, Honorino Landa, José Fernández y Félix Landa. DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Manu 25’, Ruíz 53’, José Fernández 54’ y Félix Landa77’.

 

7.- Un triunfo histórico en Cataluña 

Continuando su derrotero por España, el representativo nacional llegó hasta Barcelona, comarca ubicada en el litoral noreste del Mar Mediterráneo, en el centro del delta conformado por los ríos Llobregat y Besós.

En la noche del miércoles del 18 de enero, en el viejo campo de Las Corts y ante la presencia de 25.000 espectadores atrincherados del frío en el graderío, el cuadro santa laurino en su séptimo lance se enfrentó al mítico Fútbol Club Barcelona. El estratega catalán Enrique Orizaola alineó en el once inicial a siete jugadores del plantel estelar, a cuatro promisorios jóvenes: dos de la cantera azulgrana y dos que actuaban en el Club Deportivo Condal, filial del “culé”.

El partido tuvo un primer tiempo de dominio alternado, actuando los dos conjuntos en plan ofensivo que obligó a una constante acción a las líneas de cobertura. Sin embargo, los delanteros del Barcelona fueron más incisivos y crearon mucho peligro en el área de los chilenos, generando peligrosas escaramuzas por parte de los húngaros Ladislao Kubala y Sándor Kocsis. A los 19 minutos, un centro de Kocsis lo remató Kubala, realizando Francisco Nitsche una gran intervención.

Los chilenos actuaron a base de largos desplazamientos, sobresaliendo su facilidad de tiro, aunque desaprovecharon alguna ocasión por apurar excesivamente la jugada. Faltando escasamente un minuto, un gran tiro de Honorino Landa impactó el poste, cuando el arquero Rodri (Andrés Rodríguez) estaba batido. Poco antes, el medio volante Humberto Cruz fue sustituido por lesión, incorporándose en su lugar, Luis Alberto Vera. Con el resultado igualado en cero se fueron al descanso.

Al reanudarse el juego, después de haber efectuado ambos equipos cambios en sus alineaciones, el combinado barcelonista fue perdiendo eficacia, mientras que los chilenos profundizaron más, logrando imponerse en diversas fases del juego.

A los 66 minutos, Juan Body, que había sustituido durante el descanso a José Fernández, tras un corto avance que generó casi el equipo entero, empalmó un tiro cruzado que valió el primer gol visitante.

Replicó enérgicamente el combinado azulgrana, logrando imponerse territorialmente, pero sin resultado. A los 70 minutos un tiro de Foncho (Alfonso Rodríguez), lo rechazó el poste.

Los pupilos de Francisco Hormazábal retrasaron sus líneas y permanecieron completamente replegados para mantener el resultado. Sin embargo, en un rápido contraataque se provocó un barullo en la portería barcinonense, aprovechado por Félix Landa que remató con un disparo a meta abandonada, pese a que el par de zagueros se lanzaron de cabeza, no pudieron impedir que el balón terminara en las mallas, cuando iban 85 minutos de juego.

Dos minutos más tarde, un centro largo de Kubala lo recogió el imberbe Ángel De la Fuente, quien se anticipó a la desesperada salida de Nitsche, logrando el descuento local.

El arbitraje corrió por parte del catalán señor Diego Balaguer, que tuvo una discreta actuación, con muchos errores, que se hizo merecedor de varios abucheos del público por sus equívocas decisiones, pero que no influyeron en el resultado del encuentro.

Increíblemente, el resultado no pasó desapercibido en la prensa local, que hizo ver su molestia por el desempeño barcelonés ante el equipo chileno. Incluso el destacado periodista Luis Lainz Castillo cuestionó en el tabloide El Mundo Deportivo de Barcelona, que los catalanes jugaran estos partidos ante rivales desconocidos usando la camiseta azulgrana: “Como se comprobará, por quien leyere, solamente Kubala era un hombre entero y verdadero, digno de vestir la camiseta azulgrana, – ¿por qué no acepta el público en estos encuentros, para no desmerecer el historial barcelonista una zamarra de otro color? “.

Lo que no escribió Luis Lainz, es que en este partido el técnico Enríque Orizaola, hizo participar a nueve jugadores de su sideral plantel: Andrés Rodríguez Serrano (Rodri), Alfonso María Rodríguez Salas (Foncho), Joan Torrent Soler (Torrent), Enrique Gensana Merola (Gensana), Andrés Parada Alvite (Suco), Enrique Ribelles Seró (Ribelles), Luis Coll Hortal, los húngaros Sándor Peter Kocsis y Ladizlao Kubala Stecz, y a un promisorio Manuel Sanchiz Martínez (Sanchiz), que triunfaría años más tarde en el Real Madrid, no habiendo debutado nunca oficialmente por los azulgrana. 

BARCELONA 1-2 UNIÓN ESPAÑOLA

18/01/1961. Estadio de Las Corts. Público: 20.000 personas. Árbitro: Sr. Diego Balaguer

BARCELONA: Rodri II; Foncho, Torrent, Navarro; Gensana, Luna (Sanchiz); Suco (Navarro), Ribelles, Kocsis (Coll), Kubala y Molina (De la Fuente). DT Enrique Orizaola.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Nitsche; Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Óscar Otazo; Miguel Reveco, Humberto Cruz (Luis Alberto Vera); José Torres, Roberto Coll (Rodolfo Matti), Honorino Landa (Juan Martínez), José Fernández (Juan Body) y Félix Landa. DT Francisco Hormazábal

GOLES: Juan Body 66’, Félix Landa 85’ y De la Fuente 87’.

“No jugué los primeros partidos, pero cuando me tocó entrar, marqué y fui el goleador de esa gira, le convertí al Barcelona el segundo gol para el 2-0, ellos descontaron al final del partido. En un inicio este sería el último partido de Unión en España, pero, muy astuto el dirigente Dionisio Cruz decidió esperar algunos días más en Madrid, -mientras nevaba mucho en la ciudad-, a la espera de que algo bueno podía venir. Fue así, como llegó el ofrecimiento de personeros del Real Madrid para convenir un partido con nosotros, que además significarían importantes ingresos al club, que permitirían financiar la gira. Esto a sabiendas de que, un desconocido equipo chileno le había ganado a Barcelona” (entrevista a Don Félix Landa Vera). 

Ante el interés de los dirigentes del Real Madrid por enfrentar a Unión Española, es presumible pensar que se debió a la conocida rivalidad de la institución merengue con el conjunto azulgrana. Que sería interesante enfrentar al mismo rival -desconocido equipo sudamericano que había derrotado a los rivales catalanes- y derrotarlos categóricamente. Hay que agregar además que, a la misma hora que Unión Española derrotaba al Barcelona en Cataluña, en la capital española el Real Madrid le ganaba, también en un partido amistoso, al Deportivo Español de Buenos Aires por 6-2.

 

8-. En Madrid, una amarga despedida

Para concluir la gira por España, el plantel de Francisco Hormazábal regresó a la ciudad matritense en el valle del Río Manzanares. Aquella ciudad que en su corazón urbano yergue el Museo Nacional del Prado, que alberga entre sus principales atractivos, obras de Velázquez, de El Greco y de Goya.

Jugadores del plantel de Unión Española en la nevada Madrid. Arriba, de izquierda a derecha: Manuel Rodríguez, Rodolfo Matti y Miguel Reveco. Abajo: Manuel Miranda, Félix Landa, Roberto Coll y Humberto ‘Chita’ Cruz.

Bajo los iluminados focos del estadio Santiago Bernabéu, en donde el coliseo se veía casi vacío ante la presencia de 15.000 personas en relación a las 120.000 butacas disponibles, el miércoles 25 de enero saltó al ruedo la oncena chilena, con la firme convicción de repetir el juego que se había realizado ante los catalanes. Además, teniendo en consideración, que el entrenador Miguel Muñoz Monzún del Real Madrid -campeón de la Copa Europea- opondría una formación integrada por reservistas, obviando la participación del húngaro-español Ferenc Puskás Biro, del argentino-español Alfredo Di Stéfano Laulhé y de Francisco Gento López.

Premonitoria sería la goleada que el domingo anterior -en ese mismo escenario- le habían propinado los merengues al Elche por 8-0, válido por la liga española.

No había pasado un minuto, cuando la delantera madridista compuesta por Villa, Mateos, Pepillo (José García Castro), Rial y Bueno -vanguardia de postín que la hubiera deseado para sí cualquier equipo español de la época- abrió la cuenta tras un avance combinado entre Rial y Pepillo, en donde el centrodelantero logró que el balón traspasara el marco defendido por Nitsche.

Siete minutos después, Manuel Bueno avanzó por el ala izquierda, cedió a Pepillo y éste colocó un remate fuera del alcance del portero chileno.

La retaguardia roja aguantó el vendaval, hasta que Héctor Rial liquidó un centro enviado por Pepillo, con uno de sus clásicos tiros, anotando el tercero en los 35 minutos.

Un minuto antes de que se cumplieran los 45 reglamentarios, Juan Manuel Villa en fulgente jugada individual logró colarse entre los zagueros chilenos, retrasó la pelota a Rial, quien a boca de jarra convirtió el cuarto tanto. Los chilenos agradecieron el pitazo final, ante el hostigoso juego merengue.

Reiniciada la segunda parte, la esperanza de los chilenos en acortar distancia, se desplomó a los 

53 minutos, cuando Agne Simonsson –que había ingresado desde el banquillo- en jugada personal marcó el 5 a 0. 

De lo anterior habían transcurrido 4 minutos, momento en el cual Villa aprovechó un rechazo en corto del guardameta Francisco Fernández -que había ingresado en el entretiempo-, para batirle de cerca.

La aguja del minutero marcaba los 65, cuando Pepillo puso un balón en el pórtico del ‘Atila’ Fernández tras pase corto de Simonsson, para anotar el séptimo gol de la noche. No pasó un minuto, para que Simonsson y Pepillo franquearan una vez más a sus adversarios, y el melillense coronara el avance con el octavo gol y su cuarto personal, cuando ya el físico y la moral de los chilenos estaba por el suelo.

Finalmente, a los 86 minutos Jesús Herrera se infiltra mediante regates, avanza en diagonal por la izquierda, disparando cuando vio el espacio, embarcando el noveno balón en las mallas de los visitantes.

La prensa local escribió: “No se diga que los chilenos son lentos y tiran poco a gol. Eso es verdad, pero también es cierto que, en sus siete partidos jugados en España solo habían perdido dos, nadie les había goleado y acababan de “sacarle la bandana” a un conjunto azulgrana con algunos de los mejores titulares barcelonistas”.

“Partido fácil, con juego alegre, combinativo, de los madridistas, inmensamente superiores a sus rivales, tal vez, lentos en demasía por el cansancio de una ya larga gira”.

“Entre los chilenos merece elogio Fernández (Francisco Fernández), que a pesar de los goles hizo algunas paradas sensacionales, y el ala izquierdo de la delantera (Félix Landa)”.

Al encuentro asistió el embajador de Chile en España, señor Sergio Fernández Larraín, quien abandonó el estadio en el entretiempo. No se sabe si el embajador abandonó el estadio porque preveía lo que se venía o porque su alto cargo diplomático le demandaba otras exigencias: la situación es que el trofeo que había donado fue entregado al final del juego por un consejero de la embajada chilena, recibiéndolo José María Zárraga, capitán de los merengues .

“Salimos 15 minutos antes del inicio del partido, a reconocer la cancha, la cual aún mostraba amplios sectores con nieve, en que se observaba la asistencia inicial de unas 2.000 a 3.000 personas en las graderías. Volvimos al camarín con la duda si el partido podría jugarse en esas condiciones, momento en el cual apareció en el vestidor de los chilenos el argentino Alfredo Di Stéfano, quien nos saludó afectuosamente, y de un bolso que llevaba sacó una botellita de coñac, dándonos un cortito en la misma tapa del envase a cada uno de los jugadores “para calentar el cuerpo”. Además, nos obsequió un reloj con la insignia del Real Madrid, a cada uno de los integrantes de la comitiva. Luego, de que el timbre en el camarín sonó por tercera vez, avisándonos que debíamos salir a la cancha, nos dimos cuenta que había llegado un gran número de público al estadio, en muy corto tiempo” (entrevista a Don Félix Landa Vera).

REAL MADRID 9-0 UNIÓN ESPAÑOLA

25/01/1961. Estadio: Santiago Bernabéu. Público: 15.000. Árbitro: Sin información

REAL MADRID: Domínguez (Bagur 45’); Felo (Egusquiza), Ruiz, Miche; Herrera, Zárraga; Villa, Mateos (Agne Simonsson 55´), Pepillo, Rial y Bueno. DT Miguel Muñoz Monzún.

UNIÓN ESPAÑOLA: Francisco Nitsche (Francisco Fernández 45´); Manuel Rodríguez, Hugo Lepe, Óscar Otazo; Humberto Cruz, Miguel Reveco (Francklin Aguilera 45´); José Torres; Roberto Coll (Rodolfo Matti 55´), Honorino Landa, Juan Body y Félix Landa. DT Francisco Hormazábal.

GOLES: Pepillo 1’, 6’, 65’ y 76’, Rial 35’ y 44’, Simonsson 53’, Villa 57’ y Herrera 86’.

Unión Española en el Estadio Santiago Bernabéu. Arriba, de izquierda a derecha: Óscar Otazo, Miguel Reveco, Francisco Nitsche, Hugo Lepe, Humberto ‘Chita’ Cruz y Manuel Rodríguez Araneda. Abajo: José Torres, Roberto Coll, Honorino Landa, Juan Body y Félix Landa.

 

9.- Anecdotario

La coincidente gira del Deportivo Español de Buenos Aires

El 23 de diciembre de 1960, otro equipo sudamericano representante de la colectividad española arribó a España. Se trataba del campeón del fútbol argentino de la Primera B Metropolitana, el Deportivo Español de Buenos Aires, que realizó una gira en paralelo a la del equipo de Santa Laura enfrentando a Español (1-5), Elche (3-4), Murcia (1-1) Athletic Bilbao (5-0), Real Oviedo (1-1) y Pontevedra (1-1), realizando su último partido el 18 de enero de 1961, donde cayó ante el Real Madrid (2-6).

El incidente en la Gran Vía: 27 de enero de 1961

“Días después del partido con el Real Madrid, un grupo de jugadores que habíamos estudiado en el Colegio Hispano Americano, nos juntamos con Daniel Zamudio, lugar donde lo habíamos conocido, y que en ese entonces estudiaba en Madrid, nos invitó a conocer la Universidad en que estaba, en el camino chocamos, llegó la policía y nos detuvieron” (entrevista a Don Félix Landa Vera).

El argentino Roberto Matti, que participó en la misma gira, declaró en entrevista a La Tercera: “En Madrid nos encontramos con el estudiante Daniel Zamudio, el futuro decorador del Hotel Valdivia, que tenía un Seat 500. Una noche se nos pasó la mano con el cognac, subimos al auto muchos jugadores, alguno en el capot, y en la Gran Vía chocamos con un taxista que llamó a la policía. Terminamos en la cárcel unas seis horas, durmiendo la mona. El arquero ‘Pancho’ Fernández, uno de los refuerzos, escalaba los barrotes de la celda, gritaba contra el dictador Franco y se caía desde la altura. Le costó mucho al cónsul sacarnos de ahí”.

El inesperado pago del hotel en Granada

Después del encuentro ante Granada, cuando Dionisio Cruz, presidente de la delegación viajera, se acercó a la recepción del hotel de Granada en el que había alojado el plantel en esos días, para solicitar la factura de la estadía, los encargados le contestaron que la cuenta estaba saldada. Ante el escepticismo e insistencia del dirigente que pensaba en un error, le hacen vista de la factura, la cual había sido pagada por el Señor Ramón Carranza Semprini. Sí, el mismo delantero argentino que había pasado por Unión Española, el ‘Bolita’ Carranza, el rosarino, hijo de toledano y argentina. Tras jugar en Central Córdoba y Newell’s Old Boys, fichó por los rojos de Independencia en 1956. Después de un exitoso paso por Unión Española, Dionisio Cruz gestionó por 500.000 pesetas su traspaso al Zaragoza en diciembre de 1958. Finalmente, el 11 de enero de 1959, recaló en el Granada, donde compartió la delantera con el chileno Jaime Ramírez Banda. Bonito gesto el de “Bolita” Carranza.

Epílogo

Con esta señera incursión a la península ibérica, Unión Española hizo realidad el sueño de viajar a la tierra de los impulsores de la institución de la colectividad hispana en Chile, después de 63 años de su fundación y a 42 años de la creación del Ibérico Balompié. Esta delegación representó a los hijos que visitaron las tierras de los padres fundadores como Agustín Basañez y Rosendo de Santiago, y de los padres deportivos como Juan Legarreta y Gerardo Mediavilla por nombrar a algunos españoles. No solo en lo metafórico, ya que Félix y Honorino Landa, Juan Santos Martínez, Francisco Fernández, -todos formados en el semillero de Santa Laura-, son hijos de inmigrantes españoles que se afincaron en Chile en busca de un nuevo porvenir.

Agradecimientos

Entregar mis agradecimientos a Don Félix Landa Vera, que muy cordialmente tuvo toda la buena disposición en entregarme su testimonio y registros fotográficos de este viaje, representar en él -como gran figura y goleador de esta gira- un homenaje a todos aquellos que fueron partícipes de este hito histórico de Unión Española.

Félix Landa, figura y goleador en la gira

Fuentes

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