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¡La ‘U’ en Cuba! La gira de 1971

Por Nicolás Sandoval

4 de noviembre de 1970. Salvador Allende Gossens, candidato de la coalición de izquierda Unidad Popular, asume como Presidente de Chile luego de ser ratificado por el Congreso, impulsando un programa de transformaciones sociales, políticas y económicas para encauzar el proceso denominado como la “Vía chilena al socialismo’.

Una de las primeras medidas del “gobierno popular” fue el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, culturales y comerciales con Cuba el 12 de noviembre, las cuales estaban quebradas desde 1964 bajo el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez. Una vez restablecida la relación chileno-cubana, Salvador Allende nombra, en diciembre de 1970, a Jorge Edwards Valdés como representante diplomático en la isla, bajo el cargo de Encargado de Negocios. 

Es bajo ese contexto que se produce la gira del Club Universidad de Chile y su visita a Cuba en 1971. Si bien la gestión del viaje no obedeció a una iniciativa del gobierno sino a una necesidad deportiva de la institución universitaria, su desarrollo constituyó uno de los primeros acercamientos entre ambos países en dicha materia, con la participación de autoridades diplomáticas de Chile y del gobierno cubano a través del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), equivalente al ministerio del deporte en la mayor isla del Caribe. 

 

Los preparativos de la gira

Una vez terminado el torneo Metropolitano de 1970, Universidad de Chile logra obtener el cuarto lugar clasificando a la liguilla final para disputar el título y los cupos para la Copa Libertadores de América 1971. La dirigencia del club estableció que, si no se lograba clasificar a la Copa, el primer equipo viajaría a una gira para disputar encuentros amistosos y preparar al equipo de cara a la temporada venidera. Finalmente, los azules solo lograrían un tercer lugar con ocho puntos, detrás de Unión Española y Colo-Colo con 12 puntos cada uno, logrando ambos equipos clasificar a la competencia continental representando a Chile. 

De acuerdo con lo informado por la revista Estadio, en un inicio la gira de la ‘U’ contemplaba encuentros amistosos en diez países americanos, entre los que se incluían Ecuador, Colombia, Venezuela, México, El Salvador, Guatemala, Cuba, Estados Unidos, Paraguay y Argentina, en 30 días de viaje. Por ello, Carlos Pilasi, presidente del Club Deportivo de la Universidad de Chile, se embarcó en viaje a Centroamérica junto a su esposa Silvia Concha para abrochar los encuentros internacionales de los universitarios. Si bien la ‘U’ ya había visitado Ecuador y México en giras anteriores durante la década de 1960, ésta sería la primera y única vez de los azules en Cuba hasta el día de hoy.

Al ser entrevistado en la isla caribeña por Prensa Latina, Pilasi “expresó que hace dos años recibió una invitación para visitar a Cuba, pero que debido al intenso programa de competencias del equipo le fue imposible venir a esta capital” [1]. Como señala la reproducción de esta entrevista publicada por La Nación, el presidente de la ‘U’ señaló además un dato inédito a la prensa cubana: El Presidente Salvador Allende era socio del Club Universidad de Chile desde hacía varios años con sus cuotas al día

Fragmento de la entrevista de Carlos Pilasi al periódico Prensa Latina de Cuba, señalando la condición de socio del Presidente Salvador Allende (fuente: La Nación, 8 de febrero de 1971).

Con el fin de prepararse para los encuentros amistosos de la gira, el equipo inició sus entrenamientos en el Estadio Recoleta el jueves 4 de febrero, siendo presentado al plantel Eladio Zárate, refuerzo proveniente de Unión Española, goleador del torneo nacional en 1967, 1968 y 1969, quien arribó a la ‘U’ para suplir la baja de Guillermo Yávar por su paso a la tienda hispana. 

Sobre las expectativas de la gira, Manuel Rodríguez señaló a La Tercera: “Será ésta una linda experiencia, toda vez que vamos a visitar países de un fútbol de categoría como es México y de interés en todo orden de cosas como es Cuba. La gira misma permitirá aumentar la potencialidad del equipo de la etapa de pre-torneo nacional de fútbol chileno” [2]. A su vez, el refuerzo Eladio Zárate declaró: “Estoy feliz porque la gira me permitirá adaptarme al ritmo de juego que tiene la ‘U’ y poder responder en el extranjero la confianza que el club me ha dispensado. Creo que con goles sabré responde a todo lo expresado” [3].

Luego de finalizar los entrenamientos en Recoleta, el viernes 12 de febrero a las 22:00 hrs., partió en viaje la delegación de Universidad de Chile desde el Aeropuerto de Pudahuel, en vuelo Braniff International con destino a Guayaquil, primera escala de la gira de 1971. Hasta ese momento, el itinerario incluía encuentros amistosos en Ecuador, México, Cuba y otros países centroamericanos, para retornar a Córdoba, Argentina. Solo los tres primeros serían los destinos definitivos para los azules. 

Los jugadores abordando el vuelo para iniciar la gira de 1971, cada uno con su respectivo chuncho en el traje (foto: La Nación, 14 de febrero de 1971).

La delegación del club estaba compuesta por Emilio Torrealba, Presidente del club (en reemplazo de Carlos Pilasi al ser nombrado vicepresidente de la Asociación Central de Fútbol), Agustín Dávila, Eduardo Leyton, Ulises Ramos (D.T.), el preparador físico Gustavo Graef, el kinesiólogo Raúl Araya y el utilero Sergio Sánchez. El plantel estaba conformado por Adolfo ‘Gringo’ Nef, Carlos Urzúa, Nelson ‘Crudo’ Gallardo, Alberto Quintano, Manuel Rodríguez, Humberto Canobra, Eladio Zárate, Francisco Las Heras, Jorge Américo Spedaletti, Carlos Arratia, Luis Ventura, Rubén Marcos, Pedro Araya, Jorge Zelada, Jorge Mimica, Gabriel ‘Lito’ Rodríguez, Esteban ‘Torito’ Aránguiz, Jaime Barrera y Eduardo Peralta. 

Los partidos en Ecuador y México

Los azules arribaron a tierras ecuatorianas el 13 de febrero para disputar dos encuentros amistosos, en la que sería su primera escala de la gira de 1971. El primer partido se realizó al día siguiente en el Estadio Modelo de Guayaquil, ante el Barcelona Sporting Club, campeón de Ecuador en 1970. 

El inicio del periplo de los universitarios dista de ser fácil, ya que el Barcelona demostró sus pergaminos en un brillante primer tiempo, donde el cuadro azul se vio dominado por el poderío ecuatoriano, el que se vio reflejado con goles de Miguel Coronel a los 34’ y Jorge Bolaños a los 37’.

Si bien la ‘U’ planteó bien su juego, nada pudo hacer ante la inspiración de los locales. Durante el segundo tiempo, y ante la frustración del marcador, los azules emplearon un poco de violencia, sancionada por el árbitro del encuentro, pero sin lograr modificar el resultado final. 

La ‘U’ en su primera presentación de la gira de 1971. Aparecen arriba, de izquierda a derecha: Raúl Araya (kinesiólogo), Manuel Rodríguez, Alberto Quintano, Francisco Las Heras, Nelson Gallardo, Gabriel Rodríguez y Adolfo Nef. Abajo: Eduardo Peralta, Pedro Araya, Eladio Zárate, Jorge Américo Spedaletti y Carlos Arratia (foto: El Universo de Ecuador, 18 de febrero de 1971).

La segunda presentación del cuadro laico en Ecuador sería el 20 de febrero ante el América de Quito, terceros en el campeonato ecuatoriano de 1970, en el Estadio Olímpico Atahualpa de esa ciudad. Al minuto de iniciado el partido, Marín abre la cuenta para los locales, sin embargo, una densa niebla obliga a suspender el encuentro por media hora debido a la escasa visibilidad. Al reanudarse, Eladio Zárate debuta en las redes con la camiseta azul al vencer al portero del América a los 25’ y decretar el empate transitorio.

Durante el segundo tiempo, la ‘U’ logra convertir el gol de la victoria gracias a Pedro Araya a los 60’, dando pinceladas de su excepcional nivel mostrado durante la gira. El diario El Tiempo de Ecuador escribiría sobre el puntero universitario: “En este tiempo (el segundo) se destapó Araya, que dio espectáculo aparte. Sus corridas por la tiza, su dominio de la bola, su dribling endemoniado e inspiración no tuvo rival que lo atajara y así el segundo gol a los 15 minutos con remate bajo y con efecto engaño a Mejía” [4].

Luego de las presentaciones de la ‘U’ en Ecuador, se produciría una baja importante para el equipo azul. Rubén Marcos, histórico mediocampista del Ballet Azul, se quedaría en el país para jugar en el Emelec donde militaba el ecuatoriano Félix Lasso, ex jugador de la ‘U’ en 1968. El acuerdo estipulaba que el ‘siete pulmones’ jugaría solo la Copa Libertadores de América de 1971 con el cuadro del ‘bombillo’, sin embargo, una vez terminada su participación internacional, Rubén Marcos arribaría a Palestino. 

AMÉRICA DE QUITO 1-2 UNIVERSIDAD DE CHILE

20/02/1971. Estadio Olímpico Atahualpa, Ecuador. Público: 8.000 aprox.

AMÉRICA DE QUITO: Mejía; Cevallos, Pérez, Páez, Lasso, Demaría (Pavón), Valencia, C. Aguirre, Marín, M. Aguirre y Montenegro (Gallardo). 

UNIVERSIDAD DE CHILE: Adolfo Nef; Gabriel Rodríguez, Alberto Quintano, Manuel Rodríguez, Nelson Gallardo, Francisco Las Heras, Eduardo Peralta, Pedro Araya, Eladio Zárate, Jaime Barrera (Luis Ventura) y Esteban Aránguiz (Carlos Arratia). DT Ulises Ramos.

GOLES: 1’ Marín (AME), 25’ E. Zárate (UCH) y 60’ P. Araya (UCH).

Cumplidos los dos compromisos de la ‘U’ en Ecuador, la delegación universitaria se dispone a viajar a México para enfrentarse al América de los chilenos Roberto Hodge y Carlos Reinoso, encuentro pactado para el 22 de febrero en el Estadio Azteca. A pesar de tener firmado el compromiso, el cuadro azul no llegó a la capital mexicana por un atraso en el viaje aéreo, debiendo posponerse el partido para el 2 de marzo.

El primer enfrentamiento del equipo laico en México sería ante el Puebla, campeón de la Segunda División de 1970, el 28 de febrero en el Estadio Cuauhtémoc de dicha ciudad. Con arbitraje de Horacio Fernández, el partido comenzó de manera desfavorable para los azules, ya que a los 8’ el delantero mexicano La Fuente anotó el primer gol de la jornada. Con un juego conservador en base a jugadas cortas, la respuesta de la ‘U’ en el marcador llegaría previo al pitazo del descanso, gracias al tanto de Eduardo Peralta a los 43’. 

Durante el segundo tiempo la Universidad de Chile mostraría su juego más contundente en la gira, dominando por completo las acciones. Manuel Rodríguez comete un penal, que servido por Arévalo a los 65’ pone en ventaja 2-1 a los ‘franjiazules’ mexicanos. Dos minutos después comienza la sinfonía de goles a cargo de Pedro Araya y Eladio Zárate, quienes en 12 minutos anotan tres goles para decretar la goleada por 4-2 sobre los locales.

Desborde de Pedro Araya (tapado por el portero Valencia) que termina en el 3-2 parcial de los azules, retratado por la revista ‘Esto’ de México (foto: La Tercera de La Hora, 12 de marzo de 1971).

PUEBLA 2-4 UNIVERSIDAD DE CHILE

28/02/1971. Estadio Cuauhtémoc de Puebla, México. Árbitro: Horacio Fernández.

PUEBLA: Valencia; Sánchez, Arévalo, López, Vivar, Ibarreche, Zamora, Gómez (Padilla), Costa, La Fuente (Borja) y Sabater.

UNIVERSIDAD DE CHILE: Adolfo Nef; Gabriel Rodríguez, Nelson Gallardo, Alberto Quintano, Manuel Rodríguez (Humberto Canobra), Eduardo Peralta, Francisco Las Heras, Pedro Araya, Eladio Zárate, Jorge Spedaletti y Carlos Arratia (Esteban Aránguiz). DT Ulises Ramos.

GOLES: 8’ La Fuente (PUE), 43’ E. Peralta (UCH), 65’ Arévalo (PUE), 67’ y 75’ P. Araya (UCH) y 79’ E. Zárate (UCH). 

El segundo encuentro de los universitarios en México sería ante el América en el imponente Estadio Azteca, equipo al que recién había sido transferido Roberto Hodge, figura de la ‘U’ durante la década de 1960, y donde además actuaba el ex Audax Italiano Carlos Reinoso. El partido entre ambos equipos figuraba como parte del trato de la transferencia de Hodge, donde la recaudación sería compartida por la ‘U’ y América para ultimar el traspaso del mediocampista.

Si bien La Tercera de La Hora señaló en su crónica que la ‘U’ se había lucido contra el América, mostrando potencia en su defensa y codicia en el ataque, el periódico mexicano El Informador sería categórico al describir al juego de los universitarios, quienes utilizaron doble barrera de cinco para detener los ataques del conjunto azteca, empleando un fútbol recio mientras el árbitro perdonaba las acciones. El Informador cerró su crónica del encuentro con el siguiente comentario: 

“Si los primeros 45 minutos fueron desesperantes, la parte complementaria produjo el bostezo. La única acción de peligro se produjo a los 26 minutos contra el América, al mandar Araya un centro a media altura, Zárate cabeceó hacia abajo y Peralta puso el balón en órbita cuando Palacios ya estaba batido. Así, los dos equipos se dieron por bien servidos con la igualada sin goles y regresaron presurosos a los vestidores seguros de haber desquitado el sueldo. Para entonces, mayoría de los aficionados ya había abandonado el estadio encogidos de hombros” [5].

Roberto Hodge, Pedro Araya y Carlos Reinoso posan en el Estadio Azteca (foto: Clarín, 15 de marzo de 1971).

AMÉRICA 0-0 UNIVERSIDAD DE CHILE

2/03/1971. Estadio Azteca, Ciudad de México. Público: 25.000 aprox. Árbitro: Alfonso González Archundia.

AMÉRICA: Palacios; Trujillo, Zamora, Hernández, Pérez; Hodge, Toninho; Reinoso, Rodríguez, Borja, y Borbolla. 

UNIVERSIDAD DE CHILE: Adolfo Nef; Gabriel Rodríguez, Nelson Gallardo, Alberto Quintano, Manuel Rodríguez; Eduardo Peralta, Francisco Las Heras, Carlos Arratia (Jaime Barrera), Pedro Araya, Eladio Zárate y Jorge Spedaletti. DT Ulises Ramos.

La ‘U’ en Cuba

Al emprender la gira, Universidad de Chile se convertiría en el tercer club chileno en viajar a la isla de Cuba para disputar partidos amistosos, después de Colo-Colo en 1927 y Audax Italiano en 1933, siendo el primero desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Luego de disputar encuentros en Ecuador y México, la delegación del chuncho llega a la isla el 6 de marzo para enfrentarse a la selección occidental y la selección oriental de Cuba, equipos que servían de preparación para los próximos Juegos Panamericanos a realizarse en la ciudad colombiana de Cali entre julio y agosto de 1971. 

El primer partido en césped cubano se produjo el 7 de marzo en el Estadio Universitario Juan Abrantes de La Habana, con altas temperaturas en un terreno más habituado al béisbol que al fútbol, contra la Selección Occidental de Cuba. Previo al inicio del encuentro, ambos equipos desfilaron frente al público portando banderas de Chile y Cuba, para luego entonar los himnos nacionales respectivos. 

Vistiendo los ‘occidentales’ un uniforme negro y amarillo como Peñarol de Montevideo, y la ‘U’ con su tradicional azul, el partido tuvo como protagonistas a los visitantes universitarios, quienes impusieron su juego ante una entusiasta resistencia de los jóvenes cubanos para defenderse de los ataques de los dirigidos por Ulises Ramos. De acuerdo con lo descrito por la Prensa Latina de Cuba, y reproducido por La Nación en Chile gracias a cablegramas, “La defensa cubana impidió durante buena parte del partido el desempeño de Pedro Araya (el mejor elemento visitante), ya que lo marcaban entre dos y tres jugadores adversarios y fue varias veces víctima del juego brusco, aunque no malintencionado de los dueños de casa” [6].

Ante este escenario, el técnico universitario decide cambiar a Pedro Araya de punta sobre la media hora del primer tiempo, generando jugadas de peligro y mayor profundidad en los ataques, lo que da frutos a los 33 minutos de juego, gracias a un violento tiro de Jaime Barrera. La respuesta cubana no se haría esperar, ya que dos minutos después el interior izquierdo Azcuy empata el marcador gracias a un fuerte tiro luego de cortar por la derecha, ante la infructuosa estirada del portero azul. 

Postal de Pedro Araya en césped cubano causando peligro (foto: La Nación, 16 de marzo de 1971).

Ya en el segundo tiempo, el juego de la ‘U’ se consolida gracias al cansancio de los jugadores locales, quienes ya habían realizado un gasto físico importante. Pedro Araya, la figura del encuentro, retorna a su puesto habitual, inquietando constantemente al portero Reinos, quien sustituyó a Pedro por la inseguridad mostrada durante el primer tiempo. Luego de varios minutos de jugadas estériles en el mediocampo, el desequilibrio del marcador llegaría por cuenta de Eduardo Peralta, quien aprovecha un error en la zaga cubana para decretar el 2-1 final para los chilenos en su primera presentación en la isla caribeña, bajo los aplausos del público local. 

El diario Juventud Rebelde de Cuba escribiría sobre Pedro Araya las siguientes líneas, reproducidas por Clarín en Chile: “(Araya) se transforma en un dolor de cabeza para el defensor a quien le toca la mala suerte de tener que sujetarlo. Siempre tiene el movimiento preciso, la finta inesperada para escaparse y llegar al gol de forma electrizante” [7].

Postal de un encuentro en Cuba: Jorge Edwards Valdés, diplomático chileno bajo el cargo de Encargado de Negocios, da el puntapié inicial al partido entre la ‘U’ y el seleccionado local (foto: Clarín, 22 de marzo de 1971).

Para el segundo partido en Cuba, los azules se moverían desde La Habana para viajar hasta Camagüey, pequeña ciudad ubicada en el oriente de la isla, en donde se enfrentarían al seleccionado de esa región el 10 de marzo en el Estadio Cándido González. Bajo un clima favorable, debido al horario del partido, las cerca de 10.000 personas que presenciaron el encuentro alentaron de manera favorable a su seleccionado, que en la prensa era nombrado como ‘Estrellas de Oriente’ y ‘Orientales’, a la vez que aplaudían al cuadro azul por su nivel técnico y dominio del balón. El primer tiempo no tuvo grandes jugadas de peligro, sin embargo, la igualdad sería quebrada a los 40 minutos por Jaime Barrera, quien marca el único gol del encuentro gracias a un pase de Pedro Araya. 

Afiche promocional del segundo partido de la Universidad de Chile en Cuba, en la ciudad de Camagüey (fuente: Clarín, 22 de marzo de 1971).

SELECCIÓN ORIENTAL DE CUBA 0-1 UNIVERSIDAD DE CHILE

10/03/1971. Estadio Cándido González, Camagüey, Cuba. Público: 10.000 aprox.

SELECCIÓN ORIENTAL DE CUBA: Madera; Despaigne, Ramos, Garcés, Pérez, Miller, Lara, José Verdecia, Molina, Piedra y Vila. 

UNIVERSIDAD DE CHILE: Adolfo Nef; Gabriel Rodríguez, Nelson Gallardo, Alberto Quintano y Manuel Rodríguez; Eduardo Peralta y Francisco Las Heras; Pedro Araya, Jaime Barrera, Jorge Zelada y Luis Ventura. DT Ulises Ramos.

GOL: 40’ J. Barrera (UCH).

Desde Camagüey los azules viajan al otro extremo de Cuba por su tercer lance, a la ciudad de Santiago de Cuba, para enfrentarse por segunda vez al seleccionado oriental cubano el día 12 de marzo, tan solo dos días después del encuentro anterior. En el Estadio Guillermón Moncada, terreno de béisbol que fue adecuado para el fútbol, los azules se presentarían con un rehabilitado Esteban ‘Torito’ Aránguiz luego de una lesión. Al minuto del pitazo inicial la Universidad de Chile bate al portero cubano por medio de un remate de Jaime Barrera, tras una buena combinación entre Spedaletti y Aránguiz, y aumenta la cuenta a los 20 minutos gracias a Luis Ventura. Lamentablemente el autor del descuento cubano no es mencionado por la prensa revisada, ni tampoco las formaciones de los equipos. 

Jaime Barrera y su gol al minuto de juego contra la selección oriental en el Estadio Guillermón Moncada de Santiago de Cuba (foto: Clarín, 22 de marzo de 1971).

Para el cuarto y último encuentro de la Universidad de Chile en los siete días que estuvo en Cuba, los azules volvieron a enfrentarse a la selección occidental en La Habana el 14 de marzo, en el que sería el mejor partido disputado entre chilenos y cubanos, nuevamente el Estadio Universitario Juan Abrantes. 

Transmitido en Chile por Carlos González Márquez en Radio Cooperativa, el “once” de Universidad de Chile contó con las bajas de Adolfo Nef y Humberto Canobra, debiendo asumir en el arco Carlos Urzúa. A pesar de las ausencias el encuentro comenzó favorable para los universitarios, quienes por medio de Jorge Spedaletti lograron abrir el marcador a los 28’ del primer tiempo ante el numeroso público en las gradas del estadio. Al volver del descanso, la respuesta del cuadro cubano sería contundente: Empate por Jorge Massó al inicio del segundo tiempo, y el 1-2 de Luis Hernández a los 50’, que puso en ventaja por primera vez a los cubanos ante la ‘U’ en todo el viaje.

Ante el inédito escenario, los azules debieron volcarse al ataque para lograr el empate y cuidar el invicto en la isla, apareciendo las figuras del viaje: Pedro Araya, que logra la igualdad a los 60’, y cinco minutos más tarde Eduardo Peralta, que se viste de héroe para decretar el 3-2 final para el conjunto universitario en La Habana. 

Emilio Torrealba, Presidente del Club Deportivo de la Universidad de Chile, alzando el trofeo entregado por Cuba tras el triunfo en los cuatro encuentros disputados en la isla (foto: Clarín, 18 de marzo de 1971).

Sobre la experiencia de actuar en Cuba, Emilio Torrealba expresó ante Clarín lo siguiente: “Yo creo que todos estaban en el mismo predicamento nuestro, que los cubanos eran ‘papayita’. Nos equivocamos totalmente, ya que le pegan bastante a la cosa. Es más, creo que serán los ‘cucos’ de los Panamericanos. Calidad tienen y solo les falta limar detalles técnicos y otras cositas para hacerlos temibles mundialmente” [8] .

Sobre el juego de los cubanos, el ‘Crudo’ Gallardo declararía a La Nación: “Los cubanos, aun cuando no son eximios futbolistas, tienen una preparación física envidiable. Físicamente son superiores a nosotros, tienen mucha fuerza y un excelente estado atlético. (…) Los medios materiales no son muy buenos, porque los partidos los jugamos en canchas de béisbol. Y quizás por eso los resultados siempre fueron estrechos”. Gallardo además tendría palabras sobre el gobierno cubano en materia deportiva: “Me impresionó la forma en que el gobierno cubano está proyectando el deporte. Enfrentamos a equipos amateurs, los cuales cuentan con todas las facilidades de las autoridades para prepararse en forma adecuada” [9].

Adolfo Nef, en la misma línea, declararía ante Clarín: “Los jugadores cubanos técnicamente no son muy buenos, pero tienen mucho estado físico. Les falta más roce con equipos sudamericanos. Lo que más me impresionó fue la organización en el deporte. Desde chico a los niños les regalan todos los implementos para practicar el deporte que les gusta. Los espectáculos deportivos son totalmente gratis. Visitamos fábricas de implementos deportivos, que son muy buenos. Claro que les faltan algunos, yo regalé mis guantes, porque no tienen” [10].

Pedro García Bango, Presidente del INDER, muestra a Emilio Torrealba una pelota de béisbol fabricada en Cuba (foto: Clarín, 22 de marzo de 1971).

El saldo de la visita de los azules en Cuba fue de cuatro triunfos en siete días, con ocho goles a favor y tres en contra, con Jaime Barrera marcando tres tantos, Pedro Araya y Eduardo Peralta dos, y Jorge Spedaletti y Luis Ventura con uno. Universidad de Chile continuaría su gira en México con dos encuentros amistosos, para luego retornar a Chile. A pesar de ello, no sería el último encuentro con los jugadores de Cuba como veremos más adelante. 

De vuelta a México para finalizar la gira

Una vez terminada la estadía en la isla caribeña, los azules retornan a México para disputar los últimos dos encuentros de la gira de 1971. El penúltimo encuentro de los azules sería el 17 de marzo contra el Club León, en un empate 1-1 con gol de Eduardo Peralta del que no se encontraron mayores antecedentes en la prensa revisada. Seis días después, la ‘U’ se enfrenta a sus similares de la Universidad Nacional de México (UNAM), en el décimo y último partido de la gira internacional disputado en el Estadio Olímpico de Ciudad de México.

Ante cerca de 20.000 espectadores, los azules se despidieron de México con una derrota de 1-2, con Mario Velarde marcando el primer tanto para los mexicanos recién comenzando el partido a los tres minutos. Con un segundo tiempo sumamente disputado, el empate para el conjunto laico llegaría recién a los 69’ gracias a Pedro Araya, sin embargo, dos minutos más tarde, nuevamente Velarde vence al ‘Gringo’ Nef para entregarle la victoria definitiva a los universitarios mexicanos.

UNIVERSIDAD NACIONAL (UNAM) 2-1 UNIVERSIDAD DE CHILE 

23/03/1971. Estadio Olímpico Universitario, Ciudad de México. Público: 20.000 aprox. 

UNIVERSIDAD NACIONAL: Castrejón; Bermúdez, Mejía, Sanabria, Medina; González, García, Mario Velarde; Alvarado (Rosales), Marco Antonio Padilla (Carranza) y López (Armenta).

UNIVERSIDAD DE CHILE: Adolfo Nef; Gabriel Rodríguez (Humberto Canobra), Alberto Quintano, Manuel Rodríguez, Nelson Gallardo; Francisco Las Heras (Jorge Zelada), Eduardo Peralta, Pedro Araya; Eladio Zárate, Jorge Spedaletti y Esteban Aránguiz (Carlos Arratia). DT Ulises Ramos.

GOLES: 3’ y 71’ M. Velarde (UNAM) y 69’ P. Araya (UCH).

 

Una vez finalizados los compromisos en México, la delegación de Universidad de Chile retornó al país el 26 de marzo, siendo recibidos por sus familias y amigos en el Aeropuerto de Pudahuel. Los jugadores, de rostro cansado por el viaje, lucían sombreros cubanos de paja y traían arcos y flechas de Ecuador junto a su equipaje. 

Con seis triunfos, dos empates y dos derrotas, el saldo era positivo de acuerdo con lo expresado por el director técnico Ulises Ramos, quien destacaría sobre la experiencia de la gira: “(Los mejores jugadores de la ‘U’ fueron) Araya y Peralta. En general el rendimiento estuvo bien, si tomamos en cuenta el trajín es esta gira. Por ahora descansaremos una semana y después nos prepararemos para nuestro campeonato. El equipo llegó en buen estado y creo que en la competencia daremos que hablar” [11]

El pronóstico de Ulises Ramos no estaría alejado de la realidad: En el campeonato nacional de 1971 la ‘U’ casi logra su octavo título, al finalizar en segundo lugar tan solo dos puntos detrás de un histórico Unión San Felipe, y con Eladio Zárate como máximo goleador del torneo con 25 goles convertidos. 

Ulises Ramos con sombrero cubano de paja preparando su equipaje para presentarse en el mesón de la Aduana (foto: La Nación, 27 de marzo de 1971).

Una revancha con sabor a empanadas y vino tinto

Si los primeros partidos entre la ‘U’ y Cuba se produjeron en la tierra de la revolución con sabor a ron y gusto a azúcar, la revancha se produciría en el Chile de la revolución con sabor a empanadas y vino tinto, como diría Salvador Allende sobre el proceso de transformaciones de ambos países latinoamericanos. 

Luego de los cuatro encuentros que disputó la Universidad de Chile en Cuba, el seleccionado caribeño emprendió viaje a Colombia para disputar la sexta edición del torneo de fútbol en los Juegos Panamericanos de Cali, entre el 31 de julio y el 12 de agosto de 1971. Los cubanos lograrían el primer lugar de su grupo, clasificándose a la ronda final donde obtendrían una meritoria medalla de bronce detrás del campeón Argentina y el local Colombia, y un simbólico triunfo contra Estados Unidos por 2-0, país con la mayor cantidad de medallas obtenidas en la cita deportiva.  

Solo días después de finalizada la competencia panamericana, una delegación de Cuba viaja a Chile para participar del X Campeonato Mundial de Caza Submarina de 1971 a celebrarse en la ciudad de Iquique. Junto a ellos viaja la selección de fútbol de Cuba y Jorge García del INDER al haber aceptado la invitación hecha por los dirigentes de la Universidad de Chile, la Consejería Juvenil de la Presidencia y la Central Única de Trabajadores, y así enfrentarse a los azules en una suerte de revancha de aquellos encuentros en sostenidos la isla durante el verano. El viaje a Chile, además, les servía de preparación para un nuevo desafío continental: El Campeonato de Naciones de la Concacaf de 1971 (actual Copa de Oro).

El sábado 21 de agosto a las 15:00 hrs. arribaron al Aeropuerto de Pudahuel los cubanos, con el partido programado para el día siguiente a las 16:00 hrs. en el Estadio Nacional, bajo arbitraje de Domingo Massaro. 

Aviso publicitario del amistoso entre la selección de Cuba y la Universidad de Chile en el Estadio Nacional (foto: Clarín, 21 de agosto de 1971) [12].

Casi 12.000 personas presenciaron el inédito encuentro entre la Universidad de Chile y la selección de Cuba en el Estadio Nacional. Vistiendo la ‘U’ su tradicional uniforme azul, los cubanos se presentaron con un uniforme rojo brillante al pitazo inicial del árbitro. Durante el primer tiempo, los universitarios tomaron la iniciativa del ataque, logrando cuatro tiros en los postes del arquero cubano José Reinoso: dos de Jorge Zelada y dos de Francisco Las Heras. Eladio Zárate encontraría la eficacia necesaria para abrir el marcador para los azules a los 41 minutos del primer tiempo, para después farrearse un gol increíble solo frente al arco. 

Remate de Jorge Zelada en la entrada del área de Cuba que impacta en el horizontal (foto: Estadio n° 1.465, 26 de agosto de 1971).

Ya en la segunda fracción, la ‘U’ continuó llevando la batuta del partido, buscando el espacio para generar una oportunidad clara de gol debido a la compenetrada y veloz defensa de los cubanos, hasta que llegó el turno de abrazarse para los visitantes, gracias a Jorge Massó, quien venció al ‘Gringo’ Nef para decretar el 1-1 definitivo entre ambos equipos. Era la segunda ocasión que el atacante cubano vencía las redes universitarias; ya lo había hecho en el último encuentro en La Habana durante la gira del verano previo. 

Rechazo del zaguero central René Bonora ante la presencia de Jaime Barrera y Eladio Zárate (foto: Estadio n° 1.465, 26 de agosto de 1971).

De acuerdo con lo informado por la revista Estadio, la Universidad de Chile presentó un juego negligente al menospreciar a su adversario, jugando parados y mostrando poco interés en la confrontación, lo que le valió pifias al equipo en pasajes del partido y al despedirse del campo de juego.

Ante esto, Alberto Quintano no escondería su molestia, declarando al Clarín que: “El público chileno se está pasando, en vez de levantar al equipo. Hemos jugado como si fuéramos nosotros las visitas, y no los locales. Los cubanos demostraron que saben jugar y que tienen algunos jugadores que podrían actuar en cualquier país. Pero le repito, el público nos tiró a partir” [13].

Por su parte, los cubanos se mostraron conformes con su actuación, con el autor del empate Jorge Massó declarando sobre el partido: “Nos brindamos por enteros, como de costumbre para ofrecer un buen espectáculo al público chileno, al que saludo cordialmente”, complementando el atacante Fariña con la siguiente cuña: “Hemos empatado con un gran equipo. Este resultado es importante para nosotros” [14]

Finalmente, Antonino Vera resumiría el encuentro de la siguiente manera en su crónica para la revista Estadio: “Nos parece que la ‘U’ contribuyó mucho con sus deficiencias a que se llegara a un final equilibrado y a que quedara tan patentemente expuesta la diferencia que hay entre un buen amateur (cualquiera de los jugadores cubanos) y un mal profesional (cualquiera de los universitarios, con excepción de Aránguiz, Quintano y algún otro). Pobre el partido como fútbol, porque quien tenía que elevar el nivel en este aspecto -la ‘U’- no lo hizo. Grato por lo que aportó la selección cubana con su espíritu, su disciplina y su limpieza” [15].

Luego de esa revancha, el seleccionado cubano continuará su periplo por el país para enfrentarse a Deportes Concepción en dicha ciudad, siendo derrotados por 0-1, para luego viajar a Calama y enfrentar a Deportes Loa (precursor de Cobreloa), siendo nuevamente derrotados por 0-1. La única victoria para los cubanos en Chile sería en su último encuentro ante Unión La Calera en La Calera, también por la cuenta mínima.

Sería la última vez en que la Universidad de Chile se enfrentarse a un equipo de Cuba, sin embargo, la experiencia de la gira de 1971 y los partidos de la selección cubana en Chile, a pesar de no estar planificadas desde el Gobierno y a responder a una necesidad del Club Universidad de Chile, serían el puntapié inicial de la relación entre ambos países en la esfera deportiva luego del restablecimiento diplomático de 1970.

Las relaciones diplomáticas y la cooperación entre ambos países en el ámbito político, económico y cultural, se profundizarían durante el gobierno de la Unidad Popular, siendo hitos de esta relación la visita de Fidel Castro a Chile durante noviembre y diciembre de 1971, y la visita de Salvador Allende a Cuba en diciembre del año siguiente en el marco de una gira internacional.

En 1972, el INDER de Cuba, representado por su presidente Jorge García, y la Dirección de Deportes y Recreación de Chile (DIGEDER), representada por Sabino Aguad, firman un Convenio de Asesoría Técnica y de Intercambio Deportivo, donde deportistas cubanos vendrían a competir a Chile y deportistas chilenos viajarían a la isla. El acuerdo también contemplaba asesoría técnica en fútbol, tenis, equitación y hockey césped para Cuba, mientras que Chile recibiría técnicos cubanos para el desarrollo del béisbol, el voleibol y levantamiento de pesas [16].

Dicha colaboración, que permitiría potenciar las necesidades deportivas de cada nación, se vería truncada con el Golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas y de Orden el 11 de septiembre de 1973, poniendo fin a la ‘vía chilena al socialismo’ de la Unidad Popular para instaurar una dictadura cívico-militar que se prolongaría por 17 años, en la cual las relaciones diplomáticas entre Chile y Cuba se mantendrían en quiebre. 

[1] La Nación, 8 de febrero de 1971

[2] La Tercera de La Hora, 13 de febrero de 1971

[3] Ídem.

[4] Clarín, 1 de marzo de 1971

[5] El Informador, 3 de marzo de 1971

[6] La Nación, 8 de marzo de 1971

[7] Clarín, 7 de marzo de 1971

[8] Clarín, 18 de marzo de 1971

[9] La Nación, 27 de marzo de 1971

[10] Clarín, 29 de marzo de 1971

[11] La Nación, 27 de marzo de 1971

[12] La información del aviso señala erróneamente a la selección de Cuba como vicecampeona de los Panamericanos de Cali, ya que solo lograron el tercer lugar del torneo.

[13] Clarín, 23 de agosto de 1971

[14] Ídem.

[15] Revista Estadio n°1.465, 26 de agosto de 1971.

[16]  Edgardo Marín, Historia del deporte chileno: Entre la ilusión y la pasión (2007), p. 294

Fuentes:

  • Diarios: La Nación, Clarín, La Tercera de La Hora, El Mercurio y El Informador (México).
  • Revista Estadio 

Agradecimientos:

  • Rino Curotto
  • Nicolás Aguilera
  • Círculo de Historiadores e Investigadores de la ‘U’

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