La ciudad de Punta Arenas el año 2005 se preparaba para vivir una fiesta deportiva, igual como la realizada en 1980 cuando el equipo local fue por primera vez campeón nacional del fútbol amateur, cuya hazaña deportiva sigue retumbando en la memoria colectiva de nuestra ciudad.
Bajo el mando del Presidente de la Asociación de Fútbol de Punta Arenas, Wladimir Zúñiga Moscoso, comenzaban los preparativos para recibir a las 16 delegaciones deportivas que disputaron el torneo nacional de fútbol amateur. Ya desde el segundo semestre del 2004 se realizaban importantes trabajos de infraestructura en los diferentes recintos deportivos, que incluían césped sintético en el Estadio Fiscal Antonio Rispoli Diaz y el estadio de la asociación 18 de septiembre, apodada ‘La Bombonera’, además de los trabajos realizados en el estadio de la Confederación Ramón Cañas Montalva de Punta Arenas, Estadio Victor ‘Pituco’ Bórquez de Natales y Estadio Municipal Alejandro Barrientos de Porvenir.
A mediados de enero del 2005 comenzaron a arribar en diferentes vuelos las distintas delegaciones, donde los que tuvieron como sede a Puerto Natales y Porvenir, se dirigían inmediatamente desde el Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo a las subsedes de las provincias de Ultima Esperanza y Tierra del Fuego.
A Puerto Natales viajaron las delegaciones de Santa Cruz, Constitución y Buin, las que junto con el seleccionado natalino integraban el grupo ‘C’. En tanto, en Porvenir se jugó el grupo ‘D’ con la participación de Talagante, Freirina, Concepción y Puerto Montt.
En Punta Arenas se completaban los otros dos grupos. En el ‘A’, que se jugó en el estadio de la Confederación, estaba integrando el grupo la selección de Punta Arenas, Coyhaique, Carahue e Illapel. En el grupo ‘B’ que se jugó en la cancha de la Asociación 18, participaron las selecciones 18 de septiembre de Punta Arenas, Arica, Antofagasta y Puchuncaví.
Estadio Asociación 18 de septiembre con galerías llenas. (Gentileza diario La Prensa Austral)
El desarrollo del Campeonato Nacional Amateur
Con gran entusiasmo el sábado 22 de enero se daba inicio al campeonato nacional amateur en la ciudad de Punta Arenas, con una sobria y emotiva ceremonia luego de interpretarse el himno nacional. Ante la presencia de las delegaciones participantes, el primero en hacer uso de la palabra fue Wladimir Zúñiga, presidente de la Asociación Punta Arenas, quien en un corto discurso destacó la importancia de tener en nuestra ciudad y la región después de 25 años la sede de un campeonato nacional.
Luego, en breves palabras, el vicepresidente de la A.N.F.A., Hugo Silva, destacó que se efectúe en Magallanes el torneo e instó a los deportistas a entregar el mejor de sus esfuerzos en las canchas australes. Se aprovecho la oportunidad para brindar un homenaje a los jugadores que integraron la Selección de Punta Arenas campeona de 1980 y a los dirigentes que organizaron ese magno evento futbolístico.
En lo deportivo, el local Punta Arenas comenzaba goleando por 6 a 0 al equipo de Coyhaique, mientras en Natales el local igualaba 2 a 2 con Buin.
Partido Selección de Punta Arenas en el estadio Ramón Cañas Montalva. (Gentileza diario La Prensa Austral)
En la vecina orilla de Porvenir, completamente organizado y con todas las instancias marchando en perfecto orden, pese a que se hicieron trabajos que correspondieron a menos de la mitad de lo proyectado para el evento (porque el empastado de la cancha y red de agua se postergó para después del torneo), estaba todo listo para funcionar, con una cancha en óptimas condiciones, gracias a que la gente porvenireña trabajó hasta avanzadas hora de la noche los días anteriores al inicio del evento.
Un día antes de comenzar, se efectuó la recepción del remozado recinto, con el visto bueno de A.N.F.A., lo que permitió iniciar sin contratiempos el grupo ‘D’ que en lo deportivo, y en un día con mucho viento que complico más de la cuenta a los equipos participantes, Talagante goleaba 5-0 a Concepción y Puerto Montt superaba estrechamente por 2-1 a Freirina.
El domingo 23 de enero se iniciaba la primera fecha, esta vez en la Asociación 18 de septiembre donde el equipo local dirigido por el ídolo magallánico Mario Galindo, congelaba con un contundente 7-0 al equipo de Arica, mientras que Antofagasta superaba a Puchuncaví por 4-3.
Selección 18 de septiembre celebrando un gol en el debut contra Antofagasta. (Gentileza diario La Prensa Austral)
La tragedia
El campeonato nacional comenzaba a transformarse en el gran evento del ‘verano’ magallánico, los partidos disputados en los diferentes recintos deportivos se jugaban con una alta convocatoria de público. Al final de la primera fase clasificaban a la siguiente ronda en el grupo ‘A’ Illapel y Punta Arenas, en el ‘B’ Antofagasta y la 18 de septiembre de Punta Arenas, en el ‘C’ Santa Cruz y Constitución, y en el ‘D’ en una estrecha clasificación avanzaban Talagante y Concepción, quedando afuera uno de los grandes favoritos, el equipo de Puerto Montt.
Estadio Ramón Cañas Montalva y estadio Asociación 18 de septiembre con galerías llenas. (Gentileza diario La Prensa Austral)
En esta subsede realizada en la Isla de Tierra del Fuego, el Nacional de fútbol daría un giro inesperado y trágico. Luego de presenciar los partidos de la segunda fecha en Porvenir y tras compartir una cena de camaradería en el local ‘Nachos 2’, la delegación de dirigentes integrada por Oscar Cornejo Maldonado, de Arica, Juan Carrillo Gatica, de Osorno, Justo Álvarez Gil, de La Serena, Luis Vargas Solís, de San Vicente de Tagua Tagua, Ricardo Rodríguez Gazmuri, tesorero nacional de A.N.F.A, Hugo Silva Verdugo, vicepresidente nacional de A.N.F.A., Lorenzo Rocos Jorquera, presidente de la V región y Consejero Nacional, y Víctor Soto Bastidas, presidente de la Región Metropolitana y Consejero Nacional, salían desde la capital de Tierra del Fuego hasta Bahía Azul pasadas las 22 horas.
Calculaban que llegarían a Punta Arenas aproximadamente cerca de las tres de la mañana. Sin embargo, el destino cambiaría radicalmente para este gran número de dirigentes deportivos. El viaje que hicieron en una station wagon, Hyundai H-100 de color plateado y arrendada, pasadas las 23:30 y a escasos 20 minutos de arribar a Bahía Azul, quien conducía el furgón Hugo Silva, perdió el control y se salió a un costado de la ruta, volcando después de dar varias vueltas, antes de detenerse y quedar en posición normal.
Station wagon captada al otro día del accidente. (Gentileza diario La Prensa Austral)
Mapa del lugar exacto del volcamiento. (Gentileza diario La Prensa Austral)
La tragedia estaba desatada. Lamentablemente fallecieron en el lugar los dirigentes Hugo Silva, Lorenzo Rocos y Víctor Soto, quedando heridos los demás integrantes que componían la delegación.
Hugo Silva, Lorenzo Rocos y Víctor Soto, dirigentes que fallecieron en el accidente. (Gentileza diario La Prensa Austral)
En el sector del volcamiento, y como sucede en varios lugares de la Patagonia, la cobertura telefónica es nula, lo que hacía imposible solicitar ayuda. Es por ello que, gracias a un fortuito paso por la ruta del funcionario del Hospital de Porvenir, Francisco Meneses, quien viajaba desde el cruce de Primera Angostura a Porvenir junto a su amigo Jorge Barría, ya pasada la medianoche visualizaron en la penumbra un vehículo volcado al costado de la ruta. En la oscuridad de la pampa una persona agitaba su mano con desesperación, al momento de bajar del auto el funcionario del hospital se impactó al ver 8 lesionados que estaban fuera del furgón con distintas heridas, con su amigo choqueado al ver el daño que provoco en los dirigentes la tragedia.
En una entrevista telefónica realizada unos días antes de salir esta nota, el protagonista comentaba que, al llegar y tratar de auxiliar a los heridos, uno de ellos falleció en sus brazos. Por los conocimientos en primeros auxilios que tenía intentó ayudar con lo que tuviera a mano para tratar de estabilizar a los restantes heridos llegando a usar incluso pasto para tapar heridas y estabilizar a los dirigentes que presentabas diferentes heridas, pero como la situación se tornaba insostenible tomo la decisión de viajar a Porvenir a pedir ayuda llevando junto a su amigo, al dirigente Justo Álvarez que a pesar de sus heridas, era quien podía movilizarse.
Al enfilar rumbo a Porvenir en el puesto de Carabineros de Bahía Azul, Francisco Meneses comunica de lo ocurrido a las autoridades quienes dieron cuenta de la noticia a los funcionarios que se encontraban en Cerro Sombrero, localidad cercana al lugar de la tragedia. Cuando Meneses ya se encontraba cerca de Porvenir y teniendo cobertura de celular puso en alerta al Hospital Marcos Chamorro Iglesias de la comuna, quienes lo esperaban para recibir y dar las primeras atenciones.
En un testimonio entregado a la ‘Prensa Austral’ tres días después de la tragedia, el dirigente Luis Vargas, directivo de Vicente de Tagua Tagua decía textual: “La verdad es que veníamos medio perdidos, porque no conocíamos la ruta y en una semicurva el vehículo se le fue a la orilla y le patinó a Hugo sin poder sujetarlo”. Cuando despertó, tirado en el suelo, intentó llamar desde su celular, pero en el sector no existe señal, indicando que “Me arrastré un poco, me di vuelta y me puse de guata, me abrigué bien con mi parka, porque corría un viento intolerable. Hacía mucho frío, además con los nervios, los dolores y todo, tenía unas tercianas insoportables”.
“Todos gritaban, Justo Álvarez tomó la carretera para ir a algún lado, pero eso era totalmente inhóspito. Hasta que al rato después apareció un vehículo. Afortunadamente, el conductor era funcionario del hospital de Porvenir, se llevó a Justo, llegó a una parte donde había cobertura para celulares y de ahí llamó a una tenencia” indicaba el dirigente de San Vicente.
Luego de activarse las alertas por el accidente, los heridos fueron trasladados por diferentes medios a los centros de salud, retornando algunos en barcaza o avión FACh a la ciudad de Punta Arenas y otros quedaron hospitalizados en Porvenir. En tanto, recién pasadas las 12:30 los tres dirigentes fallecidos fueron trasladados desde el lugar de la tragedia en un furgón de la Municipalidad de Primavera a la morgue de Porvenir, donde después de todos los trámites que se deben realizar para estos casos, pudieron ser embarcados en el aeródromo Capitán Fuentes Martínez en un avión Casa 212 del ejército, que emprendió el triste vuelo hacia la ciudad de Punta Arenas.
Portada diario “La Prensa Austral” del viernes 28 de enero 2005. (Gentileza diario La Prensa Austral)
Tras su arribo al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, las urnas ingresaron al Servicio Médico Legal, para después trasladar los tres féretros al gimnasio de la Asociación 18 de septiembre, que fue utilizado como una improvisada capilla ardiente, permitiendo que los dirigentes recibieran el homenaje de las delegaciones deportivas que, con pesar y consternación general, veían como el torneo realizado en la región de Magallanes se veía enlutado por la tragedia que alcanzo el triste carácter de noticia nacional.
Esa noche se celebró un responso para despedir a los dirigentes que viajaban en el primer vuelo comercial de la mañana a Santiago, para tomar rumbo a su última morada. Por un lado, Hugo Silva era conducido al cementerio Parque del Prado en Puente Alto, Víctor Soto al cementerio Cooperativa de Talagante y Lorenzo Rocos al cementerio Parque del Prado en Concón.
El golpe dado al campeonato nacional con esta tragedia llevó a los dirigentes a evaluar la continuidad del torneo, pero la mayoría coincidió en que el mejor homenaje que se les podía tributar, a pesar de la tristeza y el dolor, era seguir desarrollando lo que quedaba de campeonato. La pelotita que se detuvo en el kilómetro 92 en la isla de Tierra del Fuego, en honor a Hugo Silva, Lorenzo Rocos y Víctor Soto, tenía que seguir rodando, es por ello que los dirigentes encabezados por el presidente de la Asociación Punta Arenas Wladimir Zúñiga, se dieron a la difícil tarea de finalizar el campeonato de la mejor forma posible.
La tercera y última fecha del grupo ‘A’ jugada el miércoles 2 de febrero, tenía como atractivo el debut de la cancha sintética y la iluminación en el remozado Estadio Fiscal, ya que por primera vez se jugaba un partido de noche en nuestra ciudad. Para la historia quedará el partido ganado por Punta Arenas a Constitución por la cuenta mínima, siendo este mismo recinto el que albergaría días después las semifinales y final del torneo.
Partido del Nacional de Fútbol jugado en el Estadio Fiscal de Punta Arenas. (Gentileza diario La Prensa Austral)
El sábado 5 de febrero ante cinco mil espectadores controlados, en la primera semifinal Santa Cruz venció por 2 a 1 al equipo de Barrio Norte de Concepción, quedando lo mejor para el partido de fondo, donde Punta Arenas, el local alentado por toda su gente y después de igualar 4 a 4 con Antofagasta, sellaba su paso a la final del campeonato en la tanda de penales.
Selección de Punta Arenas vicecampeón nacional. (Gentileza diario La Prensa Austral)
El domingo 6 de febrero llegaron al estadio más de siete mil personas que anhelaban ver campeón a Punta Arenas, igual como ese lejano campeonato de 1980. Lamentablemente y a pesar de todas las ilusiones que se habían forjado, el equipo local no pudo alcanzar la gloria, ya que esta vez la definición desde la línea de los penales favoreció al equipo de Santa Cruz, representante de la Región de O’Higgins, quien se coronó Campeón Nacional del torneo trágico, donde varios dirigentes vinieron desde muy lejos, motivados por su pasión y dedicación al fútbol, dejando sus vidas por el deporte amado, como lo indicaba la portada del diario La Prensa Austral el 28 de febrero del 2005.
La definición a penales y el momento justo donde el poste le negó la posibilidad de ser campeón a Punta Arenas. (Gentileza diario La Prensa Austral)
La selección de Santa Cruz levantando los trofeos que lo acreditaban como Campeón Nacional. (Gentileza diario La Prensa Austral)
En el lugar de la tragedia, como un mudo testigo del doloroso suceso, fueron colocadas tres cruces simbolizando a los dirigentes fallecidos durante el desarrollo del campeonato nacional amateur. Sirva este artículo para tener presente que mientras los recordemos, jamás morirán.
Las tres cruces que recuerdan el lugar del trágico accidente el 26 de enero 2005. (Archivo personal del autor)
Fuentes:
- Diario “El Magallanes” de Punta Arenas.
- Diario “La Prensa Austral” de Punta Arenas
- Entrevista telefónica Francisco Meneses