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Víctor Urrejola, el primer seleccionado nacional de Ñublense

Por Danilo Mora

Mirando las fotografías de los primeros planteles del Liceo F.C., hay un hombre que capta la atención de cualquier observador. Un muchacho delgado, de amplia frente, tez deslavada y un peinado engominado que deja la huella en el cabello desde la frente hasta donde se pierde la vista en dirección a la nuca. Siempre con sus brazos casi adoptando la posición en jarra, con los codos arqueados. ¿Quién es ese joven?

Víctor Julio Urrejola Urrejola, un adolescente liceano que en los archivos del Liceo Narciso Tondreau, con 20 años, figura cursando Cuarto año de Humanidades en 1922. En las actas de notas de aquellos años se advierte a un estudiante dentro de la norma, que rendía algunos exámenes de repetición en castellano, filosofía, ciencias y francés.

En el Liceo F.C. se encuentra registro de su participación desde 1918, pero es en 1921 cuando brilla como back del plantel que obtuvo el campeonato del Ñuble, haciendo dupla con Belisario Galaz.

Su trayectoria como futbolista

Víctor Urrejola se inicia en el fútbol como pupilo de Manuel Lara Gutiérrez en el Liceo F.C. de Chillán, en 1918, cuando cursaba Primero Humanidades en el Liceo de Hombres de la ciudad. Poco a poco fue ganándose un puesto en el fondo del cuadro rojo, en el que cuidaba la retaguardia junto con Belisario Galaz. Juntos serían fundamentales en el título del campeonato de Ñuble en 1921. Su nombre deja de aparecer en las formaciones del cuadro color lacre a fines de 1923 y ya en la temporada 1924 no forma parte del Liceo F.C.

Posteriormente se va a estudiar a Santiago, donde forma parte del Internado F.C., equipo que luego de su fusión con el Club Atlético Universitario y el Club Náutico Universitario, cambiaría su nombre a Club Universitario de Deportes, para finalmente ser conocido simplemente como Universidad de Chile.

Allí se reencuentra con un conocido coterráneo: Gabriel Fagnilli, quien estudiaba en la Universidad de Chile. Allí, según indica Los Sports N° 58, debuta frente a la Unión Deportiva Española, en un triunfo por dos goles a cero.

No obstante, la primera referencia respecto de su rendimiento en el cuadro estudiantil se encuentra en su actuación ante el Santiago F.C. Su performance fue descrita así por la revista Los Sports N° 60 en 1924: 

“Su actuación fue lucida y encomiable en todo momento, salvando en una oportunidad de un seguro tanto a su equipo”. (p. 10)

En el Internado F.C. enfrenta a otros equipos poderosos del balompié santiaguino, como Audax Italiano, entre otros. Por su desempeño, en pocos meses pasa a formar parte de la selección de la Asociación de Santiago y en agosto participa en el Campeonato Nacional, integrando el equipo de la Zona Central, según constata el semanario Los Sports N° 75 de 1924.

En noviembre de ese mismo año, en un partido por la Asociación Santiago frente a los trasandinos de Mendoza, Urrejola deslumbra con su buen juego, siendo catalogado por Los Sports N° 90 como “el gigante de la cancha” (p. 12). Esta gran actuación, que le significó el rótulo de “el mejor de los 22” (p. 12) de aquella tarde, le valió una columna aparte en el mismo número de la histórica revista deportiva, en la que se describía su juego de un modo muy particular:

Internado 1925, hincado, el primero de izq. a der.

“Espigado, con más trazas de wing que de back. Es, tal vez, el mejor back derecho que pisa las canchas nacionales. (…) Valiente se lanza como un rayo a disputarle el balón al adversario, o le sigue veloz como un gamo cuando ha sido burlado. Usa ambos pies indistintamente. Y con ambos, su tiro es violento y bien dirigido. Urrejola pertenece al Internado. Estudia todavía. Lo cual quiere decir que bordeará apenas los 20 años. Si no descuida su entrenamiento, ¿hasta dónde podrá llegar este notable muchacho? Hasta el Campeonato Sudamericano, seguramente” (p.12).

Hacia 1925 comienza a jugar en Santiago Wanderers, equipo con el que consigue el título de campeón de Valparaíso aquel mismo año, según da cuenta el número 148 de Los Sports (1926). En ese club cumple una labor destacada -como en todos los equipos que defendió-, tanto así que en una encuesta de la misma revista fue elegido dentro de los backs que, según los lectores, debería formar el equipo internacional de fútbol de Chile, la selección, quedando siempre entre los cuatro centrales con mayores preferencias de los fanáticos en numerosas sondeos realizados durante el año, detrás de Ulises Poirier, Otto Ernst y Leoncio Veloso.

Su única presentación con Chile

En 1927 forma parte del seleccionado de la zona IV de la Federación de Fútbol de Chile, correspondiente a Valparaíso, conquistando con ellos el campeonato nacional al vencer a Coquimbo (zona III), Antofagasta (zona II) y a Concepción (zona VII), por tres goles a cero en la final.

En este campeonato, el defensa nacido en la tierra del Ñuble recibió loas de la prensa, que lo catalogaba en la edición 236 de Los Sports, de 1927, como una “figura preponderante” (p. 13), señalando además que “…en los backs, Urrejola y Vergara había un baluarte formidable” (p. 13).

Esta rotunda actuación le valió, ese mismo año, tal vez uno de los mayores logros en su vida deportiva: ser nominado a jugar por la selección nacional de fútbol un amistoso contra Uruguay. Este partido se disputó en el Valparaíso Sporting Club, de Viña del Mar, el 10 de diciembre. Urrejola hizo dupla en la zaga con Víctor Morales -quien formaría parte del plantel participante en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928- y el resultado favoreció al cuadro oriental por 3-2, según data en la cobertura realizada por Los Sports N° 249.

Ese sería su único partido en la selección nacional, transformándose en el primer jugador del Liceo F.C. en vestir la camiseta de la selección, que en esa ocasión vistió de blanco.

El año siguiente, Urrejola lo inició formando parte de Santiago Wanderers, no obstante, el historiador Sebastián Salinas indica que jugó de back por Colo-Colo algunos partidos, aunque en esa ocasión lo hacía como refuerzo proveniente desde el cuadro caturro.

Entre los partidos que juega el defensa ñublensino por los albos se encuentra el del 8 de abril de 1928, frente al combinado nacional, justo antes de los Juegos Olímpicos de ese año, en el contexto de una serie de partidos de preparación de la selección para reunir fondos y ver posibles jugadores que integrasen el plantel olímpico. El resultado de ese encuentro, según consigna La Nación del 9 de abril de ese año, fue empate 2-2 y Urrejola jugó en el fondo albo junto con Morales, su compañero en su única presentación con Chile.

Víctor Urrejola, a la derecha, vistiendo la camiseta de la selección nacional el 10 de diciembre de 1927.

A fines de abril, Urrejola emprende su viaje a Santiago para jugar por el Club Universitario de Deportes. Así lo indica Manuel Díaz (1952) en su libro “Wanderers biografía anecdótica de un club”, dando cuenta del desmantelamiento del plantel porteño. Entre los que se iban estaba Víctor, a quien le ofrecieron “una opípara comida de despedida, para que se fuera bien contento a Santiago a jugar por el Club Universitario” (p. 88).

Su puesto en cancha, uno solo

En agosto de 2017, un día antes del aniversario 101 de Ñublense, en el diario La Discusión, de Chillán, se publicó un texto que hablaba fugazmente de algunos hombres importantes en la época amateur de Ñublense, entre ellos, Víctor Urrejola. La nota en cuestión señala que “nadie recuerda al portero Víctor Urrejola, que en 1930 vistió la casaquilla de la Selección Chilena que enfrentó a Uruguay, campeón olímpico” (p. 15).

Por error se indica que su puesto no era defensa, sino arquero, pero se puede asegurar que su puesto fue siempre back. En todas las formaciones en que aparece participando en el Liceo F.C., Urrejola lo hizo jugando de back¸ lo equivalente al actual defensa central. También lo hizo en el Internado F.C., la selección de Santiago, en Santiago Wanderers y la selección de Valparaíso. Es en este puesto en el que brilló, de preferencia por el costado derecho. Por su desempeño en esta zona de la cancha es que lo convocan al seleccionado nacional en 1927. Así lo corrobora el historiador Sebastián Salinas, quien señala que, tanto en Wanderers, Colo-Colo y la selección nacional, siempre se desempeñó como back.

Otro elemento que puede ayudar a corroborar esta información es el color de las camisetas, donde claramente se identifica a Urrejola con el uniforme de jugador de campo y no de arquero. También es importante aclarar que el partido en que vistió la casaquilla de la selección nacional fue tres años antes de lo señalado en la nota de La Discusión.

Su rol en Ñublense

Entre 1918 y 1923, Urrejola se desempeñó como Jugador del Liceo F.C. Además de esto, desde 1922, y tras la fatídica muerte de Belisario Galaz, fue el capitán del plantel de honor, en una época donde la capitanía era mucho más que un liderazgo simbólico dentro de la cancha. El capitán era un líder moral, pero también futbolístico, era quien ordenaba tácticamente al equipo y daba indicaciones que hoy en día son propias del director técnico.

Paralelo al fútbol, Urrejola también explotó sus talentos en otras ramas del Deportivo Liceo. En atletismo destacó en salto largo y en la posta 4 por 100 metros, consiguiendo logros en diferentes competencias en la zona. Por ejemplo, en el verano de 1924, antes de emigrar a Santiago, en una competencia en Linares, cubierta por el semanario Los Sports N° 46, logra el primer lugar en ambas competencias.

Hacia 1939, con posterioridad al gran terremoto de Chillán, aparece nuevamente en el club, asumiendo esta vez un rol dirigencial, ocupando el cargo de vicepresidente de Ñublense bajo el mandato de don Oscar Álamos Lantaño. Aquí comparte en la mesa directiva con quien antes compartió en cancha: Carlos Godoy, otrora arquero del Liceo F.C., quien ocupaba el cargo de director de Ñublense, según informa La Discusión del 4 de noviembre de aquel año. Sin duda esto tuvo un componente emocional importante, un gran impulso anímico, necesario para salir adelante de un difícil momento, como fue el cataclismo del 24 de enero de 1939.

Ese mismo año, en su calidad de dirigente y referente histórico del club, acompaña al plantel en su gira a Santiago, donde en un preliminar entre Colo-Colo y River Plate, jugado el 17 de diciembre, enfrentó en el Estadio Nacional -que por entonces cumplía poco más de un año de funcionamiento- a los “viejos tercios” de los albos, combinado que reunía a las viejas glorias de Colo-Colo, como los hermanos Francisco y Guillermo Arellano, el portero Ibacache, Guillermo Subiabre, entre otros.

Al año siguiente, y bajo la presidencia de don Lautaro Vásquez Landa, es elegido tesorero del club, según informa el escrutinio de La Discusión, del 16 de julio 1940. Con posterioridad, sigue ligado al club en calidad de socio, ocupando de manera recurrente el cargo de tesorero, aprovechando su experticia de su labor en la Tesorería General de Ñuble.

El ex dirigente Jorge Ainardi recuerda, en una entrevista del 22 de febrero de 2018, a Víctor Urrejola como un “distinguido caballero, era nuestro tesorero. Cuando había elecciones podía haber divergencias por el candidato a presidente, pero tesorero, Víctor Urrejola al tiro. Era una excelente persona, muy dinámico. Un funcionario modelo en la Tesorería provincial”, donde muchas veces combinaba ambos cargos, vendiendo incluso entradas o pasajes para algún viaje en el contexto del Regional de Concepción de 1958, año en que también ocupaba el cargo de tesorero del club.

El domingo 11 de octubre de 1981, día de fútbol en cualquier cancha de Chillán -y tras estar toda una vida ligado a Ñublense-, a la edad de 79 años, terminó con un infarto al miocardio el partido de este hombre que fue parte de la historia del club, tanto dentro como fuera del rectángulo de cal, y que tiene el mérito de ser el primer “diablo rojo” en vestir la camiseta de la selección nacional.

Agradecimientos a Sebastián Núñez por aportar información vital para enriquecer esta nota.

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