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La tarde que Everton y el ‘Cordobés’ Ceballos nos maravillaron goleando a River Plate

Por Carlos Campos

Como preadolescente nos dimos el gusto de ver jugar y seguir muy de cerca la campaña triunfal del gran equipo de Everton 1976. 

Desde la presentación de sus figuras y sus primeros entrenamientos en el lejano verano del año 1976 ante un millar de hinchas apostados en las tribunas del Estadio Sausalito de Viña del Mar, hasta su consolidación como campeón nacional.

Presenciamos sus primeros encuentros amistosos y la primera edición de la Copa Viña del Mar que se adjudicó el cuadro brasileño de Fluminense, con el legendario defensa Carlos Alberto Torres, mundialista y figura de Brasil Campeón 1970 en sus filas. 

Junto a un amigo de aventuras futboleras, asistíamos a los entrenamientos y a todos los encuentros del campeonato jugados en Viña del Mar y ciudades cercanas. En esos años, éramos unos precoces caza autógrafos de los ídolos. Y qué ídolos eran: Mario Galindo, Leopoldo Vallejos, Jorge Spedaletti, Sergio Ahumada, José Luis Ceballos, Guillermo ‘Chicomito’ Martínez, Mario ‘Maestrito’ Salinas, Sergio ‘Charola’ González, entre los más renombrados.

Con el paso de los años, se dimensiona y valora el haber sido partícipe de tal significativo campeonato que ganó el club viñamarino ante una sólida Unión Española, que por esos años mantenía supremacía en la obtención de títulos nacionales e incluso como finalista de Copa Libertadores en 1975. 

Ese gustito por el buen fútbol que vieron nuestros ojos, quedó por siempre grabado en nuestra memoria emotiva. De ahí que recordarlo, tienen un sentimiento y agrado muy especial. 

La historia cuenta que el sábado 27/11/1976 en el Estadio Nacional, Everton de Viña del Mar había conquistado el título de campeón de la temporada, al derrotar en un segundo partido de definición a Unión Española por 3-1, a la par con los habitantes de la ciudad jardín que celebraban el buen fútbol de sus representados. 

1977: Desafíos mayores

Para la institución era su tercera estrella, y al denominado equipo-empresa, liderado por el empresario Antonio Martínez Ruiz, concesionario del Casino Municipal viñamarino, se le vendrían desafíos mayores. Su participación por vez primera en Copa Libertadores de América y la búsqueda del bicampeonato nacional.

Tras las celebraciones y reconocimientos por el logro, a inicios de 1977, el técnico Pedro Morales se aboca al trabajo de pretemporada, el que incluye un variado panorama de encuentros amistosos, a la par con el trabajo de acondicionamiento físico.

Los resultados no son los esperados porque, en lo futbolístico, no encontraban la complementación necesaria y caen abultadamente por 2-4 ante el elenco de Atlanta de Argentina, y el pesimismo se apodera de la hinchada.

Las buenas actuaciones del año anterior, llevan a varios de sus jugadores a ser nominados a la selección nacional. Leopoldo Vallejos, Mario Salinas, Carlos Cáceres y Sergio Ahumada se concentran con la ‘Roja de Todos’ que dirige Caupolicán Peña, no estando disponibles para los encuentros amistosos de preparación que pacta la dirigencia ruletera.

Hexagonal de verano

Es verano de 1977 y la directiva encabezada por Martínez Ruiz posterga la segunda edición de la Copa Viña del Mar, para tomar parte como invitado en el hexagonal internacional, que tendría sedes en las ciudades de Santiago y Viña del Mar, junto a Universidad de Chile y Colo Colo en representación del fútbol chileno. Como invitados de envergadura, aparecen el Austria Salzburgo, River Plate de Argentina y Santos de Brasil, cuadro que se quedaría con el trofeo. 

El apronte es en grande, el torneo se juega entre el 19/01/1977 y el 4/02/1977 con la modalidad de una rueda de diez fechas, todos contra todos. El Estadio Nacional recibe diez encuentros y Sausalito cinco, de un total de 15 partidos. Su finalidad era revivir las épicas jornadas veraniegas de fines de los años ‘60 e inicios de los ‘70. 

El sábado 22/01/1977 en el Estadio Sausalito, ante 20.550 espectadores, el cuadro de Everton tiene un mal debut ante el buen equipo de Santos, cayendo holgadamente por 0-4 ya en la tercera fecha. En el segundo encuentro jugado el martes 25/01/1977 (cuarta fecha), siempre en Viña del Mar, los dueños de casa se toman desquite de aquella derrota. Esta vez ante Universidad de Chile, a la que vencen por 4-2.

Por la séptima fecha, el sábado 29/01/1977, la escuadra viñamarina recibe al elenco de Austria Salzburgo y cae por 0-1. El martes 1/02/1977 le corresponde el turno de enfrentar a Colo Colo, al que supera por 2-1, hasta que llega la oportunidad de medirse con River Plate el jueves 3/02/1977, fecha que quedaría consignada en los anales de la historia de la institución viñamarina.

River Plate se había presentado en Sausalito en el verano de 1976, igualando a un gol ante Everton.

 

El ‘Cordobés’ Ceballos por cuatro

Ese día, recuerdo que junto a mi amigo nos trasladamos desde Playa Ancha -parte alta de Valparaíso- hasta el sector de Caleta Abarca de la ciudad jardín. Nos bajamos del bus y enfilamos nuestros pasos hacia el antiguo Hotel Miramar, para conocer a los jugadores de River Plate, cuadro que venía precedido de ser el campeón de América, y poder capturar sus autógrafos. Sin embargo, un séquito de guardias del recinto hotelero y carabineros nos privó de ese privilegio. Decepcionados, continuamos nuestro camino con destino al Estadio Sausalito para esperar el arranque del partido, instalados en el antiguo sector bajo marquesina, lugar estratégico para ingresar al terreno de juego cuando concluyera el encuentro y saludar a los afamados jugadores rioplatenses. En la previa, nadie imaginaba el gran espectáculo que brindaría el equipo de Everton ante el elenco “millonario”.

Indudablemente, esa jornada se convertiría en la más recordada del certamen internacional, porque Everton, en una tarde de inspiración futbolística, le propinaría una abultada goleada a River Plate de 6-2, ante poco más de 5.000 privilegiados espectadores (5.344) y dos muchachos colados entre el público. Mi amigo y yo.

Ambas escuadras ya se habían enfrentado a inicios de 1976, con registro de empate a un gol. Siempre con el reconocido Ángel Amadeo Labruna en el banco técnico, el equipo de la banda sangre venía precedido de ser subcampeón de la Copa Libertadores de América 1976, y si bien llegaban en plan de pretemporada a disputar el hexagonal, traía grandes nombres en su plantel.

En su plantilla figuraban el arquero Ubaldo Matildo Fillol, Roberto ‘El Mariscal’ Perfumo, Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo, Juan José López, Pedro Alexis González y Alejandro Sabella, entre otros. Algunos de ellos, un año después se convertirían en figuras de la selección argentina en la obtención del título de Campeón Mundial de 1978. 

Aquella tarde no le fue fácil al técnico Pedro Morales conformar la oncena titular, ya que aún se estaba en proceso de pretemporada, por ello, no contaba con los jugadores nominados a la selección nacional, entre ellos el arquero titular Leopoldo Vallejos. En tanto, el meta brasileño Rafael Grillo ya no era parte del plantel, y el nombre del portero argentino Miguel Ángel Leyes aún no estaba seguro entre las contrataciones. Durante la semana se trae a prueba a un portero argentino de apellido Garagay, quien venía con buenas referencias, pero que no convencía del todo al cuerpo técnico.

Tenía la opción del promisorio Rolando Rivera, que de tercer arquero la temporada anterior, aparecía como primera alternativa al inicio de 1977. Tras él, estaba el juvenil Ricardo Manríquez, quien recién comenzaba su carrera. 

Rivera había jugado días antes en la derrota con Atlanta por 2-4, imputándosele responsabilidad en uno de los goles del cuadro bonaerense, y en el estreno ante Santos, había recibido cuatro goles (0-4), generando inseguridad en la hinchada y la dirigencia.

El presidente Antonio Martínez Ruiz, ante la premura llamó como refuerzo para el hexagonal al experimentado ex seleccionado nacional Juan Olivares, a quien conocía desde el Mundial de Alemania 1974 y respondía a satisfacción a la confianza otorgada por el dirigente y del propio técnico Pedro Morales, a pesar de su pasado wanderino, razón que en esos tiempos no era motivo de malestar o comentarios antojadizos de los hinchas.

Así recuerda aquel llamado Juan Olivares, formado en Santiago Wanderers, nacido y criado en el cerro Santa Inés de Viña del Mar: “Don Antonio Martínez, presidente de Everton, a quien yo conocía de los tiempos de Unión Española, me pidió si yo podía reforzarlo, a lo cual accedí. En esa oportunidad le ganamos 6 por 2, claro que hay que ser justos. Ellos venían de la pretemporada y estaban un poco duros. Al final del compromiso, se acercó don Antonio Martínez y me ofreció venir a Everton. Yo le agradecí su interés, pero le dije que yo ya tenía todo arreglado con la gente de Calama (Cobreloa)” (El Guardián, Iván Sapiaín Apablaza. 1ª Edición, Junio 2015).

Olivares debutó en el triunfo por 4-2 ante Universidad de Chile y luego estuvo en la derrota de 0-1 con el Austria Salzburgo antes de enfrentar al cuadro rioplatense. 

Con el meta internacional en el arco, al cabo de los 90 minutos de juego en aquella calurosa tarde de verano, Everton dio una prueba de fútbol pleno, anulando a un River Plate en todos los sectores de la cancha, justificando plenamente el amplio marcador de 6-2 a su favor, incluso sobreponiéndose a la desventaja inicial, en una jornada inspirada del puntero izquierdo argentino José Luis Ceballos. El marcador se estructuró con cuatro goles del delantero cordobés (19’, 25’, 58’ y 69’), uno de Jorge Spedaletti (42’) y otro de Erasmo Zúñiga (89’). Los descuentos de River Plate fueron marcados por el delantero Pedro Alexis González (5’ y 64’). 

El defensa Erasmo Zúñiga con un gol de gran factura, cerrando la goleada ante River Plate

Revista Estadio (N° 1.748 del 9/02/1977) consignaba en parte de su comentario del partido que: “Apareció Everton. El campeón perdido, que apenas se había asomado en el primer tiempo, y los minutos finales del partido con Colo Colo, se erguía ahora en gloria y majestad. Por momentos era el mismo que entusiasmó a Viña el año pasado. El mismo fervor, la misma dinámica, igual seguridad en el trato de la pelota, idéntica contundencia para aprovechar situaciones”.

Y destacaba la consolidación de la goleada: “Otra vez Ceballos para el 2-1. Ahora Spedaletti, después de dejar a Fillol tendido a la entrada del área, para el 3-1. Y después, carnaval de fútbol y goles. Con Ceballos como inclemente verdugo (dos goles más, luego del descuento a cargo de Pedro González) y con Erasmo Zúñiga –esforzado y cinchador- acaparando también aplausos por un gol con patente de exquisito. Seis a dos”. 

Para River Plate, las excusas por la abultada goleada fueron variadas a su arribo a Buenos Aires. “El triste regreso de River, abrumado por los goles y los problemas internos. Su afiebrada búsqueda de argumentos para explicar allá (Argentina) el desastre en Chile. Su frustración por no haber respondido a su condición de animador”

La buena actuación del ‘Cordobés’ Ceballos traería consigo rumores de una posible nominación a la selección argentina que dirigía César Luis Menotti, y del entusiasmo del propio River Plate por incorporarlo a sus filas. Ambas hipótesis se desvanecieron en el tiempo y Ceballos siguió mostrando sus condiciones en Everton hasta el término de la temporada 1977, partiendo al año siguiente a reforzar al recién ascendido Cobreloa. 

La tarde inspirada del ‘Cordobés’ Ceballos, marcando cuatro de los seis goles ruleteros.

Esa tarde, River Plate entró a la cancha con: Ubaldo Matildo Fillol en la portería; Pablo Agustín Comelles, Héctor Óscar Ártico, Héctor Osvaldo López y Hugo Osvaldo Pena en retaguardia; Reinaldo Carlos Merlo, Juan José López y Victorio Nicolás Cocco en mediocampo; y con Pedro Alexis González, Alberto César Beltrán y Emilio Nicolás Comisso en delantera.

También integraban le delegación rioplatense los porteros Luis Landaburu y Alberto Pedro Vivalda, el internacional Roberto Perfumo, Jorge Bianco, Óscar Ortiz, Eduardo Saporiti, Francisco Russo y Alejandro Sabella. Los tres últimos hicieron ingreso al terreno de juego durante el segundo tiempo. 

Al término del hexagonal, no muchos se acuerdan que el equipo viñamarino, por diferencia de goles (+2) -12 a favor y 10 en contra- resultó segundo con seis puntos, tras ganar tres partidos y perder dos. 

 ¿Y nosotros? Dos preadolescentes, testigos privilegiados de ese partido histórico, al momento del pitazo final del árbitro Guillermo Budge, raudos ingresando a la cancha -con cuaderno y lápiz en mano- fuimos a la búsqueda de los protagonistas. Misión cumplida, autógrafos y saludos a los jugadores estaban conseguidos, sin dimensionar siquiera en ese instante, que con el paso del tiempo, seríamos parte del espectáculo de uno de los encuentros que quedarían por siempre en la historia del club Everton de Viña del Mar.      

Han transcurrido 47 años de aquella hazaña. Para Everton fue un triunfo espectacular e histórico. Para José Luis Ceballos -a propia confesión- fue la tarde más inspirada de su carrera, junto a la obtención del título 1976 vistiendo la divisa oro y cielo. Y para este autor, uno de los grandes partidos que nos han llenado el gusto por el buen fútbol. 

 

EVERTON 6-2 RIVER PLATE 

3/02/1977. Torneo Hexagonal de Verano. Estadio Sausalito. Público: 5.344. Recaudación: $ 108.950. Árbitro: Guillermo Budge.

EVERTON: Juan Olivares; Erasmo Zúñiga, Guillermo Azócar, Humberto López, Julio Núñez, Alfonso Lara, Nelson Acosta, Carlos Cáceres, Guillermo Martínez (Camilo Benzi), Jorge Spedaletti y José Luis Ceballos. DT Pedro Morales Torres. 

RIVER PLATE: Ubaldo Matildo Fillol; Pablo Agustín Comelles, Hugo Osvaldo Penna (Eduardo Saporiti), Héctor Óscar Ártico, Héctor Osvaldo López, Reinaldo Carlos Merlo (Francisco Russo), Juan José López (Alejandro Sabella), Vitorio Nicolás Cocco, Pedro Alexis González, Alberto César Beltrán y Emilio Nicolás Comisso. DT Ángel Amadeo Labruna.

GOLES: Gonzáles 5’, Ceballos 19’ y 25’, Spedaletti 42’, Ceballos 58’, González 64’, Ceballos 69’ y Zúñiga 89’.

Jorge Spedaletti también se inscribía entre los anotadores ante el campeón de Copa Libertadores.

Fuentes:

  • Revista Estadio N° 1.748 (9 de febrero de 1977)
  • Historia de Everton 1909-2009 (Ricardo Gatica Labra)
  • Everton 1976. El equipo empresa que remeció Viña del Mar (Carlos Campos, sin publicar)
  • El Guardián (Iván Sapiaín Apablaza. 1ª edición, junio 2015)
  • Erasmo Zúñiga (ex jugador de Everton)

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