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Palestino en la Copa Libertadores de 1979

Por Roberto Álvarez

La mejor actuación histórica de Palestino en un torneo internacional fue la semifinal de la Copa Libertadores de América en 1979, a la que llegó tras coronarse campeón del torneo chileno de 1978 y superar, consiguiendo el primer puesto, la fase de grupos del torneo continental, en el que enfrentó a dos elencos venezolanos y a O’Higgins de Rancagua.

Era un formato distinto al de hoy, con muchos menos equipos, pero no por ello lo logrado fue menos meritorio, ya que en dicha edición quedó más que claro que los partidos de las copas internacionales no sólo se ganan dentro de la cancha. En efecto, había un sinnúmero de cosas que sucedían, y aún suceden, fuera de ella y que son tan importantes como un buen planteamiento táctico o el desempeño descollante de algún delantero o arquero.

Durante su historia, el fútbol chileno ha sufrido en varias oportunidades las consecuencias de sospechosos fallos arbitrales a nivel sudaméricano. Le pasó a Colo-Colo en la final de la Copa Libertadores del año 1973, cuando los argentinos de Independiente de Avellaneda metieron con pelota y todo al ‘Gringo’ Adolfo Nef dentro del arco. El árbitro validó el gol y, más de medio siglo después, los chilenos siguen recordando dicha decisión como uno de los más grandes robos sufridos en nuestra historia. Aún más, en la vuelta jugada en Santiago, el inefable brasileño Romualdo Arppi Filho anuló un gol a Carlos Caszely por un inexistente off-side del ariete albo.

Los hinchas de Universidad de Chile también sufrieron lo suyo en Copa Libertadores, cuando en la semifinal de 1996, en el estadio Monumental de River Plate, el portero local, Germán Mono’ Burgos, le cometió un penal flagrante a Esteban Valencia. De manera inexplicable, y favoreciendo al cuadro argentino, el árbitro ecuatoriano Alfredo Rodas otorgó ley de la ventaja, dejando sin cobrar la pena máxima, en una jugada que no terminó en gol.

Lo cierto es que en la ya larga historia de la Copa Libertadores, pero también en las Eliminatorias para las Copas del Mundo, se han visto cobros increíbles y la utilización de recursos derechamente antideportivos para ganar partidos, como no dejar dormir a los rivales -apostando a la barra local frente al hotel de concentración del equipo visitante durante la víspera del encuentro-, cortarles el agua y el aire acondicionado en los camarines, enviar trabajadoras sexuales a las concentraciones, entre las más diversas artimañas.

Palestino no estuvo exento de ello durante la versión de 1979 de la Copa Libertadores de América, ya que son varios los jugadores que recuerdan haber entrado literalmente dormidos al partido contra Olimpia en el Estadio Defensores del Chaco, donde el cuadro tricolor cayó, sepultando así cualquier posibilidad de llegar a la final. El relato de Ricardo Lazbal -puntero derecho argentino de aquel Palestino- enfatiza la ingenuidad del dirigente chileno de la época al recordar que “nos alojamos en el hotel cuyo dueño era el presidente del club paraguayo”.

La Ilusión

Palestino clasificó a la Copa Libertadores de 1979 al coronarse, en una notable campaña, campeón en el torneo oficial de 1978. Tuvo un rendimiento de 78%, ganando 23 encuentros y perdiendo sólo en cuatro oportunidades, alcanzando, además, una racha de 44 partidos invictoSu perseguidor más tenaz fue Cobreloa, que quedó a cuatro puntos del elenco de colonia, lo que es digno de destacar, considerando que fue su primera campaña en la máxima categoría.

Palestino tuvo al goleador del torneo, Óscar Fabbiani, con 35 goles, superando por largo margen a Luis Alberto ‘La Fiera’ Ramos, de Green-Cross, quien marcó 25 tantos. El equipo campeón contó con una defensa sólida, liderada por ‘Don’ Elías Figueroa y con Manuel ‘Loco’ Araya en el pórtico, la que sólo recibió 32 goles en 34 partidos, lo que la convirtió en  la valla menos batida del torneo. La delantera fue la más goleadora del campeonato, consiguiendo  73 conquistas. 


El refuerzo Raúl González conversando con el goleador Óscar Fabbiani. Fuente: Revista Estadio.

 

Para la temporada siguiente, Palestino mantuvo el equipo, junto con reforzarse con el lateral derecho de Santiago Wanderers, Raúl González, y un promisorio puntero izquierdo peruano, Ernesto Labarthe. De esa forma se  conformó un plantel que, para Caupolicán Peña -entrenador tetracolor- estaba a la altura de las exigencias de una competencia internacional. El lateral proveniente del puerto declaraba en Estadio su motivación para ser parte del equipo árabe: “Sí, es cierto que ahora hubo otras ofertas, pero yo prefería de todas maneras a Palestino. Porque es el campeón, porque está en Santiago y por la Copa Libertadores“. Sobre su nuevo club, González sostuvo: “Existe un sentido del compañerismo digno de destacarse, la confianza del entrenador y la certeza de que todos son buenos jugadores”. El técnico  también señaló, en la revista Estadio, que iba “a esta Copa convencido de que podemos hacer algo, porque estoy entusiasmado con estos nuevos dirigentes y tengo cariño hacia los jugadores”.


El peruano Labarthe con Ricardo Lazbal. Fuente: Revista Estadio.

 

El año anterior Palestino también había participado en la Copa Libertadores, quedando eliminado en la primera ronda. En aquella oportunidad, el equipo árabe enfrentó a Unión Española y a los cuadros brasileños de Sao Paulo y Atlético Mineiro. Solo ganó un encuentro y obtuvo el último lugar del grupo, en lo que fue su primera participación en el torneo continental. En esa pionera experiencia fue especialmente destacable la actuación de Oscar Fabbiani, quien marcó cuatro goles a Atlético Mineiro en el encuentro jugado en Santiago, pero que culminó en una derrota 4 a 5.

Para la Copa de 1979 hubo ilusión de hacer algo grande, sustentado en el afianzamiento del equipo y en una columna vertebral consolidada con Manuel Araya, Elías Figueroa, Rodolfo Dubó, Manuel Rojas y Oscar Fabbiani. Además, en la fase inicial de grupos, los elencos chilenos enfrentaron  a los representativos venezolanos, un fútbol que no era muy competitivo en aquellos años.

La fase de grupos

En la fase de grupos Palestino enfrentó a O’Higgins de Rancagua y a los venezolanos de Portuguesa y Deportivo Galicia. En el partido inaugural del grupo, jugado el 28 de febrero, en Rancagua, los representativos chilenos  empataron 1-1. Las crónicas del encuentro indican que los locales fueron superiores y que los árabes se llevaron un punto gracias a un autogol del zaguero Santiago Gatica, quien quiso evitar que Fabbiani aprovechara un centro del peruano Labarthe. El volante central Rodolfo Dubó resumía en revista Estadio el sentir de los tricolores en una frase: “Sinceramente no fue el Palestino acostumbrado.”

Edgardo Fuentes despeja ante la arremetida de Juvenal Vargas en el inicio de la fase de grupos.
Fuente: Revista Estadio.

 

En su visita a Venezuela, Palestino consiguió un nuevo empate, esta vez ante Deportivo Galicia, y una victoria 2-0 frente a Portuguesa. En el primero de estos lances, un empate a un gol contra Deportivo Galicia, Palestino todavía  no desplegó su mejor juego, generando dudas sobre su rendimiento en el ámbito internacional. Estadio indicó que “Palestino no alcanzó a mostrar su exacta dimensión como equipo de corte colectivo, de futbol de bloque”. Opinión que mejoró tras el triunfo frente a Portuguesa, donde mostró una mejoría que la misma revista destacó: “En Valencia, Palestino brindó ante Portuguesa su mejor actuación. Mostró la solvencia de su línea de zagueros, que no dejó moverse a los delanteros ‘portugueses’. Manuel Rojas volvió a ser un conductor talentoso, imaginativo y cabalmente cumplidor de las órdenes de Peña”.

En su primer partido de local, otra vez ante O’Higgins, los árabes se recuperaron de un difícil primer tiempo, en el que fueron dominados por el equipo de Luis Santibañez, y derrotaron 1-0 a los rancagüinos. El tanto fue del goleador Oscar Fabbiani, quien se iba a la liga estadounidense y recibió su primera ovación de despedida. En los partidos de local con los venezolanos, el elenco tricolor volvió al buen fútbol y a ser contundente en ofensiva. Goleó a Deportivo Galicia y Portuguesa, por 5-0 y 6-0, respectivamente.

Sergio Messen marcando el cuarto gol a Deportivo Galicia en el triunfo 5-0 del encuentro jugado en Santiago. Fuente: Revista Estadio.

 

Con ello, Palestino pasó invicto esta primera fase y obtuvo un total de 10 puntos, con cuatro victorias y dos empates. El goleador fue Sergio Messen, con cuatro tantos, y le escoltaron Manuel Rojas y Jorge Zelada, con tres goles cada uno. Clasificó para jugar las semifinales en un grupo con Olimpia de Paraguay y Guaraní de Brasil.

Un duro golpe: la partida de Oscar Fabbiani

En plena disputa del torneo continental se produjo la partida de ‘Popeye’ Fabbiani a Estados Unidos, no sin antes despedirse con partidos y goles. El delantero alcanzó a jugar cinco encuentros en la Copa Polla Gol, en los que  marcó cuatro tantos. También estuvo en cuatro partidos de la primera fase de la Copa Libertadores y contribuyó con dos goles. Se despidió de su Palestino querido como el gran goleador que era.

Después de ser trigoleador del campeonato nacional, varios equipos se interesaron por tener a Fabbiani en sus filas, entre ellos los dos más grandes de Argentina: River Plate y Boca Juniors. Incluso el jugador viajó a Buenos Aires a firmar contrato con River Plate, pero las negociaciones no prosperaron. Algo similar a lo que pasó con Marcelo Salas, casi 20 años después, aunque en este último caso el contrato frustrado fue con Boca Juniors. Finalmente, Fabbiani se fue a los Tampa Bay Rowdies, en la liga estadounidense, que contaba con figuras como Franz Beckenbauer, Pelé, Gerd Müller, Johan Neeskens y Giorgio Chinaglia.

Fabbiani se despidió dos veces de Palestino al irse a los ‘Rowdies’. La primera, en la cancha, el miércoles 28 de marzo de 1979 en un partido de la Copa Libertadores frente a O’Higgins. Lo hizo con su sello, marcando el gol del triunfo que consolidaba las aspiraciones palestinistas de pasar a la siguiente fase. Esa noche, Fabbiani recibió una gran ovación y se emocionó hasta las lágrimas. Unos días antes, el sábado 24 de marzo de 1979, en el Estadio Santa Laura, había entrado en el segundo tiempo para marcar dos veces en las postrimerías del encuentro y así despedirse en el torneo local venciendo 4-3 a Everton. Con este triunfo, en el que también marcaron Elías Figueroa y Jorge ‘Koke’ Contreras, Palestino pasó a cuartos de final de la Copa Polla Gol, en la que fue luego eliminado por Cobreloa.

La segunda despedida fue el 11 de abril, en el partido que Palestino venció 5-0 a los venezolanos de Deportivo Galicia por Copa Libertadores, en el que Fabbiani recibió un reconocimiento oficial del club. La revista Estadio describe así la despedida: “Y el público lo obligó a dar la vuelta olímpica, brazos en alto, emoción en el rostro, para recoger el eco de las palmas que se fue haciendo ovación”.


Oscar Fabbiani se despide de sus compañeros. Fuente: Revista Estadio.

 

Sin el goleador todo fue cuesta arriba y Palestino no consiguió llegar a la final. Lazbal señalaba en Simplemente Gol: “Sentimos muchísimo su partida. ¿Cómo hacés para reemplazar los goles de Oscar?  No sólo eso. Es muy complicado reemplazar a alguien tan vital e importante para el juego del equipo”. La misma apreciación compartía el resto del plantel. Estaban felices por su compañero, pero temían por la suerte del equipo. Manuel Rojas señalaba a la revista Estadio: “Yo quisiera tenerlo siempre en el equipo. Son 30 goles que extrañaremos mucho. Pero si el contrato es favorable para él, que se vaya”. A Caupolicán Peña no le bastaba con el incipiente ‘Koke’ Contreras, quien había debutado en el verano marcando dos goles en un amistoso con Everton. Probó con Sergio Messen y Pedro Pinto al centro del ataque, pero quedó en evidencia que Palestino carecía de otro goleador experimentado para llegar a la final de la Copa Libertadores.

Semifinales y la sospecha

Palestino clasificó a semifinales y, como dijimos, formó un grupo con Guaraní y Olimpia para definir uno de los finalistas. El otro finalista de la Copa Libertadores de 1979 salió del ganador del grupo compuesto por Boca Juniors, Independiente y Peñarol.

La fase semifinal no se inició de forma auspiciosa para los dirigidos por Caupolicán Peña. En partido jugado el 1 de mayo en el Estadio Nacional, con 72 mil personas en las tribunas, Palestino no pudo superar a Guaraní, en un cerrado encuentro que terminó sin goles. Ni el empuje de todo el público pudo hacer que los chilenos concretaran las acciones que se crearon y los brasileños se llevaron lo que vinieron a buscar: un empate.


Elías Figueroa buscando el gol frente a Guaraní en el Estadio Nacional. Fuente: Revista Estadio.

 

Una semana después, con Pedro Pinto como centrodelantero, Palestino enfrentó de local al duro equipo de Olimpia, que era dirigido por el entrenador uruguayo Luis Cubilla. El elenco chileno no pudo con la seguridad ofensiva de los paraguayos y recibió dos goles imposibles de remontar, dado el escaso poder ofensivo que mostró el equipo. Más aún, Jorge Zelada perdió un penal cuando ‘los árabes’ ya estaban 0-2 abajo. Esto obligaba a los tetracolores a jugarse la clasificación de visita, debiendo ganar en Paraguay y Brasil para pasar a la final.

El primer paso era vencer a Olimpia en el Estadio Defensores del Chaco, pero estuvieron muy lejos de ello. El partido lo sentenciaron los paraguayos en el primer tiempo con los goles de Carlos Kiese y Hugo Talavera, más un autogol de Mario Varas. El equipo chileno entró literalmente dormido a la cancha. Algunos recuerdan que durmieron plácidamente cuando recibían los masajes de Erick Paluba y hubo que despertarlos para entrar a la cancha. ‘Koke’ Contreras rememora que dos compañeros, Mario Longoni y el ‘Huaso’ Fernando Ayala, fueron los más afectados por el inesperado sueño que sintieron antes de entrar a la cancha.

En el libro Más que un Equipo todo un Pueblo se señala: “Ocurrieron cosas raras antes del partido. Los jugadores del cuadro árabe siempre han recordado que antes de ir a jugar, en el hotel de concentración, les sirvieron un té que les provocó malestar estomacal a varios de ellos”. Si fue un malestar estomacal generado por el té, o jugaron adormilados por las pastillas que les dieron, es algo que no se sabrá jamás. Lo que está claro es que fueron derrotados y de nada servía el partido con Guaraní en Campinas.

 

Fuentes:

  • Revista Estadio
  • Libro Más que un Equipo Todo un Pueblo
  • Libro Simplemente Gol

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