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El histórico partido de Pelé frente a Naval en El Morro

Por Nicolás Aguilera

Estamos en los primeros meses del año 1963. En Chile se vivía una resaca futbolera a causa de Mundial jugado el año anterior, donde todo un pueblo celebró el tercer lugar alcanzado por nuestra selección y se fascinó con el juego del sensacional delantero Garrincha, quien condujo con su talento a levantar el trofeo mundialista para Brasil: el gusto por ver fútbol de primer nivel ya había prendido en el paladar del hincha chileno.

A 500 kilómetros de Santiago, en la provincia del Bíobío, el fútbol mantenía una intensa competencia a través de los torneos regionales, campeonato semi amateur que se jugaba a lo largo de toda la región y ciudades cercanas. El campeón de la temporada 1962 había sido Universitario, equipo representante de la Universidad de Concepción, dejando a Naval de Talcahuano, el club más ganador de la época y protagonista de esta historia, en la tercera posición.

A nivel mundial el mejor club de la temporada había sido el Santos de Brasil, campeón del mundo al ganar en la final de la Copa Intercontinental al Benfica de Portugal, y como hecho inédito fue el primer equipo en ganar los cuatros torneos que jugó (Liga, Copa Brasil, Copa Libertadores, Intercontinental). Ante tan impresionante campaña su fama traspaso las fronteras del continente,  transformado ahora era un fenómeno mundial, lo cual fue aprovechado por el club para viajar por el mundo jugando una inmensa cantidad de partidos en su gira internacional de 1963, siendo una de sus paradas nuestro país. En esos años el Santos recorría el mundo en giras interminables, ejemplo de ello fueron sus 99 partidos jugados en 1959, siendo Pelé titular en 82 encuentros.

Si bien el fútbol se jugaba a lo largo de todo Chile, era en Santiago donde concentraban los duelos internacionales más destacados del momento. Es así como el 23 de enero de 1963 comienza el periplo de Santos por nuestro país. Su primer encuentro frente a Colo-Colo termina en triunfo para los brasileños con dos goles de Pelé para darle un 2-1 final. Posteriormente continua su gira por Sudamérica trasladándose a Perú enfrentando el mes de febrero a Deportivo Municipal y Alianza de Lima.

Prontamente vuelve a Chile, con una multitud que repleta el recinto ñuñoíno del Estadio Nacional, jugando el 6 de febrero contra el campeón chileno Universidad de Chile, siendo esta vez derrotado 3-4, con la prensa de la época rindiéndose ante el gran juego del cuadro universitario que triunfa en buena lid a tan importante rival.

En los días previos a este partido es donde aparece la idea del gerente de Colo-Colo Carlos Weiss de ofrecer al rival paulista un partido contra Naval de Talcahuano. Si bien el plan en el papel era factible, el costo bien podría ser una traba para las arcas del club ‘chorero’. 

En esos tiempos quién llevaba el manejo de estos duelos amistosos internacionales era el empresario chileno Samuel Ratinoff, quien figura como uno de los precursores de grandes partidos amistosos por toda Latinoamérica. Para el duelo contra Naval esa vez pidió 15.000 dólares. 

Ya enterados de la cifra ahora se debía gestionar los recursos para cumplir con los tiempos. Esta labor es mandatada al secretario de la Asociación Naval José Rojas Villarroel, quien viaja a Santiago raudamente el mismo 6 de febrero, con la idea de proponer un partido para el día 10 del mismo mes. Además, se esperaba sumar exjugadores navalinos que se encontraban en Santiago para reforzar al equipo, sin embargo, la idea no llega a concretarse: de todas formas, era necesario reforzar el plantel con nuevos nombres para completar al equipo y ser competitivos en tan importante duelo.

Las gestiones del personero navalino llegan a buen puerto, logrando un acuerdo de 14.000 dólares por el partido, siendo Naval responsable de los gastos del viaje de avión y la estadía en el sur: El mejor jugador y mejor equipo del mundo estarían en el puerto de Talcahuano, siendo un momento irrepetible para la zona.

Volvamos a ese día 6 de febrero. Luego del partido frente a Universidad de Chile, para Santos se abría una nueva posibilidad de viajar, esta vez a Uruguay para enfrentarse a Peñarol: la idea de repetir la última final de la Copa Libertadores de 1962 a cambio de 23.000 dólares era atractiva, sin embargo, no hubo mucho interés por repetir una definición que resultó ser muy polémica. 

Ocurrió que en el partido de vuelta de dicha final en Brasil fue agredido con una botella el árbitro chileno Carlos Robles, donde los hinchas brasileños acusaron a los de Peñarol de tirarle tierra a los ojos al arquero Gilmar en el gol charrúa, lo que produjo el alboroto. Al volver a la conciencia después de tan artero incidente, el partido finalizó en el minuto 51, sin embargo, por la presión del ambiente tuvo que jugarse el tiempo completo por el miedo del juez a su integridad física. El árbitro les dijo a los jugadores uruguayos “muchachos, ayúdenme porque, si no, nos matan a todos” para continuar los minutos restantes del encuentro que ya no valían para el informe oficial. Ante tan malos antecedentes cercanos era mejor evitar problemas como del año anterior y no viajar a Uruguay.

En la provincia del Biobío, ahora ya con el valor definitivo del partido, había que pensar como solventar tan alto gasto y definirlo en el poco tiempo que restaba. Existía una referencia: el año anterior la selección chilena estrenó el césped del estadio El Morro de Talcahuano enfrentándose a Naval. El público de esa jornada fue de 16.116 personas y se obtuvo una recaudación de E° 24.128, lo cual dio atisbos de poder financiar la venida de los brasileños.

 

Se comienza a planificar el partido

Ya en lo meramente deportivo, dos de los referentes de Naval, el delantero Juan Torres y el arquero Oscar Cifuentes, no estaban habilitados para el partido por encontrarse concentrados con la selección chilena amateur que disputaría el panamericano de Sao Paulo, dos bajas importantes en el once titular. En vista del poco tiempo, al cuadro chorero se le sumaron algunos refuerzos exclusivamente de la zona para fortalecer el plantel :

  • de Fernández Vial, Onofre Pino (arquero) y Luis Tapia (delantero)
  • de Huachipato, Vicente Astorga (mediocampista ) y Juan Marín (delantero)
  • de Universitario, Remigio Zambrano (mediocampista)
  • de Marcos Serrano, Roberto Sánchez (zaguero central)

Muy importante era definir el precio de las entradas, quedando sus valores de la siguiente forma: Tribuna techada (incluye sillas) numeradas hasta el dos mil en 10 escudos, con entradas para niños al mismo valor, y trece mil entradas generales a 3 escudos, con el valor para niños a solo 1 escudo.

Con la expectación al máximo, el jueves 7 de febrero se comienzan a vender las entradas. En Talcahuano se habilitan los locales comerciales emporio El Hincha, Botillería San Patricio, Casa Bermúdez y la Asociación Naval de Fútbol. En Concepción se venden en Deportes Víctor Fierro y la Asociación de Fútbol.

Ese mismo día se presentaron la totalidad de los jugadores de Naval al entrenamiento junto al director técnico Arnoldo Weber, a la espera de los refuerzos para el día siguiente. El partido se esperaba con mucha efervescencia en el puerto: a sus entrenamientos llega mucha gente y hasta las 20:00 horas del día viernes ya se habían vendido más de veinte millones de pesos en entradas.

Frente a tan ilustres invitados la municipalidad de Talcahuano se compromete a otorgar un trofeo para el ganador del partido de parte del alcalde Patricio González, el cual consiste en una figura del tradicional huaso chileno montado a caballo.

Estando todo dispuesto, la fiesta debía ser completa. Se organiza una jornada llena de actividades para el domingo, con un programa que se detalla a continuación: 

12:00: Apertura de puertas y actuación de la banda instrumental de la Base Naval

13:45: Partido entre las selecciones juveniles de Huachipato y Lota

15:20: Partido entre Naval y Hualqui, torneo juventud

16:45: Ingreso a la cancha de Naval y Santos

16:50: Izamiento de las banderas de Chile y Brasil

16:55: Entrega de objeto recordatorio por parte del alcalde Patricio González

17:00: Comienzo del partido

 

El día del partido

Santos llegó ese mismo domingo 10 de febrero a las 11:30, en un vuelo especial LAN al aeródromo de Hualpencillo, con más de dos mil personas agolpadas para recibirlos. Su estancia por la ciudad no iba a ser larga, por tanto, había que aprovechar cualquier momento para verlos ya que su plan era regresar a la capital el mismo día después del partido.

Una multitud recibe a los brasileños en el Aeródromo de Hualpencillo3 (Fuente: Diario Crónica)

El itinerario de la jornada para Santos ya estaba planeado con antelación. Almorzarían en el ya desaparecido City Hotel, popular hotel de la época ubicado en Barros Arana con Castellón ( actualmente se encuentra una tienda comercial), con un menú que consistió en churrasco con ensalada de tomates y arroz, fruta surtida, todo preparado con esmero por el chef Ignacio Belmar.

La orquesta tuvo una actuación especial para la delegación brasileña, amenizando la primera escala de los brasileños en Concepción. A las 14:30 horas, después de tan cariñoso y sencillo recibimiento, se dirigen raudos a Talcahuano. La delegación de Santos estaba conformada por 23 integrantes entre jugadores, dirigentes y personeros ligados al club, la cual detallamos a continuación:  Renato Pimenta, presidente; Dr. Leonardo de Roma, José Texeira, dirigente; Gilberto de Serra, periodista; Lula dt; José Macedo de Silveira kinesiólogo; y los jugadores : Coutinho, Mauro, Pelé, Gilmar, Dorval, Mengalvio, Pagao, Laercio, Olavo, Nene, Pepe, Dalmo, Hemilton, Tite, Juan Carlos, Luis Claudio y Calvet.

Quizás el partido más importante jugado contra un equipo extranjero en la región se juega el domingo 10 de febrero de 1963, en el estadio El Morro, una fecha imborrable para el hincha de la zona. En la previa el alcalde de Talcahuano Patricio González entrega una figura huasa al presidente de Santos Patricio Pimienta, quien a su vez regala una medalla con la inscripción “Cincuentenario Fundación Santos F.C. 1962”. Los jugadores navalinos no son menos y reparten a su contraparte brasileña un banderín recordatorio de su visita al puerto.

Alcalde de Talcahuano entregando figura al capitán Mauro, atrás se divisa al dt Lula. (Fuente: Diario La Patria)

NAVAL 0-5 SANTOS 

10/02/1963. Arbitro: José Luis Silva. Público: 12.286. Taquilla: E° 33.078

SANTOS: Gilmar (Laercio), Joao, Carlos, Mauro y Dalmo; Mengalvio y Calvet (Hemilton) ; Dorval, Tite, Pagao (Nene 2T), Pelé y Pepe (Luis Claudio 2T).

DT: Lula.

NAVAL: Pino, Alvarado, Guerra y Moraga; Jiménez y Astorga; Saavedra (Mora (Jamett 2T)), Zambrano, González (Tapia 2T) , Marín y Sen.

DT: Arnoldo Weber.

Para el registro, la banca de Naval se completaba con: Melgarejo, Arriagada y Salinas.

 

 El cuadro de Naval en su histórico encuentro. Arriba de izq. a der.: Jiménez, Alvarado, Moraga, Astorga, Guerra y Pino. Abajo: Saavedra, Zambrano, González, Marín y Sen. (Foto coloreada) (Fuente Revista Gol y Gol).

El equipo de Santos en su histórica visita al estadio El Morro. Estaban formados arriba: Joao Carlos, Dalmo, Mengalvio, Calvet, Gilmar, Mauro (cap.). Abajo: Dorval, Tite, Pagao, Pelé, Pepe (Foto coloreada) (Fuente: Facebook Naval)

 


Salto soberbio de Pelé frente a Moraga, para convertir su primer gol en el partido. (Fuente: Revista Gol y Gol)

Santos dio un verdadero espectáculo en todas sus líneas, Naval como era de esperar, no fue rival de peso para los brasileños, haciendo notar las enormes diferencias entre un club semi amateur y otro con el cartel del mejor del mundo en su momento más alto.

En el partido mismo, en la línea posterior destacaron su capitán Mauro, el arquero Gilmar y sus defensas Megalvio, Dalmo y Calvet, resultando un tándem inexpugnable para el poco poder ofensivo del cuadro chileno.

Onofre Pino, el arquero de Naval, fue sin dudas el mejor, ya que pese a sus cinco goles en contra se registraron variadas intervenciones frente al ataque de Santos, Astorga y Jiménez también destacaron a buen nivel.

Si bien fue un partido unilateral, en los primeros minutos se vieron algunas llegadas del cuadro chileno. A los nueve minutos un tiro de Marín obliga a Gilmar a despejar al córner y a los 23 minutos un tiro violento de Saavedra provocó el lucimiento a dos tiempo del arquero brasileño. Estos fueron meros intentos ofensivos que no causaron daño en la escuadra rival. Parecían estar despertando al gigante brasileño, que solo preparaba el momento para demostrar su valía.

A los 24 minutos comienza el vendaval brasileño: gol de Tite quien a la entrada del área remata al rincón derecho de Pino dejándolo sin opción. Diez minutos después viene el segundo gol, Pagao supera en carrera a Guerra y desde veinte metros remata al costado izquierdo del portero. A los 39 minutos el gol que esperaban todos, Pelé con un espectacular brinco deja sin opción a Moraga, después de un centro de Pagao, con el balón ingresando en el ángulo superior izquierdo junto el asombro del público de tan bella anotación.

Ya en el segundo tiempo al minuto cuatro, Pelé ante la salida de Pino ubica su tiro en el rincón imposible para el guardameta. Finaliza todo en el minuto 12 con el gol de Nene, tiro alto que pega previamente en el travesaño, decretando el resultado final de 5-0 para los brasileños.

 

Santos en el estadio El Morro (Fuente: Facebook Naval)

 

Nene frente a Pino que evita el gol, ante la mirada de Guerra, Astorga, Jiménez y Pelé. Impresiona el marco de público que repleta las tribunas y el cerro. (Fuente: Diario La Patria)

 

 

El ambiente de fiesta se vio reflejado en el entretiempo, los jugadores brasileños se quedaron en el campo de juego momento en el cual entraron a la cancha una gran cantidad de niños que buscaban a su ídolo Pelé.


Pelé junto a los niños (Foto: Diario La Patria)

El entrenador de Naval Arnoldo Weber posterior al partido comentó que “hasta cierto punto suponía y por lo tanto esperaba un resultado como el registrado”, complementando que lo improvisado del encuentro perjudico de sobremanera a su equipo, ya que “casi no disponía de suplentes para la importancia del encuentro” y sostuvo con resignación que “con unos diez días de anticipación y contando con Saavedra (en buenas condiciones, jugó solo el primer tiempo por problemas físicos que acarreaba), Torres y Cifuentes (nominados por la selección amateur), podría haberle hecho más pelea”.

Al finalizar el encuentro, Mauro, el capitán de Santos, comentó sobre el juego navalino: “Bien, bien. El cuadro este juega bien, pero no tiene rematadores. Es fácil controlarlos ya que nadie entra con velocidad al área. Bajo la misma línea, Pelé declaró: “ Todo muy amables. Juegan bien pero no saben armar el juego para hacer los goles. Creo que gusto el partido… “

La asistencia fue un récord para la región, sin embargo, hubo un déficit importante de 12 millones aproximadamente. La causa se debió principalmente a la falsificación de entradas y el desorden por el gran interés que produjo avalancha de personas que no pagaron su convenida entrada.

Cada jugador de naval fue premiado con 20.000 pesos, siendo los 18 jugadores considerados para el partido beneficiados.

Una anécdota registrada en la prensa de la época sobre el encuentro es la de un jugador chileno, quien, al ver pasar la pelota de manera tan incontrarrestable, hizo la petición a un jugador brasileño de no recibir más goles, a lo cual responde que esto lo debe definir Pelé, quien acepta “solo unos más”, con lo que luego se marca el 5-0 para cerrar el partido. 

Y así fue como el mejor del mundo estuvo en Talcahuano, revolucionó a toda una ciudad en su breve estadía, compartió y regaló simpatía con el pueblo chileno que supo agradecer un recuerdo imperecedero para todos quienes lo disfrutaron aquel día en vivo y directo.

Pelé durante el partido realizó con gran agilidad la ‘chilena’ con la cual maravilló al público chorero, quizás homenajeando sin querer a Ramón Unzaga en un ya lejano 1914, quien ejecutó por primera vez esa icónica jugada en el mismo estadio en su antigua cancha de tierra, dos momentos que se unen en un lugar lleno de historia futbolística para la región del Biobío, momentos que la memoria a veces difumina con el tiempo y sin embargo queremos mantenerlas eternas.

Fuentes:

  • Diario La patria 1963
  • Diario El Sur 1963
  • Diario Crónica 1963
  • Revista Gol y Gol 1963
  • Agradecimiento: ASSOPHIS – Associação dos Pesquisadores e Historiadores do Santos FC
  • Libro: “100 años del fútbol chorero” Luis Osses Guiñez (2009)
  • https://www.marca.com/primera-plana/2021/01/23/60057f5322601d2e3f8b4580.html
  • Historias Insólitas de la Copa Libertadores, Luciano Wernicke.
  • Agradecimientos a : Pedro Ferrada y Abel Soto.
  • Agradecimientos a antiguos jugadores de Naval por el aporte a colorear la fotografías del cuadro porteño.

* Existen diferencias en las fuentes relacionadas con el minutaje de los goles, que varía en un minuto.

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