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“Hombre de fútbol” de Arthur Hopcraft

Por Roberto Rabi González

“La Clave del fútbol es el fútbol”

Citado habitualmente como uno de los mejores -sino el mejor- libro sobre fútbol jamás escrito, “Hombre de fútbol”, del periodista multipremiado y guionista de la televisión inglesa Arthur Hopcraft (1932-2004), sin duda ha envejecido bien. Podremos cuestionar si es o no una “obra maestra de la literatura deportiva”, como se anuncia en la portada (declaración atribuida a la crítica de The Guardian), pero no podríamos considerarlo un libro prescindible o intrascendente. 

Se trata de un extenso ensayo escrito con el afán de analizar el balompié integralmente, desde los puntos de vista más obvios (el de los jugadores, entrenadores e hinchas) y otros no tanto (dirigentes, árbitros, jugadores amateurs); sin embargo dicha vocación de universalidad colisiona con ciertas restricciones no menores como el tiempo en el espacio: publicado dos años después del triunfo de Inglaterra en el Mundial de 1966, está esencialmente dedicado a su época, los años 50 y 60; por otra parte, el autor se centra casi exclusivamente en el fútbol británico, dedicando un capítulo específico y breve al “fútbol y los extranjeros”, y aunque confiesa que “Los años 50 dejaron al descubierto la mentira que habíamos estado tanto tiempo manteniendo como verdad noble (que los ingleses) no jugábamos al fútbol mejor que los demás” (pág. 224) en definitiva, a la hora de mirar fuera de las islas, lo que más recibe su atención es la posibilidad de que el fútbol se masifique en los Estados Unidos.

Asumiendo tal estructura, el libro tiene muchos méritos para haber logrado la buena recepción que ha tenido. El primero de ellos es el orden ya mencionado: Hopcraft nos brinda un camino bien pavimentado y señalizado para recorrer una visión seria y documentada sobre el deporte rey. Comenzando por el principio -los jugadores- nos entrega una descripción aguda de un imprescindible, George Best, un relato riquísimo pues se nutre del conocimiento cercano del jugador que logró como periodista, desde los primeros años de “Georgie” en las canchas. Otro punto a favor del ensayo. Con la misma pluma informada nos describe  a Stanley Matthews, Nat Lofthouse, Bobby Charlton, entre otros, dedicando párrafos memorables a la tragedia de Múnich, accidente aéreo que afectó al equipo de Manchester United: “Todo aquel que estuviera en Mánchester en febrero 1958, sobre todo si vivía ahí, recordará siempre el tremendo impacto causado en la ciudad por aquel accidente” (pág. 68) Por si usted no tuvo la “fortuna” de estar ahí, Hopcraft se encarga de trasladar las emociones hasta su sillón. Acto seguido el autor deposita su aguda mirada en los entrenadores, conduciendo el texto a las vicisitudes de personajes como Stan Cullis, Matt Busby y Sir Alf Ramsey. Luego se refiere a los dirigentes, hurgando en detalles sobre estilos y formas de vida de quienes encabezan los clubes ingleses, como Harold Needler y Robert Lord. Tras ello realiza un ejercicio similar con los árbitros, poniendo el ojo en el desempeño de jueces como Maurice Fussey y Ernie Crawford. 

Los capítulos finales tienen un atractivo especial pues Hopccraft cambia la perspectiva, de una predominantemente individual a una colectiva. De este modo, al referirse al aficionado, aborda la violencia en los estadios con sorprendente similitud a los análisis actuales. Luego se refiere al jugador amateur, desentrañando el sentido de la masividad de la práctica del fútbol a todo nivel y por personajes de todas las edades, en las islas británicas. Después nos entrega un breve panorama la prensa deportiva de su época, tal vez en capítulo más flojo, en la medida que no desarrolló enfoques, como la prensa con camiseta o intereses económicos con la profundidad que trató otras aristas. El capítulo del fútbol y los extranjeros tiene también, como mencionábamos al principio, una camisa de fuerza  innecesaria ahí donde el lector esperaba más. 

El capítulo final, sobre el futuro del balompié, es uno de los más interesantes, pues nos permite parangonar las expectativas de entonces con la de hoy encontrando nudos críticos permanentes; como los límites a las remuneraciones de los futbolistas -que Hopcraft no recomienda- la creación de una Super Liga, en términos sorprendentemente similares al polémico proyecto recientemente sepultado en Europa y que, por cierto Hopcraft desestima en su obra con un lapidario “No se ha hecho realidad ni se hará nunca seguramente” (pág. 244). También aborda un tema que fue especialmente sensible en su tiempo: el juego violento, poniendo énfasis en el rol de los árbitros como vía de solución.  Como toda su generación, al escudriñar fenómenos masivos desde distintos puntos de vista no menciona una sola palabra sobre las mujeres, lo que por cierto ha pasado desapercibido hasta nuestros días, en que el mero título del libro “Hombre de fútbol”, insinúa un sesgo de género.

Por otra parte, una de las mejores razones para elogiar el libro, es el estilo. Tal vez la mayor de las virtudes de “Hombre de fútbol”, es su prosa dinámica y elegante, digna de un gran literato y capaz de hacernos vivir sensaciones, como si presenciáramos en directo los eventos que relata o compartiéramos escenario con los personajes que describe. Idónea para satisfacer los paladares más exigentes. Al final del texto encontramos algo de falsa modestia del autor que afirma “he intentado rendir homenaje al fútbol mientras parecía atento a sus defectos hasta donde el afecto lo permite” (pág. 253) Tras leer la obra podemos coincidir con dicha declaración de intenciones, pero no podemos sino decir que no cualquiera que busque dicho homenaje lo logrará con la brillantez narrativa de Hopecraft.

En suma, un texto imprescindible para todo futbolero amante de las letras, que nos deja, a mí juicio, un mensaje tal vez algo críptico, pero relevante que trasciende a los sucesivos enfoques del texto: “La esencia del fútbol es el conflicto” (pág. 185) 

No pierda de vista dicha verdad que aflora en cada enfoque del autor.

Ficha Técnica:

Hombre de fútbol. Arthur Hopcraft. Traducción Joan Soler.

Córner

1968, 2006, A. E. Hopcraft Ltd. Edición 2019.

254 páginas.

ISBN 978-84-947183-0-457

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