El Estadio Ramón Cañas Montalva (1936-2022)

El día 26 de agosto de 1927 se reunieron en el local que por entonces ocupaba la Federación de Box de Magallanes, el capitán de Ejército Ramón Cañas Montalva, don Ernesto Detaille, Félix Morandé, Ricardo Lumbreras, Esteban Scarpa C., Salustio Sandoval y Santiago Pérez. En esta reunión, de inmensa importancia para el deporte de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, se echaron las bases de la que entonces se llamó “Unión Deportiva de Magallanes”, nombre que poco después sería cambiado por el de “Confederación Deportiva de Magallanes”, que ostenta hasta el día de hoy.

El objeto de su fundación, como el programa que hasta el día de hoy se ha realizado, ha marchado en íntimo acuerdo con los principios y fundamentos contemplados en sus estatutos, los que, entre otras cosas, dicen en su punto número 9: “Reunir fondos para adquirir terrenos para un gimnasio cubierto y Stadium, próximo a la ciudad, con las comodidades necesarias, como velódromo, piscina, secretarías”, etc.

En esa época y desde 1912, el único estadio oficial de las competencias de la Liga de Magallanes de fútbol, eran la hoy desaparecida cancha “Rómulo Correa”, que con los años se transformó en un obstáculo para el crecimiento demográfico hacia el norte de la ciudad de Punta Arenas.

El plan de realización aprobado por la directiva de la Confederación Deportiva de Magallanes en su primer periodo fue, como dice textual su memoria: “Adquirir un gimnasio donde ofrecer a viejos, jóvenes y niños, hombres y mujeres, las comodidades necesarias y el ambiente ideal de un templo consagrado al culto físico y al fortalecimiento del espíritu”, y elevó su programa a la Dirección General de Educación Física, presentando proyectos y planos, e incluyendo la piscina.

Para ubicar el estadio se buscaron los terrenos y, después de muchos trajines, se encontró un sector susceptible de aprovecharse por su extensión, adquiriendo primeramente la manzana N° 219, ubicada entre las calles Lautaro Navarro, O’Higgins y Carrera, en la suma de $ 45.000, con facilidades de pago. Luego se proyectó la compra de una hijuela adyacente, hacia el norte, al mismo tiempo que se compraba al Banco de Punta Arenas, un retazo a continuación de la hijuela citada, en la suma de $ 15.000. De la hijuela solamente se logró adquirir una parte para ampliar las canchas del estadio, el que se fue construyendo y mejorando paulatinamente, desde que se tuvo posesión de los terrenos.

Al centro el General Ramón Cañas Montalva inspeccionando los avances del nuevo recinto deportivo.

La presidencia de la Confederación Deportiva de Magallanes, en poder de don Ramón Cañas Montalva, aportó un vigoroso impulso a los primeros trabajos, indispensables por la configuración del lugar de terrenos bajos, los que hubo que rellenar en parte para construir la cancha de fútbol, pero antes de nada se contó con la colaboración de un grupo de militares, encabezados por los Suboficiales Pedro Bitterlich y Fabriciano Garrido, para la apertura de zanjas de drenaje, las que fueron rellenadas con piedras para facilitar el escurrimiento del agua, saneando de esa forma el campo de deportes.

Menciono esta obra preliminar por su importancia para el futuro de los trabajos en proyecto, siendo su ejecución recomendada por los técnicos, los que estuvieron a cargo del capataz y encargado del estadio don Ricardo Cárcamo, en representación de la Confederación Deportiva.

El reconocimiento a los trabajadores que, a pala y picota, trabajaron en la construcción del recinto deportivo. En la imagen varios de los que trabajaron en zanjas y drenajes.

El ingeniero municipal Fortunato Ciscutti fue asesor técnico de la Confederación en los primeros años, siguiendo luego en esa misión el ingeniero del Departamento de Caminos, don Alberto Asenjo L., adelantándose en la primera década con la construcción de la cancha de fútbol y la pista atlética, las que se ejecutaron con las medidas y proyectos enviados por el recordado don Carlos Strutz, maestro del atletismo chileno.

Una vista panorámica del estadio a tres meses de ser inaugurado.

Las tribunas se proyectaron con los planos confeccionados por el ingeniero municipal don Abel Munizaga. La pista atlética se utilizó en 1935, y el trabajo del conjunto del estadio con sus tribunas, hacia diciembre de 1935 estaba casi concluido. Es por lo que se constituyó una comisión encargada de organizar la inauguración del estadio, la que sería presidida por el General Ramón Cañas Montalva, quien fuera fundador de la Confederación Deportiva de Magallanes y presidente de ella entre 1927 y 1931, un militar con una gran visión geopolítica que aportó al desarrollo de la región en lo social, cultural en soberanía del territorio -especialmente de la Antártica – y en lo deportivo, unificando al deporte en beneficio de sus integrantes y de la comunidad. Junto a  Cañas Montalva, formaron la  comisión del programa de inauguración del estadio los directivos de la Confederación Deportiva de Magallanes: su presidente Juan Dick, el vicepresidente Juan Doberti, el tesorero Constantino Jaime y el secretario Santiago Pérez, participando además los miembros de la comisión de picnic Bernardino Salgado, el teniente contador Reinhart, y don Jorge Brown, encargado de los juegos populares, quienes en conjunto programaron la inauguración del estadio para el domingo 12 de enero de 1936.

Para la inauguración el presidente de la Confederación Deportiva de Magallanes, don Juan Dick, invitó al acto a las autoridades de la Provincia, a fin de darle solemnidad patriótica, y al Alcalde de la comuna, para la recepción oficial de la obra realizada.

Vista parcial del estadio de la Confederación Deportiva de Magallanes (foto diario El Magallanes de Punta Arenas).

El programa confeccionado para la oportunidad se llevó a cabo con gran entusiasmo por los participantes, en una tarde apacible como pocas y sin viento, lo que permitió el mejor éxito de la fiesta deportiva. Se dio comienzo con el partido infantil de fútbol entre los pequeños de los equipos del Chile y del Scout, triunfando después de reñida lucha el equipo del Chile por la cuenta de 2-1.

A las 14 horas se continuó con las pruebas de atletismo programadas:

100 metros planos: ganador el atleta H. Voullieme en 12’’ 2/5.

200 metros planos: ganador Pedro Vicente en 24’’.

3000 metros planos: ganador A. Santana en 10:33.

En la prueba de fondo, los maratonistas dieron ocho vueltas a la cancha, siendo ganador el atleta del Scout Gabriel Ovando, con 11:26 y 2/5.

Según el programa, se enfrentaron en representación del fútbol los equipos de Destacamento y Naval, partido que comenzó con mucho entusiasmo y buen juego, lo que prometía una gran muestra de fútbol por parte de ambos equipos.

Desgraciadamente, esto duro poco, pues los ánimos se enaltecieron más pronto de lo deseado, y empezó un juego brusco, que culminó con un incidente lamentable que pudo tener fatales consecuencias para el portero del Destacamento quien, al ser cargado, fue alcanzado por un fuerte puntapié del delantero del Naval Ampuero, que le dio en la frente dejándolo sin conocimiento. El Dr. Emilio Covacevich atendió al jugador, el que presentaba una herida contusa en la región frontal, la que necesitó ser suturada.

A raíz de este accidente, se suspendió el partido cuando el marcador indicaba un empate a 3 goles por lado, dando el pitazo final el dirigente y árbitro Reinerio García.

De inmediato, se procedió al izamiento de la bandera olímpica bajo los acordes de la marcha de Yungay, para continuar con el discurso del Dr. Covacevich, dirigido especialmente a la juventud magallánica presente en el estadio, del cual extraigo frases que a futuro marcarían el desarrollo de la Confederación Deportiva de Magallanes, ente propulsor del deporte regional. El Dr. Covacevich, con gran elocuencia, indicó:

“Lo que hasta ayer parecía una quimera, una ilusión, hoy va transformándose en una tangible realidad. El anhelo más hondamente sentido por los deportistas magallánicos se materializa hoy en este Estadio en ciernes. Obra grande y bella hecha una realidad gracias al esfuerzo de hombres con espíritu selecto, y de una conciencia clara y precisa de lo que es el presente y de lo que nos depara el Porvenir.

El Estadio, no es sólo el yunque en que el atleta va bruñendo sus músculos, el boxeador templando sus puños o el nadador cincelando el cuerpo de un Adonis. El Estadio es esto y mucho más: es el crisol en que las generaciones presentes y futuras irán vigorizando su cuerpo, templado su espíritu para un mejor triunfo en la lucha de la vida.

El Estadio, para llenar la función social que está llamado a desempeñar, no sólo debe orlar la frente del campeón con la guirnalda del triunfador, sino también debe abrir sus puertas, y muy ampliamente al escolar escualitíco, al raquítico de la calle, al anquilosado oficinista y al público en general… Chile tiene el tristísimo privilegio de marchar a la vanguardia de los demás países por su alto coeficiente de morbilidad provocada por la tuberculosis, por el alcoholismo, el raquitismo y las plagas sociales.

El dilema es claro y preciso, y es justamente el Estadio quien nos está gritando: o traéis a la juventud aquí, o ella prematuramente irá a poblar el cementerio. Entonces por Chile, por nuestra patria, por la humanidad toda, debemos unirnos y contribuir a que, a la brevedad posible, este bosquejo de Estadio sea toda una bella y tangible realidad”.

Después se efectuó el desfile de atletas, con el estandarte olímpico a la cabeza, en el siguiente orden: autoridades deportivas, asociaciones y clubes: Naval, Scout, Español, Sokol, Olimpia y Destacamento.

Los juegos populares a cargo del Olimpia fueron muy aplaudidos y constituyeron un atractivo número del programa, en el que el dirigente del Olimpia, Jorge Brown, hiciera de acuerdo con el programa, reparto de golosinas a los innumerables niños que asistieron al acto de inauguración del estadio.En 1937 el estadio ya contaba con el frontis y galerías para los espectadores.

Tribuna oficial del Estadio Ramón Cañas Montalva, que cada domingo se llenaba de espectadores para disfrutar del programa deportivo.

Con el tiempo, la Confederación Deportiva de Magallanes, por unanimidad decide colocar al complejo deportivo el nombre de “Estadio Ramón Cañas Montalva”, justo reconocimiento a quien, con su aporte, fue protagonista principal del desarrollo del deporte regional.

General de Ejército don Ramón Cañas M., creador de la Confederación Deportiva de Magallanes (foto gentileza Confederación Deportiva de Magallanes).

El estadio Ramón Cañas Montalva ha sido mudo testigo de numerosas jornadas memorables, como la actividad desarrollada el 19 de noviembre de 1939. Fue una recepción realizada por los deportistas de Magallanes al Presidente de la época, Pedro Aguirre Cerda, quien fuera acompañado del Ministro de Salud, Salvador Allende Gossens, y quien asumiera en su cargo el 28 de septiembre de ese año. También se hizo presente en el estadio esa jornada, el encargado de la Delegación Universitaria Deportiva, Eduardo Frei Montalva, que además era presidente de la Acción Católica. Es decir, en un mismo acto en el histórico estadio y sin saber lo que depararía el futuro, se reunían tres Presidentes de la República, el vigente y dos que lo serían más adelante.

Entrada del estadio a la espera del Presidente de la República don Pedro Aguirre Cerda.

El Presidente Pedro Aguirre Cerda en la tribuna principal del estadio en 1939 (foto captura de video Cineteca Nacional de Chile).

En lo deportivo, el estadio ha sido escenario de grandes eventos, como lo fue la visita en 1938 de la Universidad Católica, que alineando con: Raimundo Loezar; Luis Vidal, Alberto Buccicardi, Óscar Rivas, Óscar Álvarez, Salvador Nocetti, Ezequiel Bolumburu, Víctor Alonso, Otoniel Pasara (primer extranjero contratado por los cruzados), Néstor Braythwate y la gran figura de Raúl Toro Julio (refuerzo universitario), perdieron ante una entusiasta selección de Punta Arenas por 3-5.

El año 1939, gracias a las gestiones del entonces Presidente de la naciente Asociación de Fútbol de Punta Arenas, don Enrique Abello (1937-1940), después de muchos esfuerzos consigue contratar por cuatro meses el afamado entrenador argentino Nicolás Lombardo, quien habiendo nacido en 1903, debutaría como jugador a los 19 años por River Plate, y luego jugaría en la Roma y el Pisa de Italia, iniciándose como entrenador en 1935 en Pisa, Italia, para regresar por razones familiares a Argentina haciéndose cargo de la dirección técnica de Racing Club. Lombardo utilizó el recinto deportivo como su centro de operaciones para entrenar a los futbolistas magallánicos, inculcándoles la preparación física como base del desarrollo del fútbol.

Otra tarde inolvidable ocurrió en el verano de 1948, con el partido entre Universidad de Chile y la selección de Punta Arenas, duelo ganado por el equipo azul por 4-1, pero en el recuerdo de los magallánicos más que la derrota, quedó la vuelta olímpica y el merecido homenaje a Eduardo ‘Pulpo’ Simián, acto comparable solo al homenaje que se le entregaría por parte de Colo Colo en su visita a Punta Arenas en 1959, cuando miles de personas hicieron sonar sus palmas para agradecer y reconocer la trayectoria de don Atilio Cremaschi.

Las graderías del estadio repletas de espectadores

Podríamos seguir detallando tardes memorables en el Estadio Ramón Cañas Montalva, pero nos quedaríamos cortos en este espacio que busca rescatar la memoria deportiva del fútbol chileno, donde la región de Magallanes, sin tener fútbol profesional, tiene mucho que decir. No es menor que el Estadio Santa Laura, antiguo recinto deportivo de la Región Metropolitana, en sus galerías sur y norte lleve el nombre de dos futbolistas nacidos en Magallanes: Atilio Cremaschi (Punta Arenas) y Honorino Landa (Puerto Natales).

Un afectuoso saludo a la celebración de los 86 años de la fundación del Estadio Ramón Cañas Montalva, un recinto deportivo con historia que ha albergado variadas disciplinas deportivas como fútbol, atletismo, ciclismo, motociclismo, boxeo, revistas deportivas y varios campeonatos nacionales, llevándolo a ser, por su historia, el recinto más importante de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.