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Los ásperos duelos entre la ‘U’ y Colo Colo antes de jugar en Primera

Por Gustavo Villafranca Cobelli

Un encendido comienzo

Mucho antes que los primeros representativos de Universidad de Chile y Colo Colo se enfrentaran en una cancha de fútbol, los caminos entre ambas instituciones tendrían sus primeros cruces. Carlos Fanta, protagonista del primer clásico universitario entre los alumnos de ambas casas de estudios en 1909 y principal actor en la fundación de la ‘U’ en 1911 -entonces denominado Internado Universitario-, en abril de 1925 fue nombrado director honorario en la fundación del club Colo Colo. David Arellano, por su parte -mártir y fundador del cuadro popular- vistió los colores del equipo de fútbol de la Federación Universitaria de Deportes de la Universidad de Chile siendo gran figura en varios duelos ante el representativo de la casa de estudios de la UC. Pero aún faltarían algunos años para que los principales conjuntos del país encendieran la primera mecha de su rivalidad.

Arellano en el once de la selección de la Univerdad de Chile (Los Sports 1923)

A comienzos de 1930, el profesionalismo encubierto o “marrón” ya se encontraba ampliamente instaurado en el país, aunque no era suficiente para equilibrar las finanzas de los clubes. En 1933, Colo Colo -junto a Unión Española, Bádminton, Audax Italiano, Green Cross, Morning Star, Magallanes y Santiago National- obtiene el reconocimiento de la Federación de Fútbol de Chile para instaurar definitivamente el fútbol rentado en nuestro país. Por entonces, Universidad de Chile seguía haciéndose un nombre a nivel amateur, lo cual lograría con mayor resonancia tras proclamarse campeón metropolitano en 1934 y subcampeón nacional de la categoría al año siguiente. 

El debate entre los defensores del amauterismo y del profesionalismo seguiría alimentando el ambiente entre los defensores de ambas formas, con un enfoque más centrado en principios y la ética. En ese contexto, la mesa parecía servida para medir a Universidad de Chile y Colo Colo, gracias a la resonancia a nivel nacional que los estudiantes estaban logrando por sus buenos resultados y por la gran popularidad en el país del Cacique, en parte, gracias a su extensa gira internacional de 1927. Así, el primer duelo entre ambos clubes se efectuó el 9 de junio de 1935, con una gran expectativa que convocó a más de 1.500 personas a los míticos Campos de Sports, entre ellos el rector de la Casa de Bello, Juvenal Hernández, quien en la previa señaló a La Nación: “si el Universidad gana, significaría la supremacía del football amateur. Sería una apoteosis“. La revista As, por su parte, un par de días antes del encuentro publicaba “que el football «impuro» y el «puro» se den la mano en una cancha el próximo domingo (…) Barras, murgas y otros conjuntos irán a los Campos, dispuestos a estimular al once estudiantil.” Esta murga, que con los años daría origen al apodo Bulla –por bullangueros- tendría como principales exponentes a los alumnos de la Escuela de Leyes de la Casa de Bello.

Revista AS, 1935.

De cara al desafío ante el cuadro popular, Universidad de Chile tenía una base que integraban su arquero boliviano Joaquín Aguirre, el defensor Ángel Miranda, el mediocampista Luis Tirado -quien sería campeón como entrenador de ambos clubes-, más los delanteros Eduardo Holzaphel y Víctor “Cañón” Alonso. Para la ocasión, el equipo laico se reforzó especialmente con Alfredo Soto y Juan “El Chino” Becerra, de Bádminton; Pascual Pérez, de Unión Española; Miguel Rodríguez, de Metropolitano e Inostroza, de Gimnástico Arturo Prat.

Colo Colo era dirigido por Electo Pereda y mantenía la gran base con que había sido subcampeón nacional en la primera temporada del profesionalismo y tercero en 1934, ambos torneos dominados por el poderoso Magallanes. Entre sus principales jugadores destacaban el experimentado golero de 30 años, proveniente de Corre Vuela de Antofagasta, Roberto Cortés; los defensores Conrado Welch y Eduardo Camus; los mediocampistas Luis Orrego, Eduardo Schneeberger y Juan Montero; más los atacantes Luis Carvallo, Aurelio González, Enrique Sorrel, Manuel Lamour y Carlos Schneeberger.

Tras un encuentro preliminar entre Colo-Colo B y Famae, el match amistoso se jugó bajo el arbitraje de Roberto Aguirre, en los Campos de Sports de Ñuñoa. Los azules, dirigidos por Santiago Rebolledo, formaron con Alfredo Soto; Ángel Miranda, Hermógenes Murúa; Inostroza, Luis Tirado, Antonio Pulido; Juan Becerra, Víctor Alonso, Ezequiel Bolumburú, Miguel Rodríguez y Pascual Pérez. Los albos alinearon con Félix Caballero; Conrado Welch, Gustavo Villarroel; Juan Montero, Luis Orrego, Eduardo Schneeberger; Aurelio González, Enrique Sorrel, Luis Carvallo, Manuel Lamour y Carlos Schneeberger.

El marcador terminó favorable para el conjunto albo 3-2 y los goles fueron anotados por Víctor Alonso (30′ y 43′) para Universidad de Chile y por Luis Carvallo (34′ y 37′) y Enrique Sorrel (a los 32’ del segundo tiempo, mediante tiro penal) para Colo Colo. Otras fuentes, por su parte, señalan que el penal fue anotado a cinco minutos del término del encuentro. La prensa de la época, que destacó como novedad del espectáculo la comparación entre las fuerzas profesionales y amateuristas, valoró el desempeño de la escuadra estudiantil: “La U superó ligeramente a Colo Colo en el primer lapso, que finalizó igualado a dos, pero aflojó en el complemento. Agotamiento final fue la causa de la derrota”, señaló Las Últimas Noticias en su cobertura del encuentro. El Mercurio, por su parte, dijo que: “hasta los más escépticos tendrán que convenir en que el Universidad puede llegar dentro de poco a ser uno de los conjuntos poderosos del país.” Independiente del análisis futbolístico, el Diario Ilustrado se centró en la rivalidad vivida en las tribunas: “Fue exótico, si se nos permite la expresión, aunque parezca no muy apropiado al caso. Y lo decimos porque mientras en la cancha ganaba Colo Colo, en galería y tribunas se imponían los estudiantes. El chiste oportuno y el buen humor característico les permitió superar a la barra Colocolina.”

Uno de los principales ingredientes que a futuro condimentarían el historial entre ambos cuadros tuvo que ver con el discutido cobro del juez Roberto Aguirre que resolvió el encuentro, tras estimar mano una acción donde cayeron al piso el zaguero azul Hermógenes “Chino” Murúa y el delantero albo Luis Carvallo. Luego que el joven de 23 años y ex Audax Italiano, Enrique “Tigre” Sorrel pateara la pena máxima y timbrara el 3-2 definitivo, hubo discusiones. El colocolino Aurelio González se fue expulsado por golpes repetidos, ocasionando un gran escándalo, según consignó la prensa de la época: “Resistió la orden del juez, dando muestras de mal carácter y fue sacado por la fuerza policial”.  La mecha de la rivalidad quedaba encendida en el primer cara a cara entre el Chuncho y el Indio.

La Nación.

 

Serie “B” Metropolitana: El primer choque por los puntos

A mediados de los años 30, el fútbol chileno seguía dando pasos hacia adelante desde el punto de vista organizacional de sus competencias, teniendo entre sus aspectos innovadores la creación de la Serie B Metropolitana en 1935, torneo al cual accedería Universidad de Chile tras sus meritorias actuaciones en el fútbol amateur.

La Serie B tendría una gran novedad de cara a su temporada 1937, pues se incorporaron las reservas de los clubes de Primera División de Honor de ese año, con excepción de Santiago Wanderers, lo que daría como resultado una inédita mezcla entre Segunda División y Torneo de Reservas, que exigió a los equipos de la división de honor “un mínimo de seis jugadores profesionales por cada plantel”.

Semanas antes del inicio de aquella competición se produciría un encuentro que perfectamente calza en el anecdotario de duelos entre la ‘U’ y Colo Colo. Aquel sábado 28 de agosto, si bien el cuadro albo no enfrentó a Universidad de Chile propiamente tal, lo cierto es que prácticamente sí lo fue, ya que ocho de sus jugadores defendieron ese día al denominado Seleccionado B que alineó a: Simián; Miranda, Murúa; Buccicardi (Carvajal), Las Heras, Álvarez; Riera, Davanzo, Herrera, Becerra y Carlos Schneeberger. Para la estadística, consignar el triunfo 3-2 del combinado sobre los Albos.

La Nación

Ese mismo año -7 de noviembre de 1937-, en las canchas de la Escuela Militar, por primera vez Albos y Azules se enfrentaron por los puntos en una competencia. La ‘U’ derrotaría cómodamente a Colo Colo B -que no terminaría de enfrentar a todos sus rivales- por un marcador de 5-1, en el marco de una campaña rutilante, donde holgadamente se quedaría con el título de la Serie B, lo que le abriría las puertas para buscar un cupo en la división de honor.

 

Los últimos exámenes antes de enfrentarse en Primera División

Gracias a las contrataciones de Arturo Carmona -que venía de grandes campañas en Magallanes-, el central Nemesio Tamayo -primer chileno en jugar en México, al militar en el Necaxa- y los hermanos Arancibia, quienes se sumaron a figuras como el jugador y DT Arturo “Carecacho” Torres, Enrique “Tigre” Sorrel y Tomás “Rata” Rojas, el Cacique se proclamó campeón de la Copa Preparación 1938 –torneo de Apertura- tras derrotar a Audax Italiano en la final, a la que accedió el cuadro de colonia tras haber eliminado a Universidad de Chile en primera ronda, en dramático partido que concluyó en alargue. Esa participación del cuadro estudiantil, le permitiría a la ‘U’ ser aceptada por la Asociación Central de Fútbol para llegar definitivamente a la serie de honor del fútbol rentado. Sin embargo, aún faltaría la prueba final a los universitarios.

El 23 de abril de 1938, el Estadio de Carabineros -ubicado en terrenos colindantes a lo que hoy es el Parque de los Reyes, frente a Avenida Ricardo Cumming- sería escenario para un duelo que serviría para calibrar el rendimiento mostrado por los azules ante el cuadro Itálico. Y el rival sería ni más menos que Colo Colo, con quien protagonizaría un espectacular duelo que finalizaría igualado 3-3, con goles convertidos por Guillermo Riera (2) y Raúl Davanzo para los universitarios, mientras que para los colocolinos anotaron Segundo Flores (2) y Manuel Arancibia. De este modo, cualquier duda del ascenso de la ‘U’ quedó disipada: “Son los muchachos, amateurs auténticos situados entre los profesionales, que juegan con el cariño y el tesón de los que actuaban en los tiempos románticos del fútbol … dan dura pelea y prefieren quedar exhaustos en el field antes que mostrar el más ligero desmayo,” relató la revista Crack en su comentario.

En las tribunas, en tanto, si bien no hubo altercados entre los seguidores de ambos equipos, la revista Crack destacó: “el cuadro estudiantil, alentado por una barra entusiasta y bulliciosa, que fue el principal factor con que contó para rendir una performance de tales méritos, se agrandó de la forma que el conjunto se ha hecho digno de los mejores aplausos”. 

El estrecho desenlace del partido no dejaba dudas de la capacidad de los universitarios para jugar en Primera División, sin embargo, el empate 3-3 mantenía la interrogante sobre la superioridad de uno sobre el otro. Por ello, no extrañaría que semanas más tarde la prensa anunciara un nuevo desafío entre azules y albos, a días de iniciarse el 6° Torneo Nacional Profesional -de las 104 ediciones disputadas hasta hoy- que contemplaba por primera vez a Universidad de Chile entre sus participantes.

El 22 de mayo de 1938, La Nación tituló: “Universitarios enfrentarán al Colo Colo en busca de un triunfo consagratorio”, ante 4 mil personas en los Campos de Sport, que a la postre fue ampliamente favorable al Cacique por 6-3 -a pesar del 1-1 del primer tiempo- con goles de Luco 6’, Sorrel 50’, Carmona 52’, Arancibia 57´, autogol de Sánchez 68´y Sorrel 71´. Para los universitarios, en tanto, -que alinearon con su tradicional casaquilla celeste y pantalón blanco de aquellos años- marcaron Alonso 12´, Góngora 55´y Becerra 69´.

De este modo, quedaban instalados distintos ingredientes sobre la mesa para condimentar el principal duelo del fútbol chileno, que desde 1938 hasta nuestros días, captaría la atención de multitudes y de todo un país.

Referencias:

  • Las Últimas Noticias
  • La Nación
  • El Mercurio
  • Diario Ilustrado
  • Revista AS
  • Revista Crack.

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