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Los orígenes del Ñublense

Por Danilo Mora

La verdad escueta y simplificada dice que Ñublense fue fundado un 20 de agosto de 1916, bajo el nombre de Liceo Football Club, por un profesor llamado Manuel Lara Gutiérrez. No obstante, hasta hoy, pocos antecedentes hay del hito fundacional y de lo que lo rodeó, cuáles fueron las motivaciones y los protagonistas de aquel trascendental hecho para el fútbol de la actual región de Ñuble. También hay imprecisiones respecto del cambio de nombre: ¿cuándo y por qué la institución pasó a llamarse Ñublense? Son dudas que en la presente nota se busca clarificar.

Las interrogantes sobre la fecha de fundación

Siempre se ha hablado del 20 de agosto como la fecha de fundación del Liceo Football Club. La tradición oral que ha circulado por Chillán, como el viento puelche en una tarde de verano, dice que Ñublense se fundó un 20 de agosto de 1916, en el Liceo de Hombres de la ciudad, por iniciativa del profesor Manuel Lara Gutiérrez y un grupo de alumnos de aquella casa de estudios secundaria, quienes, tras volver del desfile en honor a Bernardo O’Higgins por el 126° aniversario de su natalicio, decidieron, por aburrimiento, crear un club de fútbol en el que pudieran dar rienda suelta a su incombustible energía propia de la adolescencia. Esta historia la ha escuchado todo ñublense desde hace décadas.

Sin embargo, hay algunos antecedentes que ponen sobre la mesa una duda razonable al respecto, y que sitúan la existencia del club antes de esta fecha. Por ejemplo, en julio de 1916, el diario La Discusión nos entrega información sobre la existencia de un equipo de fútbol del Liceo que recibía los últimos días de aquel mes a su par del Liceo de Hombres de Talca, para disputar un partido interciudades.

Si retrocedemos más en el tiempo, encontramos vestigios del fútbol liceano en la primera década del siglo XX, época en la que este deporte empezaba a masificarse en los peladeros de Chillán. En una entrevista al semanario Los Sports, el 20/07/1928, el seleccionado chileno de fútbol, que inició su carrera en Chillán, Marcos Wittke, asegura que: “En 1909 ingresé al club del Liceo, para después seguir las actividades en el segundo elenco del Unión” (p. 5). Bajo los empolvados recuerdos del nacido en Nueva Imperial se deja ver la presencia de un equipo de fútbol en el Liceo un año después de la fundación de la Asociación de Foot-Ball de Chillán y siete años antes de la fecha de nacimiento oficial del club.

En diferentes medios aparecen diversas fechas referidas a la fundación de la institución. En la edición número 87 del semanario Los Sports, por ejemplo, en una nota especialmente dedicada a la escuadra color lacre con motivo de su octavo aniversario, se señala como fecha de fundación del Liceo F.C. el 8 de octubre de 1916. Cinco años después, La Discusión invita a un vino de honor: “Con motivo de ser el lunes de la semana entrante el aniversario de la fundación del Liceo F.C. Los socios de esta institución celebrarán dicho acontecimiento con un vino de honor que será servido en un club de la localidad” (p. 6). De acuerdo a la nota, el aniversario de la fundación del Liceo F.C. es el ¡24 de octubre!

Todas estas informaciones, sumado a numerosos álbumes de fútbol de las décadas del 70, 80 y 90 que citan otras posibles fechas de fundación han hecho dudar al hincha de los ‘Diablos Rojos’ sobre la real fecha de fundación de Ñublense.

Ninguna fuente escrita de la década del 10 y 20 del siglo pasado cita al 20 de agosto como la fecha de fundación del Liceo Football Club. Recién hay que avanzar hasta 1932, cuando se alude a agosto como el mes de la fundación del -ya entonces llamado oficialmente- Ñublense, pero nuevamente el día es diferente: 21 de agosto.

Las páginas grises y adelgazadas por el paso del tiempo de la prensa de 1935 es donde por primera vez se encuentra una referencia directa al 20 de agosto como fecha de fundación del Ñublense. La Discusión reseña el 17/08/1935 que: “con motivo de cumplir el próximo martes 20, diecinueve años de vida, el Centro Deportivo Ñublense celebrará este acontecimiento con una manifestación íntima” (p. 6).

Plantel Liceo F.C. (Los Sports, 1924)

Ante esta variedad de meses y fechas que deambulan entre agosto y octubre, y frente a testimonios que dan fe de la existencia de un equipo de fútbol siete años antes, las dudas se acrecientan. No obstante, en 1940, mientras se daba a conocer el diseño que tendría la futura Catedral de Chillán que se erguiría en reemplazo de la derribada por el terremoto de 1939, Manuel Lara Gutiérrez, fundador del Liceo F.C., habla claramente del 20 de agosto como fecha de fundación del club en una misiva que envió desde su residencia en Valparaíso, el mismo día, y que fue publicada por La Discusión ocho días después. En ella, señala que: “Principié a preparar el terreno entre los alumnos de los cursos superiores y, el 20 de agosto de 1916, reunidos más de cuarenta alumnos y el suscrito, en la sala de física, se fundó el Liceo F.C.” (p. 7), entregando un detalle respecto del acto fundacional: lugar exacto, cantidad de personas y fecha.

Cuando ocurre este hito señalado por Manuel Lara, acababan de unificarse las dos asociaciones de fútbol que existían en Chillán: por una parte, la Asociación de Foot-Ball de Chillán, fundada el 27/08/1908, y que contaba inicialmente con los clubes Chillán F.C., Escuela Industrial, Esperanto F.C., Escuela Agrícola y Unión F.C.; y por otra, la Liga de Ñuble, creada en el primer semestre de 1915 y que inicia su competencia con los clubes Ñuble, Chillán National, Loma Blanca, 18 de Septiembre, Escuela Normal, San Carlos F.C. y Bulnes F.C., según detalla El Mercurio del 23/06/1915.

Ambas asociaciones se unifican en la Liga de Football de Chillán el 18/08/1916, con los clubes América, Chillán, Nacional, Escuela Industrial, English, Gimnástico, Chilenito, Unión, Ñuble, Olímpico, Napoleón. Días después, el Liceo F.C. se afiliaría a esta unificada asociación, que el 23/08/1916 cambia de nombre a Asociación de Football de Chillán. Esta unificación es fruto del acuerdo firmado entre las federaciones de fútbol de Santiago y Valparaíso con miras a la participación de la selección chilena en el primer Campeonato Sudamericano de Fútbol, hoy conocido como Copa América. Teniendo presente el contexto, se puede asegurar que Ñublense es hijo de la unificación del fútbol chileno y chillanense.

Sobre las motivaciones para la fundación de aquel club de fútbol, Manuel Lara detalla en su carta que el Liceo era una especie de criadero de futbolistas de los clubes de la ciudad, en particular del Unión, el cuadro más poderoso por aquellos años. Entonces, surge la idea de crear un club propio: “Considerando que era más noble y educativo que los alumnos de Liceo actuaran, en deportes, por su propio colegio, en el cual recibían su pan espiritual que los capacitaría para luchas posteriores” (p. 7), relata el oriundo de Linares.

Al no conocerse un documento que dé cuenta del acto fundacional y sus integrantes, se puede desprender que entre ellos se encuentran muchos de los que jugaron los primeros partidos y a los que refiere Manuel Lara en Los Sports N° 87, de 1924: Humberto Cisternas, Alfredo Castro, Luis Riquelme, Alejandro Casas, Edmundo Orellana, Miguel Villablanca, Carlos Vásquez, Carlos Riquelme, Vicente Rivera, Víctor Oliva, Héctor Mutis. Todos estos adolescentes estuvieron en aquel partido de fines de julio ante el Liceo de Talca, según consta en las citaciones publicadas en la prensa los días previos al lance.

La fundación de este nuevo club generó escozor entre quienes veían a la casa de estudios como una cantera de talentos con la pelota en los pies, en particular, el Unión F.C. El profesor Lara destaca aquello en su carta de 1940, agregando que: “Enemistades y malos ratos proporcionó la fundación del Liceo F.C. en quienes creyeron ver una hostilidad hacia los clubes ya fundados y no comprendieron que era el nacimiento de un hijo más de la Asociación de Football” (p. 7).

Los primeros partidos del Liceo F.C.

Aquel 1916, el Liceo F.C. no participó en la liga, sino que se dedicó a jugar partidos amistosos interciudades y con otros clubes asociados de la ciudad, sobre todo en los días feriados.

En la prensa local, que por aquellos años tenía una rudimentaria sección de deportes, que más que informar y analizar los acontecimientos deportivos servía de diario mural público para las citaciones a partidos o asambleas de socios, careciendo de una crónica detallada de los encuentros de fútbol, se encuentra un antecedente relevante. El miércoles 23/08/1916, en La Discusión, el English F.C. convoca: “A todos los jugadores para que reciban su uniforme y también para acordar sobre el match concertado entre este club y el del Liceo” (p. 6). Esta es la primera vez que aparece una relación entre el Liceo F.C. y un equipo asociado de Chillán. Siete días después aparece en el mismo diario una nota que presenta el viaje del equipo del Liceo a la ciudad de los truenos para jugar el partido de vuelta contra el combinado del Liceo de Talca, es decir, nuevamente en el ámbito escolar.

Entre los partidos que jugó el Liceo F.C. aquel 1916 destaca su visita a Talca para enfrentar al Liceo de Hombres en el marco de su primera gira como club de fútbol. Allí habría empatado 2 – 2. Luego realizó su segunda gira a Linares, ciudad que a través de 104 años se ha cruzado de manera persistente con la historia de Ñublense.

En las tierras regadas por los ríos Achibueno y Ancoa, el Liceo F.C. tuvo lugar una particular anécdota que el mismo fundador Manuel Lara desclasifica 24 años después, acusando que el rival quiso ganarles acudiendo a malas artes.

Recuerda el docente, en su carta del 20/08/1940, que al llegar a Linares fueron recibidos por los rivales del Liceo de Hombres de la ciudad y llevados a almorzar por los jugadores de aquella ciudad. Cada linarense llevó a su casa a un joven chillanense, puesto que había que comer antes del partido programado para la tarde: “Según supe después había la consigna de atenderlos bien, sobre todo a lo que a elemento líquido se refería” (p. 7), confidencia Lara, quien no entendía por qué sus jugadores no se acomodaban a la cancha durante los primeros minutos con infructuosos intentos de patear el balón: “Algunos veían dos balones y le pegaban al que no era” (p. 7), describe el fundador y presidente del Liceo F.C. Al término del partido, el hombre responsable de aquella delegación de jovenzuelos quiso llamarles la atención por la irresponsable conducta y mientras les increpaba, relata Lara, el alero izquierdo Héctor Mutis, “Muy tranquilamente y con cara risueña y chispeante me dice: ‘no me diga nada señor Lara, que yo me hice dos golcitos’” (p. 7). El triunfo fue para el Liceo F.C. de Chillán por 7 – 1. La estrategia de los locales no dio resultado -al menos en el resultado-, probablemente porque los liceanos linarenses se vieron afectados por fuego amigo, cayendo en el dulzor de sus propios mostos.    

Los siguientes encuentros fueron ante el Liceo de Temuco, disputados en la ciudad del cerro Ñielol y luego en Chillán, empatando ambos encuentros 2 – 2. Hasta aquí llegaría el invicto del recién nacido club. En Los Sports N° 87 de 1924 se indica que la primera derrota del Liceo F.C. ocurrió en noviembre de 1916, ante el Liceo de Concepción.

Al año siguiente, según consta en Los Sports N° 87, y según ratifica Manuel Lara Gutiérrez 24 años después, la primera corona que alcanzó el Liceo F.C. fue en 1917, cuando se consagró campeón de la tercera serie livianos, título que volvió a obtener la temporada 1918, mientras que el segundo equipo del Liceo F.C., que participó en la segunda serie aquella temporada, también finalizó primero.

En 1919 ingresó a la máxima categoría del fútbol local, que también fue dividida en dos series diferentes: livianos y pesados. Según Manuel Lara: “Dada la juventud y poco peso de los elementos liceanos” (p. 7), los muchachos del Liceo fueron confinados a competir en la serie livianos, mientras que la segunda serie, que también participó aquella temporada, consiguió el campeonato. En 1920, el equipo vuelve a consagrarse campeón de la segunda serie livianos y en la máxima serie del fútbol chillanense cae en la final vencido ante el Unión F.C. En 1921 consigue su primer título en la serie más alta, consagrándose campeón de Ñuble, ante los reclamos de los rivales que acusaban ventaja de los jóvenes ‘diablos rojos’ que desbordaban en cancha energía, rapidez y agilidad contra la que los adultos de los otros equipos no podían lidiar.

El fundador

Manuel Lara Gutiérrez nació el 30/08/1890, en Linares. Su figura calaría hondo en la historia de Ñublense y del Liceo de Hombres de Chillán, ya que no sólo generó un aporte en la fundación del Liceo F.C., sino que fue un propulsor de todas las actividades deportivas y una persona prolífica para el deporte y la educación no solamente en Chillán. Así lo indica Julio Chacón (1929), quien describe:

“Si su labor como profesor de asignaturas tan complicadas como las matemáticas, ha sido siempre altamente considerada por sus colegas y respetada por sus alumnos, su labor como propulsor y sostenedor de las prácticas deportivas, no es menos digna de ser debidamente considerada”

Este profesor de matemáticas, química y física -no de educación física, como se ha señalado histórica y erróneamente en numerosas publicaciones desde 1980 en adelante-, llegó a Chillán en el mes de julio de 1916, cuando se aprontaba a cumplir 26 años, proveniente del Liceo de Aplicación de Santiago, recinto en que ejerció la docencia entre 1910 y 1915. Previo a esto había estudiado en Talca, donde, según detalla La Discusión del 21/07/1916, se reconocía: “En el Sr. Lara talento natural para el profesorado. Su práctica pedagójica (sic) fue buena. Las técnicas de sus clases no dejó nada que desear” (p. 5).

En Chillán estuvo por más de diez años, hasta 1926, cuando fue  trasladado al liceo de Linares y posteriormente, en 1928, al Liceo de Cauquenes, según detalla Chacón (1929).

En las aulas no pasaba desapercibido. Así lo señala la prensa chillanense que destaca maravillada en sus páginas cómo buscaba que los estudiantes aprendieran, generando siempre una estrecha relación entre la teoría y la práctica, enseñando química y física por medio de una visita a la Fábrica de Cervezas y Galletas de los hermanos Tohá, de la ciudad de Chillán: “¡Bien, señor Lara; es así como se debieran hacer todas las clases de física, esperimental (sic) y prácticamente!”  (p. 6), lo felicitaba La Discusión el 19/07/1916.

Su principal obra, la más duradera en el tiempo, es precisamente la fundación del Liceo F.C., y pese a que hay registros de la existencia previa de un equipo de fútbol en el Liceo, fue él quien lo llevó más allá, dando el paso a su participación en el fútbol asociado de Chillán. Manuel Lara fue presidente del Liceo F.C. hasta 1925, año en que se le nombra presidente honorario vitalicio.

Manuel Lara Gutiérrez (Los Sports, 1929)

El rudimentario fútbol chillanense de los años 20 exigía esfuerzos extra de quienes participaban de él. Era habitual que los hombres más reputados de los diferentes equipos realizaran la labor de árbitros. Manuel Lara no fue la excepción, encontrándose variados registros en los que aparece designado como referee de alguna partida, como lo indica, a modo de ejemplo, un citatorio de la Asociación de Fútbol de Chillán, que indica: “3.a serie livianos. Olímpico v 1° de Mayo -Árbitro don Manuel Lara- Hora 2 a 3 1/2P.M.” (p. 6) en La Discusión del 01/11/1921.

Su relación con el deporte no estuvo remitida exclusivamente al fútbol, sino que a todas las actividades deportivas que pudiesen pulular. El 19/11/1918 funda el Club de Tiro al Blanco del Liceo de Chillán, siendo el primero en los liceos de provincias, de acuerdo a lo que detalla Chacón (1929), compitiendo en la Tercera Zona, que comprendía desde Curicó al Bío-Bío. Anteriormente había fundado clubes de tiro al blanco en Dichato y El Carmen, según consta en la revista Los Sports del 16/11/1923. Con el Club de Tiro del Liceo alcanzó el título de campeón de Chile, venciendo en la capital al Internado Barros Arana. Posteriormente, el mismo Lara aparece como presidente de la Liga de Fútbol y Atletismo de Cauquenes en 1928, donde como profesor del Liceo de la misma ciudad funda también el Liceo Football Club de Cauquenes, de acuerdo a lo que narra Los Sports del 04/10/1929.

Era recurrente que desde Valparaíso enviara saludos al club en sus aniversarios por medio de cartas donde aprovechaba de recordar los primeros pasos de la institución. En 1956 falleció en el Puerto Principal, donde vivió gran parte de su vida, no alcanzando a ver a Ñublense debutar en el fútbol profesional.

El cambio de nombre

El Liceo F.C. llevaría ese nombre por 14 años. En 1930, la primera serie adopta el nombre de “Liceo 1 Ñublense”, como consta el 07/09/1930 en la citación para el partido contra el Chillán F.C.

Es poco usual encontrar en Chile un club de fútbol que utilice como nombre el gentilicio de su lugar de origen. La mayoría utiliza el nombre de la ciudad o de la provincia a la que representan, pero no el apelativo que reciben los habitantes originarios de aquel lugar. Las fuentes secundarias consultadas atribuyen haber incorporado en el nombre del club el gentilicio de la provincia a dos jugadores y posteriores dirigentes del club. La revista Ñublense Vamos a Ganar (1976) atribuye a Arsenio Orduña el nombre de Ñublense, consignando que: “Al ‘negro’ Orduña se le ocurrió el de Ñublense, y luego de una votación se acordó lo propuesto.” (p. 5). El especial que conmemora los 64 años de Ñublense (1980), en tanto, le imputa el origen del nombre a Humberto Fagnilli, señalando que fue: “Humberto Fagnilli Fuentes, quien le dio al club el nombre de ‘Liceo-Ñublense’, pasando a llamarse más tarde simplemente ÑUBLENSE” (p. 2).

Humberto Fagnilli (Los Sports, 1923)

Hacia 1931, ya toda la institución utilizaría el gentilicio de la provincia como nombre. Por su uso ya masificado en la escena local, y ante la ausencia de estudiantes del Liceo de Hombres como jugadores activos en el club, bajo la dirigencia de Lautaro Vásquez Landa, se acuerda cambiar definitivamente el nombre. Así lo señala La Discusión el 21/08/1932, recordando el motivo del cambio de nombre:

“Como en esta entidad deportiva militaban solamente ex – alumnos del Liceo que nada tenía que ver con dicho establecimiento, se acordó por unanimidad de sus socios cambiar el nombre de Centro de Cultura Física Liceo de Chillán por el de Ñublense F.C.” (p. 6).

Desde 1931, los resúmenes de las sesiones del directorio publicadas en la prensa eran presentadas bajo el nombre de “Centro Deportivo Ñublense”. Por ejemplo, el de la sesión del 29/04/1931. 

Este histórico cambio de nombre ha sido fechado diez años después. Incluso el sitio oficial de Ñublense indica en su sitio web www.cdnublense.cl que: “En 1942, con Lautaro Vásquez Landa como timonel del equipo, se cambió nuevamente el nombre a la institución” (consulta: 10/08/2020). No obstante, lo que ocurre en esa fecha es el registro de la personalidad jurídica de la institución, pero su nombre ya era utilizado desde hace más de una década.

 

Colaboraron con información que permitió enriquecer esta nota, Sebastián Núñez Mardones y Gonzalo Flores Domarchi.

Referencias

  • CHACÓN, Julio. 1929. Las provincias de Linares. Santiago: Universitaria.
  • LANDA, Mario; NEIRA, Reinaldo. 1976. Ñublense Vamos a Ganar. Chillán: La Discusión.
  • MARTÍNEZ, Sergio. 1910. Anuario Sportivo de Chile 1909. Santiago: San Buenaventura.
  • ÑUBLENSE. 1980. Ñublense 64 Años. Chillán: La Discusión.
  • ÑUBLENSE. Sitio Oficial. Historia de Ñublense. [en línea] https://www.cdnublense.cl/historia/ (Consulta: 10 de agosto de 2020).

Fuentes periodísticas:

  • Diario El Mercurio, Santiago
  • Diario La Discusión, Chillán.
  • Revista Los Sports, Santiago.

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