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La última estación de Arturo Fernández Vial en Primera

Por Fabián Mardones

Después de cumplir su mejor campaña en Primera División en 1991, lo que incluso les permitió disputar la liguilla para clasificar a Copa Libertadores de América, los hinchas de Arturo Fernández Vial esperaban repetir semejante presentación la temporada 1992, sin embargo, los malos resultados del equipo terminaron con el conjunto aurinegro descendido a Segunda División y sin la posibilidad, hasta el día de hoy, de retornar a la máxima categoría del fútbol profesional chileno.

Como era de suponerse, tras la sorpresiva e histórica campaña de 1991, muchos de los jugadores que conformaron el plantel ‘ferroviario’ se fueron del club, tentados por las ofertas de otras instituciones que se interesaron en ellos. Así, dejaron las filas del ‘cuadro del almirante’ importantes valores como el arquero Osmar Brunelli, quien partió a Cobresal, el defensa argentino Víctor Hugo Amatti, quien se fue al Coquimbo Unido que disputó la Copa Libertadores, el también zaguero Pedro Jaque, que partiría a Cobreloa, donde se titularía campeón, los volantes Luis Ceballos (O’Higgins), Alberto Cisternas y Walter Pajón (Deportes Concepción), Luis Riquelme (Deportes La Serena) y el delantero Álvaro Vergara, quien había sido el goleador del equipo y que emigró a Deportes Antofagasta.

Para 1992 sólo continuaron de la campaña anterior el joven arquero Pablo Peñailillo, los defensas Eduardo Valdebenito, David Gómez, Hugo Cortez, quien había disputado en Chile el mundial juvenil de 1987, Mario Pérez y Alexis Garrido, más los mediocampistas Juan Rojas y Luis ‘Chiqui’ Chavarría, quien en esos años quemaba sus primeras armas en el profesionalismo.

El equipo de Arturo Fernández Vial de 1991, que consiguió la mejor campaña del equipo en Primera División

Mientras tanto, como refuerzos llegaron al elenco aurinegro el experimentado arquero paraguayo Antonio Zaracho, quien provenía desde Huachipato; los defensas Pablo Yoma, proveniente de Everton, y Lorenzo Merino, desde Iberia Bío-Bío; el mediocampista argentino Héctor Bidoglio, quien después sería seleccionado venezolano; y los delanteros Sergio Ceballos (Huachipato), Fernando Vergara, quien retornaba al equipo tras su paso por Universidad de Chile; el paraguayo Javier Araujo (Huachipato), Ángel Bustos (Cobreloa) y Wilson Fre (Santiago Wanderers).

 

Pésima Copa Chile e inicio del torneo ‘oficial’

La Copa Chile del año 1992 ya evidenciaba que algo no andaba bien en las huestes ferroviarias. Un solo triunfo en 10 partidos (2-1 a Deportes Concepción en el clásico penquista) y el último lugar del Grupo 5 con siete puntos, hacían presagiar que la histórica campaña de 1991 no volvería a repetirse.

Para alejar esos fantasmas, el conjunto vialino, que mantuvo la dirección técnica de Eduardo Cortázar, comenzó el torneo de 1992 con un triunfo 3-1 ante Coquimbo Unido en el estadio Municipal de Concepción, con goles de Mario Pérez, de penal, José Pérez y Fernando Vergara. Luego vinieron dos empates 0-0, ante Deportes Concepción y Universidad Católica, y la primera derrota del campeonato, recién en la cuarta fecha, ante Universidad de Chile, por 1-0 en el estadio Santa Laura.

Tras esa caída ante el cuadro azul, Arturo Fernández Vial completó seis partidos más sin conocer la victoria, lo que hizo alejar cualquier esperanza de volver a disputar la clasificación a un torneo internacional, como lo había hecho el año anterior. De esta forma, se confirmaban todos los temores de los hinchas tras la pésima campaña en la Copa Chile, centrándose ahora en la lucha por evitar el descenso. Recién en la undécima fecha los vialinos conseguirían su segundo triunfo del campeonato, al vencer en condición de visitante a Deportes Temuco por 3-0 en el estadio Germán Becker, con anotaciones de Mario Pérez, Héctor Bidoglio y Javier Araujo.

Luego de la victoria en Temuco vino una nueva racha negativa, con siete partidos sin vencer, hasta que llegó el compromiso por la decimonovena fecha del torneo ante Universidad de Chile, cuando ante 12 mil 196 personas que se dieron cita en el estadio Municipal de Concepción, el cuadro aurinegro se impuso por la cuenta mínima, gracias al gol anotado por Juan Rojas a los 42 minutos del primer tiempo. Apenas tres triunfos en 19 partidos, undécimos en la tabla de posiciones, con 16 puntos, a sólo dos unidades de los puestos de descenso.

Después, tres encuentros más sin poder ganar: empate 1-1 en Antofagasta, igualdad sin goles con O’Higgins en Concepción, y derrota por 3-1 ante Everton en el Sausalito de Viña del Mar; para llegar a la fecha 23, el sábado 7 de noviembre de 1992, cuando derrotaron a Cobresal por 2-1, en el municipal penquista, con anotaciones de Sergio Ceballos y el argentino Héctor Bidoglio. Con 20 puntos, Arturo Fernández Vial se encontraba en el duodécimo puesto de la tabla, por encima de Deportes Temuco, Deportes Concepción, Deportes La Serena y Huachipato.

En las cinco jornadas siguientes, el conjunto aurinegro sólo obtuvo dos puntos (empates ante Deportes Temuco y Palestino, como local), mucho menos que sus rivales directos con los que disputaba el descenso a Segunda División. Así, en el mismo período los de La Araucanía sumaron siete unidades, Deportes La Serena, seis, al igual que Huachipato, y Deportes Concepción cuatro unidades; lo que trasladó al equipo dirigido por Eduardo Cortázar al penúltimo lugar de la tabla de posiciones en la fecha 27, a sólo tres del final del torneo.

De esta manera, llegaba la penúltima jornada del campeonato. El ‘conjunto del almirante’ debía desplazarse a Calama para enfrentar a Cobreloa, equipo líder del torneo que podía coronarse campeón del certamen si vencía a los ‘ferroviarios’. Arturo Fernández Vial debía sumar para escapar al ‘fantasma del descenso’.

El domingo 13 de diciembre de 1992, ante 11 mil 536 espectadores y bajo el arbitraje de Mario Sánchez, se producía una de las paradojas que a veces nos muestra el fútbol. Mientras Cobreloa celebraba el triunfo por 3-2 (goles de Juan Covarrubias, Jaime Vera y Ramón ‘Peraca’ Pérez, para Cobreloa, y de Fernando Vergara, en dos ocasiones, para los aurinegros) que le permitía alcanzar su quinto título de Primera División, los jugadores de Arturo Fernández Vial sufrían con el descenso de categoría, justo un año después de la mejor campaña histórica del conjunto aurinegro.


En 1992, Arturo Fernández Vial jugó su última temporada en la máxima categoría del fútbol profesional chileno

Para el recuerdo: El último partido en Primera División

Ya con el descenso consumado, ‘el Vial’ debía cerrar el torneo enfrentando por la última jornada, en condición de local, a Huachipato, el otro cuadro que perdió la categoría aquel año.

El conjunto aurinegro, que en ese entonces aún tenía su sede en calle Arturo Prat, venció por 3-2 (goles de Lorenzo Merino, Pablo Yoma y Fernando Vergara) y se despidió con la frente en alto de las 1.612 personas que llegaron aquel sábado 19 de diciembre de 1992 al estadio Municipal de la avenida Collao, sin saber que ese sería el último partido de Arturo Fernández Vial en Primera División en más de 28 años.

Para la historia y el recuerdo de los hinchas vialinos la ficha de ese partido:

ARTURO FERNÁNDEZ VIAL 3-2 HUACHIPATO
19/12/1992. Fecha 30 Primera División 1992. Estadio Municipal de Concepción. Público: 1.612. Árbitro: Sergio Vásquez.
ARTURO FERNÁNDEZ VIAL: Antonio Zaracho; Alexis Garrido, Pablo Yoma, Lorenzo Merino, Mario Pérez; Héctor Bidoglio, Hugo Cortez, Juan Rojas (Eduardo Valdebenito 46’); Wilson Fre (Juan Muñoz 59’), Fernando Vergara, Sergio Ceballos. DT: Eduardo Cortázar.
HUACHIPATO: José Letelier; Carlos Ramírez, Jorge Carrasco, Roberto Rosales, Ricardo Moya (Miguel Pérez 85’); Julio Pastén, Leonardo Gajardo, Eduardo Espinoza; Luis Zambrano, Marcelo Caro, Wilson Núñez. DT: Rolando García.
GOLES: Merino 9’ (c); Yoma 40’; Vergara 67’ (c); Rosales 70’; Rosales 86’ (p).
EXPULSADOS: Cortez 27’; Núñez 35’; Garrido 90’; Espinoza 90’.

Derrotero tras el descenso

Luego de caer a Segunda División, el conjunto vialino apenas ocupó el 13° puesto entre 16 participantes en el torneo de la categoría en 1993, con un plantel en que destacaban el regreso de Alberto Marmaduque Cisternas y la experimentada dupla de ataque conformada por Carlos Soza y Héctor Francino.

En 1994, tras alcanzar el tercer lugar de la tabla de posiciones detrás de Deportes Concepción y Huachipato, Arturo Fernández Vial disputó la Liguilla de Promoción para retornar a Primera: el rival fue Provincial Osorno. El enfrentamiento de ida y vuelta comenzó con un empate 0-0 en el Municipal de Concepción el 20 de diciembre; pero en la revancha jugada el viernes 23 de diciembre en el Parque Schott, el cuadro osornino venció por 3-0 y se mantuvo en la máxima categoría del fútbol profesional chileno, privando así al ‘elenco ferroviario’ de ascender a Primera.

El año 1995, Arturo Fernández Vial hizo noticia a nivel nacional, pero no por lo destacado de su campaña -terminó en el séptimo lugar de la tabla de posiciones, lejos de los puestos de ascenso y promoción-, sino por la llegada del mundialista argentino Mario Alberto Kempes, goleador del Campeonato Mundial disputado en su país en 1978 y figura de aquel combinado que terminó alzando la Copa tras vencer en la final a Holanda. El hoy comentarista de televisión, que en ese entonces ya cargaba con 41 años, marcó cinco goles en sus 11 partidos jugados con la camiseta aurinegra.

El mundialista Mario Alberto Kempes vistió la camiseta de Arturo Fernández Vial en 1995

La década de 1990 terminó con la irregularidad adueñándose de las campañas del ‘Almirante’, inclusive con amenaza del descenso a la Tercera División en 1998.

Con el inicio del nuevo siglo, los hinchas vialinos volvieron a ilusionarse con la posibilidad de volver a Primera División. Era el año 2000 y un plantel plagado de jóvenes, en el que destacaban Felipe Núñez, Manuel Villalobos, el experimentado Rubén Dundo y el uruguayo Gustavo Biscayzacú, peleó hasta las últimas fechas la opción de ascender a la máxima categoría, la que se desvaneció con una derrota como local ante Rangers, por 0-1, en la penúltima fecha del torneo. Pese a obtener el cuarto lugar, por detrás de Unión San Felipe, Rangers y Deportes Talcahuano, las bases de aquel año no estipulaban una liguilla de Promoción ante equipos de Primera.

Tras un mal inicio en 2001, los vialinos nuevamente terminaron en el cuarto lugar de la tabla de posiciones, y otra vez el reglamento no contemplaba la liguilla de Promoción. En 2002 terminan en el primer puesto, pero de la zona de descenso (novenos en la tabla general). En 2003, Arturo Fernández Vial termina en la quinta posición y al año siguiente ocupa el sexto lugar entre los ocho equipos que conformaron la Zona Sur del campeonato de Primera B.

En el año 2005, nuevamente el conjunto aurinegro coquetea con los puestos de descenso a Tercera División y termina en el duodécimo puesto entre 14 equipos, superando solamente a Deportes Copiapó y Naval; y en la temporada siguiente, 2006, con un equipo plagado de jugadores experimentados como Jorge Torres, Eric Carrasco, Darwin Pérez, Eduardo Díaz, César Burgos y Richard Zambrano, el cuarto lugar obtenido en la tabla de posiciones le permitió, ahora sí, enfrentar en duelos de ida y vuelta a Palestino por la liguilla de Promoción. El cuadro árabe ganó los dos encuentros, 3-1 en Concepción y 1-0 en La Cisterna, y nuevamente se esfumaron las ilusiones de los hinchas del ‘Almirante’ de retornar a Primera.

En 2007, el conjunto aurinegro se salvó apenas en la antepenúltima fecha de caer a Tercera División y ocupó el penúltimo puesto de la tabla de posiciones, sólo superando a Deportivo Temuco; y en 2008, tras 16 temporadas consecutivas en Primera B, terminó descendiendo tras caer ante Santiago Wanderers por 1-2 en el estadio Municipal de Concepción, en lo que es hasta hoy, el último partido de Fernández Vial en esa categoría.

 

Tercera División, ‘los dos Vial’ y la vuelta al profesionalismo

Al cuadro vialino le costó salir de la Tercera División, torneo del cual fue su primer campeón en 1981, tanto así, que el año 2009 debió disputar una liguilla de Promoción ante General Velásquez para no descender a Tercera B. Tras dos empates 2-2, sólo la victoria en definición a penales en la capital penquista le permitió al conjunto aurinegro salvar la categoría.

En 2010 nuevamente estuvo a punto de descender a Tercera B y sólo un triunfo 2-0 en la última fecha ante Municipal La Pintana y la derrota por 1-0 de Linares Unido ante Deportes Temuco, permitieron que el conjunto penquista zafara por apenas un punto de la posibilidad de caer a lo más bajo del escalafón del fútbol chileno.

Después de esas dos temporadas para el olvido, en 2011, el conjunto ‘ferroviario’ rozó el retorno a Primera B. En una apasionante liguilla, en la que los cuatro participantes llegaron a la última fecha con opciones de ascender, Arturo Fernández Vial derrotó 2-0 a Iberia en Linares, donde los aurinegros hicieron de local tras un castigo al estadio Municipal de San Pedro de la Paz, pero el triunfo de Barnechea sobre Municipal Mejillones por 3-0 impidió a los aurinegros dar la vuelta olímpica y volver de ese modo al fútbol profesional.

Así llegamos a 2012, año en que ocurre lo impensado: dos equipos con el nombre de ‘Fernández Vial’ en las distintas categorías del fútbol chileno.

¿Cómo se llegó a esta extraña situación? Para aquella temporada, la A.N.F.P. decidió crear una nueva categoría: la Segunda División, una estación intermedia entre Tercera División y Primera División B, a la que fue invitado el elenco de Arturo Fernández Vial. Entonces, tras un quiebre interno, una facción de la dirigencia creó una Sociedad Anónima reconocida por el ente rector del fútbol profesional chileno, mientras que otro grupo conformó una corporación, a la cual siguieron la gran mayoría de los hinchas, para continuar participando en la Tercera División.

El equipo de la Segunda División terminó a duras penas el campeonato y fue desafiliado de la A.N.F.P. por problemas económicos, mientras que su par del fútbol amateur culminó en quinto lugar entre siete equipos en la zona sur, y no alcanzó a obtener un cupo en la liguilla de Ascenso.

En 2013, tras una gran campaña, Arturo Fernández Vial dirigido técnicamente por Erwin Durán, logró el título de Tercera División, tras vencer por 2-1 a Deportes Quilicura en el estadio El Morro de Talcahuano, en la última fecha del cuadrangular de ascenso a Segunda División. Los hinchas que repletaron el recinto chorero se emocionaban con el retorno de los aurinegros al fútbol profesional, pero la A.N.F.P. cerró las puertas a tal posibilidad, tras reclamar la millonaria deuda contraída por la S.A.D.P. que participó en Segunda División el año anterior.

De esta manera, el conjunto aurinegro entró en receso durante dos años y volvió a la competencia de Tercera División en 2016. Un meritorio cuarto lugar, a nueve puntos del campeón Provincial Osorno, hacía ilusionarse a los hinchas con un rápido retorno al fútbol profesional, lo que se consiguió a la temporada siguiente, de la mano del director técnico Felipe Cornejo, tras derrotar por 5-0 a Municipal Salamanca y alcanzar el segundo lugar del torneo tras General Velásquez.

La temporada 2018 marcó el retorno al fútbol profesional del conjunto aurinegro. Aquel año ocupó el séptimo puesto entre 10 equipos que participaron en la Segunda División. En 2019 fue octavo, entre 11, y en el torneo 2020 peleó mano a mano con Lautaro de Buin la chance de volver a Primera B, no logrando el objetivo final.

En el torneo de 2020,  Arturo Fernández Vial disputó palmo a palmo la opción por retornar a Primera B.

Fuentes:

  • Revista Triunfo
  • Diario Concepción
  • Goles son Amores
  • Archivo personal

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