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La Flor de Chile F.C.

Por Carolina Cabello

El Primer Club de Football Femenino de Chile y Latinoamérica

El fútbol, como deporte moderno, llegó a Chile en la segunda mitad del siglo XIX, a través de los puertos, principalmente por Valparaíso, por el ser el puerto principal y de mayor presencia migratoria europea, particularmente británica. Poco a poco, comenzaría atravesar un proceso de hibridación cultural [1], el cual, avanzadas las primeras décadas del siglo XX, derivaría en una popularización cada vez más masiva de este deporte dentro de la cultura popular obrera.

Particularmente, durante la década de 1910, en Santiago de Chile comenzaría a activarse en la población femenina la “vía de difusión popular del fútbol [2] . El aumento en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, principalmente en las industrias relacionadas a la producción de vestimentas, en labores de costureras o lavanderas, provocaron que las actividades de ocio se expandieran rápidamente entre la población femenina, con la ayuda de las nuevas tecnologías para las multitudes urbanas [3]. 

De esta manera se comienza a vivir en Santiago de Chile una proliferación de clubes femeninos, los que comienzan a tomarse las secciones deportivas de diarios como La Nación, El Mercurio y La Unión, desde donde se organizan para cumplir con sus compromisos cívicos-políticos, pero también para organizar partidos de football, ya sean por motivos de competencia o por causas benéficas. Fue así que las mujeres comenzaron a conformar un circuito deportivo en Santiago que se extendería por todo el año 1919, disputando partidos en diferentes canchas de la capital y desarrollando también partidos entre-ciudades aunque, esta vez, de forma organizada y visible en los medios de comunicación, lo cual da cuenta de sus motivaciones para participar y ser también agentes protagonistas de la cultura popular.

El 10 de junio de 1918 se funda en Santiago de Chile “La Flor de Chile F.C.”, club reconocido en el diario La Nación del 20 de agosto de 1919 como una: “Institución fundadora del football femenino en Sur América”. Información que, al ser contrastada con la investigación desarrollada por la doctora en Historia Brenda Elsey junto a Joshua Nadel en “Futboleras: Una historia de la mujer y el deporte en América Latina”, da cuenta de que no existe antes de la fecha citada como fundación, en junio de 1918, ningún otro registro oficial respecto a la fundación de algún club de fútbol femenino en toda la región latinoamericana. De esta manera, consideramos que La Flor de Chile F.C., es también el primer club de fútbol femenino de Latinoamérica.

Un aspecto interesante de la Flor de Chile F.C. es que toda la composición del club de fútbol estaba compuesta exclusivamente por mujeres, tanto jugadoras como dirigentas. Una variable de género que, en la actualidad, se podría comprender como constituyente de una organización separatista y feminista, pero que seguramente las mujeres que fueron protagonistas de La Flor de Chile no  conceptualizaron, al menos conscientemente, de esa manera.

Para conocer más a estas mujeres pioneras, encontramos un registro en el diario La Nación del 13 de junio de 1918, a partir del cual hemos podido acceder a los nombres de las mujeres que conformarían su primer directorio, el fundacional, que en la ocasión es señalado como provisorio, sin embargo, no se ahonda en los motivos de aquello. Lo cierto, es que aquel directorio se extendería a lo largo de un año, hasta incluso comenzada la temporada 1919.

A continuación, los nombres de las mujeres que conformaron este hito histórico para el fútbol chileno y latinoamericano:

Tabla N°1: Directorio Fundacional de “La Flor de Chile F.C.”

Presidenta

Carmela Hernández

Vicepresidenta

María Gómez S.

Secretaria

Mariana Medina C.

Prosecretaria

Elena Olejnik D.

Tesorera

Gioconda Gómez C.

Protesorera

Blanca Amor

Directora

Elena (sin identificar apellido)

Directora

Victoria Amor

Directora

Quiteria Medina

Directora

Ana Silva V.

Fuente: Elaboración propia, en base a registros de La Nación, Santiago, 13/06/1918, “Club Femenino de Football”.

En la ocasión también se señala a quien será su capitana, la señorita María Gómez C., y se adjunta una dirección de casilla de correos, para quienes leyeran la publicación y estuviesen interesadas en formar parte y ser admitidas en la institución deportiva pionera en el fútbol femenino del país [4]. 

Como un factor positivo, destacamos la gran capacidad asociativa de este club de fútbol femenino, lo cual se refleja en que la conformación de su directorio es bastante completa, de acuerdo a los cargos utilizados en la época, donde las mujeres ocupan todas las vacantes. Sin embargo, aquello no duraría mucho tiempo puesto que, aproximadamente al año desde su fundación, particularmente el 29 de junio de 1919, se registra un cambio de directorio para la temporada 1919, el cual fue anunciado a través de la prensa [5] y en donde surgieron una serie de nombres nuevos, pero que conserva su composición 100 % femenina. Es decir, varían los nombres, pero se mantiene su estructura. Es importante destacar que La Flor de Chile F.C. es el único club de fútbol femenino de la época que nombra a sus dirigentas a través de la prensa, así como también es el único que registra un cambio de directorio en sus filas durante el periodo analizado. 

La nueva composición orgánica para la temporada 1919 de “La Flor de Chile F.C.” queda conformada de la siguiente manera:

Tabla N°2: Directorio “La Flor de Chile F.C.” temporada 1919.

Presidenta

Carmela Hernández (se mantiene)

Vicepresidenta

Mariana Medina C. (cambio de cargo)

Secretaria

Javiera Cárdenas (nueva en el cargo)

Vicesecretaria

Teresa Arellano (nueva en el cargo)

Tesorera

Malvina Arellano de E. (nueva en el cargo)

Vicetesorera

Emilia Sepúlveda (nueva en el cargo)

Directora

Dorila Gallardo (nueva en el cargo)

Directora

Juana Romero (nueva en el cargo)

Directora

Marta Delgado (nueva en el cargo)

Directora

Juana Sepúlveda (nueva en el cargo)

Capitana

Quiteria Medina (cambio de cargo)

Fuente: Elaboración propia, en base a registros de La Nación, Santiago, 29/06/1919, “La Flor de Chile F.C. Femenino”.

En este nuevo directorio se mantiene su presidenta, la señorita Carmela Hernández, y las hermanas Medina, que solo cambian de cargo al interior de éste. El resto de los nombres femeninos son completamente nuevos y no tienen mayor similitud con quienes conformaron el directorio durante el año 1918. De esta manera, en tan solo dos años la existencia de este club femenino implicó la iniciación y el desarrollo político de una decena de mujeres provenientes de sectores populares, que debieron firmar el acta de fundación o inscripción de directorio, e incorporar en su aprendizaje y conocimiento los roles y deberes de cada uno de los cargos asociados. Esto es particularmente llamativo, pues los acontecimientos organizativos del fútbol para la época se desarrollaban de manera no oficial de acuerdo a la institucionalidad jurídica chilena, pues para ese entonces aún faltaban décadas para que las mujeres comenzaran a tener una participación política respecto al aparato estatal. 

La Flor de Chile F.C. fue uno de los clubes de football femenino más entusiastas de la época, acostumbradas a desarrollar la práctica de este deporte. Logramos identificar que, a lo largo del año 1919, disputaron al menos siete partidos, una cifra alta incluso para la actualidad del fútbol femenino nacional, más aún considerando que para la época no se contaba con ningún tipo de apoyo por parte de las otras ligas y asociaciones que se organizaban, ni tampoco desde el Estado, puesto que aún no existían ninguna norma ni jurisdicción que promoviera o regulara la práctica deportiva en el país. 

La participación de La Flor de Chile F.C. en fiestas deportivas era una costumbre, sus jugadoras y dirigentas mantenían una familiaridad con el deporte y el football, lo cual era reflejado en cada participación pública que aceptaban disputar. Un partido que destacamos por su importancia social y cultural, es el evento realizado el 15 de junio en el Parque Cousiño, organizado por el club Motociclistas Nacional y que incluyó, además de partidos de football, carreras de motocicletas y automóviles, vuelos combinados de aviadores y la presentación musical de la banda de los Salesianos y Talleres de San Vicente, quienes amenizaron el espectáculo con piezas musicales francesas. Un evento evidentemente masivo, en uno de los reductos más importantes del país, que reunió a importantes personalidades del mundo deportivo y político como el ministro de Francia. Tal fue la importancia del evento, que se realizó un registro especial en El Mercurio del día 15 de junio, en donde se señaló la formación titular y el esquema de juego que utilizarían los clubes femeninos en competencia: La Flor de Chile F.C. y el Delicias del Sport F.C. Por su parte, La Nación publicaría el 17 de junio, posterior a la realización del evento, fotografías del encuentro. A continuación se presenta el registro fotográfico del equipo de La Flor de Chile F.C., que participó de la jornada, un registro histórico que da cuenta de las primeras futbolistas organizadas de nuestro país y de la región latinoamericana. 

 

La Flor de Chile F.C. (La Nación, Santiago, 17/06/1919).

En la fotografía podemos observar a 11 jugadoras vestidas de blanco y una vestida de negro, la que suponemos es la entrenadora o quien dirige a las futbolistas. Esta persona es importante en el equipo, pues forma parte de él y también posa para la fotografía. Se destaca la utilización de faldas largas con estilo bombacho para evitar la muestra pública de las piernas, pero que, a la vez, es una indumentaria que facilita igualmente la movilidad para correr y enfrentar adecuadamente un partido de football. Los cabellos de la totalidad de las jugadoras se encuentran cubiertos con gorros del mismo color de la indumentaria, y buena parte de las señoritas de la fotografía se encuentran peinadas con trenzas, una elección de peluquería pertinente, puesto que evita cualquier tipo de molestia del cabello durante el desarrollo de un partido. Aspectos que refuerzan el planteamiento respecto a la familiaridad con que el equipo de La Flor de Chile F.C. encaraba un partido de football.

Para comprender mejor la ocasión que refleja la fotografía expuesta, y gracias a una publicación complementaria de El Mercurio, logramos identificar el esquema táctico y el equipo titular que se encuentra presente en la imagen, el cual quedaría conformado de la siguiente manera: En el arco como guardavallas la señorita Javiera Cárdenas; en la defensa, como backs, las señoritas María Rengifo e Inés Araneda; en el medio campo, como Half-backs,se encuentran Teresa Arellano, Juana Romero y Genoveva Ramírez; y en la delantera, como forwards, las señoritas Aurora Rengifo, María Delgado, Juana Cárdenas, Emilia Sepúlveda y Quiteria Medina, quién es además su capitana, tal como fue señalado en la última constitución del directorio. Como suplentes se presentaron las señoritas Hermosina Torrealba y Carmela González. La señorita Mariana Medina del club La Flor de Chile F.C. ejerció también funciones de arbitraje como guardalíneas, junto con Elena Santelices, representante del equipo rival de la ocasión, el club Delicias del Sport F.C. La participación de ambas también conforma un hito deportivo, son las primeras juezas femeninas en partidos de fútbol en el país, algo sorprendente para una época en donde las mujeres más bien se dedicaban a obedecer las reglas, antes que exigir su cumplimiento. En el fútbol de 1919 esta norma de género sufre una grieta, y abre una oportunidad para la integración de mujeres que habituaban los circuitos deportivos de Santiago. 

A continuación, presentamos una imagen gráfica de la disposición de las jugadoras de La Flor de Chile F.C. en la cancha del parque Cousiño. Utilizan un esquema 1-2-3-3-2, también conocido popularmente como la WM, uno de los primeros sistemas tácticos en ser pensados y planificados específicamente para el fútbol, y que para entonces era popular entre los diferentes clubes de la ciudad, especialmente los masculinos.

 

Formación La Flor de Chile en torneo Pro-Francia (elaboración propia en base a registros de El Mercurio, Santiago, 15/06/1919, “La fiesta de hoy en el Parque”). 

Estos 11 nombres de futbolistas pioneras deberán quedar grabados en la historia del deporte nacional, pues son además el primer registro que existe en el país respecto a una formación oficial de un equipo de fútbol femenino, las que desafiando toda norma social y estereotipo de género, lograron romper las barreras y presentarse en la prestigiosa cancha del Parque Cousiño (actual parque O’Higgins), frente a miles de personas que disfrutaron del partido y de la jornada de fiesta en la ciudad capitalina.

Paralelamente, el club femenino de La Flor de Chile F.C. no solo se caracterizó por disputar partidos dentro de la cancha, sino que también en organizarlos. Con un espíritu de colaboración y solidaridad sus asociadas fueron protagonistas constantemente de “fiestas deportivas” a beneficio, donde se preocupaban de todos los detalles relacionados con, por ejemplo, el pago por la utilización y mantención de la cancha, el pago de arbitraje y la venta de boletos.

 

“La Fiesta del próximo domingo” (La Nación, Santiago, 19/04/1919).

Un elemento a mencionar como parte de la cultura de este club pionero en la Latinoamerica, y que condicionó su participación en el ámbito deportivo, fue la falta de infraestructura propia. La inexistencia de infraestructura y suelo fue un factor que, a lo largo de todo el año 1919, dificultará la organización de las mujeres, puesto que no poseen canchas donde practicar deporte, ya sea para disputar partidos o realizar entrenamientos, ni tampoco espacios para desarrollar sus actividades más políticas, como reuniones y asambleas. Esta situación terminará condicionando su participación, siendo relegadas a las horas libres del uso masculino, cruzándose estos horarios con los de su trabajo, y al arriendo costoso de cada uno de los recintos deportivos, obstáculo económico que también permeó su participación, ya que muchas de ellas eran trabajadoras, obreras de clases populares con escaso acceso a recursos financieros. 

La falta de infraestructura de La Flor de Chile F.C., queda en evidencia el 7 de septiembre de 1919 cuando, con motivo de la organización de un inter-ciudades entre Santiago y Concepción, las futbolistas de La Flor de Chile F.C. se reúnen en la calle para seleccionar a las jugadoras que viajarían a Concepción, específicamente en la intersección de Recoleta con Valdivieso, en las entradas del Cementerio Católico [6]. Una reunión en la vía pública, al aire, en pleno invierno santiaguino, dista bastante de las condiciones dignas que deportistas deberían poseer mínimamente para organizarse.

La Flor de Chile F.C. fue un club inédito en la región latinoamericana, marcando un antes y un después, no solo en la cultura deportiva, rompiendo estereotipos y pateando mandatos, sino que también estas mujeres nos enseñaron que a través del fútbol y de su unidad básica -el club-, fue posible estrechar lazos de solidaridad de género y de clase. Tomando consciencia de las dificultades y los obstáculos que en su camino se enfrentaban, no dudaron en organizar fiestas y encuentros culturales a beneficio, incluso para sus propias contrincantes en la cancha. Con el objetivo de recaudar dinero para quienes estuvieran pasando necesidades, las futboleras se apoyaron constantemente, creando redes de reciprocidad, incluso frente a la muerte. De esta manera, en un contexto marcado por la ausencia de una política estatal que proveyera de derechos sociales a los habitantes de la nación, el fútbol fue apropiado y resignificado por las mujeres como una práctica cultural de asociatividad, pero también de solidaridad. 

Por otra parte, la proliferación de clubes compuestos en su totalidad por mujeres, ya sea en condición de jugadoras como de dirigentas, como el caso de La Flor de Chile F.C., derivó en la construcción y expansión de una práctica cultural asociativa, lo que les permitió utilizar al fútbol como un espacio de legitimación política, en donde ser consideradas como sujetas, ciudadanas activas y protagonistas de la cultura popular obrera.

En un contexto en donde la participación y el voto político estaba excluido para las mujeres, el fútbol como práctica cultural de asociatividad, alcanzó a ser concebido como una forma de legitimación política de las mujeres, es decir, como un espacio de construcción de una “ciudadanía activa” y de una “cultura política” en el periodo de la “cuestión social”, en donde las mujeres no tenían una participación formal dentro del sistema político. Las mujeres no solo participaron como futbolistas en sus clubs, sino que también ejercieron cargos dirigenciales, desarrollando capacidades organizativas de encuentros y desarrollando conocimientos y experiencias en torno a la gestión deportiva. Esto es más llamativo cuando evidenciamos que la mayoría de los clubes y de las futbolistas de la época pertenecían a la clase obrera de la capital, y que tenían sus puestos de trabajo en fábricas y empresas de connotado reconocimiento. Muchas de ellas se desempeñaban como costureras, y se organizaron para aprovechar mejor sus tiempos libres, en las horas de ocio del trabajo, para jugar al fútbol con sus compañeras. 

[1] García Canclini, 2006.

[2] Proceso de hibridación cultural y apropiación del fútbol por parte de las clases populares del país. Bonnassiolle, 2012.

[3] Elsey, B & Nadel, J. 2019.

[4] La Nación, Santiago. 13-06-1919, Club Femenino de Football.

[5] La Nación, Santiago. 29-06-1919. Flor de Chile F.C. Femenino. 

[6] La Nación, Santiago. 27-09-1919. Flor de Chile Femenino F.C.

Bibliografía:

  • García Canclini, N. (2006) Culturas híbridas, Edusp, Sao Paulo.
  • Bonnassiolle, M. (2012). Fútbol obrero y popular. Masificación, popularización y sociabilidad obrera en Chile, 1890-1930. Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia con mención en estudios culturales. Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
  • Elsey, B & Nadel, J. Futboleras, a history of wome and sports in Latin América. University of Texas Press, Estados Unidos, 2019. 371 p.

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