Los inicios de los años 70 para Santiago Wanderers no fueron buenos ni en resultados dentro de la cancha, ni en lo económico fuera de ella.
Tras conseguir el campeonato de 1968, y asistir a la Copa Libertadores de América en 1969, vino el éxodo de sus máximas figuras al no poder retenerlas, haciendo que el club decano del fútbol chileno, de la gloria de un título, descendiera a lidiar por la permanencia de categoría. Así fue entre 1970 y 1973, donde los jugadores jóvenes debieron hacer frente a la oportunidad que le llegaba por añadidura a un primer equipo, blindados en un comienzo por los más experimentados. Entre ellos, Reynaldo Hoffmann, Alberto Ferrero, Eduardo ‘Hualo’ Herrera y Guillermo ‘Hallulla’ Muñoz, entre otros, quienes al poco tiempo abandonarían la tienda porteña ante mejores ofertas de trabajo.
Al llegar 1974, la institución se encuentra con una renovación de jóvenes promesas que asoman como el relevo natural de los consagrados, a quienes el técnico argentino Donato Hernández Ucero -quien volvía a dirigir al cuadro porteño- comenzaría a darle cabida, poco a poco en el equipo titular.
Los nombres de Juan ‘Carmelo’ Rivero, Manuel Maluenda, Claudio Mena, Héctor ‘Chispa’ González, Osvaldo León, Raúl ‘Lulo’ González, Santiago Gatica, Israel Jeison, Jorge Garcés, Alfredo ‘Flaco’ Aravena, Sergio Galindo, Daniel Saavedra, Eduardo Cordero, Pedro Ampuero, Leonardo Zamora y otros, comienzan a ganar su espacio al mezclarse con los más experimentados, como el arquero Humberto ‘Chico’ Tapia, Antonio Escudero, Manuel Albanez, Óscar Posenatto, los hermanos Sergio y Fernando Pérez, Juan Verdugo, Mauricio Escobar, Alejandro Mesías, Alberto Villar, más los retornados Fernando Osorio, Juan ‘Tanque’ Álvarez y Eugenio ‘Pastelito’ Méndez.
Junto a todos esos nombres, llegarían dos jugadores argentinos ¿Quiénes eran?
Jorge Roberto Dubanced y Óscar Domingo Blanco. Dos desconocidos para la mayoría, pero que con el correr del calendario, se identificarían plenamente con la enseña verde.
El primero, centrodelantero de profuso bigote y frondosa melena (estilo que predominaba en la época), llegó a mitad de la temporada 1973, procedente del fútbol sudafricano. De inmediato marcó su sello goleador ante las vallas rivales, por lo que a fin de año, sería sondeado por los clubes grandes de la capital. Sin embargo, la dirigencia de Santiago Wanderers no se tienta y lo mantiene en el plantel que conformaba para 1974 el locuaz entrenador Donato Hernández.
El segundo, ‘Cachín’ Blanco lo recomienda Mario Griguol, ex campeón con Los Panzers de 1968. Defensa central en sus inicios en Boca Juniors y posteriormente volante de contención en Racing Club, entre otros equipos. También de grueso bigote y de melena al viento.
Ambos marcarían diferencias y liderarían a un equipo relativamente joven, que de menos a más fue obteniendo buenos resultados y un sorpresivo rendimiento para mantener la categoría, amparado por un conocedor de la estirpe aguerrida en el juego del conjunto porteño, como lo era Donato Hernández, quien cesaría en sus funciones en la jornada 22 del torneo, asumiendo el banco técnico, el uruguayo, Adolfo Rodríguez Barreto. Al cabo de 34 fechas disputadas, el equipo remataría en la 15ª posición, con la sumatoria de 28 puntos.

1974: mezcla de experiencia y juventud. En la foto de pie de izquierda a derecha aparecen: Juan Rivero, Manuel Albanez, Antonio Escudero, Manuel Maluenda y Óscar Blanco. Agachados, Héctor González, Humberto Tapia, Juan Verdugo, Jorge Dubanced, Sergio Pérez y Osvaldo León.
‘Bigote’ Dubanced
Jorge Roberto Dubanced había nacido el 28/06/1950 en Capital Federal, Argentina. Su trayectoria indicaba que sus inicios eran en las divisiones inferiores de Defensores de Belgrano donde estuvo entre 1967 y 1969, para pasar a formar parte ese mismo año de Argentinos Juniors por una temporada.
En 1970 juega por el Deportivo Morón, volviendo al año siguiente a Defensores de Belgrano (1971), que a su vez lo transfiere al Lusitano FC de Sudáfrica, donde permanece el año 1972.
En 1973, su espíritu aventurero lo traería Chile, específicamente a Valparaíso para vestir la camiseta de Santiago Wanderers, constituyéndose en goleador y figura del equipo, deleitando a los porteños con su fútbol alegre y lleno de chispa por una temporada y media (1973-1974). Debutó con una derrota (0-1) ante Universidad Católica.
Han pasado 48 años y aún se le recuerda con aprecio y nostalgia por parte de los hinchas. Melena al viento, gruesos bigotes, pantalón corto ajustado y la camiseta verde con el número nueve en su espalda. Todas, características que viven en la retina de los antiguos wanderinos que lo vieron jugar y por las nuevas generaciones que han sabido de sus hazañas.
Reencuentro con Valparaíso
El año 2012, tuvimos la fortuna de conocerlo y entrevistarlo, cuando estuvo de vuelta por el antiguo estadio Regional Chiledeportes de Valparaíso (actual ‘Elías Figueroa Brander’), saludando a los amigos que dejó en su paso por la zona y por canchas nacionales, pero con el íntimo anhelo de volver algún día a trabajar y aportar con el club que le abrió las puertas en Chile.
“Ese es un sueño de siempre, de toda la vida, porque uno tiene la camiseta puesta, pero lo mío siempre será venir a ver ganar a Santiago Wanderers. Yo siempre vengo a visitar a los amigos que dejé cuando jugaba”, nos dice de entrada.
Al recordar, el ex delantero caturro rememora sus tiempos de gloria con la verde.
“Es una alegría y satisfacción que la gente de Santiago Wanderers siempre me recuerde, sobre todo, que se acuerden de los goles importantes que marqué. Haciendo recuerdos, tengo en mi memoria una noche contra la ‘U’ en el estadio Nacional, donde veníamos de ganar dos partidos en Valparaíso, 3 a 1 y 2 a 0, ante un centro de Osvaldo León, lo agarré de primera y tuve la suerte de convertir”.
Además, fue figura en la liguilla de Copa Libertadores que disputó por Santiago Wanderers en 1973.
“También tengo bonitos recuerdos de la liguilla de Copa Libertadores 1973, cuando en Santiago, jugamos con Palestino, Unión Española y Colo Colo. Le ganamos 1 a 0 a Palestino con un gol mío. Con Unión, empatamos 2 a 2, donde marqué uno de los goles. El otro lo marcó Mena (Claudio). La final la jugaron Colo Colo y Unión Española, donde los hispanos fueron los vencedores y fueron a la Copa Libertadores al año siguiente”.
Cuando le consultamos por el mítico y casi legendario encuentro ante Unión Española disputado a horario de mediodía del domingo 29/09/1974 ante 4.707 espectadores en el estadio Municipal Valparaíso de Playa Ancha, donde los caturros perdían 1 a 4, con Dubanced como protagonista estelar al marcar tres goles (75’, 79’ y 90’) en esa jornada que determinaron el empate 4 a 4, humildemente le baja el perfil a la hazaña.
“Claro que hice goles mucho más importantes que los tres que le marqué a Unión Española en aquel historiado empate a cuatro. Todo el mundo se acuerda de aquello, pero yo hice goles más lindos que esos y que la gente quizás no los vio. A Rangers de Talca, en una pared con Pedro Graffigna; a Manuel Astorga en el estadio Nacional. Cuando llegué en 1973, el equipo estaba al borde del descenso y creo que jugué 14 partidos e hice 11 goles y terminamos a mitad de tabla”, confidenciaba con nostalgia “Bigote” Dubanced, alejándose por los vetustos pasillos del antiguo estadio Playa Ancha, hoy estadio Regional “Elías Figueroa Brander” de Valparaíso.
Luego de su exitoso paso por el cuadro porteño, sería Colo Colo que lo lleva a sus filas en 1975, llegando a préstamo en parte de pago a Santiago Wanderers, los jugadores Javier Santibáñez y Hugo Solís. Sin embargo, Dubanced no cumple a cabalidad las expectativas de los albos, debiendo partir en 1976 a Deportes Concepción, donde tampoco puede ratificar con creces sus dotes goleadores.
Tras su paso por canchas chilenas, seguiría su rumbo hacía Colombia, recalando en el Atlético Bucaramanga, parte de 1976 y 1977, para volver a Argentina en 1978 y jugar por Villa Dálmine. En 1979 vuelve a salir de su país para vestir la divisa del Deportivo Municipal de Perú, retornando para una breve estadía en Talleres de Córdoba. En 1980 se une a San Martín de Tucumán, cerrando su carrera jugando por Excursionistas en 1981.
Prosiguió ligado al fútbol como director técnico en diferentes equipos de Argentina, con un breve paso por Provincial Osorno el año 2005.
Su socio ‘Cachín’ Blanco
Óscar Domingo Blanco había nacido en Buenos Aires el 6/11/1948. Oriundo de Zárate, se formó en las divisiones inferiores de Plumerillo, desde donde pasa a Boca Juniors, en el que debuta como defensa central en 1969, jugando seis partidos.
Posteriormente, pasaría a integrar el Deportivo Morón entre 1970-1971; Racing Club 1972-1973. En 1974, ya como volante defensivo, arribaría por primera vez a Santiago Wanderers, en el que se mantiene hasta 1975, año en que retorna a su país para jugar por All Boys.
En su paso por el elenco porteño en 1974, se le recuerda no sólo por su larga cabellera y por su grueso bigote -características similares a su compañero Jorge Dubanced- sino que por su buena ubicación, su técnica y temperamento, además de un respetado remate de distancia.
Justamente en esta última faceta, mediante tiro libre, destacaría en la igualdad (4-4) ante Unión Española en Playa Ancha, por ser el anotador del primer descuento de Santiago Wanderers (68’), ante el estéril esfuerzo del meta hispano, el mundialista en Alemania 1974 Leopoldo Vallejos. Luego vendrían las tres anotaciones de su socio Dubanced.
“En esa época antigua era jugador y mediocampista, lucía pelo largo, bigote frondoso y cada vez que entraba al equipo, antes del partido o acaso en el entretiempo, ‘Cachín’ montaba un pequeño show, pisaba la pelota, jugaba con ella y el mediocampista se agachaba lo justo, para recibirla y dejarla quieta en la parte posterior del cuello. Un artista, pero en ese momento señalado no había tiempo para nada y menos para shows. Iban abajo por 4 a 0 y Leopoldo Vallejos cuidaba el pórtico de Unión Española. Fue a los 68 minutos del global, cuando Blanco tomó distancia y miró. El hombre era canchero. Y el viento, que ya estaba arremolinado se concentró de fuerza y de verde. El primer descuento, entonces, fue de tiro libre, y en los 20 minutos que restaban, Wanderers consiguió una remontada histórica e inolvidable para los casi cinco mil espectadores (4.707). Los otros tres tantos los convirtió Jorge Dubanced, también de pelo y bigote lago, porque esa era la moda” (Diario El Mercurio, 5/07/2020).
Fue un partido histórico, que para los hinchas wanderinos de los años 70 siempre estará presente, puesto que la Unión Española con Luis Santibáñez en la banca, era uno de los más poderosos equipos de la época. El domingo (29/09/1974) la Unión Española marcaba supremacía futbolística con un claro y contundente marcador de 4 a 0, con las anotaciones de Rubén ‘Pinina’ Palacios (35’), Jorge Spedaletti (46’), José ‘Coto’ Acevedo (49’) y del ‘Negro’ Sergio Ahumada (67’), marcador que fue remontado por Santiago Wanderers en forma espectacular.
Entre 1976 y 1977, ‘Cachín’ Blanco juega por Emelec de Ecuador, volviendo a Chile al año siguiente (1978) para jugar por Unión La Calera, pero su cariño a Santiago Wanderers lo hacen retornar la temporada 1979, constituyéndose en pieza de experiencia en la liguilla de promoción disputada en la ciudad de Arica, donde se mantendría la permanencia en Primera División.
Ya retirado, realizaría los cursos de entrenador y tras ser ayudante técnico de Silvio Marzolini en Boca Juniors, llegaría a dirigir al cuadro porteño la temporada 1991. Su periplo de entrenador en Valparaíso no es de los mejores, dejando el cargo ante los magros resultados.
Sin embargo, a pesar del incierto debut, su carrera como técnico tendría un camino ascendente, especialmente en la obtención de ascensos con diferentes equipos en el fútbol de su país.
Blanco falleció el domingo 28/06/2020 a la edad de 71 años, a causa de una enfermedad que lo aquejaba desde un tiempo.
Copa Chile 1974. Al borde de la hazaña
Concluido el Mundial de Alemania 1974, el fútbol chileno retoma su funcionamiento con el tra-mo de clasificación a cuartos de final del torneo Copa Chile, que volvía a disputarse con 34 equipos participantes, luego de una década de ausencia, ya que tuvo un largo receso entre 1963 y 1973.
Un sorprendente Santiago Wanderers, conducido por el pintoresco técnico argentino Donato Hernández, fue avanzando silenciosamente a instancias decisivas, hasta instalarse en lo más alto del certamen, con un plantel en su mayoría de casa, donde sobresalían los argentinos Óscar ‘Cachín’ Blanco y Jorge ‘Bigote’ Dubanced.
El camino no fue fácil. Sorteó exitosamente el grupo Norte, que se componía de 10 equipos, jugando todos contra todos a dos ruedas en partidos de ida y vuelta. El grupo estaba compuesto por Antofagasta Portuario, Deportes La Serena, Coquimbo Unido, Deportes Ovalle, Trasandino de Los Andes, Unión San Felipe, Unión La Calera, San Luis de Quillota y Everton.
En etapa de cuartos de final dejaría fuera de camino a Universidad de Chile, a la que vence en Playa Ancha por 3 a1 con anotaciones de Manuel Maluenda (34’) y dos de Jorge Dubanced (67’ y 78’ de penal). El descuento universitario lo marcaría Guillermo Yávar (69’).
En la revancha jugada en el estadio Nacional, Santiago Wanderers volvería a ganar, esta vez, por 2 a 0, con dos nuevos goles de ‘Bigote’ Dubanced (65’ y 89’). Su siguiente estación sería enfrentar a Palestino en semifinales. El encuentro de ida se juega en Valparaíso en la fecha del aniversario 82 del club porteño. El jueves 15/08/1974 ante 13.809 espectadores que llegaban con la esperanza de celebrar con un triunfo, al cabo de 90 minutos de juego, se registra una igualdad sin goles.
Setenta y dos horas después, el domingo 18/08/1974 con 6.915 asistentes al estadio Nacional, volverían a igualar, pero a un gol por lado, con anotaciones de Claudio Mena para los porteños (87’) y David Henry para los tricolores (90’), lo que significaría el avance del conjunto de Valparaíso a la final del principal torneo de copas del país, por cuarta vez en su historia (antes las había disputado en 1959,1960 y 1961).
Final ante Colo Colo
La final se jugaría en partido único en cancha neutral el domingo 25/08/1974. El recinto ‘neutral’ elegido sería el estadio Nacional.
Al frente, Colo Colo, cuadro que cerraba el proceso del técnico Luis ‘Zorro’ Álamos, quien, por enfermedad, había cedido el cargo a su ayudante Orlando Aravena. La base era la misma que había sido finalista de Copa Libertadores el año anterior ante Independiente de Avellaneda.
Toda la etapa previa de Copa Chile, el cuadro popular lo había jugado con jugadores de recambio, ya que la mayoría de sus titulares formaban parte del seleccionado nacional que se encontraba disputando el Campeonato Mundial en Alemania. Entre los más avezados, estaban el arquero Ángel Cabrera, Rafael González, Eduardo ‘Hualo’ Herrera, Manuel Rubilar, Hugo Solís, Luis ‘Tanque’ Araneda, Miguel Ángel Gamboa, el joven sanantonino Javier Santibáñez y Julio Crisosto, para muchos injustamente excluido del plantel mundialista. Todos, en su gran mayoría habían hecho el peso de la campaña para llegar a la final.

Oncena que disputó la final ante Colo Colo. Parados de izquierda a derecha, Humberto Tapia, Juan Rivero, Manuel Albanez, Manuel Maluenda, Antonio Escudero y Óscar Blanco. Agachados, Héctor González, Juan Verdugo, Jorge Dubanced, Sergio Pérez y Osvaldo León.
Sin embargo, al técnico Aravena, decidiría utilizar a la mayoría de los jugadores mundialistas, quienes retornaban a las citaciones ante Santiago Wanderers. Sobresalían el arquero Adolfo Nef, los defensas Mario Galindo y Rolando García, los mediocampistas Guillermo Páez y Francisco ‘Chamaco’ Valdés, junto a Leonardo ‘Pollo’ Véliz. Salvo Galindo, el resto, alinearían como titulares.
El domingo 25 de agosto de 1974 con un estadio Nacional que contaba con una asistencia sobre las 50 mil personas en sus gradas, el cuadro porteño salió a hacer frente al poderoso Colo Colo.
Santiago Wanderers jugando de chico a grande, se las arreglaba para controlar al cacique y mostrar su buen fútbol, de la mano de Juan Verdugo y el ordenamiento de Óscar ‘Cachín’ Blanco. Sin embargo, la resistencia duraría poco, ya que los albos, fueron superiores y dominadores del partido de principio a fin.
Humberto ‘Chico’ Tapia en el arco wanderino, ahogó el grito de gol en dos oportunidades. Primero a Julio Crisosto y luego a Miguel Ángel Gamboa. A los 21’de la primera etapa, Luis ‘Tanque’ Araneda, tomó una pelota de rebote enviada por Manuel Rubilar tras un córner, para fusilar al meta Tapia y establecer el 1 a 0. Con la ventaja mínima, Colo Colo se fue ganancioso al concluir el primer tiempo.
En el complemento, los albos marcarían diferencias. A los 66’ un centro de Leonardo Véliz, lo capitaliza nuevamente el ‘Tanque’ Araneda, esta vez ganándole por envergadura física al portero Humberto Tapia, estableciendo el 2 a 0.
Y cuando el partido ya entraba en su recta final, a los 82’, Miguel Ángel Gamboa selló el marcador con el 3 a 0 definitivo.
Los caturros debieron resignarse a caer ante un gran rival de mayor jerarquía, que capitaneado por Francisco ‘Chamaco’ Valdés, se quedaría con la Copa Chile 1974.
A Santiago Wanderers, la Copa Chile le serviría para recuperar su prestigio ganado a final de la década de los años 50 e inicios de los 60, cuando había logrado alzarse como campeón del certamen en 1959, obtener el vice campeonato en 1960 y el segundo título en 1961. Además, quedaba la satisfacción para un plantel joven, que prácticamente de la nada fue avanzando en su grupo hasta llegar a desbancar en instancias finales a dos de los cuadros favoritos, como lo eran Universidad de Chile y Palestino.
Goleadores del equipo resultaron ser el argentino Jorge Dubanced con 12 goles, seguido por Fernando Osorio y Óscar Blanco, ambos con cinco tantos y por Claudio Mena con tres anotaciones.
COLO COLO 3-0 SANTIAGO WANDERERS
Domingo 25/08/1974. Final Torneo Copa Chile. Estadio Nacional. Público: 50.468.
Árbitro: Rafael Hormazábal.
COLO COLO: Adolfo Nef; Rolando García, Rafael González, Alfonso Lara y Manuel Rubilar; Francisco Valdés, Guillermo Páez y Miguel Ángel Gamboa; Luis Araneda, Julio Crisosto (Javier Santibáñez) y Leonardo Véliz. DT Orlando Aravena.
SANTIAGO WANDERERS: Humberto Tapia; Juan Rivero, Manuel Maluenda, Antonio Escudero y Manuel Albanez; Juan Verdugo, Óscar Blanco y Sergio Pérez (Claudio Mena); Héctor González (Mauricio Escobar), Jorge Dubanced, y Osvaldo León. DT Donato Hernández.
GOLES: Araneda 21’ y 66’, 82’ Gamboa.
Fuentes:
- Revista Estadio
- www.memoriawanderers.cl
- blog: swandererspatrimonial (dominio del autor)
- Diario El Mercurio