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Cuando ‘Chamaco’ Valdés se puso la verde de Santiago Wanderers

Por Carlos Campos

Verano de 1976 y en Viña del Mar el fútbol empresa hacía su aparición. El club Everton, con la presidencia de Antonio Martínez Ruiz y el apoyo del Casino Municipal, conforma un equipo poderoso para pelear los primeros lugares y volver a ser protagonista del fútbol nacional. Con Pedro Morales en el banco, traen lo mejor del medio nacional. La afición del país, está expectante por lo que pasará en la ciudad jardín. 

En tanto, en Valparaíso la idea es no quedarse atrás, ya que sus vecinos con su equipo- espectáculo, amenazaban con desplazar en popularidad a Santiago Wanderers, la que venía decayendo desde inicio de la década de los años ‘70.

Para ello, el empresario Renzo Arata Canessa, por ese entonces principal ejecutivo de la empresa de confites Costa, toma las riendas del club, en una época en que el decano del fútbol chileno transitaba por lugares secundarios de la Primera División, alejado de los éxitos deportivos, con sueldos impagos y casos de indisciplina al interior del plantel.

Arata estaba acompañado en la testera por Fernando Manresa, Marco Antonio Ponce y Abdala Chaín, junto a los oficiales de Carabineros, general Lautaro Recabarren, coronel Manuel Humeres y los capitanes Mario Cortés Cevasco, Carlos Castillo y Ugarte.

El mandamás, invirtiendo recursos -incluso propios- no quiere quedarse atrás de sus vecinos y decide conformar un equipo que luche por algo importante. Como buen empresario, aprovecha la marca de la empresa para posicionarla en la camiseta del plantel profesional siendo junto a Antofagasta (Ladeco) y Santiago Morning (Marco Polo), uno de los primeros clubes en la Primera División chilena en llevar avisadores, en lo que fue el incipiente comienzo de los sponsor en las indumentarias del fútbol criollo.

Lo primero es reencantar al mismísimo José ‘Gallego’ Pérez, técnico campeón con los ‘caturros’ los años 1958 y 1968, este último con los míticos ‘Panzers’, para que conduzca al equipo, aún cuando su salud viene algo quebrantada. Como su ayudante, llegaría el otrora goleador caturro, Ricardo ‘Negro’ Díaz. Y, a la par con los vecinos de Everton, los porteños comienzan a remecer el mercado de pases.

Los primeros en arribar son el portero Rodolfo Gerly (Rangers), los defensas centrales argentinos Rubén Díaz (Magallanes) y Jorge Omar Berrio (Everton), el lateral izquierdo Raúl ‘Chichi’ Aravena (Naval), los mediocampistas José Illescas (Deportes Aviación) y el argentino Mario Lamberti (Colón de Santa Fe), los delanteros Jorge Puntarelli (Unión San Felipe), Francisco Quinteros (Green Cross), Jaime Fonseca (Ñublense) y Fernando ‘Polilla’ Espinoza (Magallanes), y el puntero izquierdo trasandino Alfredo Amores-Quinteros. 

Todos con la impronta de jugadores hechos a la medida para el estilo de juego del club porteño. En casa existe una buena mezcla de jugadores experimentados y jóvenes. Humberto Tapia y Fernando Osorio aportan la experiencia; Juan Rivero, Manuel Maluenda, Santiago Gatica, Raúl González, Claudio Mena, Juan Verdugo, Pedro Ampuero y Ricardo Frez, la juventud.

‘Chamaco’ se viste de verde

Pero el gran nombre que llenaría las páginas de los medios de prensa de Valparaíso, es el del ex mundialista, capitán chileno en Alemania 1974 y figura del fútbol nacional, Francisco Segundo Valdés Muñoz (18/03/1943), el popular y prestigiado ‘Chamaco’ Valdés, quien llegaba a ponerse la tricota verde.

Sus comienzos en el fútbol los había dado en el club Manuel Montt del barrio Independencia en Santiago, pasando a la filial Santiago de Green Cross y luego a Colo Colo, club en que debutaría en 1961 comenzando una exitosa trayectoria, la que le permitiría alcanzar la cifra de 215 goles marcados en Primera División. Integró la nómina de la selección nacional que toma parte en el Mundial de Inglaterra 1966, y participa de las clasificatorias para el Mundial de México 1970, donde Chile no asiste.

Por problemas con la dirigencia colocolina, en 1970 parte a la Unión Española, para volver tras un año al cuadro albo y jugar Copa Libertadores de América en 1971. Sin embargo, para el torneo oficial volvería a partir. Esa vez, a la zona norte a defender la camiseta de Antofagasta Portuario.

Para 1972 y hasta 1975 retorna a Colo Colo, destacando en la campaña de Copa Libertadores de América 1973, donde es gran figura junto a Carlos Caszely, llegando a disputar la final del torneo continental ante Independiente de Avellaneda. Como seleccionado nacional clasifica y disputa el Mundial de Alemania 1974.

Sin embargo, a finales de 1975 ya no era considerado regularmente en el equipo popular, por lo que su salida se hizo inminente para la temporada siguiente.

A inicios de 1976 eran varios los equipos nacionales que querían hacerse de sus servicios y de su talento dentro de la cancha. Fue sondeado por Everton para su equipo estelar a solicitud del técnico Pedro Morales, se especuló que partiría al Deportivo Galicia de Venezuela, pero su destino estaba en Valparaíso, a pesar que algunos indicaron que no entraba en la línea futbolística del técnico José Pérez.

 

Arriba: Hipólito Merchán (masajista), Ricardo Frez, Raúl González, Santiago Gatica, Jorge Omar Berrio, José Illescas y Raúl Aravena. Abajo: Fernando Osorio, Francisco Valdés, Jaime Fonseca, Claudio Mena y Alfredo Amores-Quinteros.

‘Chamaco’ había sido desafectado de Colo Colo por su irregular temporada producto de las lesiones, aunque a decir de algunos, a raíz de su lentitud en el juego, y según otros por la desconfianza con el técnico de turno de los albos, su ex compañero Orlando Aravena.

“Estoy molesto con él (O. Aravena). Le demostraré lo que valgo y que se equivocó al decir que estoy terminado”, amenazaba Valdés al momento de estrechar su vínculo con Santiago Wanderers a fin del mes de marzo de 1976. “En Wanderers puedo repetir los mejores momentos de mi carrera”, era su carta de presentación.

“Con esa convicción ha firmado Francisco Valdés para el equipo porteño para la temporada 1976. Es la segunda vez que ‘Chamaco’ juega por un equipo provinciano, y es la cuarta camiseta de club que conoce en sus 15 años de futbolista profesional. Es difícil creer que Valdés, a los 33 años de edad y después de una temporada descolorida, como fue la de 1975, pueda reeditar sus mejores momentos. Sin embargo, si lo consigue, no sería la primera sorpresa para el aficionado. Y que es difícil que reedite en Wanderers episodios brillantes. Pero nadie puede asegurarlo” (Revista Estadio N° 1.703, 30/03/1976). 

Y sus promesas comenzaron a cumplirse desde un inicio. Tras ser sometido a un adecuado acondicionamiento físico, se convirtió en el conductor y figura del equipo. Incluso se daría el gran gusto en el Santa Laura, al correr hasta el banco de Colo Colo a dedicarle su gol del empate (2-2) a su ex técnico, Orlando Aravena. Luego vendrían más goles. El del triunfo ante Universidad Católica en Playa Ancha para el 2-1; uno más en la goleada 5-1 a Huachipato en el Estadio Las Higueras de Talcahuano; de penal para el triunfo por la cuenta mínima frente a Deportes Concepción en Valparaíso.

Jugadas las seis primeras fechas del torneo, con ‘Chamaco’ Valdés como estandarte y goleador del equipo (cuatro anotaciones), Santiago Wanderers compartía el primer lugar en la tabla de posiciones junto a Everton y Unión Española, todos con diez unidades. 

Más adelante seguiría con su racha goleadora, marcando el gol en el empate (1-1) en el clásico porteño con Everton, jugado a estadio lleno en Playa Ancha; en la derrota ante Palestino (2-4); en la victoria sobre Lota Schwager (2-1); en la polémica caída ante Universidad de Chile (1-2) y nuevamente a Colo Colo en el empate 1-1, ambos jugados en el reducto porteño.

‘Chamaco’ estaba de vuelta para el fútbol, y Santiago Wanderers y Valparaíso vibraban con su entrega y goles después de muchos años de angustias y desilusiones.

‘Chamaco’ Valdés venciendo al meta de Everton, Rafael Grillo, en el clásico porteño 1976.

Mis recuerdos con ‘Chamaco’ 

Como no recordar a Francisco Valdés, si a mis 13 años me hacía el tiempo para ir a los entrenamientos al estadio Playa Ancha para capturar los autógrafos de mis ídolos del momento, que por cierto aún atesoro como significativos trofeos. En el intertanto, tenía el privilegio de observar a ‘Chamaco’ patear penales y recoger los pocos balones que salían tras el arco. Quienes sufrían con la pericia de sus remates, eran los porteros Humberto Tapia, Rodolfo Gerly y Ricardo Frez. A todo esto, el mismo ‘Gallego’ Pérez, me “ordenaba” ubicarme como improvisado pasa-pelotas con un: “Pibe vení, andá a coger el balón”, a lo que como mozalbete accedía gustoso. 

Por ese entonces, dado mi amor y pasión por el fútbol, tras una prueba de menores en las instalaciones del campo que poseía el club en San Roque, pasé a integrar la Tercera División Infantil de Santiago Wanderers y, de cuando en cuando, los días domingo en el Estadio Valparaíso, jugábamos de preliminar de los partidos oficiales y nos topábamos en el pasillo del vetusto túnel del recinto playanchino con los cracks del primer equipo, que salían al trabajo precompetitivo a la parte superior. En uno de esos encuentros fortuitos, recuerdo que el capitán Francisco ‘Chamaco’ Valdés observó el amarre de mis zapatos de fútbol y, paternalmente, sin poses de divo ni mucho menos, se agachó y me enseñó a abrocharme los botines, como se debía hacer. 

Una experiencia, una gran enseñanza y un recuerdo inolvidable, de quien se había convertido en mi ídolo, viéndolo jugar a través de la televisión en blanco y negro en el glorioso Colo Colo 1973 finalista de Copa Libertadores de América, y capitanear a la selección nacional en el Mundial de Alemania 1974

Por eso, tenerlo en Valparaíso y en Santiago Wanderers eran lo máximo, no tan sólo para mí, sino que para todos los niños que soñábamos ser como él, y para los miles de hinchas wanderinos que domingo a domingo disfrutaban de su entrega y su exquisito fútbol.

 

Con la camiseta de Santiago Wanderers, ‘Chamaco’ Valdés se reencontró con su fútbol.

Quien también tuvo una mayor cercanía con el inolvidable mediocampista en su estadía en la zona, fue el desaparecido Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2007, Alfredo Villalobos Silva, tal como lo describió en su libro: “De la pichanga la picado”:

Con Francisco ‘Chamaco’ Valdés fui vecino en Recreo Alto, cuando jugó en Wanderers en 1976. Tenía una hermana, un hermano, cuñados y sobrinos en ese barrio que está en el límite con Valparaíso y Viña del Mar. Compartimos largas tertulias en las que la pelota era la vedette, junto a Fernando Osorio, Jaime Fonseca y Juan Verdugo, que también residían en el sector. Gran hombre ‘Chamaco’, sencillo por sobre todas las cosas, amante de la buena mesa y un exquisito con el balón”.

Y agrega: Respetado por sus compañeros, no sólo por sus ricas condiciones técnicas y currículo, sino porque siempre luchó por las reivindicaciones laborales de sus pares”.

Sus ex compañeros en aquel plantel de Santiago Wanderers de 1976, también recuerdan a ‘Chamaco’ como un gran jugador y buena persona.

Juan ‘Carmelo’ Rivero: “Para mí fue un ídolo como jugador, y luego imagínate lo que significaba tenerlo como compañero. Era una persona entretenida y con un enorme talento. Era un virtuoso y así lo dejó en claro con todas las camisetas que le correspondió defender”.

Raúl ‘Chichi’ Aravena: “Tengo el mejor de los recuerdos. Cuando llegó a Wanderers habló de inmediato con Jorge Puntarelli, quien era un delantero súper veloz. Le dijo: “Tú sólo corre que yo me encargo que la pelota te llegue a los pies”. Al final de la temporada, Puntarelli fue uno de los goleadores del equipo y se fue a Universidad Católica. ‘Chamaco’ tenía un pique cortito y una técnica muy fina. Se hizo respetar en cada momento. Cada uno de nosotros sabía de su trayectoria y lo que pesaba en el fútbol chileno (El Mercurio de Valparaíso, 11/08/2009).

Con la camiseta caturra debutó oficialmente en el empate 1-1 ante Deportes Aviación, el 4/04/1976 en la primera fecha del torneo. Con el paso de las fechas se convertiría en caudillo y goleador, marcando 11 goles en 26 compromisos oficiales jugados. En el global, el equipo marcaría 53 goles en 34 encuentros disputados.

En la memoria colectiva aún está presente la derrota ante Universidad de Chile (1-2) en una batalla campal en Playa Ancha, donde Valdés lideró al equipo, marcando el gol del empate transitorio, cuando Santiago Wanderers jugaba con sólo ocho hombres en la cancha. 

Bajo la batuta de ‘Chamaco’ Valdés, Santiago Wanderers rindió en la medida que se esperaba, incluso arrancando en los lugares de privilegio del torneo 1976, pero sin lograr alcanzar las metas trazadas por sus dirigentes, que no eran nada más que disputar el título. Al final del torneo Santiago Wanderers remató octavo con 33 puntos entre 18 equipos.

Arriba: Rubén Díaz, Raúl Aravena, José Illescas, Raúl González, Jorge Omar Berrio y Humberto Tapia. Abajo: Pedro Ampuero, Francisco Valdés, Jaime Fonseca, Francisco Quinteros y Alfredo Quinteros.

Al año siguiente (1977), Valdés jugaría en el naciente Cobreloa, junto a Juan Olivares, Guillermo Yávar y el uruguayo Luis Garisto, entre otros, contribuyendo al ascenso del equipo calameño en su primer año de vida a través de la liguilla de promoción jugada en el Estadio Nacional, en la que, paradojalmente, descendió Santiago Wanderers por primera vez en su historia. 

En 1978 volvería a vestir la camiseta de Colo Colo, con la que se pensó culminaría su exitosa carrera. Sin embargo, prolongó su peregrinar futbolístico vistiendo la divisa de Deportes Arica entre 1979 y 1982, colgando definitivamente los botines de fútbol en el Torneo Polla Gol 1983, luciendo los colores de Audax Italiano. De ahí en adelante emprendería una carrera como director técnico, sin alcanzar el éxito que consiguió como jugador, pero volcando toda su experiencia ganada en cancha a las nuevas generaciones de futbolistas.

‘Chamaco’ Valdés saludando a Raúl ‘Lulo’ González, compañeros en Santiago Wanderers.

Con el paso de los años, ya cumpliendo funciones de reportero radial, tuve la oportunidad de entrevistarlo en su etapa de entrenador, cuando dirigía a Deportes Puerto Montt, recordándole su pasado como jugador wanderino. Con su característica sencillez respondió que había sido un corto, pero hermoso, paso por uno de los clubes más importantes del país y en una ciudad que lo acogió muy bien, ayudándole en cierta forma a reencantarse con el fútbol, ya que venía de una salida poco feliz de Colo Colo.

Danilo Díaz, Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2009, lo describe certeramente: Usaba las dos piernas. Si alguien no sabía que era derecho, al verlo golpear la pelota con su botín izquierdo en pases de 30 metros, creería que era zurdo. Ponía la pelota donde quería, con balonazos de primera a la espalda de los zagueros rivales o bien filtrando entre líneas. Siempre estaba libre”.

Francisco ‘Chamaco’ Valdés, falleció en Santiago el 10/08/2009 a causa de un infarto agudo al miocardio a la edad de 66 años.

Arriba: José Illescas, Raúl Aravena, Raúl González, Jorge Omar Berrio y Fernando Osorio. Abajo: Jorge Puntarelli, Francisco Valdés, Fernando Espinoza, Rubén Díaz y Jaime Fonseca.

Fuentes:

Revista Estadio: N° 1.703 (30/03/1976), N° 1.722 (11/08/1976) y N° 1.728 (21/09/1976)

Diario El Mercurio de Valparaíso (11/08/2009)

Libro “De la pichanga al picado” (Alfredo Villalobos Silva, 2010)

Libro “La Historia de los Campeones: 1933-1987” (Edgardo Marín Méndez, 1988)

www.memoriawanderers.cl

Fotos: revistas Estadio y Mampato (1976), y diario La Estrella

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