El Campeonato Nacional Amateur de 1935

Para el año 1935 el fútbol chileno iba en camino a su tercer año de profesionalismo con un bicampeón Magallanes. El cisma de 1933 separó el fútbol de Santiago en amateur y profesional al crearse la Liga Profesional de Fútbol, grupo exclusivo de ocho clubes dentro del balompié capitalino, quienes se separan de la Asociación de Fútbol de Santiago (A.F.S.). Al año siguiente esta liga es acogida por la A.F.S. creándose la Sección Profesional, compuesta por los clubes profesionales, y la Sección Amateur, formada por los clubes aficionados [1]. 

El deporte en Chile ya tenía sus buenos años de relación con la esfera política. Durante la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo se implementaron leyes concernientes al desarrollo de la Educación Física, se produjo una centralización estatal del deporte y se patrocinó a clubes y delegaciones atléticas en el extranjero, con el fin de legitimar el proyecto nacionalista a través de la práctica deportiva [2]. Esta relación, que se detuvo luego de la caída de Ibáñez y los posteriores gobiernos post dictatoriales, será retomada por el gobierno de Arturo Alessandri Palma entre 1932 a 1938, siendo el Campeonato Nacional Amateur de 1935 una expresión de dicho vínculo, al entregar financiamiento y apoyo en la gestión de la organización del campeonato. 

Durante enero de 1935, la selección chilena participó en el Campeonato Sudamericano de Lima junto a los equipos de Argentina, Perú y Uruguay, siendo los ‘charrúas’ quienes se quedarían con el título. Con seleccionados provenientes del fútbol profesional santiaguino, militantes de Magallanes, Colo Colo y Audax Italiano, y considerados en la época como los mejores exponentes del balompié nacional, el resultado del representativo chileno fue un fracaso: derrota 1-4 con Argentina en el debut, 1-2 con Uruguay y 0-1 con Perú en el primer encuentro por los puntos entre ambas selecciones del Pacífico.

Ante este escenario, el 2 de febrero de 1935, el directorio de la Sección Amateur de la A.F.S., representado por Carlos Concha y Óscar Castro, presidente y secretario respectivamente, consideró necesario realizar un campeonato amateur en Santiago de carácter nacional, que agrupara a las distintas asociaciones de todo el país, con el fin de demostrar las capacidades de los jugadores y técnicos de norte, centro y sur, quienes no fueron considerados para representar a Chile internacionalmente.

La anterior participación de un representativo nacional en el Campeonato Sudamericano se había producido en Chile 1926, cuando el fútbol chileno aún era predominantemente amateur y no existía un profesionalismo institucionalizado como en 1935. En el intertanto se desarrollaron los Sudamericanos de 1927 y 1929 a los que Chile no asistió. El no ser considerados para ser parte del representativo nacional en el torneo subcontinental, produjo molestia en parte del fútbol aficionado de la capital, la que se extendió al resto de las zonas del país. 

Desde el inicio de las gestiones se propuso que el campeonato nacional amateur fuera realizado en los días de Semana Santa, enviándose la invitación para participar a los campeones de 1934 de las asociaciones de Valparaíso, Los Andes, San Felipe, La Calera, Quillota, San Bernardo, Rancagua, Curicó, Talca, Linares, Chillán, Concepción, Talcahuano, Lota, Schwager, Temuco y al campeón amateur de Santiago. 

Los equipos participantes, a diferencia de los campeonatos nacionales amateurs anteriores, no eran seleccionados que agrupaban a los mejores jugadores de cada Asociación, sino que correspondían a los planteles campeones, quienes tenían el derecho de reforzarse hasta con cinco jugadores de su respectiva entidad asociada. Los jugadores que podían participar del campeonato debían ser exclusivamente amateurs. Los jugadores profesionales o ‘marrones’ no serían aceptados.

Durante febrero el presidente de la Sección Amateur, Carlos Concha, se dedicó a promocionar el Campeonato Nacional Amateur: “Estoy satisfecho del recibimiento que han dado a nuestra proposición diversas asociaciones del centro y sur del país, y espero que se vean cumplidos nuestros deseos de colocar al football amateur en el plano que realmente corresponde” [3].

Los primeros inscritos correspondieron a las asociaciones de Talca, Linares, San Bernardo, Rancagua, Los Andes y dos clubes amateur de Santiago. Finalmente, el 27 de febrero se confirmaba la realización del Campeonato Nacional Amateur en Semana Santa por decisión unánime de todos los delegados en la sesión de la Sección Amateur. El campeonato era una realidad y ahora correspondía a llevar a cabo su realización, una tarea enorme dada la cantidad de clubes participantes desde distintos lugares del país, los que finalmente ascenderían a 32 equipos. 

En un principio, los costes por transporte y estadía correrían por cuenta de cada club participante, lo que ponía en duda la participación de algunas Asociaciones por sus escasos recursos. Sin embargo, el Presidente de la República, Arturo Alessandri Palma, intervino en la organización entregando a la A.F.S. órdenes de pasajes en tren de ida y vuelta a la capital a todos los equipos, excepto los nortinos. Para los clubes del norte, el dirigente Carlos Concha solicitó facilidades a las compañías industriales de Tarapacá y Antofagasta. Las cuotas de inscripción de los clubes en el torneo fueron de $ 50, fijándose un máximo de 32 participantes. Se dispusieron trofeos para los primeros lugares y premios en dinero, siendo el principal trofeo el donado por Arturo Alessandri Palma: un busto de Caupolicán, obra del escultor chileno Nicanor Plaza. 

El trofeo para el campeón del torneo, donado por Arturo Alessandri Palma (foto diario La Nación, 27 de marzo de 1935).

Debido al máximo establecido de 32 clubes, se realizaron eliminatorias previas entre equipos campeones de la Provincia de Santiago. El 6 de abril, Maestranza Central, campeón de San Bernardo, derrotó por 8-2 a Andarivel de El Monte, triunfo que le permitió a los primeros disputar la siguiente llave de eliminación. La eliminatoria quedó conformada por Maestranza Central v/s Arco Iris, campeón de la Asociación José Arrieta de Ñuñoa, y Diego Portales v/s San Luis, clubes campeones de las asociaciones de Melipilla y San Antonio respectivamente. El 13 de abril se llevan a cabo los partidos en los Campos de Sports de Ñuñoa, cancha donde triunfa 4-3 Maestranza sobre Arco Iris; y en Melipilla, donde sorpresivamente los visitantes del puerto se llevan la victoria por 3-1, clasificando a disputar el cupo final contra los sanbernardinos al día siguiente en los mismos Campos de Sports. Maestranza Central mostraría todo su poderío al vencer holgadamente a los campeones de San Antonio, obteniendo así el último cupo para entrar al Campeonato Nacional Amateur, dando señales del nivel que mostraría en las siguientes etapas. 

La primera fase del Campeonato. 

El 12 de abril arribó a la capital el club San Enrique de Iquique, y con ellos comenzaron a llegar los demás equipos para participar del campeonato. Al ser sorteadas las llaves de la primera fase, se contemplaba la participación del campeón de Concepción, Lord Cochrane, sin embargo, al no arribar con su equipo representativo su cupo fue cedido al finalista de la llave de eliminación, San Luis de San Antonio. Al igual que los sureños, el representativo sanantonino no se presentó en la capital, debiendo asumir el cupo vacante el semifinalista de la eliminatoria el club Arco Iris, que tendría el desafío de enfrentarse al Almirante Latorre de Limache. 

Entre paréntesis la Asociación a la que pertenecía cada club.

* Avanza a siguiente ronda Club Recreo de Viña del Mar por sorteo. 

Los 32 campeones amateurs se enfrentaron en seis canchas distintas de Santiago, en partidos que se detallan a continuación:

Campos de Sports: Ante una concurrencia de 3.000 personas, se jugaron tres partidos por la primera rueda del Nacional Amateur. A las 13:45 hrs., Osorno Atlético y Trasandino de Los Andes midieron fuerzas, con los australes llevándose la clasificación gracias a su delantero, el antiguo internacional Eberardo Villalobos, quien convirtió los tres goles de su equipo en el triunfo de 3-2. Luego fue el turno de San Lorenzo de Coquimbo y el 5 de Abril de Constitución, que un partido parejo determinaron la victoria para los nortinos por sobre el joven elenco sureño por 2-1, con Flores, interior derecho y capitán de Coquimbo, como el mejor jugador de la cancha. Por último, disputaron su definición los campeones Unión Coquimbo, de María Elena de Antofagasta, y Ferroviarios de Coronel, con victoria para los últimos por 3-1, venciendo el pronóstico que favorecía a los del norte. 

Estadio Santa Laura: En el estadio de los hispanos se citaron los clubes Yungay de San Felipe y Vicente Palacios de Tomé, siendo los sanfelipeños quienes se llevaron el boleto a la siguiente fase con triunfo de 3-2. Terminado este encuentro, fue el turno de San Enrique de Iquique y O’Higgins de Chillán, calificado como el mejor partido de la cita con buen juego por parte de ambos equipos, siendo los nortinos quienes se llevan la victoria con un cabezazo al último minuto de su crack Manuel Arancibia, decretando el 2-1 final y la clasificación. Por último, se midieron los campeones América de Rancagua y Carlos Cousiño de Lota, con triunfo para los primeros por 2-1. 

Estadio Carabineros: En el estadio policial se enfrentaron Universidad de Chile y Talca National, triunfando los universitarios por 4-2, en un resultado que, de acuerdo a las crónicas, no reflejó el trámite del partido. Luego se presentaron Chuquicamata y Nacional de Valdivia, con victoria de los nortinos gracias a un gran segundo tiempo de su estrella el ‘Rata’ Rojas, quien con dos goles lideró el ataque para triunfar por 6-1. Finalmente, fue el turno de Artilleros de Costa de Talcahuano y Deportivo Hospital de Potrerillos, encuentro calificado como el mejor de la jornada en dicho estadio por el buen juego mostrado, con el goleador José Torres como la principal figura de los sureños para llevarse el triunfo por 5-0. 

Escuela de Carabineros: Tres partidos se efectuaron en esta cancha, con Maestranza Central triunfando fácilmente sobre Independiente de Cauquenes por 1-0, quienes no tuvieron una derrota más abultada gracias a su portero. Calera Comercio y Andrés Bello de Schwager fueron el semi-fondo del evento, con triunfo para los caleranos por 4-0, con desarrollo parejo en ambos tiempos pese a la efectividad de los delanteros vencedores. El partido de fondo fue protagonizado por los campeones Eleuterio Ramírez de Temuco y Balmaceda de La Serena, con triunfo para los sureños de 2-1, en un encuentro con juego brusco y finalizado en la oscuridad de la noche. 

Cancha Ferroviaria: Con una buena concurrencia, abrieron el evento deportivo los clubes Deportivo Turner de Sewell y Arturo Prat de Linares, con triunfo de los primeros por 3-2. A continuación, se midieron los campeones Audax Italiano de Curicó y Recreo de Viña del Mar, empatando 1-1 en el tiempo reglamentario. De acuerdo a las bases, se efectuó un sorteo para definir el clasificado a la siguiente llave, con suerte favorable para los viñamarinos. 

Escuela de Artes y Oficios: Ante la ausencia de San Luis de San Antonio, el Almirante Latorre de Limache se enfrentó al Arco Iris, siendo derrotados por el cuadro de Peñalolén en un partido lucido y parejo por un marcador de 3-2. Luego fue el turno de Lautaro de San Fernando y el Unión Ferroviarios de Victoria, logrando los primeros una goleada de 4-0. 

Octavos de final

* Partido de desempate. 

La fase de octavos de final del campeonato inició a las diez de la mañana con un desfile de deportistas en el elipse del Parque Cousiño (hoy Parque O’Higgins), en homenaje al Gobierno por su cooperación en gestiones y financiamiento para el desarrollo del torneo nacional aficionado. La parada estuvo encabezada por Manuel Plaza, primer medallista olímpico chileno, Vicente ‘Potrerillos’ Salinas, figura del atletismo amateur, seguida por Juan Ramsay, el ‘padre del fútbol santiaguino’, y 5.000 deportistas de distintas disciplinas, asociaciones y clubes de acuerdo a lo informado por el diario La Nación, de tendencia oficialista. 

Postal del desfile: La delegación de la Escuela Normal (foto diario La Nación, 21 de abril de 1935).

Al igual que en la fase anterior del torneo, los partidos tuvieron una duración de dos tiempos de 30 minutos cada uno. En los Campos de Sports se produjo la victoria contundente del Universidad de Chile sobre el América de Rancagua por 4-2. Luego fue el turno de Chuquicamata, que enfrentó al campeón de Sewell, el Turner Cordillera, logrando una victoria de 2-0. Para finalizar la jornada, los blancos de Artilleros de Costa vencieron por 2-1 al Yungay de San Felipe. 

En el Estadio de Carabineros Maestranza Central doblegó por 2-1 al Calera Comercio, para luego efectuarse dos empates sucesivos: San Enrique de Iquique 1- 1 con Osorno Atlético, y San Lorenzo de Coquimbo 2-2 con Ferroviarios de Coronel, debiendo jugar partidos de desempate al día siguiente, con victorias para los iquiqueños en Estadio Carabineros, y para los coquimbanos en los Campos de Sports. 

Por último, en el Estadio Santa Laura el club Recreo, campeón de Viña del Mar, derrotó por 3-1 a Lautaro de San Fernando, mismo marcador para los representantes de Temuco, Eleuterio Ramírez, que se impusieron sobre Arco Iris de la Liga José Arrieta de Ñuñoa. 

Cuartos de final

Nuevamente con partidos de dos tiempos de 30 minutos cada uno, los cuartos de final vieron la eliminación de dos equipos consignados por la prensa como candidatos a disputar las fases finales por sus buenas actuaciones en las llaves anteriores: Artilleros de Costa de Talcahuano y Chuquicamata. 

El partido de Eleuterio Ramírez y Recreo se vio determinado por dos oportunidades de gol desechadas por los viñamarinos durante el primer tiempo, lo que provocó el derrumbe del equipo en el segundo periodo sufriendo dos goles por parte de los sureños en los primeros seis minutos. Recreo reaccionaría con el gol de descuento, sin embargo, al poco tiempo Eleuterio Ramírez cierra el partido aumentando 3-1 la ventaja que sería definitiva. 

Las buenas actuaciones de Artilleros de Costa y el Universidad crearon alta expectación por parte de los asistentes al encuentro en los Campos de Sports. Los universitarios, vestidos de azul, se quedan con la victoria y el pase a semifinales gracias a su figura Víctor ‘Cañón’ Alonso, quien durante el primer tiempo elude la salida del portero artillero entrando en el balón al arco, y a los tres minutos del segundo periodo conecta un centro embocando la pelota en la red desatando los aplausos del público y decretando el 2-0 que no se movería del tablero. 

En el duelo entre Maestranza Central y Chuquicamata, los listados de San Bernardo demostraron ser más equipo a pesar del cartel que traían los nortinos, quienes sucumbieron en el mediocampo. El primer gol se produce gracias al delantero Valenzuela, que burlando a dos defensores y rematando arrastrado, genera el primer abrazo de la contienda. En el segundo tiempo el Maestranza pone el broche con un gol producto de un córner, sellando el 2-0 y su paso a semifinales. 

Debido a sus respectivos partidos de desempate, Oficina San Enrique y San Lorenzo disputaron su llave tres días después que el resto de los clubes. En Campos de Sport y ante una regular convocatoria de 1.000 asistentes, el primer tiempo del encuentro fue de parejo desarrollo, yéndose al descanso con un empate 1-1, marcador que los iquiqueños desequilibrarían a su favor con dos anotaciones más durante el complemento para clasificar a la semifinal.

Semifinales

Las semifinales del torneo se realizaron en los Campos de Sport en jornada doble. Se dispuso de un servicio especial de tranvías y camiones para llevar a los espectadores al estadio, cuyas puertas se abrieron a las 12:45 hrs. Los precios de las entradas al evento fueron: Galerías $ 2, Tribunas $ 5, Sillas $ 8, Palcos $ 10, y valores rebajados para mujeres y niños. La duración de los partidos desde esta fase y la final serían de 90 minutos, y ya no de 60 como en las fases anteriores. 

A las 14:30 hrs. se presentan en el campo de juego los jugadores de la primera semifinal, el Universidad y el Maestranza de San Bernardo, que jugarían bajo las órdenes del árbitro Luis Victoriano. La cuenta del partido es abierta por los universitarios a los ocho minutos, con un centro de Pulido que la zaga sanbernardina no puede despejar, aprovechando la oportunidad Luis Tirado (luego exitoso entrenador de diversos clubes y selección chilena) con un remate que el portero Barahona no pudo atrapar. De ahí en más los listados se volcaron al juego brusco, sin detener el ataque de los azules que aumentarían la ventaja por medio del ‘Cañón’ Alonso con un espectacular tiro de espaldas al arco que desató los aplausos de las tribunas. Antes de finalizar el primer tiempo el atacante listado Morales golpea al portero azul Joaquín Aguirre cuando ya tenía el balón en sus manos, siendo expulsado por el árbitro. En el segundo tiempo el Maestranza Central va en busca del descuento, y casi lo logra por medio de Hidalgo con un tiro al vertical de la valla universitaria. Inmediatamente después del ataque ingresa a la cancha el ayudante de masajista del Maestranza para agredir a Ezequiel Bolumburu del Universidad, siendo retirado con polémica del campo. El último gol del partido corre por cuenta de Tirado nuevamente, luego de un rebote que Barahona regala producto de un tiro fuerte de Alonso. El marcador señala 3-0 en favor de los azules, y no se movería a pesar del juego brusco que se impuso sobre el final del partido, con expulsiones de Carrasco (M) y Bolumburu (U), y luego de Vivanco (M) y Bustos (U). Los universitarios clasificaban a la final por el cetro del fútbol nacional aficionado. 

Si la primera semifinal estuvo llena de polémicas, la segunda a cargo de la Oficina San Enrique y Eleuterio Ramírez estaría llena de goles. Bajo órdenes del árbitro Valdebenito, los iquiqueños vistieron de rojo y los temuquenses de verde, iniciando de manera pareja los ataques de ambos equipos. Luego de un tiro libre de Manuel Arancibia, la estrella de San Enrique, que el portero rechaza a medias, Ceballos arremete para marcar el primer gol del partido. A los 18 minutos Iquique aumenta el marcador por medio de Sanhueza, conectando un centro de López para batir al portero Bastías. Inmediatamente el Eleuterio Ramírez reacciona gracias a un tiro colocado de Vilches que deja sin opción al meta iquiqueño Vernal. Los delanteros verdes complican el área de los salitreros con dos tiros consecutivos en el vertical asediando la valla iquiqueña. El ataque tendrá resultados faltando un minuto para el descanso, con jugada de Ferrada que le entrega el balón a Vilches y concreta el 2-2 parcial. Al comenzar el segundo periodo ambos equipos se emplean para despejar la igualdad sin éxito, sin embargo, los temucanos ponen la cuota de sorpresa al ponerse en ventaja por primera vez en partido ante una tribuna que celebra los constantes cambios en el marcador. La respuesta de los de Iquique es comandada por Ceballos: corriendo por su banda elude a Aguirre y saca un centro que Arancibia conecta con la cabeza para batir al portero y empatar nuevamente la llave. La delantera de ambos cuadros trabaja para llevarse la victoria en un partido apretado, hasta que vendría la jugada del partido para la Oficina San Enrique: Arancibia avanza por la derecha y se corta para eludir a Canales, Cancino y Venegas de Temuco, y levanta ligeramente el balón para que lo reciba Naveas, quien de cabeza decreta el gol del triunfo. El árbitro sopla el silbato dando por terminada la semifinal con triunfo iquiqueño por 4-3.

Final

La final del torneo se llevó a cabo el miércoles primero de mayo en los Campos de Sports de Ñuñoa, abriéndose las puertas para el acceso de público a las 13:00 hrs. El programa del evento inició con la final entre los equipos infantiles de Ferroviarios y Morning Star, con triunfo por la mínima de los de la estrella del alba, seguido por un amistoso entre los clubes Unión Condell y Small Star, con victoria de 4-0 para el primero de los mencionados. 

A las 15:45 hrs. salen los finalistas al campo de juego ante el público que colmó las tribunas del estadio ñuñoíno, en conjunto con el árbitro Humberto Reginatto, formando los iquiqueños de camiseta roja con Julio Vernal; Carlos Zamudio y José Céspedes; Cisternas, Ignacio Bermúdez y Manuel Salinas; Manuel Arancibia, Carlos Sanhueza y Humberto Naveas; y Carlos López con Edilberto Ceballos; mientras los universitarios de azul lo hicieron con Joaquín Aguirre; Ángel Miranda y Luis Fuentes; Teófilo Bustos, Luis Tirado y H. Inostroza; Ezequiel Bolumburu, Víctor Alonso y Guillermo Riera; y Antonio Pulido con G. Márquez.

El desarrollo del partido durante el primer tiempo estuvo marcado por la similitud en el nivel de juego entre ambos equipos, iniciando los universitarios las jugadas de peligro a los 27 minutos con un centro de Márquez desde la banda izquierda, que fue recibido por el goleador ‘Cañón’ Alonso quien bate al portero iquiqueño Vernal con un tiro corto, siendo el gol anulado por posición de adelanto del atacante. Cuatro minutos después se abre el marcador para la Oficina San Enrique, gracias a un tiro central del López tomado por Sanhueza quien, de cabeza, logra vulnerar la valla del portero universitario Aguirre. La réplica de los azules no se haría esperar. A los 34 minutos se repite la fórmula del gol anulado con un centro de Márquez para Alonso, quien supera la marca de Zamudio para luego realizar un tiro esquinado y a ras de piso para decretar el empate 1-1 con el que se irían al descanso.

Equipo del Club Universidad de Chile que disputó la final. De pie: Carlos Lund (dirigente), Ángel Miranda (c), Luis Tirado, Joaquín Aguirre, H. Inostroza, Teófilo Bustos y Luis Fuentes. Agachados: Antonio Pulido, Ezequiel Bolumburu, Víctor ‘Cañón’ Alonso, Guillermo Riera y G. Márquez (foto revista As N° 1, 24 de mayo de 1935).

Durante el segundo tiempo la equivalencia de fuerzas mostrada en la primera etapa sería prontamente barrida por el dominio iquiqueño en la cancha de Ñuñoa. A los dos minutos un tiro desde 30 metros de Arancibia complica a Aguirre, no pudiendo el portero detener del todo la trayectoria del balón, colándose por uno de los ángulos del arco. Luego, a los 15 minutos Bermúdez pone en juego a Ceballos, quien enfila con balón hacia el arco universitario, provocando el achique de Aguirre quien se lanza al suelo a la captura del balón, pero sin lograrlo, quedándole el balón a Sanhueza con el arco desguarnecido para cobrar el tercer gol del cuadro de la Oficina San Enrique. A pesar de los esfuerzos, los universitarios no lograrían remontar el marcador en contra. A cinco minutos del final atacan los iquiqueños por medio de Naveas, siendo cortado con foul penal por el central Luis Fuentes. El delantero Arancibia fue el encargado de servir el tiro desde los 12 pasos, desperdiciando su oportunidad de aumentar el marcador rematando al cuerpo de Aguirre y sellando el resultado final de 3-1 a favor de los nortinos: Iquique se consagraba campeón nacional amateur. 

Equipo de la Oficina San Enrique de Iquique, campeón del Campeonato Nacional Amateur (foto revista As N° 1, 24 de mayo de 1935).

El diario La Nación escribiría tras el pitazo final de la definición del torneo: “La apoteosis pocas veces vista en nuestras canchas, ni aún en horas de triunfos internacionales en que el equipo del norte fue vitoreado con delirio y cubierto de flores. Fue un gesto simpático de la afición, en la que no faltó ningún hijo del norte, de los radicados en Santiago, y que así compensaron el esfuerzo de estos muchachos del salitre que, después de muchos sacrificios, volverán a sus terruños con un laurel verdaderamente olímpico y anhelosamente codiciado” [4].

Al mediodía del viernes 3 de mayo, la delegación de la Oficina San Enrique sería recibida en el Salón de Honor del Palacio de la Moneda por el presidente Arturo Alessandri Palma, con el fin de felicitar al conjunto iquiqueño por el triunfo obtenido. Durante esa tarde, la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta les brindó a los campeones una manifestación en el Estadio Santa Laura, en el que participaron autoridades políticas y futbolísticas de la capital, entre ellos Carlos Concha, presidente de la Sección Amateur de la A.F.S. y gran impulsor del torneo.

Los campeones nacionales viajan de vuelta a su tierra con el busto de Caupolicán como trofeo, siendo recibidos con algarabía en la ciudad de Iquique. Por su parte, al año siguiente se consolidaría la intervención del gobierno en el deporte chileno con la promulgación de la ley 5.799, la que permitiría el fomento de la educación física del país al invertir en la construcción del Estadio Nacional y otros campos y gimnasios deportivos a lo largo del territorio chileno [5].

Notas al pie:

[1] Edgardo Marín Méndez, Centenario historia total del fútbol chileno: 1895-1995 (1995), p. 111.

[2] Pedro Acuña Rojas, ¡Formemos espartanos chilenos! Políticas y campañas deportivas durante la Dictadura de Carlos Ibáñez del Campo, 1927-1931. En Cuadernos de Historia 52, Universidad de Chile (Junio 2020).

[3] Diario La Nación, 19 de febrero de 1935.

[4] Diario La Nación, 2 de mayo de 1935.

[5] Ley 5.799, 28 de enero de 1936, Ministerio de Educación Pública. www.bcn.cl

Fuentes:

• -Diario La Nación. 
• -Revista As.