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A 60 años del título del Luis Cruz Martínez en la Copa Chile 1962

Por ASIFUCH

Por Rafael Andaur Marín @elcurinosevende

“Bien por Curicó. Campaña del Luis Cruz valioso y oportuno estímulo para un club y una ciudad”, comenzaba señalando la nota donde el periodista Julio Martínez, para Revista Estadio [1] , daba cuenta de la sorpresa del club curicano que, tras vencer 2-1 a Universidad Católica en el Estadio Independencia, se tituló campeón de la Copa Chile, denominada en aquella ocasión Torneo de Preparación.

Equipo del Luis Cruz Martínez en el Estadio Independencia, el 20 de mayo de 1962. Arriba, de izquierda a derecha: Carlos Bustos, Alejandro Calderon, Hernán Verdugo, Manuel Ribo, Jovino Faúndez y Luis Farías; abajo: Héctor Guajardo, Miguel Hurtado, Juan Antonio Baum, Bernardo Leyton y Mario Riquelme. Revista Estadio. Fotografía coloreada por Nicolás Aguilera.

El Deportivo Luis Cruz Martínez de Curicó, institución decana del fútbol curicano y fundada en 1905, con un plantel formado hace apenas un par de meses y recién aceptado para su debut en el Ascenso, daba el golpe venciendo al campeón vigente, a apenas diez días del inicio del Mundial de 1962.

Sabemos que en el caso de los clubes deportivos y, especialmente el fútbol, el aspecto identitario y el sentido de pertenencia son claves para que se transformen en instituciones con raigambre en la comunidad. Si bien Curicó ha sido representado por cuatro clubes en el fútbol profesional: Club de Deportes Alianza (1954-1960), Club Deportivo Luis Cruz Martínez (1962-1966), Bádminton de Curicó (1970-1972) y Curicó Unido (desde 1973 hasta hoy), el Luis Cruz logró transformarse en el primer club popular que movilizó y revolucionó a la comuna, logrando superar a su antecesor, un club Alianza más asociado con la colonia española y los sectores de mayores ingresos, de la ciudad de entonces 30 mil habitantes.

También contribuyó, por supuesto, ser el club más antiguo y llevar el nombre del teniente Luis Cruz Martínez, héroe local caído en la Batalla de la Concepción; soldado de bajos recursos y ejemplo de gallardía, que cuenta con una estatua en la Alameda de Curicó, y que da su nombre a calles, poblaciones, plazas y liceos, tanto en Curicó como en el resto del país. Pero a este “nombre unificador”, se suma que por primera vez la ciudad logra ser representada por un club que pese a no ser el más ganador de la competencia local, tiene historia, es querido y respetado; y que además, previo a su debut profesional en el Ascenso, logra titularse campeón del Torneo de Preparación y alcanzar el primer título de un club curicano en el fútbol rentado [2].

Para la ciudad de Curicó existió un club que significó más deudas que activos, pero que estableció un antes y un después en términos de representación e identidad. A continuación te contamos un poco sobre esta historia, sobre un título del “Ele U” que, a 60 años, sigue firme en la memoria. 

Entrenamiento del Luis Cruz Martínez en el Estadio La Granja de Curicó. A la izquierda, Luis Farías; al centro al fondo, el dirigente Juan Bedós; a la derecha el paraguayo Víctor Manuel Franco, quien llegaría a reforzar al plantel en julio de 1962. Archivo personal Luis Farías.

 

Un club del pueblo

“Yo gritaba ‘Ele U’ y la gente respondía ‘Luis Cruz’. Lo hacíamos tres veces. Ese era nuestro grito de guerra. Me ponía un gorro y andaba con una bandera al hombro, y también me disfrazaba de lo que fuera”, contaba en 2008, previo a su fallecimiento, Sergio “Canilla” González [3], el jefe de barra del club y quien se encargó de repartir las tortas curicanas y llevar la fiesta en la final de la Copa Chile, disputada hace 60 años, un domingo 20 de mayo de 1962.

“Los jugadores del Luis Cruz eran jugadores de raigambre totalmente popular, provenientes de las distintas poblaciones alrededor de Curicó. No así Alianza, que era ya de un nivel medio un tanto para arriba. La gente se identificaba más con el Luis Cruz y reconocía a sus jugadores principalmente por sus motes. De hecho, uno se recuerda de esos jugadores por su manera de llamarlos, más que por sus nombres verdaderos”, cuenta Jacinto Valenzuela, alcalde de la ciudad en el período 1960-1963, y primer vicepresidente del club durante 1962.

Gracias a la generosidad de los dirigentes del Club de Deportes Alianza, quienes saldaron deudas, se decidió que se postularía al Deportivo Luis Cruz Martínez al Ascenso, recibiendo la aceptación a las dos de la madrugada del 6 de febrero de aquel 1962, vía llamado telefónico a la redacción del diario La Prensa. Si bien desde mediados de la década del cincuenta ya se hablaba de un club con el nombre de Unión Curicó o Curicó Unido, este anhelo tardaría 11 años y se materializaría con la fundación de Curicó Unido, el 26 de febrero de 1973.

Rápidamente comenzaba la batalla contra el tiempo para armar un plantel competitivo, que permitiera consolidar a un club por varios años en el Ascenso. Cuatro días después de la aceptación del club, se confirmaba al técnico paraguayo Ovidio Casartelli, ex seleccionado y quien con 35 años lucía actuaciones en su país, Colombia y Argentina, siendo la más importante en Boca Juniors. 

Dando cuenta del modelo de virtuosismo que se exigía a los futbolistas, el 10 de abril, el reportero Carlos Pozo informaba en el diario La Prensa de la alegría por la llegada del delantero argentino Juan Antonio Baum:

“¡Adelante Baum! Que nuestra ciudad se enorgullece de tener en su equipo a un deportista de tus quilates, ya que mientras estés en la cancha, serás garantía de gol, de espíritu de lucha y de caballerosidad deportiva para prestigio de esta noble tierra que hoy te cobija y que incondicionalmente te brindará su amistad y el aplauso generoso para tus auténticas virtudes de caballero del deporte”.

Eduardo Schneider, tesorero del club, recuerda el tira y afloja para convencer al argentino, quien había integrado el plantel de Universidad Católica campeón de 1954: “Decía estar muy atribulado, porque discutíamos el precio del contrato, y obviamente nosotros tratábamos de bajar la cifra. Era un diez muy dribleador, que acá tuvo mucha presión y que pese a llegar desgastado, seguía manteniendo una noción muy buena para jugar. Era un muy buen jugador, además de simpático, gran conversador y bohemio”.

Manuel Ribo (izquierda) y Luis Farías (derecha) se reencuentran tras 40 años, para revisar fotografías y recordar el título conseguido, con ambos como titulares, hace seis décadas. Rafael Andaur Marín, abril de 2022.

El camino a la final

Previo a su debut oficial en el Torneo de Preparación, el Luis Cruz acumulaba en duelos amistosos un triunfo ante Magallanes (4-0); una derrota ante Colo Colo (1-0), que contaba con Enrique “Cua Cua” Hormazábal, Francisco “Chamaco” Valdés y el curicano Luis Hernán Álvarez, quien marcó el gol del triunfo; y un empate ante la Universidad Católica (1-1). Pese a ser un plantel conformado contra el tiempo, los dirigidos del “paragua” Casartelli mostraban un buen nivel de juego y, particularmente, una gran cohesión en el fondo, partiendo con el gran portero rancagüino Carlos “Cabezón” Bustos, y completada por la extrema defensa integrada por Ribo, Calderón, Verdugo, Farías y Faúndez. 

El domingo 15 de abril, más de 600 curicanas y curicanos viajaron a Linares para ver el triunfo 3-1 en el debut ante Provincial Linares, con cientos de hinchas viajando en tren a un valor de un escudo por el ticket ida y regreso. Con una gran actuación de “Juanito” Baum, el “Ele U” fue recibido con una fiesta en la plaza de armas de Curicó.

Al domingo siguiente y por el paso a los cuartos de final, tras empatar sin goles ante Ñublense en los noventa minutos, el Luis Cruz avanzó tras derrotar 3-2 en penales a los chillanejos, siendo la figura Bernardo Leyton al marcar sus tres lanzamientos. El “Negro” Leyton –ex Audax Italiano- sería clave en la ruta al título, jugando los cinco partidos y aportando tres goles más de jugada. “Era un jugadorazo. Tenía un pie chico, así que se encargaba de todos los penales y tiros libres. Se parecía mucho a Leonel Sánchez, porque tenía una muy buena dirección y era zurdo”, recuerda Luis Farías, único jugador curicano titular de aquel recordado plantel del “Ele U”.

Luego, el cuadro azul y blanco avanzaría a semifinales, tras vencer el 29 de abril por 2-0 a Unión Española, con goles en tiempo suplementario de Leyton y del rancagüino Mario Riquelme. Un partido disputado bajo duelo tras el fallecimiento, en la víspera, de Carlos Dittborn, quien se transformaría en el tercero de los dirigentes que consiguió el Mundial de Fútbol de 1962 para Chile en fallecer previo al pitazo inicial, junto a Ignacio Iñiguez y Juan Pinto Durán.

En la semifinal y en un duelo de Decanos, el Luis Cruz derrotaría 1-0 a Santiago Wanderers, club más antiguo del pais fundado en 1892, y que entonces contaba con jugadores como el delantero Carlos Hoffmann, además del seleccionado nacional Aldo Valentini, quien disputaría posteriormente el Mundial de Inglaterra 1966. El gol del triunfo, fue “de camarín” a los ocho minutos del segundo tiempo y lo anotaría el puntero derecho Héctor “Chico” Guajardo, quien había llegado a última hora a reforzar el plantel.

Luis Farías, defensa del “Ele U”, recuerda su habilitación para el gol. 

“En ese tiempo jugaba de marcador izquierdo. Amagué y le hice un túnel al ‘chico’ Eugenio Méndez, luego veo que Guajardo viene picando por la derecha y le pegué a tres dedos, ahí el “chico” se encuentra con la pelota justo a la entrada del área y la mete endulzada al otro lado. Esa fue la jugada del gol, la recuerdo siempre”, cuenta el formado en las cadetes de Universidad de Chile. Fue el gol que encendió las antorchas del público en La Granja y aseguró el paso a la gran final.

¡Luis Cruz Martínez campeón!

 La jugada del penal que, a los 56’, anotaría Ibáñez para la UC. Dos minutos más tarde, Mario Riquelme anotaría el 2-1 final para el Luis Cruz ante siete mil espectadores en el Estadio Independencia. Revista Gol y Gol, mayo de 1962. Fotografía coloreada por Nicolás Aguilera. 

 

Tal fue la locura generada por el debutante Luis Cruz Martínez, que el domingo 20 de mayo, los doce carros del tren especial que salió a las 10 de la mañana desde Curicó se repletaron, lo que obligó a añadir dos más en San Fernando. En total, entre quienes viajaron en ferrocarril, bus o por sus propios medios, fueron unos dos mil curicanos y curicanas quienes llegaron al Estadio Independencia; en tanto, el “Canilla” González y compañía regalaron más de 800 tortas curicanas entre los asistentes, entre ellos, al seleccionador Fernando Riera, además de saludar al plantel chileno y de otros países, que se aprestaban para el debut mundialista.

En la cancha, el “Paragua” Casartelli puso una muralla defensiva. Tras apenas dos llegadas al arco universitario, un lanzamiento de distancia del volante Hernán Verdugo, fue controlado a medias por el portero Francisco Fernández, decretando a los 29 minutos la apertura del marcador. 

Tras el descanso, la UC -que en ese partido no contó con sus seleccionados Alberto Fouillioux ni Marco Tobar- salió con todo en busca del empate, que llegó a los 57’ mediante lanzamiento penal convertido por Ibáñez. Pero el empate duraría poco, pues dos minutos después el delantero Mario Riquelme anotaría el definitivo 2 a 1 para el Luis Cruz. 

Partido del Luis Cruz en el Estadio La Granja en 1962. Ese año el “Ele U” disputaría 14 partidos de local, a los que asistieron en total 37.899 espectadores, con un promedio de asistencia de 2.707. Datos levantados por Rafael Andaur con información de prensa de la época. Fotografía del archivo personal de Manuel Ribo. Mayo de 2022.

Un partido que también contó con la viveza del “Cabezón” Bustos. “Era un jugador muy inteligente. En esa final sacó un balón desde dentro del arco; había sido un gol desde fuera del área, pero se tiró y la sacó con un manotazo. Yo estaba ahí, la pelota había entrado medio metro pero el árbitro no se había dado cuenta. En ese mismo instante, empezó a gritarnos: ‘sigan, sigan’. Otro portero se hubiese quedado parado, pero él era muy vivo”, recuerda Manuel Ribó, capitán de Luis Cruz y ex campeón con Grees Cross en el Torneo de Ascenso 1960.

Tras el pitazo de Sergio Bustamante, se desató el delirio y euforia de los más de dos mil hinchas que llegaron hasta el recinto capitalino. Por primera vez un club curicano era campeón de un torneo de fútbol profesional, logro que recién 46 años más tarde, alcanzaría Curicó Unido tras titularse campeón del torneo de Primera B.

En su nota para Revista Estadio, Julio Martínez –quien firmaba como Jumar- elogió la serenidad de los visitantes, en contraste con el nerviosismo de los locales. “¿Qué hubiese ocurrido si gana Universidad Católica? Nada especial. Para el cuadro estudiantil todo no habría pasado más allá de un halago. En cambio, la victoria curicana provocó la algarabía de dos mil visitantes, que coparon el atardecer de Independencia con sus cartelones, sus gritos, su vuelta olímpica y la Canción Nacional entonada a todo pulmón. ¡Bien por el Luis Cruz Martínez! ¡Bien por el fútbol provinciano! ¡Bien por Curicó!”, escribiría.

Nota de Julio Martínez para Revista Estadio. Mayo de 2022.

Desde Santiago, el tren especial salió cerca de las 20 horas, para arribar a Curicó cerca de la medianoche. Pese a la hora, el pueblo enfiló rumbo a la Estación para esperar su llegada. “La delegación andaba en un bus especial, y se contactó para que llegara primero el tren y luego los jugadores. En cuanto llegó el automotor, desde la estación se improvisó un desfile hasta la Plaza de Armas. Eran miles de curicanos caminando detrás de los jugadores; además, la banda del Regimiento encabezó el desfile, que terminó en el Quiosco de la plaza. Fue un recibimiento espectacular, con aplausos, risas, abrazos, fuegos artificiales. Fue memorable”, recuerda el entonces periodista de Radio Deportes Condell, Juan Osvaldo Farías, recientemente fallecido y durante décadas voz oficial en el Estadio La Granja.

De vuelta a Curicó, “Canilla” González era invitado -como jefe de barra- al banquete en honor al plantel. “Desperté como a las cuatro de la mañana dentro de un bar, que era bien elegante y arriba de las pajas que protegían las botellas de vino. No podía salir porque estaba con candado, así que me quedé a dormir ahí y al otro día, a eso de las 10 de la mañana, llegó el concesionario. Se puso a reír y tomamos otra copa, había que festejar bien: salir campeón no es cosa de todos los días”, cuenta. Se trató de un triunfo no solo curicano, sino de todos los clubes provincianos ante una prensa centralista, como hasta nuestros días.

Ese 20 de mayo de 1962 está en la historia curicana, la del gran triunfo de un club con sentido de cooperativo y comunitario, financiado con rifas, bingos, recolección de cachureos, alcancías en la plaza; ese que llenó decenas de jornadas el estadio La Granja; el que disfrutó con las “copuchas”, espectáculos artísticos y humorísticos animados por los hinchas; ese que luego daría vida a los “Clásicos de la Amistad”, jornadas de fraternidad memorables junto a la hinchada de San Antonio Unido. 

Fue la hazaña del primer club popular de una ciudad y su gente.

Fotografía que alude al “cerrojo” defensivo del Deportivo Luis Cruz, que resultó clave para vencer a U. Católica. Revista Gol y Gol, mayo de 1962. Fotografía coloreada por Nicolás Aguilera.  

Ficha Técnica.
Final del Torneo de Preparación 1962


Domingo 20 de mayo de 1962
Estadio: Independencia
Público: 7.104 espectadores / Socios UC: 717 – Socios LC: 672
Recaudación: E° 3.680,30
Árbitro: Sergio Bustamante.
Universidad Católica (1): Fernández; Sullivan, Barrientos y Jorquera; Rivera y Olivares; Ibáñez, Nackwacki, Soto, Triguilli y Ramírez. DT: Miguel Mocciola.

Luis Cruz (2): Bustos; Calderón, Faúndez y Farías; Verdugo y Ribó; Guajardo, Leyton, Baum, Hurtado y Riquelme. DT: Ovidio Casartelli.

Goles: 29’, Verdugo (LC); 56’, de penal, Ibáñez (UC); 58’, Riquelme (LC).

 

[1] REVISTA ESTADIO, Editorial Zig-Zag S.A. Santiago de Chile. Año XXI, N° 991, 24 de mayo de 1962.

[2]  Es más preciso hablar de “futbol rentado”, término que el periodista Edgardo Marín utiliza para referirse al método que a partir de 1933, se utilizó para oficializar algo que ya existía: el pago a los jugadores por sus actuaciones, de forma de poder exigirles rendimiento de forma más reglamentada.

[3]  De aquí en adelante, en todos los extractos, hacemos referencia a entrevistas realizadas por el autor con los aludidos, durante octubre de 2008.

BIBLIOGRAFÍA

  • REVISTA ESTADIO, Editorial Zig-Zag S.A. Santiago de Chile. Año XXI, N° 991, 24 de mayo de 1962.
  • MARÍN, E. Centenario, historia total del fútbol chileno: 1895-1995. Santiago de Chile, Editores y Consultores REI, 1995.

CRÉDITO FOTOS COLOREADAS: 

  • Fotos publicadas en la Revista Gol y Gol, Editorial Zig-Zag S.A., Santiago de Chile. Año I, N° 8, 23 de mayo de 1962. Fotografías coloreadas por Nicolás Aguilera.

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