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La Historia de los Campeones, una crítica con historia

Por Rino Curotto

El periodista deportivo chileno Edgardo Marín es un referente en historia del fútbol chileno. Ha destacado tanto como columnista, redactor, autor de libros histórico-deportivos y como prologuista de diversos libros del tema.

Se inició profesionalmente en El Diario Ilustrado, desde donde pasó a la revista Estadio de la mano de su “padre” periodístico Antonino Vera, revista de la que incluso llegó a ser uno de sus propietarios. Salió de la revista Estadio a fines de los años 70, para luego trabajar en diversos medios, como las revistas Deporte Total, Don Balón y El Gráfico Chile; los diarios La Tercera y El Mercurio (hasta hoy); las radios Chilena, Minería y Cooperativa; y en el hoy canal Chilevisión, TVN y La Red en televisión. Ha recibido los más importantes reconocimientos en su área en Chile: El Premio Raúl Prado Cavada por su aporte al Periodismo Deportivo en 1989, el Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 1993, y el Premio Maestro del Periodismo Deportivo el 2013.

Su obra escrita es prolífica y fundamental para conocer y comprender la historia del fútbol chileno. Cuando nadie publicaba libros de fútbol en Chile, comenzó con el libro “De David a Chamaco: Medio siglo de goles” de 1975, escrito en coautoría con Julio Salviat y con la historia de Colo Colo en el año de su aniversario 50. Diez años después publicó “La Roja de Todos: Selección Chilena de fútbol 1910-1985”, con la historia del combinado nacional hasta ahí. Su tercer libro, el segundo en solitario, es “La Historia de los Campeones: 1983-1987”, con la historia de todos los campeones de la Primera División chilena publicado en 1988 en su primera edición. En 1995 publicó “Centenario: Historia Total del Fútbol Chileno: 1895-1995”, obra fundamental en la materia. Ya en este milenio ha publicado “Historia del Deporte Chileno” (2007), donde actuó como compilador, y “La Selección de Julio Martínez” (2009), en donde compiló las columnas que el destacado ‘JM’ escribió entre 1947 y 2003 sobre la selección chilena, principalmente en Estadio y Las Últimas Noticias. 

Artículo del diario La Tercera (14/12/1988) que da cuenta de la primera edición del libro “Historia de los Campeones”

 

El diario La Cuarta (11/12/1988) también dio cuenta el nuevo aporte de Edgardo Martín a la cultura futbolística nacional

Esta crítica es sobre el libro “La Historia de los Campeones”, obra con la que me une una historia particular, al igual que con su autor.

Como amante del fútbol chileno y su historia, fue inevitable que a Edgardo Marín lo conociera como periodista desde hacía ya varios años. Casualmente el año 2001 leía la revista Triunfo, como lo hice semanalmente por muchos años. Leyendo la sección de cartas al director, me encuentro con una en la que un lector consultaba por dónde poder conseguir el libro de Edgardo Marín, La Historia de los Campeones. En ese momento ya conocía de la existencia de dicho libro, pero no lo tenía, ni siquiera lo había visto ni conocía su portada. Por esos años, incipientes en el uso masivo de internet, lo que se encontraba en la red era infinitamente inferior al caudal informativo del que hoy disfrutamos, pero como ya había iniciado mi afición por hacerme de libros de historia de fútbol, presté más atención que nunca a la lectura de dicha carta al director, más aún considerado que un lustro antes había comprado “Centenario: Historia Total del Fútbol Chileno, 1895-1995”, memorable libro de Marín, de gran formato, y “gran” por tamaño y más aún por calidad, una verdadera biblia del fútbol chileno en su primer siglo de vida organizada.

En fin, resultó que el director, o quien se encargaba de responder sus cartas, manejaba el inusual y puntual dato de que había algunas copias disponibles en la librería Brac de Providencia, en la avenida del mismo nombre, a la altura de la salida norte de la estación de Metro Manuel Montt.

Resulta que por entonces vivía bastante cerca de dicha librería, por lo que no perdí tiempo y al día siguiente fui a preguntar. Me sorprendió que la librería fuera de esas que no venden libros, sino más bien artículos escolares, de oficina y papelería. Incluso sacaban fotocopias y anillaban. A lo más vendían algunos libros para colegio, así que sin estar muy seguro pregunté por el libro que buscaba. La señorita que me atendió me miró extrañada, como dándome a entender que estaba preguntando en el lugar equivocado. Pero después de un breve silencio me dijo que la esperara porque iba a preguntar. Se perdió en el interior de la librería y volvió con un dependiente de mayor rango, no sé si el administrador o el dueño, el que me respondió que sí lo tenían, que les quedaban las últimas copias, y una sonrisa llenó mi cara. Antes de preguntar por el precio al mismo dependiente, éste me preguntó por cómo supe que lo vendían ahí, ya que hacía años que no preguntaban por él. Le conté lo de la revista Triunfo y se sorprendió del dato que manejaba quien respondió a la consulta del lector.

Obviamente pregunté el precio, esperando que costara lo que valía normalmente un libro de ese tipo por esos años, quizás un poco más al ser un libro de investigación. La verdad esperaba que me dijeran un precio de entre $ 10.000 y $ 15.000, lo que estaba dispuesto a pagar, pero mi sorpresa fue aún mayor al escuchar que costaba sólo $ 3.000. Sin dudarlo adquirí tres ejemplares, pensando en leer y atesorar una copia, y dejar las otras dos como alternativa para regalar.

No permití que me los envolvieran ya que quería ojearlo de inmediato. Ahí me di cuenta de que eran ejemplares de la segunda edición de La Historia de los Campeones, la que incluía hasta el año 1991 en vez de 1987, cuánto mejor aún.

Portada edición 1988.

 

Como ya está dicho, la primera edición de La Historia de los Campeones se publicó en diciembre de 1988, e incluyó los campeones chilenos desde 1933 a 1987, ya que el torneo de 1988 culminó recién el verano de 1989. Se había acabado la primera edición y en julio de 1991 Marín aprovechó de lanzar una segunda, actualizada, incluyendo hasta la Copa Libertadores de América recién obtenida por Colo Colo.

Teniendo poco donde comparar con otro trabajo similar en Chile, especialmente en los años en que se publicó, en esta gran cronología de los torneos del fútbol chileno y sus campeones, se ve una investigación rigurosa y concienzuda, transformándose en una fuente de consulta valiosa y confiable. En sus páginas, el libro va rescatando grandes momentos de cada torneo, con detalles sabrosos que le dan contexto a cada campaña. Leerlo además entretiene, es como revisar un libro de los récords de Guinness.

Impreso por la Empresa Periodística La Nación, la edición de 1991 contiene 396 páginas. Tal vez se le podría criticar la ausencia de un prólogo o introducción, pero leyéndolo pareciera no necesitarlo, quizás aún más hoy, en tiempos de ansiedad y resultados inmediatos, ya que va directo al grano desde el primer minuto.

Luego del índice comienza el detalle de todos los campeones chilenos desde Magallanes en 1933, dedicando de cuatro a diez páginas a cada uno (entre seis y siete la gran mayoría), con la excepción del último campeón, dedicando ocho páginas al Colo Colo campeón de 1991, incluyendo su triunfal campaña en la Copa Libertadores de América, la que terminó sólo un mes antes de la publicación de la segunda edición, por lo que no alcanzaría a ser incluido el título chileno de ese Colo Colo 1991, que le brindaría el primer tricampeonato de su historia, pero recién el segundo del fútbol chileno tras el de Magallanes abriendo el profesionalismo.

Para cada estrella hay un repaso cronológico a la campaña del campeón, con un análisis táctico y del momento histórico del club. En medio del relato se intercalan diversos recuadros con información diversa pero no menos valiosa, incluyendo: la formación característica del campeón, el balance de partidos jugados por cada miembro del plantel, especificando la cantidad de partidos que jugó los 90’ y, cuando correspondía, en los que fue reemplazado y en los que entró desde la banca); los goleadores del equipo, la campaña completa con resultados y fecha de cada partido; la tabla final del torneo más un análisis estadístico del campeón y de sus puntos fuertes; información complementaria del torneo, en cuanto a cambios relevantes de la época, la selección chilena del momento, etc.; más una foto de la formación del campeón respectivo, aunque de los 58 campeones repasados, sólo siete no cuentan con foto de una formación. A parte de Unión San Felipe 1971, los otros seis campeones sin el retrato grupal se reparten en los primeros nueve campeonatos, años de prensa deportiva incipiente y de obvias dificultades y carencias técnicas y tecnológicas.

Luego del bicampeonato de Colo Colo 1989-1990 y la Copa Libertadores de América 1991, se exponen dos agregados informativos para cerrar el contenido del libro. Primero se presenta la “Tabla de los Campeones”, que arranca con información de los formatos de torneos más utilizados hasta ahí y diversas curiosidades estadísticas, seguido de una extensa tabla comparativa de todos los campeones, presentando en orden correlativo los datos tradicionales de cada tabla de posiciones, más el rendimiento porcentual, promedio de goles a favor, promedio de goles en contra, ventaja en puntos sobre el segundo y la cantidad de jugadores utilizados por cada campeón.

Luego se presenta “744 Campeones”, capítulo dedicado a todos los jugadores que fueron campeones hasta la edición del libro, ordenándolos por apellido e incluyendo los títulos ganados por cada uno, listado que se complementa con estadísticas destacadas, como los jugadores con más títulos, los con títulos con distintas camisetas, casos de padre e hijo campeones, etc.

Por último y en forma anexa, en la última hoja del libro se adjunta una “fe de erratas”, obviamente confeccionada luego de la edición e impresión del libro. De partida, es algo que cualquier lector con algo de rigurosidad agradece, y a pesar de tener más de 300 libros de fútbol, es el único de ellos que tiene una fe de erratas, lo que habla de la rigurosidad a toda prueba del autor. 

La fe de erratas constaba originalmente con un listado de siete errores, ninguno de ellos trascendental ni muy grave, e incluso con una invitación al lector agradeciendo cualquier observación, sugerencia o rectificación adicional, las que se pedían enviar a la dirección postal del autor, para “enriquecer el material disponible para los archivos de los amantes del fútbol” (sic).

Como leí la fe de erratas antes que el libro, mi lectura del texto fue más quisquillosa, en el sentido de estar atento a posibles errores u observaciones que pudiera realizar para aportar y/o colaborar con el autor en su rigurosa cruzada.

Al terminar el libro, tenía más sugerencias que errores detectados, sugerencias en el sentido de mejorar aún más el contenido, pero claramente eran más por gusto personal que sugerencias trascendentes. Así que redacté una carta para hacerla llegar a Edgardo Marín, con el nerviosismo de querer aportar humildemente a un “monstruo” en la materia y que no me llegara de vuelta un desmentido a cada error encontrado, o una no consideración a las sugerencias.

Gratísima fue mi sorpresa tiempo después, ya en mayo del 2002, cuando recibí en mi casa una encomienda con el nombre de Edgardo Martín como remitente. La abrí y era una nueva copia de su libro, con una dedicatoria y agradecimiento por mi humilde aporte, más una nueva fe de erratas

actualizada gracias a mi colaboración.

La dedicatoria/agradecimiento de puño y letra de Edgardo Marín, un tesoro en mi colección de libros: “Para Rino Curotto, con mi afecto y mi reconocimiento por su valiosa colaboración para completar la fe de erratas de este libro. Con un gran abrazo y mis felicitaciones”.

Ese fue mi primer “contacto” persona a persona con Edgardo Marín, a quien tiempo después conocería personalmente manteniendo el contacto hasta el día de hoy, siempre con respeto de ambas partes, pero también con humor al referirnos al cómo nos conocimos, yo “agrandándome” de haber corregido al maestro, y Edgardo reconociendo mi aporte y alentándome a seguir con la misma rigurosa actitud.

Así las cosas, el regalo de Edgardo fue la cuarta copia del mismo libro que llegó a mis manos, quedándome yo con la copia con dedicatoria, y obsequiando después las otras tres, regalos que siempre fueron muy bien recibidos, tanto como Edgardo recibió mis observaciones.



Fuentes:

www.memoriachilena.gob.cl

www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl

Edgardo Marín

Revista Triunfo

Diarios La Tercera y La Cuarta

Agradecimientos: Edgardo Marín.

 

 

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