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Nacimiento del fútbol en la Patagonia 1899

Por Pedro Jara

Para desarrollar el concepto global del desarrollo del fútbol en Punta Arenas, he creído necesario identificar y desarrollar los diferentes actores que han aportado a la construcción de este deporte a través de los años.

El primer actor en escena fue, sin duda, la creación del semanario “El Magallanes”, cuyo primer número apareció el 7 de enero de 1894, recibido con gran alborozo por cerca de tres mil habitantes de la lejana villa de Punta Arenas, siendo sus fundadores Juan Bautista Contardi, Lautaro Navarro Avaria y Manuel Señoret Astaburuaga, saliendo los domingos por 10 centavos cada ejemplar.

La aparición de “El Magallanes”, impreso en una modesta casa situada en la calle Concepción – hoy calle Roca – de propiedad de Juan Bitsch, no sólo fue un eficaz instrumento de comunicación, sino también, un gran aporte en el ámbito cultural y social. En él aparecen los primeros términos del reciente y extraño deporte: football, team, match, eleven,half, back, winer, etc., términos nuevos para la sociedad magallánica.

Después aparecerían los periódicos “La Razón”, “El Porvenir”, “El Obrero”, “El Comercio”, “El Austral”, “Sinapismo”, “La Nación”, medios de comunicación escrita que permitirían estar al tanto de los diferentes acontecimientos que comenzaban a revolucionar todos los aspectos de la sociedad.

En muchos artículos aparecen acontecimientos que no pueden ser indiferentes al fútbol, como los acontecimientos del 1° de mayo de 1886, donde los trabajadores pelearon por sus ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de recreación.

Vital para el desarrollo del fútbol fue el derecho ganado por los trabajadores de sus ocho horas de recreación, que les permitía ocuparlas en diferentes actividades, donde primaban la gimnasia y el fútbol.

Un artículo aparecido en noviembre de 1895 en la revista “Review”, del fisiólogo británico Carlos Robert, entregaba pautas para que los trabajadores supieran cómo utilizar esas ocho horas de recreación en actividades más útiles para la salud, permitiéndoles mantenerse activos y vigorosos, para lo que proponía una serie de programas que separaba en lugares bajo techo y al aire libre.

Importante es resaltar que, dentro de las diez actividades al aire libre jerarquizaba por orden de importancia en primer lugar al fútbol y la gimnasia, luego el barco de remos, la natación, los paseos a paso acelerado, la bicicleta, el paseo ordinario, el estudio de la botánica, la jardinería, labrar a escuadra maderas y otros trabajos manuales del mismo género.

Como segundo actor, quiero destacar la Sociedad Rural de Magallanes, iniciada en 1894, y que se adjudicó un sitio en la Av. La Pampa (hoy Av. Bulnes), cuya entidad ejerció una intensa actividad en la región, organizando anualmente exposiciones ganaderas y en cuyo lugar se festejaban las Fiestas Patrias anualmente. Es por ello que la exhibición de fútbol se insertó en los festejos patrios y se realizó en el recinto de su Propiedad, que posteriormente paso a ser la continuadora de la Sociedad Club Hípico de Punta Arenas S. A..

Club Hípico y el sector donde se desarrolló la primera muestra de fútbol

Por otro lado, basándome en información ya conocida, además de la que compilé de diferentes fuentes, considero que fueron tres los grupos sociales que practicaron fútbol en sus inicios en la Patagonia, naciendo así el tercer actor en escena como fue el “equipo de fútbol” que tiene su origen en:

A- Marineros británicos de paso por el Estrecho de Magallanes

Lugar por donde fue descubierto Chile en 1520, no por nada el significado de “Chile” en dialecto aymara es “donde se acaba la tierra” y en quechua “donde hace frio”, significados que se mezclan en estos parajes haciendo de éste un lugar paradisíaco. El Estrecho de Magallanes se constituye en el siglo XIX en el paso obligado de vapores que cruzaban del Atlántico hacia el Pacífico y viceversa, hacia los diferentes puertos del mundo donde se extendía el poderío económico de los ingleses, que llegaban con su vida social y sus costumbres. El deporte no escapaba a esa premisa. En 1867 se juega el primer partido en Buenos Aires, luego, en 1881 en el puerto de Montevideo y no es difícil pensar que, debido a lo distante entre los puertos que anteceden al de Punta Arenas, el llegar a estas costas hacía que los marinos amantes de los deportes bajaran a la playa (si las condiciones climáticas lo permitían) y desarrollaran sus rutinas de estiramiento muscular, que incluían la gimnasia y en especial el fútbol, que cada vez se hacía más popular entre las tripulaciones de los vapores que día a día cruzaban el Estrecho de Magallanes. Es por eso que no es aventurero pensar, que el fútbol se practicó de manera informal y espontánea por las tripulaciones que cruzaban y se abastecían en la bahía de Punta Arenas alrededor del año 1867, cuando se decretó el “puerto libre” y aumentó el tráfico náutico por esta vía.

B- Colonos escoceses, venidos mayoritariamente de las Islas Malvinas

Por bastante tiempo Punta Arenas tuvo el carácter de ciudad penal -forma de colonización que se realizaba utilizando la mano de obra de relegados-, la que subsistió hasta 1867, cuando el presidente José Joaquín Pérez, realizó una política de colonización con inmigrantes extranjeros. Esto marcó el inicio del crecimiento de Magallanes, especialmente por la llegada de los colonos extranjeros que crearon toda clase de establecimientos comerciales. La internación del ganado ovino desde las Islas Malvinas hacía 1877, y la traída de expertos laneros, mayoritariamente escoceses, no sólo fueron un aporte al desarrollo económico de la región; también influyó en forma determinante en el desarrollo del fútbol en Punta Arenas. Lo anterior tiene relación con los sistemas tácticos que imperaban en la época, siendo el 1-2-2-6 utilizado por los ingleses y el 1-2-3-5, que aparece con los escoceses en el primer partido de fútbol internacional entre ingleses y escoceses en 1872 y que en nuestra región se utilizó hasta fines de la década del 30. En conversaciones con personas de avanzada edad, era repetitivo escucharlos decir “antes nosotros jugábamos con 5 o 6 delanteros”.

Un dato para considerar es el censo poblacional de 1885, donde el grupo de europeos en Magallanes estaba integrado por; 291 británicos, 103 franceses, 90 alemanes, 43 españoles, 9 croatas, 7 italianos y 212 de otras nacionalidades. En 1895 los británicos seguían siendo la colonia con mayor cantidad de inmigrantes en un número de 378, seguidos estrechamente por los croatas con 359, franceses 219, españoles 210, italianos 148, alemanes 126 y de otras nacionalidades 206. Con el muestreo estadístico anterior, quiero indicar la poderosa influencia británica en nuestra región, y que no es una excepción respecto de los puertos de otras partes del mundo en esa época.

Club Deportivo Victoria 1915, prueba de que nuestras influencias tácticas son escocesas y no inglesas, en la foto posan de la forma que se sitúan en la cancha, sacando al dirigente, el portero 1; defensas 2, hincados 3, sentados 5 (1-2-3-5)

 

C- Residentes ingleses miembros del British Club o Club Inglés

El 3 de mayo de 1899, se fundó en Punta Arenas, la Asociación Británica de Magallanes, conocida comúnmente como, el “Club Inglés”. Las salas del Club se encontraban en el último piso del antiguo Banco Tarapacá y Londres (ahora Banco de Chile), en la calle Roca. El Club admitía solo a hombres de nacionalidad británica, generalmente de clase media – alta.

Fue en el Club Inglés, donde se reunió un grupo de socios entusiasmados por las festividades patrias que se celebrarían en septiembre de 1899, decidiendo formar un club de fútbol y a la usanza boxeril, retar a un partido a cualquier equipo que recalará en la bahía de Punta Arenas, escogiendo los sectores planos del actual Club Hípico para desarrollar esta actividad.

La cita quedo plasmada en el diario “El Magallanes” publicado el 17 de septiembre de 1899, la cual cito textual; “Como lo habíamos anunciado en número anterior el footballteams del “Punta Arenas Sporting Club” iniciará sus partidas hoy a las 2 p.m. al lado del Club Hípico. El personal del teams es el siguiente: Goal; A. Nicol, Backs; C.H. Fitz Henry, i Thomson, Half Backs; J. Braun, H. Hardy, H. Robins, J.W. Scott i Robson, Capitán Charles A. Milward, los cuales deben reunirse en el Club Inglés oi a la 1 ¼ p.m. Se jugarán partidas contra cualquier otro team que se presente”.

Recorte diario “El Magallanes” aparecido el 17 de septiembre de 1899

Si bien el 17 de septiembre no se presentaron rivales, se efectuó una práctica de fútbol entre los asistentes, la primera de carácter local, desbordando el entusiasmo de los participantes, que terminada la práctica se dirigieron al Club Inglés, a celebrar el encuentro y las fiestas patrias de nuestra joven nación.

Mención aparte merece don Charles Amhers Milward, marinero nacido el año 1859 en Paddington, Middlesex, Inglaterra, primer capitán de un equipo de fútbol en la Patagonia.

Por azares del destino, Milward se radicó en la ciudad de Punta Arenas, debido a que siendo capitán del vapor inglés “Mataura”, zarpó con 69 hombres y 3 pasajeros desde Nueva Zelanda con destino a Inglaterra. Como muchos barcos, quiso cruzar del Pacífico al Atlántico por el Cabo de Hornos, pero una falla mecánica y las corrientes acompañadas de vientos del oeste arrastraron su barco hasta las costas de La isla Desolación el 12 de enero 1898.

Charles Amhers Milward, primer capitán de un equipo en Punta Arenas

La carga del “Mataura” era muy valiosa, obligando a Milward a quedarse por unos meses en Punta Arenas, supervisando el rescate de la carga, decidiendo al final de las faenas radicarse definitivamente en Punta Arenas. Su oficio de marinero le permitió rápidamente ser reconocido por la comunidad, transformándose en vicecónsul a fines del 1900, siendo un visionario en términos deportivos. Junto a otros residentes forma en 1903 el primer Club de Gimnasia y Esgrima de la ciudad, cuyos socios se reunían los martes y viernes en el salón bajo del Club Alemán.

Volviendo cronológicamente a los primeros años del fútbol en nuestra región, al igual como en otros lados del mundo, la práctica de este deporte correspondía a los hombres y caballeros que asemejaban el estilo británico (Eduardiano en ese tiempo). Así, los nacidos en esta tierra comenzaban a mostrar un gran interés por el “sport”, como le decían en esa época, y poco a poco fueron copando calles y avenidas corriendo tras un balón de fútbol.

Gran aporte para los numerosos aficionados a este juego fue la llegada de la cartilla recién aprobada desde Gran Bretaña para el juego del “football”, en junio de 1901. El libro traducido al español venía precedido de un prólogo escrito por don José A. Alfonso, chileno entusiasta partidario de la educación física.

Cuando el “Punta Arenas Sporting Club” desarrollaba partidas con tripulaciones de vapores de paso por la bahía, los chilenos que miraban estos encuentros comenzaron a entusiasmarse por este deporte que era “cosa de gringos”. Aprovechando el desarrollo urbano de la ciudad, que poco a poco iba creando espacios públicos, todas las tardes se formaban en la avenida Colón unos formidables “match” de gente menuda, que en su empeño por conseguir dar un puntapié, “chuteaban” sin dirección, formando unas peloteras y un ruido que eran una maravilla.

Un juego de diversión de jóvenes aristócratas reunidos en torno al “Club Inglés” pasará en corto tiempo a ser apropiado por la gente venida de Chiloé, extendiéndose al conjunto del cuerpo social para integrarse con fuerza a la vida cotidiana colectiva.

Nace así, entre varios jóvenes aficionados por este deporte, la idea de formar un “eleven”, la mayoría de ellos chilenos que tenían como idea desafiar a otros “teams” que quisieran verificar un match (como se decía en esa época).

Con fecha 5 de octubre de 1901 se funda el “Magallanes Football Club”, cuya directiva quedo conformada por: presidente José Navarrete, secretario Humberto Campos, tesorero Augusto Borchers, capitán Fortunato Schiaffino y capitán suplente Samuel Acuña.

Aunque los chilenos residentes comenzaron a organizarse para jugar al fútbol, la escasa cantidad de clubes obligaba a los ingleses a pactar encuentros contra equipos de vapores ingleses o tripulaciones de los barcos de la escuadra nacional, coincidiendo con los periodos de carga y descarga de los vapores o buques.

A diferencia de lo que muchos creen, el fútbol era un deporte que no se masificaba popularmente. Independiente que se fundaran más clubes con gente “menudita” o “chilotes”, como dirían los ingleses, estos últimos preferían pactar “matchs” con tripulaciones de barcos ingleses o tripulantes de barcos de otras nacionalidades. Era cuestión de estatus. Se entendía como de mayor prestigio desafiar a otros equipos, en desmedro de equipos locales que comenzaban a mostrar evidentes progresos en la práctica de este deporte.

En esa época, se produce un hecho que no ha sido resaltado en su magnitud. A través de un comunicado fechado el 3 de agosto de 1905, el comandante en Jefe de la II Zona del Ejército de Chile solicitó a la superioridad la enseñanza de la gimnasia dentro del Ejército, pero especialmente en un deporte nuevo llamado fútbol.

Para que el lector obtenga sus propias conclusiones, coloco íntegro el comunicado y los efectos que produjo en aquella época:

“Con mucho agrado vería esta jefatura que los jefes de cuerpos (regimientos) pusieran de su parte todo lo posible por desarrollar entre los individuos de tropa la afición por los juegos gimnásticos.

Aparte de lo beneficiario que al desarrollo físico de los jóvenes es la gimnasia, tiene también otra ventaja muy digna de ser tomada en cuenta.

El que con gusto practica ejercicios gimnásticos, ya sean de agilidad o de fuerza, muy luego se siente dominado por el deseo de distinguirse entre sus compañeros, se siente fuertemente influenciado por el estímulo y para el logro de sus aspiraciones lo primero que sacrifica son sus malos hábitos.

Reaccionar físicamente no es posible, si no se comienza por reaccionar moralmente, y esto solo se consigue metiéndose a una vida enteramente metódica e higiénica.

El cigarro y el licor son los peores enemigos de la juventud. Y no se limita a esto la obra benéfica de la gimnasia: no sólo vigoriza el cuerpo, vigoriza también el espíritu, educa el carácter y desarrolla el valor.

La juventud ante todo ha de ser vigorosa, los soldados lo han de ser aún mucho más.

En un 90% de los casos, los hombres fuertes son valientes y serenos, y si tales condiciones se adquieren por la práctica de los ejercicios gimnásticos y de sport, es fuera de duda que a esta rama de la actividad debe consagrársele especial atención.

Obra patriótica se hace, en consecuencia, despertando en los jóvenes el entusiasmo por el sport y si entre todos ellos se eligiera el football, cree esta jefatura que se haría una obra doblemente benéfica. Éste es un juego que desarrolla en gran escala la agilidad y el vigor de las piernas, y conocida es la marcada influencia que esta cualidad ejerce en la potencia de marcha de una tropa.

Generalizar el football en el ejército significa generalizarlo también en el pueblo, ya que anualmente pasan por las filas varios miles de jóvenes que llevan a las diversas esferas de la sociedad los hábitos y costumbres adquiridos durante su servicio militar”.

Este comunicado fue muy bien recibido por el alto mando, produciendo un efecto potente a corto plazo en el desarrollo de este deporte, acercando este deporte de “gringos” a los sectores más populares de Punta Arenas, conformado mayoritariamente por chilotes, los primeros colonos desde el arribo de la goleta Ancud, que con 21 tripulantes tomó posesión del Estrecho de Magallanes un 21 de septiembre de 1843 e instalaron el Fuerte Bulnes, antecesor de la fundación de Punta Arenas el 18 de diciembre de 1848.

Partido de fútbol en la cancha “Rómulo Correa”, primer recinto al aire libre utilizado oficialmente como cancha de fútbol y conocida hacia 1911 como la cancha del British

 

Bibliografía

  • Diario “El Magallanes” de Punta Arenas
  • Libro “Fútbol en la Patagonia” autor Pedro Jara Pacheco.
  • Libro “Origen y futuro de una pasión” autor Eduardo Santa Cruz

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