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Los ‘viejos sabios’ de Palestino y la final pérdida de 1986

Por Roberto Álvarez

La temporada de 1986 fue memorable para Palestino; tanto como la de año 2008, cuando el equipo de Luis Musri perdió la final del clausura, pero no tan conocida como la de los campeones del 78. La del 86 terminó hacia de fines enero de 1987, cuando Palestino definió el campeonato oficial en una  final contra Colo-Colo, con quién habia diputado el título palmo a palmo. En está nota ofrecemos un recorrido por este emblemático plantel, el de los viejos sabios del 86

El equipo del 86 tuvo una columna vertebral de experiencia, con un mediocampo conformado por Luis Rojas, Rodolfo Dubó, Leonardo Montenegro y el mítico Oscar Fabbiani.  Además, tenía  solidez defensiva en los centrales Ricardo Toro y Carlos Soto, y  los goles Julio Osorio, “Cepillín” Olguin y el “Torpedo” Nuñez, quienes, Junto al Popeye  sumaron 44 tantos en esa campaña.

Palestino 1986, (arriba) Marco Opazo, Alex Castañeda, Rodolfo Dubo, Ricardo Toro, Marco Cornez y Jorge Artigas. (abajo) Cristian Olguín, Luis Rojas, Oscar Fabbiani, Leonardo Montenegro y Julio Osorio, Fuente: Revista Triunfo

No era común en esos años, tampoco ahora, que un equipo tuviera  un mediocampo titular tan longevo. Fabbiani cumplió 36 años durante ese campeonato, le seguían Rodolfo Dubó y Luis Rojas con 32, mientras que Leo Montenegro era el menor, con 29 años. La revista Triunfo destacó el desempeño del equipo y su mediocampo en un reportaje titulado: “Los Viejos Sabios de Palestino”. Destacando esta sabiduría, la revista sostuvo que el mediocampo palestino estaba confirmado por: “tipos serios, duros, curtidos…sabiendo que cualquier cosa que les digan o que les dejen que decir perderá importancia cuando llegue el momento de demostrar en la cancha lo que han aprendido en una carrera larga por el futbol”.

El puntero izquierdo de ese equipo, Julio Osorio, señala en el libro Simplemente Gol lo importante que fue el aporte de los experimentados en esa campaña. Particularmente el de Oscar Fabbiani, quien fue un verdadero líder, particularmente   para los más jóvenes. Osorio recuerda que, tras  los entrenamientos, se quedaba practicando jugadas con él. Yo centraba y Oscar definía. Así nació nuestra amistad”, fundamentalmente  porque,  después de practicar en la Florida, se iban juntos a comer un lomito o un chacarero.  

Luis Rojas, volante del  equipo, aunque  también hizo de lateral derecho y central, venia de una larga trayectoria. De las divisiones inferiores de la Universidad Católica pasó a Deportes Aviación y luego a Unión Española, Colo-Colo y, finalmente, Palestino. Jugó 17 partidos por la selección chilena y participó en la Copa América de 1983

Pieza insigne de ese plantel fue Rodolfo Dubó, leyenda de Palestino, con el mayor número de partidos jugados en el club. Junto a Fabbiani tienen una tribuna en el estadio de La Cisterna con su nombre. En sus inicios era centrodelantero goleador, pero sus ganas de jugar lo llevaron a ser volante central. En esa posición salió campeón del torneo chileno en 1978 y jugó el mundial de España 1982. Debutó como seleccionado nacional en 1977 y jugó 46 partidos, marcando 4 goles.

Leonardo Montenegro fue un  volante ofensivo, formado en Universidad de Chile y con pasos por O´Higgins, Ñublense y Colo-Colo. En 1985 estuvo en futbol sudafricano, como varios jugadores de Palestino que fueron tentados por Mario Tuane. Dueño de una exquisita técnica y muy criterioso con el balón, Leo no registra partidos en el seleccionado nacional.

El cuarto viejo sabio, Oscar Fabbiani, llegó a San Felipe en 1974 y a punta de goles se hizo conocido. Campeón en 1978 con su amado Palestino y trigoleador en las temporadas 1976, 1877 y 1978. Se fue en 1979 a Estados Unidos a la liga de las estrellas donde jugaban Pelé, Beckenbauer, Muller y Giorgio Chinaglia, entre otros. Jugó en otros clubes nacionales como Unión San Felipe, Everton, Deportes Iquique, Coquimbo Unido, San Luis, Soinca Bata y San Antonio Unido. También lo hizo en Sudáfrica y en el fútbol indoor de Estados Unidos. Se nacionalizó y jugó los 3 partidos de la final de la Copa América 1979, donde la selección chilena fue superada por Paraguay. 

Fabbiani encarando a un defensa de Cobresal, Fuente: Revista Triunfo

El técnico del equipo fue  Orlando Aravena, un tipo de la vieja escuela, que motivaba sacando pica a sus dirigidos y daba las instrucciones con las chalas de los jugadores, lo que aún desata las risas de sus ex pupilos. El Cabezón Aravena fue contratado por Palestino para el torneo oficial, luego de una buena campaña con Everton. En un reportaje de la revista deportiva Triunfo Fabbiani reconoció que la adaptación inicial al estilo de Aravena no fue fácil. Cepillín Olguín, que considera que el secreto del éxito de ese plantel fue el liderazgo de los cuatro viejos sabios, valora el rol del técnico: “Unió mucho al grupo. Se las sabía todas el viejo”.  

aravena

Orlando Aravena, Fuente: Revista Deporte Total

Orlando Aravena, quien solo  meses después de la final con Colo Colo,  dirigió  a la selección chilena sub-campeona en la Copa América 1987 y, también, en las eliminatorias a Italia 90, sostuvo, en una entrevista para Triunfo, que  su secreto para sacarle rendimiento a los jugadores dados de baja por otros clubes era, primero, individualizar “a los que son buenos futbolistas. Porque tú no puedes resucitar a un burro para el fútbol. Los burros no pueden jugar. En segundo lugar, yo poseo una personalidad suficientemente fuerte como para poder manejar a hombres que tienen fama de difíciles y que a otros colegas no les han dado resultados”.

Olguín señala que el ambiente de grupo que se formó fue fundamental para la buena campaña. “No fallábamos los jueves cuando hacíamos un costillar a la parrilla. Era una cábala que teníamos. El asado lo preparaba el técnico Orlando Aravena, quien era el más cabalero de todos”. En efecto, el propio Olguín lo sufrió, luego de que en un partido fuese reemplazado por el Torpedo Núñez, quien hizo un gol. Con eso bastó y sobró: “Me sacaba todos los partidos para que entrara Núñez”, rememora el puntero baisano.

Esa noche de enero de 1987, la final fue a estadio lleno. Asistieron más de 73.000 espectadores. Fue dirigida por Salvatore Imperatore y contó con la notable actuación del Cóndor Rojas, quien salvó un mano a mano con Fabbiani en el primer tiempo y un disparo fuerte al primer palo del mismo Popeye. Esas atajadas del arquero colocolino impidieron que Palestino abriera el marcador. Olguin recuerda en Simplemente Gol: “El gran causante de la derrota fue Roberto Rojas”. Recuerda que, además de las atajadas a Oscar, el Cóndor” le sacó a Ricardo Toro una pelota en la misma línea del arco”. Triunfo catalogó la actuación de Rojas con nota 10. El Diario La Tercera lo señaló como fundamental para ganar el partido: “El mejor de Colo-Colo, con tres tapadas notables que salvaron a su equipo”.

El achique de Rojas ante Fabbiani, Fuente: Deporte Total

El equipo baisano formó en la final con Marco Cornez en el arco. En defensa Marcos Opazo, Ricardo Toro, Carlos Soto y Mario Salinas. En el mediocampo, Rodolfo Dubó, Luis Rojas, Leo Montenegro y Oscar Fabbiani. En delantera, Cristian Olguín y Julio Osorio. En la segunda etapa, entraron Wilson Miranda y Torpedo Núñez

Los albos, dirigidos por Arturo Salah, vencieron 2 a 0, con goles de Jaime Vera y Hugo Eduardo Rubio, luego de dos jugadas de Hebert Revetria. En la primera el uruguayo pasó entre tres defensas palestinistas y centró hacia atrás para el derechazo furibundo del “Pillo” Vera. El segundo nació de un tiro de esquina, y fue una clase magistral de contragolpe. Revetria se despachó una chilena que permitió el carrerón imparable del “Pájaro” Rubio, quien fusiló al golero Cornez y sentenció la brega. 

Hugo Rubio y el 2-0 final, Fuente: Revista Deporte Total.

La experiencia de los viejos sabios fue vital para hacer un gran campeonato, pero fue también un problema hacia el final del certamen. Palestino iba puntero cuando quedaban pocas fechas, pero la falta de plantel les pasó la cuenta. En las fechas 31 y 32 fueron derrotados por Universidad de Chile y empataron con Rangers en Talca. En los dos últimos partidos Palestino recuperó la senda del triunfo, y venció 1-0 a Naval en La Cisterna y a Fernández Vial en Concepción. Ambos con goles del incombustible Popeye Fabbiani. La pérdida de los puntos, con la U y Rangers, impidió al elenco tricolor mantenerse solo al tope de la tabla. La falta de fondo físico no  permitió  sostener el liderazgo y darle una alegría a la colonia. 

La revista Deporte Total destacó al elenco de Orlando Aravena como el gran animador del torneo, realzando que: “superó con largueza el cálculo del más fanático de sus parciales. Le faltó físico al final, es probable, pero también es cierto que a jugadores como Oscar Fabbiani, Luis Rojas y Leonardo Montenegro, nadie les daba más de una rueda corriendo como lo hicieron”.

Cristian Olguín en partido final de la Liguilla, Fuente: Revista Deporte Total

Luego de la final perdida el elenco árabe participó en la liguilla clasificatoria a la Copa Libertadores. Partió con un triunfo 1-0 frente a Huachipato, pero un empate con Cobresal y una derrota con Cobreloa lo dejaron fuera de la cita continental. La crónica de Gerardo Ayala en Deporte Total resume la desazón palestinista tras la eliminación: “Así ganó Cobreloa y así se reencuentra con esta Copa Libertadores de América, de la que ya sido destacado protagonista. Y así perdió Palestino, quedándose sin pan ni pedazo después de haber hecho el gasto a lo largo de todo el campeonato. ¡Qué alegría por uno y qué pena por el otro!… Pero así es el fútbol. Hecho de risas y llanto. De ahí seguramente su encanto, que nunca se termina”.

Además de la buena campaña, cabe destacar el premio recibido por Óscar Fabbiani como el Mejor Deportista del Fútbol Profesional de Chile. El premio fue entregado por el Círculo de Periodistas desde el año 1951. Óscar Fabbiani y Manuel Rojas, quien lo recibió en 1980, son los dos únicos jugadores de Palestino que han recibido tal galardón. 

 

Fuentes:

Revista Deporte Total

Revista Triunfo

Diario La Tercera

Libro Simplemente Gol

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