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Las universidades de visita en Punta Arenas

Por Pedro Jara

La llegada a la región de Magallanes de los equipos profesionales de fútbol chileno en la década de 1940 estaba directamente relacionada con las visitas de las más altas autoridades del país, situación que comenzó a desarrollarse en Punta Arenas, la capital regional, motivada por la fundación, en agosto de 1927, de la Confederación Deportiva de Magallanes; organización conformada por las asociaciones de cinco deportes: fútbol, básquetbol, atletismo, boxeo y ciclismo, y que fue pilar fundamental en el desarrollo del deporte en la región más austral de Chile, teniendo un plan que consistía en dirigir la cultura física en general y dotar a la ciudad de recintos que permitieran a jóvenes, adultos, hombres y mujeres disponer de las comodidades necesarias y el ambiente ideal para el culto físico y el fortalecimiento del espíritu.

En cuanto a infraestructura, con el auspicio de la Confederación Deportiva se inauguró, el 12/01/1936, el estadio Ramón Cañas Montalva, el que fue dotado de tribunas proyectadas con planos confeccionados por el ingeniero municipal Abel Munizaga, además de una cancha de fútbol y pista atlética que se ejecutaron con las medidas y proyectos enviados por el destacado maestro del atletismo Carlos Strutz.

En paralelo al desarrollo de la infraestructura necesaria para cada deporte, el empuje y constancia de los dirigentes, en especial del general Cañas Montalva, fundador y primer presidente de la Confederación, permitieron una relación estrecha entre esta organización deportiva y autoridades de la época. Un ejemplo de esto fue la visita, el 21/01/1938, del ministro de Interior Matías Silva Sepúlveda, quien viajó en el vapor “Alfonso”, en representación del presidente Arturo Alessandri Palma, para la inauguración de varias obras, entre ellas el monumento a Manuel Bulnes. En dicho vapor, el ministro Silva venía acompañado de una numerosa delegación deportiva, que contaba entre sus filas al equipo de fútbol de Universidad Católica y un grupo de destacadas figuras de renombre nacional, que reforzaron a la UC para esa gira, como Eduardo ‘Pulpo’ Simián, Salvador Nocetti. Víctor “Cañón” Alonso y Raúl Toro. A cargo de la delegación vino don Enrique Casorzo Federici, quien en la década de 1950 llegaría en tres oportunidades a la presidencia de la institución cruzada.

En esa oportunidad, el programa deportivo confeccionado por la Confederación Deportiva de Magallanes contemplaba un partido el 23/01/1938, que se disputó ante una multitud en el estadio de la Confederación. El elenco cruzado alineó con: Raimundo Loezar; Luis Vidal, Alberto Buccicardi; Oscar Rivas, Oscar Álvarez, Salvador Nocetti; Ezequiel Bolumburo, Víctor Alonso, Otoniel Pasara (primer extranjero contratado por los cruzados), Néstor Braythwate y la gran figura, Raúl Toro, y demostró su superioridad ante la selección de Punta Arenas, ganando por 5 a 3, con un triplete del internacional Raúl Toro.

La revancha se fijó para el miércoles 26 de enero, oportunidad en que el equipo cruzado se presenta con una sola modificación, al entrar de titular en el arco Eduardo ‘Pulpo’ Simián, dejando en la banca al portero Loezar. En esta ocasión el equipo de Punta Arenas formó con: Erwin Neracher en portería; Karmelic, Paredes, Cruz, Hugo Wheler, Roberto y Armando Alvarado, José Coto, Rinaldo Tonini, Adolfo Crociatti y Zvonko Marinovic, y se cobró revancha al vencer al equipo visitante por 4 a 3, generando tal entusiasmo que al final del partido el público invadió la cancha paseando a los jugadores locales en andas tras su brillante triunfo sobre unos de los conjuntos más técnicos que habían llegado a la ciudad.

Segundo viaje cruzado

Tras la inesperada muerte del presidente Pedro Aguirre Cerda, el año 1942 asume la presidencia de Chile Juan Antonio Ríos, quien anunció su llegada a Punta Arenas para participar de varias actividades, entre ellas la inauguración de la reconstrucción del Fuerte Bulnes. El mandatario recaló en la capital de Magallanes el martes 15/02/1944, generando grandes expectativas en el mundo deportivo, debido a que las visitas presidenciales venían acompañadas de una cantidad importante de deportistas.

Por razones de agenda, el equipo de 56 deportistas de la Universidad Católica arribó un par de días antes en el vapor “Villarrica”, luego de recorrer fiordos, ventisqueros y navegar por el Golfo de Penas en su trayecto desde Puerto Montt hacia las heladas aguas del Estrecho de Magallanes, pero el sacrificio de la navegación quedó zanjado ante el entusiasta y caluroso recibimiento que recibieron el sábado 29/01/1944.

Al visualizar el equipo cruzado que viajó en esa oportunidad, y viendo su desarrollo en los años venideros, nos damos cuenta que la UC llevó a su equipo titular, encabezado por el portero Javier Mascaró, que con los años completaría una tremenda trayectoria jugando además en Colo-Colo, Universidad de Chile y los equipos de Santiago Wanderers y Everton de Viña del Mar; Alberto Buccicardi, capitán del equipo, que además destacó como periodista de la revista Estadio y que en 1949, como director técnico de la UC logró el primer campeonato cruzado; Fernando Riera, quien después jugó en Francia y fue DT de la selección chilena en el recordado Mundial de 1962; Antonio Ciraolo, goleador argentino, Víctor Mancilla, Carlos Gutiérrez, Hevia, Claudio Vicuña y los refuerzos Salvador Nocetti, de Santiago Morning, Mario Garrido y el magallánico Atilio Cremaschi, de la Unión Española.

El domingo 30/01/1944, el estadio Ramón Cañas Montalva se hizo estrecho para contener al numeroso público que acudió a presenciar esta interesante brega deportiva. El borderó de entradas alcanzó la bonita suma de $22.890.

Momentos antes de empezar el partido de fútbol, la delegación de la UC y la selección local se situaron frente a la tribuna oficial, procediendo a izar nuestro pabellón nacional.

Bajo la dirección del árbitro Pedro Vidal se inició el encuentro que mantenía pendiente a toda la afición local. 

Universidad Católica alineó con Javier Mascaró; Alberto Buccicardi, Salvador Nocetti; Carlos Gutiérrez, Mario Garrido, Rodolfo Clavería; Hevia, Atilio Cremaschi, Víctor Mancilla, Rafael Eyzaguirre y Fernando Riera. El seleccionado de Punta Arenas formó con Antonio Dobronic; Moisés Palma, Julio Almonacid; Monsalve, Daniel Galindo y Antonio Ríspoli Diaz; Julio Alvarado, Armando Alvarado, Roberto Alvarado, David Machuca Ruiz y José ‘Maquinita’ Ruiz.

Desde el comienzo de las acciones se notaron jugadas bien armadas y precisas que pusieron en jaque a las defensas de ambos elencos, se notó la mayor técnica y desenvoltura de los jugadores del equipo cruzado, los cuales por espacio de los primeros 20 minutos mantuvieron un ligero dominio del campo. Cada vez que Dobronic fue requerido respondió en excelente forma y salvó su valla de goles casi hechos, otro tanto se puede decir del zaguero Almonacid, quien tuvo eficaz labor. 

Pasados esos 20 minutos, los locales se situaron en la ofensiva y el arco defendido por Mascaró pasó por momentos difíciles, pero en todas las intervenciones respondió demostrando sus notables cualidades como guardameta.

A los 34 minutos de juego, Roberto Alvarado recibió un lindo pase de ‘Maquinita’ Ruiz y con violento tiro a media altura decretó la primera caída del arco universitario.

En el segundo tiempo, los visitantes son sancionados con un tiro penal en contra por foul de Nocetti, sanción que fue resistida por los cruzados, y el capitán del equipo local, Roberto Alvarado, en un gesto deportivo que fue calurosamente aplaudido por el público, efectuó el tiro con suma lentitud aplicando el juego limpio.

El segundo gol del seleccionado puntarenense fue conseguido a los 10 minutos de la etapa final, por intermedio de ‘Maquinita’ Ruiz con un tiro a una esquina del pórtico de Mascaró. Los visitantes lograron descontar por intermedio de Ciraolo, jugador que reemplazó a Eyzaguirre. El argentino remató de cabeza un preciso centro de Riera.

Tras este descuento, el equipo local comenzó a bombardear la valla de Universidad Católica y dos violentos tiros rebotaron en el vertical. En uno de ellos el rebote fue muy bien aprovechado por ‘Maquinita’ Ruiz, quien, con un potente tiro de volea, consiguió el tercer tanto para la selección local. Con el marcador de 3 a 1 en contra de los universitarios finalizó la brega.

El triunfo de los locales fue el resultado lógico de las alternativas que se presenciaron en el campo de juego. Todos los jugadores hicieron derroche de entusiasmo y jugaron con todo corazón. Merecen especial mención la labor cumplida por José Ruiz, quien justificó su apodo al jugar como una máquina. Además, Monsalve, Rispoli, Machuca, Ruiz, Roberto Alvarado, Julio Almonacid y Antonio Dobronic sobresalieron del resto del conjunto, demostrando a los visitantes la calidad del fútbol que se jugaba a mediados de la década de 1940 en Punta Arenas.

La revancha se jugó el domingo 6/02/1944, oportunidad en que los locales ratificaron que la victoria en el primer partido ante los cruzados no fue casualidad, ensalzando al portero Antonio Dobronic como la gran figura de la cancha, logrando un apretado triunfo por 2 goles a 1.

Universidad de Chile visita Punta Arenas

En 1948, visitó Punta Arenas el presidente Gabriel González Videla, quien fue el primer mandatario en visitar la Antártica Chilena, el 17 de febrero de ese año. Al jefe de Estado lo acompaño una delegación deportiva de la Universidad de Chile, que en su equipo de fútbol contaba entre sus filas con José ‘Cholito’ Balbuena, quien el año anterior había obtenido su carta de nacionalización; Oscar García, jugador argentino catalogado como un verdadero artista con el balón de fútbol, sobrino de Raimundo Orsi, afamado jugador campeón con Italia en el Mundial de 1934; Jorge Araya, seleccionado chileno que recién había sido traspasado desde Green Gross por la respetada suma de $120.000; Domingo González, figura emergente de buen trato de balón; Sergio Yori, goleador del equipo y revelación del torneo de 1947, y el portero Mario Ibáñez, seleccionado chileno desde 1943.

El primer partido del equipo azul fue pactado para el 26 de febrero, frente al equipo local de Naval, campeón de la última temporada de fútbol en Punta Arenas. Universidad de Chile logró un cómodo triunfo por 3 a 0, con goles de Araya, García y González.

El sábado 28/02/1948, el principal recinto deportivo puntarenense sirvió de escenario a la interesante justa en que la Selección de Punta Arenas midió sus fuerzas con el poderoso equipo profesional de Universidad de Chile, que ya había demostrado su buen trato de balón y forma frente al cuadro de Naval.

Una concurrencia numerosa que dejo una recaudación de $27.370 se dio cita en el Estadio Ramón Cañas Montalva, demostrando que entre todos los deportes que se practicaban antes de 1950, el fútbol era el que despertaba mayor interés.

El equipo de Punta Arenas, que visitó de rojo y blanco, tuvo la particularidad de alinear al histórico arquero de la “U” Eduardo ‘Pulpo’ Simián en portería, quien por entonces se encontraba retirado de la actividad y radicado en la región trabajando en la explotación de pozos petroleros. Los locales formaron así: Eduardo Simián; Francisco Creps, Custodio Retamal y Julio Almonacid, en la línea de defensores; en el medio jugaron Daniel Galindo y Antonio Rispoli Diaz; mientras que en delantera estuvieron Mario Urbina, Restovic, Celso Vidal, José Velásquez y Vicente Andrade.

Por su parte, el equipo profesional de Universidad de Chile, que vistió de celeste, formó con: Mario Ibáñez en portería; Carlos Pilassi, Enrique Gutiérrez y José Sepúlveda, en la defensa; Ulises Ramos y Luis Álamos, en el medio; para dejar en delantera a Juan Negri, Domingo González, Jorge Araya, Oscar García y el peruano José Balbuena.

Los comentaristas que analizaron el partido coincidieron en que la selección local cumplió una gran faena, ya que en el primer tiempo jugaron de igual a igual ante un poderoso adversario e incluso los dominaron en varios pasajes de la brega, señalando el primer gol del partido a los 19 minutos de juego, cuando Celso Vidal, eficiente entreala local, cruzó la pelota a José Velásquez, quien con un preciso tiro arrastrado venció al portero Ibáñez.

Los jugadores locales en el transcurso del primer tiempo aplicaron una marcación estricta de hombre a hombre inculcada por el entrenador magallánico de basquetbol y fútbol Alejandro Karelovic, anulando prácticamente a la virtuosa delantera estudiantil y fue dable presenciar como Francisco Creps, consciente de su nueva misión, controló completamente nada menos que a José Balbuena, uno de los aleros de mayor jerarquía del fútbol chileno; mientras que Custodio Retamal  cumplió con todo acierto su labor de back centro cuidando en forma celosa a Jorge Araya, centro forward titular del último partido del seleccionado chileno.

El equipo universitario se fue con todo en busca de la paridad y premio a ese esfuerzo, a los 37 minutos, el alero Balbuena habilitó a Oscar García, quien con un bonito tiro arrastrado venció al portero Simián.

Al inicio de la etapa complementaria, cuando recién llevaban se jugaban dos minutos, el árbitro Pedro Vidal cobró un penal a favor de la ‘U’ por un supuesto foul de Daniel Galindo en contra de Sergio Yori. El penal fue perfectamente ejecutado por García, quien colocó arriba al equipo visitante por 2 a 1.

A partir de ese tanto, los universitarios mostraron su categoría y lograron controlar el partido, vendrían los tantos de Araya y Balbuena para redondear un definitivo 4 a 1 en contra del seleccionado local.

Terminado el partido, el afamado entrenador de la ‘U’, Luis Tirado, palabra autorizada en el fútbol chileno, manifestó sentirse muy impresionado del nivel de juego que se practicaba en la austral ciudad, asegurando que era el mejor equipo que había tenido la ocasión de presenciar desde Temuco al Sur, destacando la mano de Alejandro Karelovic y dando las mejores impresiones de sus rivales como Creps y Restovic.

El último partido del cuadro del ‘Chuncho’ fue ante un combinado local del equipo de Español, el que fue suspendido a 10 minutos del final, cuando el marcador estaba empatado a tres goles.

Las visitas presidenciales o de altas autoridades detalladas en esta publicación reflejan el rol activo del Estado para aportar una cuota de crecimiento al deporte en zonas extremas, por lo que bastaba la voluntad de los involucrados para llevar a cabo tan noble causa, ya que además viajaban importantes exponentes del básquetbol, atletismo, ciclismo y boxeo.

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