Un partido poco divulgado fue este de la selección chilena, que se preparaba para viajar a la Unión Soviética y disputar el repechaje para el Mundial de Alemania 1974.
No hubo información precisa del rival de nuestra selección, para un partido amistoso donde se enfrentaría a un combinado del estado brasileño de Río Grande do Sul.
Dicho combinado excluía a jugadores de los clubes Gremio e Internacional, ambos de Porto Alegre, capital del estado, que se encontraban disputando el campeonato brasileño, el Brasileirao.
Nuestra selección llegaba a jugar con la Unión Soviética por haber eliminado previamente a la selección de Perú, en tres partidos, correspondientes al grupo 3 de las eliminatorias Conmebol, el único con dos equipos, obteniendo así el derecho a jugar un repechaje, en partidos de ida y vuelta, con el ganador del grupo 9 de las eliminatorias de la UEFA, la Unión Soviética.
Previo al repechaje, el miércoles 5 de septiembre, la selección chilena iniciaba sus entrenamientos en el complejo Juan Pinto Durán, bajo la dirección técnica de Luis Álamos Luque, con un plantel de 14 jugadores, ya que se ausentaron los nominados Guillermo ‘Hallulla’ Muñoz y Nelson Vásquez.
Álamos pretendía imbuir en los jugadores la idea de que la Unión Soviética era un rival de categoría, pero que su estrategia se basaba en el aspecto defensivo.
El presidente de la Asociación Central de Fútbol, Francisco Fluxá, quiso traer dos refuerzos desde el exterior: Carlos Reinoso del América de México, y Elías Figueroa del Internacional de Porto Alegre, Brasil.
Se pensaba que el amistoso le serviría a Luis Álamos para poner en práctica el esquema que utilizaría ante la Unión Soviética en Moscú, en el partido de ida del repechaje.
En una declaración previa, Álamos había mencionado: “Hay que prepararse para soportar el fútbol-choque de los rusos, no para provocarlos deliberadamente” (La Nación, jueves 6 de septiembre).
Chile se enfrentó primero en un entrenamiento a la reserva de Colo-Colo, durante 70 minutos, ganando por 5-4. Existía gran interés en poder contar con Elías Figueroa para el repechaje, e incluso se esperaba que estuviera en el partido ante la selección de Río Grande do Sul.
En los días previos se recibió un cable de noticias desde Brasil, consignado en el diario La Nación del 7 de septiembre, en el que se aseguraba que Internacional de Porto Alegre no cedería a Elías Figueroa a la selección chilena, ni siquiera para el repechaje, debido a su difícil situación en el Brasileirao y de un partido complicado que tendría el domingo 9.
Ante eso Francisco Fluxá se comunicó con el Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el peruano Teófilo Salinas, para que intercediera ante club brasileño. Inclusive Fluxá viajaría el martes 11 a Brasil para tratar personalmente la cesión del defensa chileno.
Se buscaba reunir los mejores jugadores nacionales para este trascendental partido ante los soviéticos, pero también se quería aprovechar el partido ante la selección de Río Grande do Sul, para hacer una buena presentación y lograr la confianza necesaria para encarar los tres amistosos concertados para disputarse antes de llegar a Moscú, en una gira que los llevaba previamente por México, Suiza y Francia.
Por otra parte, el ambiente en Chile se encontraba significativamente polarizado en lo político, y el fútbol no estaba ajeno a ello. Eran conocidas las opiniones políticas de algunos jugadores chilenos, como Carlos Caszely y Leonardo Véliz, quienes habían declarado en entrevistas su apoyo al gobierno del Presidente Salvador Allende.
La prensa también estaba dividida en sus tendencias políticas, y cada cual publicaba hechos y situaciones según sus tendencias, algunos a favor del gobierno y otros en franca crítica y oposición a las medidas del Presidente de la República.
Mi padre, hincha seguidor de Santiago Wanderers, nos sorprende el sábado 8 al comunicarnos, a mi hermano menor y a mí, que iríamos al Estadio Nacional al partido despedida de la selección nacional. No imaginábamos lo que el destino nos depararía en ese match, en que más allá de ver a los astros nacionales, estaríamos en un recinto deportivo que sería noticia mundial en los días siguientes, no precisamente por algún evento deportivo destacado.
El partido en principio estaba programado para jugarse el sábado 8 de septiembre a las 19:30 hrs., pero la delegación brasileña, que debía llegar el viernes 7, no pudo arribar en la fecha señalada en el vuelo N° 156 de LAN Chile, debido a que esta línea aérea se encontraba en huelga de sus funcionarios y no prestó servicios normalmente. Brasil tuvo que embarcarse desde Montevideo en el vuelo de SAS para llegar a Santiago el sábado 8 en horas de la mañana. Ante ello se reprogramó el partido para el domingo 9 a las 20:00 hrs. En declaraciones posteriores al Jornal do Brasil (19/09/1973), el Presidente de la Federación Gaúcha indicó que llegaron a Santiago el mismo día del partido en horas de la mañana.
La delegación brasileña llegó liderada por el Presidente de la Federación Gaúcha de Fútbol, Rubens Hoffmeister. Informaciones desde Brasil indicaron que esta selección se hospedó en el hotel Carrera, pero en diarios chilenos se mencionó que alojaron en el hotel Sheraton. La información sobre el hotel tendría mucha importancia en los sucesos que pocos días después afectarían a Chile y su democracia.
En el estado de Río Grande do Sul, para septiembre ya había terminado el campeonato estadual, cuyo campeón fue Internacional de Porto Alegre, seguido de Gremio. Ambos equipos ya habían comenzado a participar en el Brasileirao en septiembre, mientras el resto de los clubes del estado se preparaban para jugar la Copa Governador do Estado, que incluía a equipos de Porto Alegre y también del interior del estado.
Las autoridades gaúchas habían formado dos selecciones estaduales para disputar amistosos en Uruguay, Bolivia y Chile. La selección “branca”, entrenada por el Paulo de Souza Lobo, y la “amarelha” por Sergio Moacir Torres Nunes. Se nominó a jugadores destacados del torneo estadual, pero excluyendo a los integrantes de los clubes Internacional y Gremio, ambos de Porto Alegre.
Lamentablemente no se concretaron los partidos en Bolivia, ante lo cual la federación gaúcha disolvió hasta nuevo aviso a la selección “branca”. Entonces se designó a Paulo de Souza Lobo, ‘Galego’, técnico de Gremio de Bagé, para que llamase a los jugadores del interior que irían a cumplir con el partido en Santiago de Chile.
Sin un plan de entrenamientos adecuado, se reunió a un grupo de jugadores de unos pocos clubes para afrontar el compromiso contraído. ‘Galego’, inteligentemente nombró a cuatro jugadores de su club, Gremio de Bagé, como la columna vertebral del combinado, agregando a jugadores de Esportivo de Bento Goncalvez, Associacao Caxias de Caxias do Sul, Ypiranga de Erechím, Inter de Santa María, Gaúcho de Passo Fundo y de Sao José de Porto Alegre.
En la prensa chilena existió en un principio la creencia que vendría la selección brasileña, la de los astros campeones del mundo de 1970. La opinión pública también pensaba en un partido de primer nivel con los grandes jugadores y estrellas mundiales de Brasil. Se creó así una gran expectativa ante la supuesta categoría de rival que se enfrentaría a la selección chilena en su despedida para ir a jugar a la Unión Soviética.
Pero pronto dicha expectativa se enfrió, ya que se aclaró que la selección que vendría representaba a un estado de Brasil. Más aún, no había claridad en cómo llamarla. En algunas publicaciones se la citaba como “combinado de fútbol del estado de Río Grande do Sul” (diario La Nación), mientras otras ponían a Chile ante la “selección gaúcha” (Diario Clarín). Pero lo más acertado era llamarla “selección del estado de Río Grande do Sul”.
Despectivo titular del diario Clarín de Santiago (9/09/1973), tildando de “negritos” a los jugadores brasileños.
Recuerdo esa tarde del domingo 9 de septiembre. Con mi padre y mi hermano menor, al llegar al estadio no observamos gran concurrencia, las filas en las boleterías no eran tan grandes como en otros partidos. Me llamó la atención que la afición no estuviera presente como las multitudes que llenaban el coliseo de Ñuñoa en los partidos de Colo-Colo por la Copa Libertadores de América de ese año, o en el partido de vuelta entre Chile y Perú por el grupo eliminatorio.
Nos ubicamos en la galería del sector norte, tras el arco. La tarde comenzaba a oscurecer poco a poco y, en una radio de pilas, sintonicé la transmisión de una emisora a modo de entretención previa al partido. Recuerdo que el reportero de camarines dio la formación brasileña, mencionando a qué clubes pertenecían aquellos desconocidos jugadores. Por cierto, no reconocí el nombre de ningún club, eran nombres que jamás había escuchado o leído, salvo el mencionado Internacional de Porto Alegre, donde militaba Elías Figueroa.
Por aquellos años no existía la norma de obligatoriedad de los clubes para ceder a los jugadores a sus selecciones nacionales, no existían las denominadas “fechas FIFA”, por lo que solo se apelaba a la buena voluntad de los clubes que, en algunos casos, solicitaban a las asociaciones locales tomar un seguro de accidentes por el jugador, para prevenir una merma económica si el jugador se lesionaba al defender a su selección. Eso dejaba en la incertidumbre la participación de Carlos Reinoso y Elías Figueroa.
Selección brasileña del estado de Río Grande do Sul
Los diarios nacionales, ante los problemas que tuvo la delegación brasileña en su traslado a Chile, no registraron la nómina completa de jugadores, por lo que solo tenemos los que comenzaron jugando el partido y los que ingresaron desde la banca.
Para lograr identificar a los jugadores brasileños indagamos en el acervo del Jornal de Caxias do Sul, en el Jornal do Brasil y en la revista Placar. También en el acervo de partidos del club Gremio Futebol Portoalegrense, que registra todos los partidos del club, los jugadores que iniciaron cada partido y los jugadores del equipo rival. Esto nos permitió tener la siguiente nómina de la selección brasileña del estado de Río Grande do Sul.
Selección de Río Grande do Sul
Nombre | Apodo | Posición | Club (ciudad) |
Jorge Ferreira | Ferreira | Arquero | Gremio (Bagé) |
Carlos Miguel Azevedo da Silva | Carlos Miguel | Defensa lateral derecho | Esportivo (Beto Goncalves) |
Rubilar Honorato Silveira Goncalves | Rubilar | Defensa central | Gremio (Bagé) |
– | Ciro | Defensa central | Gremio (Bagé) |
Luiz Humberto Martineto Correa | Humberto | Defensa lateral izquierdo | Internacional (Santa María) |
Paulo Silva Araujo | Paulo Araujo | Volante | Esportivo (Beto Goncalves) |
Antonio Flores Oliveira | Frazao | Volante | Sao José (Porto Alegre) |
Antonio Rodrigues Filho | Neca | Volante | Esportivo (Beto Goncalves) |
Joao Glenio Saraiva Fontoura | Zico | Volante | Ypiranga (Erechím) |
Sidnei Buttini | Sidnei | Extremo derecho | Associacao (Caxias do Sul) |
Alberto Vilasboas dos Reis | Bebeto | Delantero centro | Gaúcho (Passo Fundo) |
Décio Frozi | Decio | Extremo izquierdo | Esportivo (Beto Goncalves) |
Derli Ezidio Nopes | Derli | Extremo izquierdo | Gremio (Bagé) |
Paulo de Souza Lobo | Galego | Entrenador | Gremio (Bagé) |
Paulo de Souza Lobo, ‘Galego’ (foto: página web club Gremio Bagé).
Selección chilena
La selección chilena reunió la siguiente nómina para los entrenamientos, el partido ante los brasileños y luego para la breve gira antes de volar a Moscú.
Nombre | Posición | Club |
Adolfo Nef | Arquero | Colo-Colo |
Juan Olivares | Arquero | Unión Española |
Leopoldo Vallejos | Arquero | Unión Española |
Mario Galindo | Defensa lateral derecho | Colo-Colo |
Juan Machuca | Defensa lateral derecho | Unión Española |
Rafael González | Defensa central | Colo-Colo |
Leonel Herrera | Defensa central | Colo-Colo |
Alfonso Lara | Defensa central | Colo-Colo |
Antonio Arias | Defensa lateral izquierdo | Unión Española |
Eduardo Herrera | Defensa lateral izquierdo | Santiago Wanderers |
Guillermo Páez | Volante defensivo | Colo-Colo |
Guillermo Muñoz | Volante | Santiago Wanderers |
Francisco Valdés | Volante | Colo-Colo |
Nelson Vásquez | Volante | Deportes Concepción |
Carlos Caszely | Extremo derecho | Colo-Colo |
Rogelio Farías | Extremo derecho | Unión Española |
Sergio Ahumada | Delantero centro | Colo-Colo |
Julio Crisosto | Delantero centro | Universidad Católica |
Leonardo Véliz | Extremo izquierdo | Colo-Colo |
Luis Álamos | Entrenador | Colo-Colo |
Debemos recordar que a esta nómina después se integrarían Alberto Quintano, Juan Rodríguez, Carlos Reinoso y Elías Figueroa.
Diario Clarín de Santiago, domingo 9 de septiembre de 1973.
El titular de El Clarín decía: “No juega Figueroa”. Efectivamente, ese domingo Elías Figueroa se presentaba con Internacional de Porto Alegre en Salvador de Bahía, enfrentando al S.C. Bahía, y ganarían 2-1.
Información del diario Jornal do Brasil del 10/09/1973, publicando la ficha técnica del partido que disputó Internacional en Salvador, Bahía, con Elías Figueroa en cancha.
SELECCIÓN DE CHILE 5-0 SELECCIÓN DE RIO GRANDE DO SUL
9/09/1973. Amistoso internacional. Estadio Nacional. Público: 21.915. Recaudación: E° 6.322.800. Árbitro: Rafael Hormazábal.
SELECCIÓN DE CHILE: Leopoldo Vallejos; Juan Machuca, Alfonso Lara, Rafael González, Eduardo Herrera, Francisco Valdés (Nelson Vásquez), Guillermo Páez, Rogelio Farías, Sergio Ahumada (Guillermo Muñoz), Carlos Caszely (Julio Crisosto) y Leonardo Véliz. DT Luis Álamos.
SELECCIÓN DE RIO GRANDE DO SUL: Ferreira; Carlos Miguel, Rubilar, Ciro, Humberto, Paulo Araujo, Zico, Sidney, Bebeto, Neca (Frazao) y Decio (Derlin). DT Galego.
GOLES: 50’ F. Valdés (p), 55’ R. Farías, 65’ y 88’ J. Crisosto y 70’ L. Véliz.
El partido en sí estuvo marcado por dos etapas de la selección chilena. Un primer tiempo anodino, falto de ideas, y quizás con displicencia, ante un rival que no mostró ni peligrosidad ni virtuosismo en el juego, ajeno a lo siempre característico en los jugadores brasileños. Quienes vieron el partido se dieron cuenta que esa selección no era la que jugaría en Moscú, para donde se pensaba en un equipo reforzado en defensa, para esperar al rival y jugar de contragolpe. Acá se vio un equipo ofensivo, con mayor presencia y peligrosidad en el segundo tiempo.
A Luis Álamos el partido le permitió ver el estado de los jugadores ante un rival extranjero, sabiendo que el partido objetivo no era ese. Quizás podría probar algunas tácticas preparadas en entrenamientos previos.
La apatía con que se jugó el primer tiempo en parte se le endosó a Carlos Caszely, el que ubicado en el centro del ataque junto a Sergio Ahumada, no logró entrar en sintonía con el resto del equipo, sin tener una tarde-noche con las ‘luces encendidas’, y tampoco hubo entendimiento con Sergio Ahumada. Se observó a Caszely falto de la “chispa” acostumbrada, y en ocasiones lento al no alcanzar balones en profundidad. Eso contagió a sus compañeros, que entraron en un letargo en el juego. Solo se consignó una ocasión de gol para Chile en la etapa inicial, en los pies de Leonardo Véliz, que el arquero brasileño logró desviar a un tiro de esquina. Muy poco para las 21.915 personas que concurrieron a despedir a la roja.
El equipo brasileño solo jugó a contener el ataque chileno, cuando Chile quiso atacar. Su entrenador dispuso de dos líneas de cuatro jugadores para neutralizar a los atacantes de ‘La Roja’. Pero Chile, con déficit de ideas y buscando la pared entre Caszely y Ahumada que no resultaba, le facilitaba el trabajo al rival, y siempre había un brasileño oportuno para neutralizar, lo que dio por resultado un muy mal partido con un marcador, al término del primer tiempo, de 0-0.
Rogelio Farías convierte el segundo gol chileno (foto: revista Estadio n° 1.572 del 11/11/1973)
Al inicio del segundo tiempo hubo un cambio fundamental en la formación chilena, salió Caszely e ingresó Julio Crisosto. Este le dio dinámica al ataque, hizo jugar a Ahumada con paredes más largas y los brasileños tuvieron que abrirse al enfrentar a un ataque más amplio y no tan centralizado. Ya a los 5’ del segundo tiempo, Crisosto habilita en profundidad a Ahumada, el cual es derribado por el defensa Rubilar. El juez chileno Rafael Hormazábal marcó penal, que convirtió con su efectividad acostumbrada, Francisco ‘Chamaco’ Valdés.
Con esto, el equipo adquirió mayor presencia y efectividad en ataque, y aparecieron los goles: Farías, Crisosto (2) y Véliz. El término del partido y el marcador de 5-0 satisficieron al público presente. Después de un primer tiempo para el olvido, Chile pudo dejar una buena impresión en el marcador, pero también una gran incertidumbre. Ese no era el equipo que Álamos presentaría en Moscú. Sabíamos que debían ser titulares Figueroa, Quintano, Rodríguez, Reinoso y Olivares en el arco, por lo que la gira le daría la claridad suficiente al técnico para crear un esquema y orden táctico necesario para enfrentar a la Unión Soviética.
Ciro, defensa central brasileño, se cruza en el camino de Guillermo Páez desviando el balón al córner (foto: revista Estadio n° 1.572)
El diario La Nación del martes 11 de septiembre, en su página deportiva se refirió a la actuación de la selección de Río Grande do Sul: “Lo cierto es que no estábamos acostumbrados a ver jugadores de Brasil tan modestos. Estos de Río Grande están muy lejos de tener el sello del fútbol moreno de la tierra de la samba. Un par de jugadas frente al arco de Chile y algunos yerros en su retaguardia dejaron en descubierto la modestia de su recurso futbolístico. En todo caso, de Chile no es la culpa y su mérito estuvo en aprovechar todos los errores del adversario”.
Al retirarnos del estadio con mi padre y hermano, recuerdo a la gente sonriente por el triunfo y los goles. ¿Qué importaba que Caszely no haya tenido una buena presentación?, se había ganado y goleado. Nada de análisis táctico ni incertidumbre para el partido con los rusos, estarían Figueroa y Quintano en el gramado de Moscú.
Selección chilena que enfrentó a la selección del estado de Río Grande do Sul (foto: www.solofutbol.cl)
La única mención que encontramos en la prensa brasileña referente al partido fue este breve comentario del Jornal do Brasil del 11/09/1973, que destaca la pobre presentación de la selección gaucha:
“Chile, en fase de preparación para los partidos contra la Unión Soviética, por las eliminatorias del Campeonato Mundial de Fútbol, derrotó al Combinado Gaucho por 5 a 0, en una actuación decepcionante del equipo brasilero. Cerca de 20 mil personas asistieron al partido” (Traducción del autor).
En el sitio web www.sul21.com.br de Porto Alegre, se publicó el 11 de septiembre de 2020 un reportaje a este partido y al golpe militar. En sus acápites sobre el match de fútbol entre la selección chilena y la selección de Río Grande do Sul, se recogió la impresión de algunos jugadores de la roja (traducción del autor):
“El conductor del ataque chileno, Sergio Ahumada, salió del campo molesto. Tenían deseado que el partido fuese una prueba del nivel de su equipo para el partido de ahí a 16 días, en Moscú: “Francamente, estoy decepcionado con el rival. Por un lado, la goleada estimula, pero por otro, tal vez deseaba un examinador más fuerte, más enérgico. En ese sentido, la selección del sur de Brasil me decepcionó mucho”.
Julio Crisosto, autor del quinto gol chileno, habló fuerte: “Enfrentamos un rival mediocre”. El capitán, Francisco ‘Chamaco’ Valdés, autor del primer gol a los seis minutos del partido, odió la defensa a ultranza: “Me decepcionó el rival. Vino solo a defenderse”.
El diario El Mercurio indicó en su portada: “Ganó a Porto Alegre 5-0. Con una goleada se despidió la selección. Los delanteros chilenos abandonaron el campo del estadio Nacional en medio de una tremenda ovación. Los locales fueron ovacionados, los hinchas brasileros completamente decepcionados, la selección del sur de Brasil lamiendo sus heridas, iniciaban entonces los últimos momentos de relativa tranquilidad antes de que fuesen sacudidos por una pesadilla de casi 17 años”.
Dicho reportaje mencionó erróneamente que el partido se jugó el lunes 10 de septiembre, y relata además las peripecias que habría tenido la selección brasileña para abandonar el país producto del pronunciamiento militar. Como veremos, eso no fue lo real.
Ante esto, surgió la inquietud, ¿Qué ocurrió con esta selección brasilera? ¿Alcanzó a salir de Chile antes del golpe militar?
Como indicamos, sobre la delegación brasilera se mencionaba por la prensa que alojaron en el Hotel Carrera, otros en el Sheraton. Por cierto, en los periódicos del lunes 10 de septiembre no se encontró detalles y menos aún el martes 11. Luego vino la censura de prensa y, desde luego, las noticias que surgían eran todas relativas al pronunciamiento militar.
Recurrimos a la prensa extranjera, siendo muy difícil encontrar datos relativos al partido y menos aún la suerte de la delegación gaúcha. Por medio de amigos brasileros se encontró el siguiente reportaje en el Jornal do Brasil del 19/09/1973, el que señala, basado en las declaraciones del Presidente de Federación Gaúcha, Rubens Hofmeister, que la delegación llegó a Chile el mismo domingo 9 en horas de la mañana. El dirigente, junto a dos delegados, llegaron junto a sus esposas y alojaron en el Hotel Sheraton. Luego del partido la selección gaúcha regresó la misma noche del domingo 9 a Porto Alegre, pero los dirigentes se quedaron unos días más en Santiago y vivieron los sucesos del golpe militar. Estuvieron retenidos en el hotel y solo gracias a las gestiones del Presidente de la Federación chilena, Francisco Fluxá, se pudieron embarcar en el mismo avión que llevó a la selección chilena a Buenos Aires, iniciando la gira previa para llegar a Moscú.
Comentarios del Presidente de la Federación Gaúcha de Fútbol, Rubens Hofmeister, sobre el partido y los sucesos del 11/09/1973 publicados en el diario Jornal do Brasil del 19/09/1973.
Imagen del partido rescatada desde un video de Youtube de la página web SUL21.
Nunca imaginé, en mi mente de adolescente, que tres días después, donde estuve sentado viendo este partido, habría detenidos políticos, y quizás más de alguno entraría en la lista de detenidos desaparecidos. ¿El destino?, ¿Una paradoja?, ¿Coincidencia?
Han pasado más de 50 años. Fui testigo de la historia, y recordar esos momentos, esos lugares, ese caminar por las escalas de la galería norte y los pasillos del estadio, y pensar, sin saber lo que pasaría allí dos días después, sobrecoge, abruma y apena.
Este partido ha quedado en la nebulosa de los tiempos, solo la imagen del fútbol que se jugó en el Estadio Nacional, en ese gramado que sería ensombrecido por los sucesos posteriores que lo dieron a conocer mundialmente, no precisamente por un hecho deportivo, me lleva a definir un antes y un después de este coliseo deportivo, que tantas alegrías cobijó, así como lágrimas, no por una derrota deportiva, sino por el fin de una democracia.
Fuentes:
- Diario La Nación, Chile (8 a 11 de septiembre de 1973)
- Revista Estadio n° 1.572, Chile (11 de septiembre de 1973)
- Diario Jornal do Brasil (10 de septiembre de 1973)
- Revista Placar n° 183, Brasil (14 de septiembre de 1973)
- Acervo club Gremio Futbol Portoalegrense
- Acervo Jornal de Caxias do Sul, Brasil
- www.solofutbol.cl
- www.sul21.com.br de Porto Alegre, reportaje del 11 de septiembre de 2020