Cuándo el juez argentino Luis Ventre indicó el centro de la cancha, validando el gol de Alberto Fouilloux desde los 11 metros, convirtiendo así el último gol en la segunda definición por el campeonato de 1961 ante la Universidad de Chile el 5/01/1962, el técnico argentino Miguel Mocciola, guía de ese equipo, sonreía de satisfacción junto a un grupo de dirigentes que lo buscaban para abrazarse. Corría el minuto 41′ del segundo tiempo y a la ‘U’ casi no le quedaban fuerzas para remontar el resultado, solo orgullo y mística.
El título se quedaba en manos cruzadas a escasos cuatro minutos del fin. Mocciola ya sabía cuál sería su próximo desafío, la Copa Libertadores 1962. Los abrazos se sucedían entre los Bolumburu, los Duque, los Vélez, Enrique Casorzo el presidente Eduardo Cuevas, y Carlos Dittborn, ya muy delicado de salud, además del cuerpo técnico y miles de seguidores, los que saltaban alborozados sobre el tablón de la galería norte. Sabían que esa noche de viernes la familia cruzada no la olvidaría Jamás.
El desafío internacional en la fase de grupos comenzaba un 10/02/1962, cuando Universidad Católica derrota a Emelec de Ecuador en el Estadio Nacional por un cómodo marcador de 3-0, el que bien pudo ser más amplio. Es que la delantera no sincronizó a pesar de los goles. Armando Tobar hacía su debut oficial con tan solo unos cuantos entrenamientos, y el resto había regresado hacía menos de un mes de unas merecidas vacaciones. Emelec traía su libreto armado, construyendo un muro que funcionó hasta que el argentino Ricardo Trigilli dice presente en el marcador a los 36’. En el segundo tiempo se soltaron las marcas en el equipo del Guayas y, faltando 19 minutos, Tobar se estrena en la red dejando las cosas 2-0. Cinco minutos más tarde, Alberto ‘Tito’ Fouilloux convierte el tercero y último.
Cuatro días más tarde, los universitarios recibían la visita de Millonarios de Colombia, y una inspirada ‘UC’ deleita a su parcialidad derrotando a los cafeteros por un contundente 4-1.
La tarea de ganar los cuatro puntos en casa estaba completada, pero sus adversarios también optaban a clasificar a semifinales. Las matemáticas comenzaban a ser protagonistas a la hora definitiva. Por esas cosas del calendario, los cruzados deben devolver la visita a los colombianos a solo cuatro días de haberse confrontado en Chile. El estadio El Campín de Bogotá albergaba algo más de 20.000 espectadores, y desde temprano los ‘Rolos’ ocupaban las gradas, mientras en una tribuna lateral unos pocos pero bochincheros chilenos flameaban un par de banderas. Millonarios partió ganando con gol de Marino Klinger, pero muy poco le duró la ventaja, ya que Orlando Ramírez puso la paridad y así finalizaría el pleito.
Universidad Católica viaja a definir el grupo a Guayaquil, pero tantas horas de espera, el viaje agotador y el acotado tiempo de recuperación le pasaron la cuenta. El partido finalizó con una goleada estrepitosa a manos de los locales de 2-7. Enrique Raymondi se convierte en hito al anotar cinco de los siete goles locales. Los chilenos reclamarían la mala inscripción de dos jugadores, pero la Conmebol no da a lugar y la protesta no prospera. Había que esperar el resultado de Millonarios con Emelec en Colombia, duelo que terminó con el triunfo de los locales de 3-1, permitiendo clasificar a semifinales a la Universidad Católica.
Una vez más, aterrizaría en Santiago el Santos de Pelé y Coutinho, pero sin Pelé ni Coutinho. Se dijo que por lesión de ambos, aunque otros hablaron de una licencia por el gran número de amistosos concertados por el afamado equipo paulista. Podía darse el caso de que el equipo que gobernaba el planeta fútbol por esos años, cediera su protagonismo con las ilustres ausencias de ‘O Rei’ y su mayordomo, pero aun así, el equipo era sólido y sabía jugar sin sus estrellas. No por nada contaba con cuatro seleccionados campeones del mundo además de los citados Pelé y Countinho, como lo eran el arquero Gilmar, el central Mauro, el medio Zito y Pepe. Eso, sin contar con que en algún momento habían sido también seleccionados Calvet, Mengalvio y Dorval. Para el primer encuentro la Universidad Católica sufre la ausencia de su principal incorporación para ese torneo, Armando Tobar, que se había lesionado en un entrenamiento. Tobar era el socio de todos, y lo reemplazó un novel Osvaldo Pesce, un muy buen proyecto pero que, ese día, no tuvo su mejor tarde. El ‘Tano’ tuvo en sus pies la mejor ocasión para romper el equilibrio, pero no se le dio. Así, con goles en el segundo tiempo de Lima en los 59’ para Santos, y del argentino Juan Carlos Nawacki para los universitarios a los 75’, el empate 1-1 final terminó premiando a la visita. Aunque venían por los dos puntos, bien pudieron quedarse sin nada sí la Universidad Católica hubiera arriesgado más en el último cuarto.
En un abrir y cerrar de ojos, los ‘cruzados’ serían recibidos en Vila Belmiro, puerto de Santos, cuatro días después. Salieron a jugarse una ilusión, y la ordenada y prolija defensa universitaria hacía bien el trabajo de alejar cuánta posibilidad de ataque llegara, activando sistemáticamente la trampa del offside y haciendo que una vez tras otra los locales perdieran posibilidades. Eso, hasta que Zito, con un disparo fuerte y ajustado desde el borde del área grande, derrota a Walter Behrends en los 35’. Santos no lograba cerrar el partido, porque la Universidad Católica jugaba cada vez mejor a medida que el reloj avanzaba. Orlando Ramírez le sacaría pintura al horizontal pero Mauro, en última instancia, consiguió cruzarse ante un peligroso Nawacki. Nuevamente Osvaldo Pesce perdería una inmejorable posibilidad de convertirse en héroe, pero el mérito fue para el portero Gilmar.
Ese fue el comienzo de una nueva historia de equipos chilenos en el torneo internacional, cuyo resumen fue dulce pero, aun así, la tercera no fue la vencida.
Para el recuerdo de los cruzados en su debut por Copa Libertadores, este es el detalle a continuación:
UNIVERSIDAD CATÓLICA 3-0 EMELEC
10/02/1962. Grupo 3, Copa Libertadores 1962. Estadio Nacional. Público: 16.542. Árbitro: José Luis Praddaude(Argentina)
UNIVERSIDAD CATÓLICA: Walter Carlos Behrends Donovara; Moisés Eleodoro Barrientos Jelaska, Washington Del Pilar Villarroel Rodríguez,Sergio Valdés Silva, Luis Hernán Olivares Jiménez, Hugo Rivera, Alberto Jorge Fouilloux Ahumada, Armando Segundo Tobar Vargas, Mario José Soto Soto, Ricardo Antonio Trigilli, Orlando Antonio Ramírez Vera y Osvaldo Bernardo Pesce Zunino. DT Miguel Mocciola.
EMELEC: Hugo Mejías; Walter Arellano, Vicente Lecaro, Luciano Macías, José Merizalde, Eustaquio Claro, Pedro Gando, Bolivar Merizalde, Galo Pinto, Enrique Raymondi(Carlos Raffo 27) y Juan Moscol. DT Mariano Larraz.
GOLES: Trigilli 36, Tobar 71 y Fouilloux 76.