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Nicolás “Tano” Novello de Cosenza a Santa Laura, parte 1: un viaje por la vida de un superclase

Por Heriberto Llanos Ibarra

Un bambino a la Bombonera.

En junio de 1940, cuando el gobierno de Italia liderado por Benito Mussolini ingresó al segundo conflicto bélico mundial, siendo parte aliada de la Alemania de Hitler, miles de jóvenes itálicos se unieron a las tropas fascistas, ya sea de manera forzada o voluntariamente. Entre ellos, se alistó en las huestes italianas el “giovanotto” Eugenio Novello, dejó su amada tierra en Fuscaldo con lo puesto y con un beso de despedida a su esposa Lena (Elena Maio). 

Estuvo cinco largos años en combate, donde incluso fue apresado por los ingleses, en las batallas por la conquista del sur de la península. Cuando Lena ya estaba algo desesperanzada deseando volver a verlo, Eugenio regresó a casa. Pero no pasó mucho tiempo en que su esposo cruzó el Atlántico, en busca de nuevos horizontes, para desembarcar en Buenos Aires, respondiendo al llamado de su hermano para trabajar en su carnicería de las calles Jean Jaures con Sarmiento, en la capital argentina.

En 1948, Elena Maio, cargando en sus brazos a sus dos ‘bambinos’ Nicolás y Francisco, de dos y un año respectivamente, y junto a Rafaela su hija mayor, llegaron a la urbe bonaerense donde los esperaba impaciente Eugenio, para abrazar a su familia. 

Marina di Fuscaldo, Cosenza, Italia, pueblo donde nació Nicolás Novello (foto: http:// picclick.it).

Nicolás Novello Maio había nacido el 20 de mayo de 1946 en la Marina di Fuscaldo (Cosenza) localidad que mira al Mar Tirreno, ubicada en el ‘empeine de la bota itálica’, en la provincia de Cosenza, región de Calabria. Su primera infancia la vivió en el barrio bonaerense de La Once (Once de Septiembre). Con el andar de los años, siendo ya un niño se mudó al barrio Monserrat, Nicolás empezó a correr detrás de una pelota de goma junto a sus amigos, donde ya demostraba atisbos del dominio y destreza con el balón en los ‘picados’ de la avenida Nueve de Julio. 

El ’Tano’ recordaría sobre esta época de su vida lo siguiente:

“Ahí aprendí lo que era la pelota, jugábamos con una pelota de goma, eso me dio la habilidad. Quería ser siempre el mejor, un poco vanidoso, ya que me sentía el mejor y pensé que podría ser el mejor de todos” [1] (entrevista a Nicolás Novello).

La revista Estadio publicaría lo siguiente sobre la infancia del jugador:

Bajo las estrellas los muchachitos tejían su alfombra de sueños. “Yo voy a ser policía, como papá”, dijo uno. “Yo quiero ser ingeniero”, dijo otro. “Y yo médico”. “Yo voy a ser jugador de fútbol”. Y nadie se sorprendió de lo que había dicho el “Tano”, porque lo dijo con tanta seriedad, con tan íntimo convencimiento, que a nadie le cupo dudas de que iba a ser jugador de fútbol. 

Nicolás Novello, uno de los niños de 10 años, de esa noche de estrellas y fantasías, no recuerda ahora por qué, adelantó que iba a ser futbolista. No había antecedentes en la familia calabresa [2].

Su pasión por el fútbol fue acrecentada por el ánimo y valimiento de su tío José Maio, hermano de su madre, quien lo llevó por primera vez a las canchas y estadios. Casi siempre acudían al estadio de Huracán por la cercanía, supliendo de alguna forma el desgano y la apatía de su padre por el balompié: “Mi tío José, fue quien me llevó las primeras veces a las canchas de fútbol y me incitó el amor por la pelota”. [3]

A los 14 años, cuando Nicolás Novello realizaba sus estudios en la Escuela Industrial, una tarde jugando con sus compañeros y amigos en la Plaza Nueve de Julio, el balón abandonó el improvisado campo de juego al final del partido, momento en que un hombre se acercó y tomando la pelota que se escapaba, le dijo: 

– ¡pibe, sí tú, vení, vení.

– ¿vos querés jugar en Boca, querés jugar en River, querés jugar en San Lorenzo?

El muchacho lo miró sorprendido, respondiendo: 

– ¡en Boca señor, en Boca!

– entonces mañana te paso a buscar para ir a las pruebas, replicó el hombre.

El vecino del barrio se había deslumbrado con los regates, gambetas y por el elegante manejo del balón del joven Nicolás. Por esta sencilla razón, esa tarde se acercó y le ofreció acompañarlo a las pruebas en las inferiores de Boca Juniors. A la mañana siguiente, Nicolás se quedó en su casa y no se presentó a la cita, porque no se sentía tan convencido en ir, y también un poco contenido por su timidez.

Pasaron unos días, y repentinamente en la puerta de su casa en la calle Venezuela, se presentó el mismo hombre. Después de hablar con su madre, finalmente el joven Nicolás se convence y asiste a las pruebas en las inferiores del club boquense, donde los recibió el profesor José Maffei. Entre más de una centena de niños y jóvenes, después de haber superado dos etapas, fue aceptado para integrar el plantel de la séptima división de los ‘xeneize’. 

El protagonista de esta historia recuerda de la siguiente forma el acontecimiento:

“Después de la insistencia de este señor, mi madre me dijo: ¿y por qué no vas? Ya camino en el colectivo, yo pensaba si todo esto era cierto. Llegamos a la mismísima cancha de Boca, pasé por el túnel y salí a la cancha. Este señor le dijo al profesor “quiero que probés a este chico”. Jugué 20 minutos, creo que toqué la pelota tres o cuatro veces. A los 15 días me enviaron a mi casa un telegrama. Volví para una segunda prueba, en la que jugué 40 minutos, Finalmente, me hicieron los papeles para firmar en la séptima división del club”. [4]

Luego de algunos partidos amistosos y antes de haberse iniciado la primera parte del torneo oficial de la categoría, el joven Novello desiste y no vuelve a presentarse a los entrenamientos, más bien por un tema de confort, el deseo de estar con sus amigos, y por los partidos comprometidos en su barrio.

En los meses siguientes, recibe una llamada telefónica de un dirigente de Boca Juniors quien lo convence de regresar, de tal forma que al sábado siguiente debuta en un partido amistoso contra el Club Atlético Banfield, en la cancha del ‘Taladro’. Ante la ausencia del titular puntero izquierdo de la séptima, el técnico lo ubica en esa posición. Por primera vez, Nicolás se calza botines de fútbol, facilitados por el club (antes solo había jugado con zapatillas). 

El triunfo fue para los visitantes 1-3, con tres tantos marcados por Novello. En el partido siguiente, juegan de local contra Independiente de Avellaneda, y vuelven a ganar por 5-3, también con tres anotaciones del ‘giovane’ italiano, continuando su juego como wing izquierdo. Ya en la final del campeonato, derrotan a River Plate por 1-0, proclamándose campeones de la categoría con Novello como titular.

De ahí en adelante, debido a sus exquisitas cualidades futbolísticas, ‘El Tano’, como ya lo llamaban sus compañeros y técnicos al conocer su origen ítalo peninsular, fue promovido rápidamente a las divisiones formativas mayores sin haber cumplido la edad para ello. En 1965, encontrándose en la tercera división de los ‘azul y oro’, sumido en su asombro es promovido al primer equipo, que dirigía Néstor Raúl ‘Pipo’ Rossi, quien había subrogado a Adolfo Alfredo Pedernera quien, había sufrido un accidente automovilístico a principios de ese año.

Su primera experiencia con el plantel estelar ocurrió el 29 de septiembre de 1965, cuando el equipo boquense viajó a la ciudad de Lincoln, al noroeste de la provincia de Buenos Aires, para enfrentar en un encuentro amistoso a un combinado local, donde el joven Novello con 19 años salió a la cancha del Rivadavia (de Lincoln), junto a compañeros de connotada trayectoria como Antonio Roma, Antonio Ubaldo Rattín y César Luis Menotti. Durante los 90 minutos en que el ‘Tano’ estuvo en el campo de juego, fue testigo de los goles de Norberto Menéndez, Silvio Marzolini y del bis del ‘Flaco’ Menotti, para el triunfo de Boca Juniors por 4 a 0 sobre el seleccionado linqueño.

COMBINADO DE LINCOLN 0-4 BOCA JUNIORS 

29/09/1965: Estadio Rivadavia (Lincoln). Público: sin información. Árbitro: Sr. Goicoechea.

COMBINADO DE LINCOLN: De Luca (Bianchi), Rocha, Helguetta, Monge, Benavídez, Rodríguez, Sosa, Davín, Burrial (Pajón), Zuñico (Aliberto) y Costa. DT sin información.

BOCA JUNIORS: Antonio Roma (Francisco Capdebosq 70’), José María Silvero, Silvio Marzolini, Luis Salvador Raspo, Antonio Ubaldo Rattín (José Antonio Plás 65’), Alcides Vicente Silveira, Salvador Héctor Catalano, Nicolás Novello, César Luis Menotti (Nicolás Pedro Gianni 65’), Norberto Menéndez y Alberto Mario González[5] DT Néstor Raúl Rossi.

GOLES: N. Menéndez (BOC) 12’; C. L. Menotti (BOC) 45’ y 52’; S. Marzolini (BOC) 89’.  

Si bien es cierto, con su promoción al plantel estelar Novello tuvo algunas participaciones en el primer equipo, también se mantuvo alternando en la oncena de la tercera división. Fue en esta categoría que en 1966 se proclamó campeón al derrotar en la última fecha, en la cancha de Boca, a Estudiantes de la Plata por 2 a 1. En ese torneo el joven italiano fue el segundo scorer de su equipo con 16 anotaciones, detrás de su compañero Juan José Valiente que convirtió 24 dianas. Ya destacaban junto a Novello, en ese equipo de aspirantes, Armando Óscar ‘Pipe’ Ovide, Rubén José ‘Chapa’ Suñé y Ramón Héctor ‘Mané’ Ponce. [6]

La revista El Gráfico escribía, las primeras notas de Nicolás Novello:

Nicolás Novello, delantero central, de las inferiores, jugador base de la tercera división campeón por su destreza y pique corto. Jugó poco en primera. (revista El Gráfico 1967).

Novello campeón con Boca 1967 en las inferiores, tercera división, abajo al centro (foto: revista El Gráfico).

 

Su estreno oficial en Boca Juniors.

El ‘Viejo Gasómetro’ fue testigo de los enfervorizados hinchas que en las populares agitaban sus banderas, de un lado las del local ‘azulgrana’ y por el otro, las del visitante ‘oro y cielo’, acompañados de los infaltables y típicos cánticos, que anunciaban un nuevo clásico entre San Lorenzo y Boca Juniors. Con el voceo por los altoparlantes de las alineaciones, quedó de manifiesto la ausencia de varios titulares boquenses y la presencia en el gramado del joven volante ofensivo Nicolás Novello, que hacía su debut oficial en el primer equipo del Club Atlético Boca Juniors. 

Esa tarde del domingo 26 de junio de 1966, desde el pitazo inicial dado por el referee Guido Guazzardi, se vio un encuentro trabado, con un juego que cayó en lo abúlico y tedioso, salvo un par de ademanes iniciales que, engañosamente, hicieron pensar en un encuentro de aquellos. A los tres minutos, Boca se generó la primera llegada, con una jugada donde Federico Sacchi entregó el balón a Nicolás Novello, éste lo cruzó a la derecha, habilitando a Ramón Héctor Ponce, que envió un fuerte remate al segundo palo, que atento embolsó Carlos Adolfo Buttice. [7] 

En contrapartida ‘Los Cuervos’, tras una falla de Rubén Magdalena [8], recuperan la pelota gracias a Héctor Veira [9], metiendo un pase preciso para que Narciso Doval, quien remató a puerta, vea frustrado el gol con una tapada oportuna el portero Osvaldo Pérez. El resto de la primera parte sucumbió en la monotonía, en donde San Lorenzo intentó algo más, con Boca apostando al contragolpe y con Menotti y Novello cambiando de callejón.  

En la segunda parte del lance, las cosas no fueron tan distintas, salvo un tiro libre de Menotti que dio en el travesaño, que no fue suficiente para romper el 0 a 0 final. Los mediocampistas y delanteros de Boca Juniors no fueron capaces de hilvanar alguna jugada, que llevara peligro al pórtico rival. 

La revista El Gráfico diría sobre el partido que “nadie se encontraba con nadie. Ponce, por un lado, Novello picando por otro”, siendo descrito el partido del jugador como un debut que no fue solución. Sobre esto, el mismo ‘Tano’ diría: “Debuté, en el “Viejo Gasómetro”, con Menotti al lado, yo jugué de 10 y Menotti de 9. Pero, no estuve bien. [10]

SAN LORENZO 0-0 BOCA JUNIORS

26/06/1966: Estadio Pedro Bidegain (Viejo Gasómetro). Público: sin información. Recaudación: $4.526.680 (argentinos). Árbitro: Guido Guazzardi 

SAN LORENZO: Carlos Buttice; José Magliolo y Raúl Páez; Rolando Gramari, Roberto Telch y Juan Sconfianza; Narciso Doval, Victorio Casa, Rodolfo Fischer, Héctor Veira y Jorge Castiglia. DT José Barreiro.

BOCA JUNIORS: Osvaldo Pérez; Rubén Magdalena y Roque Ditro, Carmelo Simeone, Federico Sacchi y Alcides Silveira; Ramón Héctor Ponce, Marcos Zarich, Nicolás   Novello, César Luis Menotti y Óscar Pianetti. DT Néstor Raúl Rossi.

En esa temporada Nicolás Novello solo tuvo la oportunidad de jugar tres partidos más, en el Campeonato Argentino de 1966, con presencia en los 90 minutos: Boca Juniors 3-0 Atlanta; Vélez 1-1 Boca Juniors y River Plate 2-0 Boca Juniors.

 

Novello debuta como goleador.

En el Torneo de Metropolitano de 1967, el domingo 23 de julio, el ‘Tano’ Novello convirtió su primer gol por el ‘xeneize’, frente a Vélez Sarsfield en Liniers, con un agónico tanto en el minuto 83, para el empate 1 a 1, bajo la dirección técnica de Alfredo Pedernera.

 De esta manera relataría la anotación de Novello,  la revista partidista Así es Boca.

“Ya en los últimos minutos del partido, logramos el empate en Liniers. La jugada se inició en Rubén Suñé, que dio a Hugo Zarich y este metió en profundidad para la entrada de Novello, quien luego de un veloz esquive impulsó de derecha a izquierda, doblegando a Marín. Fue este el primer gol que hace Novello en partidos oficiales como integrante del equipo superior y tuvo exactamente el valor de un punto, que ya considerábamos poco menos que perdido”. [11]

En el mismo torneo, el ‘Tano’ también le convirtió a Newell’s Old Boys, en el tanto inicial que encaminó el triunfo por 2 a 0 en La Bombonera. Ese año, pero en el Campeonato Nacional, aportó al equipo ‘boquense’ con cuatro dianas en 12 partidos jugados, destacando el gol que marcó a River Plate el domingo 26 de noviembre, en el campo del Monumental de Núñez, donde a los 54 minutos, Norberto Madurga elude a Jorge Solari, entrega por la banda izquierda a Alfredo Rojas, este avanza por la banda realizando un pase centro a Nicolás Novello, quien a la entrada del área chica esquiva a dos defensas y con un zurdazo cruzado a la izquierda de Hugo Gatti bate al extravagante portero, marcando el tanto que decretó el definitivo triunfo de 1 a 0 frente al conjunto ‘millonario’.

Novello, su primer gol oficial en Boca Juniors 1967 (foto: revista Así es Boca).

 

El fútbol total de Alfredo Di Stefano

Alberto José Armando, icónico presidente de Boca Juniors (1954-1955; 1960-1980), en julio de 1968 ya planeaba algo importante para su institución. Fue así como repatrió a un histórico del fútbol mundial, nada más ni nada menos que a Alfredo Stéfano Di Stéfano Laulhé, ex delantero de River Plate, Millonarios de Bogotá y del Real Madrid, esto con la clara intención de que la ‘Saeta Rubia’ se convirtiera en el mánager deportivo del club. Pero, ante la necesidad de reemplazar a José D’ Amico en la dirección técnica, Di Stéfano asumió este importante desafío.

Alfredo Di Stefano inició la transformación del equipo de acuerdo a su mística e idea de juego, con un dibujo táctico bastante ofensivo (4-2-4), y con una dinámica en que cada jugador cumplía funciones variadas, especialmente entre los volantes y los delanteros. Encontró los actores precisos para ejecutar la obra teatral perfecta, redimiendo desde la banca a Ramón Ponce y a Ignacio Peña, y reubicando a Nicolás Novello, Norberto Madurga y Orlando Medina en su tablero de ajedrez: a Madurga y Medina los planta en el mediocampo, Rojas, Novello, Peña y Ponce en el ataque, con punteros que jugaban muy abiertos. El ‘Tano’ Novello se convirtió en el cerebro del equipo, donde se enganchaba con los volantes, de acuerdo a las circunstancias del juego, para habilitar en los piques a Madurga o llegar al área para finiquitar.

 

Su primer título con Boca Juniors: Copa Argentina 1969

Bajo el agobiante calor del mes de febrero de 1969, se inició la Copa Argentina. En la primera llave Boca eliminó en dos partidos como visitante a Atlético Tucumán, con un triunfo 3 a 2 y una igualdad 0 a 0. Luego, en la segunda fase, ante Sarmiento de Santiago del Estero en la cancha santiagueña, Boca se alzó con sendas victorias por 3 a 1 y 4 a 2, con uno y dos tantos de Novello, respectivamente.

En el mes de julio, ya en cuartos de final, el próximo rival fue Chacarita, que se había consagrado campeón del torneo Metropolitano de ese año al golear a River Plate por 4 a 1. En dos partidos que se desarrollaron en el Cilindro de Avellaneda, los ‘funebreros’ se alzaron con el triunfo en el primero, con un agónico 1 a 0. En la revancha Boca dio vuelta la serie con una victoria por 3 a 1, con un gol del ‘Tano’ Novello, instalándose en semifinales.

Colón de Santa Fe fue el rival en la penúltima fase, de visita en el estadio de Unión. Por un contundente 5 a 0 los ‘xeneizes’ se quedaron con la brega de ida, con el cuarto gol a cuenta de Nicolás Novello. En la vuelta en La Bombonera, Boca ratificó su superioridad por 1 a 0, abrochando su paso a la final.

El 27 de julio el Boca Juniors de Nicolás Novello se consagró campeón de la Copa Argentina, luego de superar en la final al Club Atlético Atlanta, en una definición de dos partidos en la cancha del ‘Viejo Gasómetro’. En la ida el 23 de julio, los ‘azul-oro’ obtuvieron una ventaja suficiente por 3 a 1 que les permitió coronarse monarcas del certamen, pese a la derrota en la vuelta por 0 a 1. De esta forma, Nicolás Novello alzaba en sus manos, por primera vez, un trofeo como campeón, teniendo presencia en los diez encuentros disputados y siendo el máximo artillero de su equipo con cinco dianas.

Novello campeón con Boca de la Copa Argentina 1969, abajo al centro (foto: www.bocaesnuestro.com.ar)

 

Su segundo título con Boca Juniors: Campeonato Nacional 1969

En el Torneo Metropolitano de 1969, Novello fue parte de los doce partidos como titular, convirtiendo cuatro tantos, y en donde Boca quedó eliminado al empatar 0 a 0 ante River Plate, pasando este último a la final por haber convertido mayor cantidad de goles en la fase regular.

Para el Campeonato Nacional del mismo año, el equipo de Di Stefano ya se había convertido en una ‘maquinita’, fuerte en lo defensivo, con el portero Raúl Sánchez que había reemplazado a Antonia Roma, el central peruano Julio Meléndez que se constituyó en prenda de garantía en la retaguardia, sustituyendo a Miguel Alberto Nicolau, y conformando una afiatada dupla junto a Roberto Rogel, de gran regularidad. Los laterales Rubén Suñé y Silvio Marzolini fueron infranqueables por las bandas.

Pero lo que predominaba en el once de Di Stefano era la intensidad, el desenfado y la dinámica ofensiva, con el ‘Muñeco’ Madurga en el mediocampo que cumplía funciones de marca, desdoblándose para pasar al ataque aprovechando su velocidad en busca de los espacios y definir en el arco adversario, sumándose de volante a Orlando Medina. En la delantera destacaban la prestancia y el juego científico de Nicolás Novello, con sus regates, combinaciones y remates a portería, Ángel Clemente Rojas ‘Rojitas’, con su magia y su desparpajo en la definición, y los punteros Héctor ‘Mané’ Ponce e Ignacio Peña, bien abiertos transitando por sus líneas, desbordando y habilitando balones a sus compañeros hacía el área.

Nicolás Novello, desde la primera a la octava fecha del Nacional, fue titular indiscutido en la oncena de Alfredo Di Stefano. Precisamente en esta última jornada, que se jugó el 9 de noviembre en la cancha de la Bombonera, cuando ya el referee Sr. Oviedo se prestaba a dar el pitazo final de la brega con el cronómetro marcando los 88 minutos, el ‘Tano’ tuvo que abandonar el gramado por una grave lesión en una de sus rodillas (corte del ligamento cruzado) que lo marginó por el resto del certamen, en un encuentro en que Boca ya había sentenciado el triunfo de 3 a 0 ante Quilmes.

Rápidamente, el fútbol total de Di Stefano se había adueñado del liderazgo del certamen, llegando a la última fecha, con dos puntos de ventaja sobre River Plate, donde debió visitar al elenco ‘banda sangre’ en el Monumental de Núñez: el empate le bastaba al ‘xeneize’ para titularse monarca del Nacional, resultado que se dio con dos goles del ‘Muñeco’ Madurga para la igualdad 2 a 2, dando Boca, por primera y única vez, la vuelta olímpica en el recinto de su acérrimo rival, instancia donde el ‘Tano’ celebró de civil junto a sus compañeros. 

Nicolás Novello en ocho partidos jugados, aportó con dos goles, en la sentencia final en el 3-0 frente a San Lorenzo y en el segundo para el 2-0 a Estudiantes. El Clarín escribiría sobre este equipo las siguientes líneas:

Los memoriosos no tienen dudas. El mejor equipo campeón de Boca de la década del 60 fue el que comandó Alfredo Di Stéfano, el que ganó la Copa Argentina primero y el torneo Nacional 69 después con vuelta olímpica incluida en el Monumental ​ante River. [12]

Video con gol y entrevista a Nicolás Novello: Estudiantes 0-2 Boca Juniors, 14/09/1969.

Novello campeón con Boca del Torneo Nacional 1969, abajo al centro (foto: www.bocaesnuestro.com.ar)

 

Su tercer título con Boca Juniors: Campeonato Nacional 1970

En 1970, Alfredo Di Stefano ya había terminado su contrato con Boca, decidiendo regresar a España para dirigir al Valencia. En su lugar asumió la cabina técnica José María Silvero, quien desestimó el estilo impuesto por el exentrenador para instalar un juego más pragmático y áspero, que también dio un excelente rendimiento al equipo ‘xeneize’, alcanzando ese año el bicampeonato nacional. 

Nicolás Novello, sin tener titularidad, solo vio presencia en dos partidos, frente a San Martín de San Juan en la última fecha y en la semifinal contra Chacarita. En ese plantel, el ‘Tano’ compartió con un joven José Rubén Palacios ‘El Pinina’ [13], volante que asomó en los últimos ocho partidos de ese campeonato, incluida la final ganada a Rosario Central en alargue por 2 a 1: No sería la única ocasión en que alzarían un trofeo juntos…

 

Su breve estadía en Italia

Habiéndose decretado en Italia la ley en que se autorizaba a todos los futbolistas italianos que pululaban por los diversos confines del mundo a regresar a la península para inscribirse y jugar en los clubes italianos, es que la Sampdoria de Génova entró en contacto con Nicolás Novello, en 1973. Recién casado con María Susana Ríos, emprendió vuelo a su patria, viendo en ello una gran oportunidad, pero ocurrió que eran tantos los jugadores italianos que estaban en el extranjero y algunos de tan dudosa capacidad profesional, que la ley se limitó a un jugador por equipo. 

Ya estando en Génova, es informado por los dirigentes del ‘blucerchiati’ que no podían inscribirlo en el plantel, ya que habían repatriado al centrocampista Dante Mircoli proveniente desde Estudiantes de la Plata. Ante esto, se le ofrece la posibilidad de integrar el plantel del Club Calcio Reggiana, que militaba en la serie B del fútbol italiano, lo que tampoco fructificó.

Después de esto, Novello viaja a Milán, recomendado por Boca Juniors y es admitido para entrenar, a modo de prueba en espera de la temporada venidera, en el A.C. Milán que dirigía Cesare Maldini, hasta que inoportunamente surge la amenaza del llamado al ‘servizio militare’, tomando Novello la decisión de regresar a Buenos Aires.  

 

Su paso por el fútbol mexicano

En las temporadas siguientes, Nicolás Novello tuvo buenas actuaciones en Boca, ingresando en muchos partidos desde la banca: en 1971 jugó 12 encuentros en el torneo Metropolitano y siete en el Campeonato Nacional, situación que se repitió en 1972, viendo acción en 12 partidos del Metropolitano y solo uno por el Nacional. En 1973, ante la poca continuidad del ‘Tano’ en el equipo de La Bombonera, es cedido a préstamo al Atlante F.C. de México. En la liga azteca el equipo de Novello obtuvo un magro 15° lugar entre 18 equipos, esquivando el precipicio del descenso.

Lo curioso fue el encuentro amistoso que el 7 de agosto de ese mismo año sostuvieron en el estadio Azteca de México, Atlante y Boca Juniors, en donde Nicolás Novello formó por los azulgranas, en la derrota mexicana por 0 a 2, en el marco del aniversario 55° del Atlante.

Es en esa temporada de la liga mexicana en que Nicolás Novello conoce y ve jugar al chileno Carlos Reinoso en el Club América, al cual hasta el día de hoy, en diferentes entrevistas, lo destaca como el mejor futbolista chileno que vio jugar durante su carrera profesional.

Nicolás Novello en Atlante de México, abajo segundo de izq. a der. (foto: www.atlantefc.mx)

 

El Mejor Gol del año 1974

En 1974, una vez terminado su préstamo en Atlante, Nicolás Novello regresó a Boca Juniors, situación que no le fue fácil, ya que se encontró con un plantel consolidado con nuevas figuras, como Enrique Vidallé [14], Marcelo Trobbiani [15], Alfredo Letanú [16], por lo que tuvo que rehacer su camino para ser considerado dentro del equipo estelar. Ese año vio acción en 15 enfrentamientos del Campeonato Nacional, anotando dos dianas para los ‘boquenses’ en la goleada de 9 a 0 sobre Puerto Comercial de Ingeniero White, en el recinto de la calle Brandsen.

En el Torneo Metropolitano, jugó nueve encuentros, con la conversión de dos goles, uno contra San Lorenzo para el triunfo por 1 a 0 en el campo de Independiente de Avellaneda y el otro frente a Ferrocarril Oeste en el segundo tanto, para el 1 a 3 en calidad de visita.

Ese gol que le convirtió a ‘los cuervos’ fue una obra de arte: corría el minuto 55 cuando el estratego Rogelio Antonio Domínguez ordenó el ingreso al gramado de Novello, sustituyendo a Carlos María García. Habían transcurrido 3 minutos de aquello, cuando por la derecha ‘Mane’ Ponce envía un centro que disputan en juego aéreo el defensor Ricardo Ernesto Rezza y el centrodelantero Alfredo Letanú, despejando tibiamente el primero con un cabezazo, quedando el balón flotando en el aire a dos metros del área chica: Novello, de espalda al pórtico, se elevó tomando impulso con su pierna izquierda y de chilena, conecta el balón hacia atrás con la derecha. El guardameta Andrés Irusta, solo hace vista para ver como la pelota se clava en el arco, junto a su poste izquierdo. Este acrobático tanto fue elegido por la prensa deportiva trasandina como el mejor gol del año y como el mejor gol de esa década de Boca Juniors.

Esta no sería la primera vez en que al Tano iba a ser galardonado, con un tanto de su factura, como el mejor gol del año…

Nicolás Novello convierte de chilena con Boca Juniors, el mejor gol del año 1974 (foto: revista El Gráfico).

En la segunda parte de esta nota, veremos cómo el ‘Tano’ Novello se consagra como figura en Chile defendiendo la camiseta de Unión Española, y su carrera posterior a su exitoso paso por el cuadro hispano.

[1] Entrevista a Nicolás Novello, 11 de mayo de 2023.

[2] Revista Estadio n°1718 del 13 de julio de 1976.

[3] Entrevista a Nicolás Novello, 11 de mayo de 2023.

[4]  Ídem.

[5] Alberto Mario González ‘Gonzalito’, seleccionado argentino, mundialista en Chile 1962 y en Inglaterra 1966, jugó en Unión Española en las temporadas 1970 y 1971.

[6] Ramón ‘Mané’ Ponce, el wing derecho, jugó en Colo-Colo entre 1976 y 1980.

[7] Carlos Adolfo Buttice, portero que fue parte del plantel de Unión Española campeón 1977.

[8] Rubén Magdalena, el defensor jugó en Unión Española en 1969 y 1970.

[9] Héctor ‘Bambino’ Veira, el delantero jugó en Universidad de Chile en 1976.

[10]Entrevista de Nicolás Novello en ConBocaDos, capítulo 8.

[11] Revista Así es Boca N°679, 26 de julio de 1967.

[12] Diario El Clarín, 14 de diciembre de 2019.

[13] José Rubén ‘Pinina’ Palacios, el volante jugó en Unión Española entre 1974 y 1978, siendo campeón con los ‘rojos’ en 1975 y 1977.

[14] Enrique Vidallé, portero que jugó en Palestino durante 1976 y 1977.

[15] Marcelo Trobbiani, campeón con Argentina en el mundial de México 1986, y campeón con Cobreloa en 1988.

 [16] Alfredo Letanú, delantero que jugó en Unión Española en 1976.

Fuentes:

Agradecimientos

Entregar mi gratitud a Don Nicolás Novello, quien muy cordialmente tuvo toda la buena disposición en entregarme sus testimonios y registros fotográficos familiares. 

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