Los goles son el ingrediente más sabroso en el fútbol, y hay jugadores que tienen un don para hacer que el balón bese frecuentemente las redes. Habilidad, fuerza, precisión, juego aéreo, son varios factores los que, unos más presentes que otros, hacen de los goleadores -que suelen ser delanteros- seres privilegiados en este deporte. Son los encargados de servir el plato a la mesa para que el hincha saboree la mágica palabra de tres letras que aflora innata en los labios de cada aficionado o aficionada.
Plantel de Ñublense 1959. Guillermo Pérez, el penúltimo abajo (foto revista Estadio).
En Ñublense han existido goleadores innatos y de esfuerzo. Muchos han enamorado a la hinchada con sus anotaciones. El máximo anotador de los diablos rojos desde 1959 a la fecha es Mario Lagos Salgado, apodado ‘Mario Gol’, con 67 anotaciones. En segundo lugar está Sebastián Varas Moreno con 54 anotaciones en todas las competencias, seguido de Manuel Villalobos Salvo y Neftalí Vásquez Méndez, ambos con 44.
En el séptimo lugar aparece Guillermo Pérez, conocido en el fútbol profesional como ‘Malloco’, en honor al lugar donde nació, aunque en su tierra natal era conocido como el ‘Pimienta’ Pérez, apodo que no le agradaba mucho. Guillermo tiene la particularidad de haber sido el primer gran goleador que vistió los colores de Ñublense en el profesionalismo. En Chillán es como un rumor: hombres del fútbol de antaño hablan de él, de sus cualidades, de sus hazañas, pero nadie sabía cuántos goles había hecho, cuántos años estuvo en el club o cuál es su nombre completo. Un personaje así merece que su paso por Ñublense sea contado.
Guillermo Hernán Pérez Lecaros nació en sector Miraflores en Malloco un 19 de marzo de 1935. Allí creció y vivió junto a su madre María Lecaros y su hermano Juan José. En su infancia y juventud el fútbol poco a poco fue ganando parte de su tiempo. En el Malloco Atlético tuvo sus primeros abrazos, y en 1954 parte al fútbol profesional: Iberia, que entonces militaba en la Primera División. Luego, hacia 1957 pasó a Magallanes, y en la temporada siguiente, a la Universidad Técnica del Estado en la Segunda División. Desde allí parte a Chillán, pero no es Ñublense quien lo contrata, sino Unión Español, que entonces se aprontaba a debutar en el Campeonato Regional de Concepción. No obstante, no alcanza a vestir la camiseta blanquirroja, pues el entrenador Martín García lo tienta para enfilar las huestes diablas para su estreno en el profesionalismo. ‘Malloco’ no lo duda.
En lo familiar, en 1953 contrajo matrimonio con Sara Vidal, con quien tuvo cuatro hijos: Patricia, Liliana, Guillermo y Fanny.
Jugó siempre con el número diez en la espalda, y su hijo homónimo destaca en una entrevista, realizada el 21 de abril de 2021, una particularidad en las fotografías que se sacaba el plantel antes de cada partido: “Siempre salía en las fotos con la pelota”, y así lo demuestran la totalidad de las fotografías de Guillermo en Ñublense, y casi todas las del ‘Malloco’ en otros equipos. Allí aparece en el penúltimo lugar de los agachados, como su dorsal lo indicaba.
Su paso por Ñublense
El ‘Pimienta’ alineó en el debut de los diablos rojos en el profesionalismo frente a Iberia el domingo 19 de abril de 1959, haciendo de local en el Estadio Santa Laura, mientras se preparaba en Chillán el estadio Seminario. El partido finalizó 4-0, marcando Pérez dos de los cuatro goles de aquella histórica tarde.
Caricatura de la sección Migajas de revista Estadio sobre el encuentro entre ‘Malloco’ y Julián San Miguel (foto revista Estadio).
En aquel partido se le habría acercado a saludar Julián San Miguel, un dirigente azulgrana, según desclasificaría la sección Migajas de la revista Estadio del 28 de enero del año siguiente. El dirigente se habría acercado a saludar amistosamente a Guillermo, pero el goleador no lo reconoció, extraño por la importancia que tenía el aludido en el manejo del club ibérico. Ante esto, San Miguel le habría tratado de ayudar y le señaló: “¿No se acuerda de mí? Cuando usted estuvo en Iberia, yo era tesorero”, a lo que el ‘Pimienta’ habría replicado: “Ah, por eso no me acuerdo” (p. 32). Un signo patente del fútbol de aquellos años, donde el futbolista vivía generalmente una situación laboral muy precaria. En esta misma línea, ‘Malloco’ era un jugador indisciplinado en algunos aspectos, según reconoce su mismo hijo. Lo castigaban usualmente por no llegar a entrenar y reconoce que a veces los descuentos se llevaban gran parte de su sueldo.
Con salarios poco generosos, era poco usual que los futbolistas se fueran a vivir a la ciudad del club en que jugaban con toda su familia, y Guillermo Pérez no fue la excepción. Siempre vivió en pensiones en las ciudades a las que llegó a jugar y mantuvo a su familia en su casa de Malloco. Allí su esposa atendía el restaurant El Danubio Azul y criaba a los cuatro hijos, alternando ambas tareas. Guillermo, por su parte, una vez en la semana llegaba por un par de días para compartir con ellos.
Guillermo Pérez junto a Eladio Rojas en el amistoso Ñublense vs selección chilena. 10/04/1962 (foto archivo Malloco Atlético).
Su hijo recuerda que cuando jugaba en Chillán: “Él se quedaba allá y, cuando jugaba el sábado, se venía al día siguiente y el martes debía estar de vuelta”. Con nostalgia recuerda aquellos pocos instantes que en su niñez compartió con él: “Cuando el papá venía, los días lunes nos llevaba a los juegos Diana y al zoológico en Santiago. Era una locura, porque las micros en ese tiempo pasaban cada dos horas, ese es un recuerdo lindo que tenemos de él en la niñez. No pasaba mucho con nosotros. Lo veíamos una vez a la semana”, evoca. Recuerda también una ocasión en que inventó como excusa un accidente para viajar a su casa: “Dijo en Ñublense que me había caído del árbol, y era mentira”.
Los 35 goles de Guillermo Pérez con la camiseta de Ñublense
Fecha | Torneo | Rival | Estadio | Resultado* | G |
19/04/1959 | Segunda División | Iberia | Santa Laura | 4-0 | 2 |
24/05/1959 | Segunda División | Trasandino | Ferroviario Los Andes | 1-3 | 1 |
31/05/1959 | Segunda División | Green Cross | Seminario (Chillán) | 3-1 | 2 |
7/06/1959 | Segunda División | Coquimbo Unido | Municipal Coquimbo | 1-3 | 1 |
14/06/1959 | Segunda División | Universidad Técnica | Seminario (Chillán) | 4-1 | 2 |
21/06/1959 | Segunda División | Alianza de Curicó | Seminario (Chillán) | 1-0 | 1 |
28/06/1959 | Segunda División | Unión San Felipe | Municipal San Felipe | 2-4 | 3 |
2/04/1960 | Copa Preparación | Alianza de Curicó | Seminario (Chillán) | 2-0 | 1 |
22/05/1960 | Segunda División | Coquimbo Unido | Municipal Coquimbo | 1-3 | 1 |
29/05/1960 | Segunda División | Alianza de Curicó | Seminario (Chillán) | 2-0 | 1 |
24/07/1960 | Segunda División | Deportes Colchagua | Seminario (Chillán) | 2-0 | 1 |
31/07/1960 | Segunda División | Universidad Técnica del Estado | Seminario (Chillán) | 3-0 | 1 |
16/10/1960 | Segunda División | Deportes Colchagua | Municipal San Fernando | 3-2 | 1 |
23/10/1960 | Segunda División | Universidad Técnica del Estado | Santa Laura | 1-1 | 1 |
30/10/1960 | Segunda División | Unión San Felipe | Seminario (Chillán) | 3-0 | 1 |
1/04/1961 | Copa Chile Green Cross | Ferrobádminton | Municipal Chillán | 2-3 | 1 |
18/06/1961 | Segunda División | Magallanes | USACH | 5-3 | 1 |
25/06/1961 | Segunda División | Coquimbo Unido | Municipal Chillán | 3-0 | 1 |
9/07/1961 | Segunda División | Unión San Felipe | Municipal San Felipe | 3-1 | 1 |
23/07/1961 | Segunda División | Iberia | USACH | 3-0 | 1 |
30/07/1961 | Segunda División | Deportes La Serena | Municipal Chillán | 1-1 | 1 |
10/09/1961 | Segunda División | Magallanes | Municipal Chillán | 1-1 | 1 |
8/10/1961 | Segunda División | Deportes Colchagua | Municipal San Fernando | 2-5 | 1 |
15/10/1961 | Segunda División | Iberia | Municipal Chillán | 9-1 | 3 |
22/10/1961 | Segunda División | Deportes La Serena | La Portada | 1-2 | 1 |
5/11/1961 | Segunda División | Lister Rossel | Fiscal Linares | 3-3 | 2 |
15/04/1962 | Copa Preparación | Rangers | Municipal Chillán | 2-1 | 1 |
* El resultado indica en primer lugar los goles del equipo local.
Fuente: elaboración propia, 2021.
En la temporada 1959 disputó 21 encuentros, ausentándose solo en tres -considerando Copa Chile y torneo de Segunda División-, siendo el máximo anotador del club con 12 goles, anotando un promedio de 0,57 goles por partido disputado.
En esta temporada entró a la historia de Ñublense al ser el primer jugador del club en marcar tres goles en un mismo partido. Fue frente a Unión San Felipe el 28 de junio en el 4-2 final del lance disputado en la ciudad del Aconcagua. En dos ocasiones marcaría un hat-trick; la segunda fue el 15 de octubre de 1961 en el Estadio Municipal de Chillán ante Iberia en el avasallador 9-1 de aquella tarde.
La temporada 1960 sería la más baja en cuanto a goles del ‘Malloco’ en Ñublense; solo ocho en todo el año, con dos partidos más disputados que la temporada anterior, marcando en promedio 0,34 goles por partido. Jaime Baeza fue el goleador de los diablos rojos esa temporada con nueve anotaciones.
En 1961 tuvo quizás su mejor temporada en Ñublense y en el fútbol profesional, formando una dupla letal con el argentino José Borello, con quien anotaron en total 33 goles en todo el año: 14 el ‘Malloco’ -el segundo máximo anotador del equipo en la temporada- y 19 el ‘Pepino’. Pérez promedió 0,7 goles por partido esa temporada.
Su última etapa vistiendo la camiseta roja lo vio en la Copa Preparación de 1962, previo al Mundial disputado en Chile. Allí marcaría su último gol por Ñublense, frente a Rangers el 15 de abril, batiendo a Arturo Rodenak a los 21’, marcando la paridad momentánea ante los talquinos en un partido que lo ganaría Ñublense por 2-1 con gol de Ricardo Oteíza en el segundo lapso. Puso fin a su paso por Ñublense y partiría con una maleta cargada con 0,53 goles en promedio por partido, tras sus 66 presentaciones y 35 goles siendo, con 32 goles en la Segunda División -hoy Campeonato de Ascenso- siendo hasta el día de hoy el segundo máximo anotador de Ñublense en la categoría -junto con Mario Lagos con la misma cantidad-, siendo solo superados por Segundo Castro con 35 dianas.
Cinco días antes de ese último gol, ‘Malloco’ alineó en Ñublense contra la selección chilena, siendo titular en la derrota 0-4 frente a los dirigidos de Fernando Riera que se preparaban para el certamen máximo del balompié mundial, donde alcanzarían un histórico tercer puesto.
Síntesis de partidos jugados y goles anotados por Guillermo Pérez en Ñublense
| Torneo | PJ | G |
1959 | Segunda División | 19 | 12 |
1959 | Copa Chile | 2 | 0 |
1960 | Copa Preparación | 4 | 1 |
1960 | Segunda División | 19 | 7 |
1961 | Copa Chile Green Cross | 2 | 1 |
1961 | Segunda División | 18 | 13 |
1962 | Copa Preparación | 2 | 1 |
66 | 35 |
Fuente: Elaboración propia, 2021.
Tras la Copa Preparación de 1962, parte al recién ascendido Unión La Calera, donde disputó cuatro partidos en el torneo oficial de Primera División de ese año. La temporada siguiente emigra a Trasandino de Los Andes, donde disputa sus últimas temporadas profesionales, siendo dirigido por Raúl Pino y retirándose muy joven. Se le pierde el rastro en las alineaciones oficiales en 1966, cuando aún no superaba los 32 años, a causa de una lesión en su rodilla que le impidió seguir jugando competitivamente.
El ‘Malloco’ en la cancha
Quienes vieron jugar al ‘Malloco’ lo describen como un delantero muy potente, con el arco entre ceja y ceja. Su hijo complementa: “Era como un tractor. Medía 1,81, tenía mucha fuerza y era ambidiestro. Jugaba muy bien con la pelota en los pies y se elevaba muy bien”.
Guillermo le pegaba muy bien a la pelota y le imprimía a esos balones de cuero una gran potencia.
Pero todo jugador tiene cualidades no técnicas ni tácticas, sino de personalidad que pueden hacer relucir u opacar sus dotes deportivas. En el caso de Guillermo Pérez, era de carácter fuerte. “Era parado de las hilachas, mañoso para jugar. Le gustaba jugar para ganar, no por competir nomás. Era complicado de carácter”, recuerda su hijo.
Su compañero de pensión en sus primeros momentos en Chillán, Luis Venzano -fallecido en febrero de 2021-, lo recordaba en una entrevista del 25 de julio de 2019 como un goleador de raza: “De esos que no se hacen en serie, se hacen a mano no más. Tenía una velocidad corta muy importante”, destacando además su gran poder de gol, extraño en el esquema actual para un futbolista que juega con el diez en la espalda.
‘Malloco’ después del fútbol profesional
Tras dejar el fútbol profesional, intentaría seguir jugando en su tierra natal, la que nunca abandonó. Su hijo recuerda que en 1967-1968: “Estuvo jugando en Thomas Bata, jugaba con puros ex jugadores profesionales”, ocupando el cupo sub 35 que permitían jugar a los viejos cracks. Quiso operarse para quedar mejor de su rodilla, pero lamentablemente la cirugía no resultó: “Quedó mal y no pudo jugar más al fútbol, ni competitiva ni recreativamente”, explica su hijo. El ‘Malloco’ nunca volvió a jugar al fútbol que lo apasionaba. De manera sagrada, tomó el hábito de asistir a los baños turcos en Santiago.
Paralelo a ello, se hizo cargo del negocio familiar, donde puso en práctica sus dotes culinarias: “Cuando el papá se retiró empezó a trabajar el chancho; a hacer arrollado, longanizas, prietas. Él faenaba el animal y hacía todo artesanal”, cuenta el hijo del ‘Malloco’, quien ahora atiende el Danubio Azul, advirtiendo que ya no elaboran embutidos ni productos derivados del cerdo.
Cuando ya no pudo jugar, siguió en el club Malloco Atlético como entrenador en Tercera y Cuarta División, en tiempos que no se exigía tener el título de entrenador para sentarse en la banca en dichas categorías. Por amor al arte, dirigió también por varios años en el Regional de la Zona Central, y su hijo agrega: “Después formaron un Malloco Azocenco, que competía con los clubes Bata, CTC, Good Year, Pizarreño, con Senior 35 para arriba. Allí también dirigía y, como hincha del fútbol, compartía con sus amigos en el tercer tiempo que le gustaba harto”.
Guillermo Pérez en una visita a Chillán en 2007 (foto programa Dimensión Deportiva, TVU).
Una vez que su esposa fallece el año 2000, comenzó a viajar a Chillán recurrentemente para ver los partidos de Ñublense, estaba muy pendiente de la marcha del club. En 2007, con ocasión de una jornada solidaria para ir en ayuda de Luis ‘Motoneta’ Mardones, Guillermo Pérez estuvo presente y demostró estar muy al tanto de la marcha deportiva del club. En una nota del programa Dimensión Deportiva de TVU señaló: “En varias oportunidades he venido, antes de que Ñublense subiera a Primera, vine contra Melipilla, contra San Felipe, viajé a San Luis de Quillota”. Su hijo señala: “Cuando queda viudo empieza a viajar mucho a ver partidos de Ñublense. Partía siempre para Chillán, estaba muy pendiente de los partidos”. En la entrevista televisiva el ‘Malloco’ Pérez declaraba su especial cariño por los diablos rojos: “Tengo un gran recuerdo de la gente de Chillán, especialmente la gente del mercado, que era extraordinaria de buena. Tengo un buen recuerdo y lo llevo siempre en el corazón”, agradeció.
Sus últimos años
A mediados del 2011 se encontraba con varias complicaciones de salud. “Le estaba funcionando el 20 o 30 % de un riñón, es que era muy bueno para la carne. Tenía muchas enfermedades: gota, hipertensión y otras”, confiesa su hijo Guillermo. Una mañana, cuando debía comenzar con la diálisis, tomó una decisión radical: no dializarse. “Llamé a mi hermana Fanny, y respetamos su decisión, porque estaba mentalmente bien. Lo trajimos para Malloco y lo disfrutamos 18 meses. Lo disfrutamos los nietos, los hijos, todos. Era medio arisco, pero estaba feliz”, recuerda Guillermo hijo.
Poco a poco su mente también comenzó a deteriorarse, se desorientaba y se le olvidaban algunas cosas. En una ocasión se perdió y llamaron a su hijo desde un baño turco de Estación Central, donde lo encontró luego de varias horas.
Quizá su última vivencia con Ñublense fue el 11 de noviembre de 2012, cuando con su hijo Guillermo y su nieto Diego -tenista que obtuvo medalla de bronce en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019- estuvieron en la infartante definición a penales que dio el ascenso a Primera División a los diablos rojos frente al Athletic Club Barnechea. “Llevamos al papá y ya estaba medio perdido. Miraba, miraba, estaba contento, pero al final no sabía mucho qué pasaba”, evoca Guillermo. Finalmente, la mañana del 11 de febrero de 2013 la vida del ‘Malloco’ Pérez se apagó a los 77 años.
Fuentes:
- Guillermo Pérez Vidal, entrevista. 21 de abril de 2021.
- Luis Venzano Justiniano, entrevista. 25 de julio de 2019.
- Revista Estadio. Sección Migajas. Zigzag, Santiago. N° 871, p. 32. 28 de enero de 1960.
- 1959-1962. Diario La Discusión.
- 1959-1962. Diario El Ilustrado.
Agradecimientos:
- Guillermo y Diego Pérez, por compartir los recuerdos de su padre y abuelo.
- Marco Rojas Aburto, por aportar con datos precisos sobre algunos partidos de la época.
- Rino Curotto Díaz, por aportar con información del paso de Guillermo Pérez por Unión La Calera.